LA LUPA. «18 de Julio de 1936. Entre el mito y la realidad» (I) Introducción
El pasado mes de Julio publicamos una completísima reseña (AQUÍ) de un libro que consideramos fundamental «18 de Julio de 1936. Entre el mito y la realidad» cuyo autor es nuestro querido y admirado colaborador José Piñeiro Maceiras. Hoy, gracias a su siempre buena disposición, publicamos la entrevista de presentación de la serie que vamos a dedicar a dicho libro, en la cual nos va air desgranando las claves de tan importante trabajo, el cual aconsejamos adquirir cuanto antes por su capital importancia.
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Os pido mil disculpas, por introducir este comentario, pero, creo que es procedente para brindar nuestro apoyo a unos chicos falangistas humillados y ultrajados por la Conferencia Episcopal y estimo que hay que contactarles para mostrarles nuestro reconocimiento.
La Conferencia Episcopal ex Española, es decir los obispos reunidos en un antiguo aprisco, ahora corral de lobos y por voz de su presidente el denominado cardenal Omella – un lobo de faz mas que fea – afirma que “cantar el ‘Cara al sol’ en la JMJ no es cristianismo, sino «fundamentalismo»”… añadiendo “el cántico que se ha escuchado por parte de un grupo de jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa no tiene «nada que ver» con la JMJ «ni con el sentir de la CEE»”.
No hay palabras para calificar la declaración de este malnacido.
Por su parte, el NO menos miserable y director de comunicación de la CEE, José Gabriel Vera, afirma que “son «expresiones» que se producen «al mismo tiempo que la JMJ pero que son de fuera» de ella y de su espíritu”.
La Conferencia Episcopal con dos o tres honrosas excepciones – José Ignacio Munilla y Reig Pla – son una jauría de lobos que pretenden descarriar a las pocas ovejas que quedan en España.
Y no siendo falangista pero mis ideales carlistas se encuentran próximos a estos chicos que con su buenísima voluntad y fe cristianas acuden a la JMJ para mostrar su Ideario en Cristo y en España, y que merecen nuestro reconocimiento y agradecimiento por su sacrificio.
Gracias a todos vosotros desconocidos jóvenes y deshonor a estos miserables obispos descarriados de la FE de Cristo.
Solo añadir que estos obispos-lobos-idiotas, deberían reconocer el enorme sacrificio de los abuelos falangistas de estos jóvenes que, gracias a ellos, todavía siguen vivos.
Gracias por la lectura
DIOS, PATRIA y REY LEGITIMO
En apoyo de su comentario I. Caballero:
Así como los jesuitas de hoy son todo lo contrario de aquellos a los que suplantaron, hay que estar ciego para no ver que estos obispos 20/30, tienen de cristiano lo que el Bergóglio de papa. Pandilla de lacayos masones ateos. A estos no los perseguiría el Frente populista: la escoria Disraeli Rothschild, porque son del mismo pelaje. Así aparece toda la camarilla en los medios progres, bien arropada, como nunca antes.
«¡Hay de vosotros, que cerráis a las gentes el reino de los cielos! No entráis vosotros y a los que intentan entrar no los dejáis entrar. ¡Ay de vosotros, que corréis el mar y la tierra para hacer un prosélito, y, cuando lo tenéis, lo hacéis hijo del infierno, doblemente peor que vosotros!
¡Ay de vosotros, que sois semejantes a los sepulcros blanqueados, que por fuera aparecen ciertamente vistosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así vosotros al exterior parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.
¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo podréis escapar de la condenación del infierno? Por esto, mirad; os voy a enviar profetas, sabios y escribas. A unos los mataréis y los crucificaréis, a otros los azotaréis y los perseguiréis de ciudad en ciudad: para que caiga sobre vosotros toda la sangre inocente derramada en la tierra, desde la sangre del justo Abel.»
El verdadero cristianismo está infinitamente por encima de cualquier ideología terrenal pero, está claro quien lo busca y quien lo odia (hasta el punto de intentar, y conseguir, suplantarlo).
«A los pueblos no los han movido nunca más que los poetas, y ¡ay del que no sepa levantar, frente a la poesía que destruye, la poesía que promete!»
José Antonio Primo de Rivera