23-F: reunión de mentirosos, cínicos e hipócritas

Bueno, y de caraduras y de jetas sin vergüenza alguna. Eso es lo que ha sido el acto de conmemoración –¿o será de contraconmemoración?– del 40 aniversario del 23-F. Del rey, incluido, abajo, todos unos mentirosos, cínicos e hipócritas.

Sobre el 23-F se sabe todo. Otra cosa es que el agitprop del sistema, que lo es de la izquierda revolucionaria con unas gotas de tontos útiles peperos, y al igual que ocurre con el Alzamiento, la contienda 1936-39 y la etapa de gobierno del Caudillo, vocee falsedades por segundo, mentiras que, repetidas hasta la saciedad, llegan a parecer verdades, sobre todo para las nuevas generaciones que no tienen más referencia en su vida que… el móvil y mil app,s. Pero por mucho que parezcan verdad no dejan de ser mentiras.

El «elefante blanco» que debía haber entrado en el Congreso tomado por Tejero era Juan Carlos I. O sea, que esa falacia que ha vomitado Felipe VI por su boquita de monarca acojonado ante la que se le viene irremisiblemente encima por los pecados de su padre –y también ya de los suyos–, de que precisamente su padre demostró firmeza y no se sabe cuántas cosas más esa tarde y de que salvó la democracia –¿esto es una democracia?– etcétera, es falso y mal hace el rey en seguir los pasos de su padre… a la fuga, porque él será el siguiente junto con toda su prole; y ello, precisamente, por ser como son estos Borbones, estirpe patética que un mal día se nos cayó encima a los españoles para nuestro mal.

Y de ahí, incluido, abajo, todos mintieron. El acto fue un aquelarre de falsedades, hipocresías y cinismo. Juan Carlos I dijo aquello de «a mí dármelo hecho» y todos se pusieron manos a la obra para hacerlo. Todos, léanlo bien, todos. Porque en el 23-F estaban todos implicados.

Bueno, menos uno: el Tte. Col. Tejero que fue el único que mantuvo la calma y tuvo los bemoles para joderles el plan. Fue entonces, y sólo entonces, cuando del rey, incluido, abajo, todos giraron 180 grados y… decidieron ir todos juntos contra Tejero, para la historia magnífica cabeza de turco, y echarle la culpa de todo, cuando sólo tuvo la responsabilidad de evitar que llegara al poder la antiEspaña por la puerta de atrás del golpe de timón; costumbre, por cierto, la de llegar al poder mediante golpes, que la historia nos demuestra que es la forma habitual como la izquierda revolucionaria llega siempre al poder… recordemos, por no ir más lejos, el 11-M.

Así pues, el acto fue un bochornoso espectáculo de mentiras, un circo de falacias, una hecatombe de repugnantes sinvergüenzas reunidos para… darse vaselina ante un pueblo que, eso sí, no es más tonto porque es imposible.

España se hunde cada día más y más de la mano de una casta, del rey, incluido, abajo todos, para la que ya no hay calificativos descalificadores, y de un pueblo que hace ya décadas ha perdido hasta el mínimo sentido común, gracias, sobre todo, a una derecha monopolizada por el PP a la que más le valdría de una vez encajarse una rueda de molino en el cuello y tirarse al mar, que es lo que le va a suceder a no tardar mucho por sus pecados de cobardía y traición sistemáticos desde hace décadas.


3 respuestas a «23-F: reunión de mentirosos, cínicos e hipócritas»

  1. Extraordinario artículo, extraordinario.
    La farsa de ayer fue puro bochorno, retrató el nivel de los políticos, Espinosa de los Monteros incluido, el nivelazo de hipocresía de algunos, como la Presidenta del Congreso de los Diputados, golpista ella votando en octubre 2017 en el Parlamento de Cataluña a favor de la independencia de Cataluña y del golpe de Estado y ahora tiene la jeta de hablar de golpes de Estado cuando todo el mundo sabe que el 23F fue otro golpe del PSOE porque el PSOE si no es a base de golpes de Estado es que no consigue encaramarse al poder.
    Toda esta teatralización y manipulación de la verdad, para suministrar a una sociedad estúpida una versión de lo sucedido que «cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia» tienen un problema, tiene un escollo: no será tan así como ellos lo cuentan cuando guardan bajo llave en las cajas fuertes del CNI miles de documentos del 23F declarados secretos por la Ley de secretos oficiales, que se guardan y se esconden para que que nadie los vea porque si se ven y se hacen públicos tales documentos declarados secretos, entonces la farsa ya no se puede sostener por más tiempo.
    Hacen mal los constructores que por ahorrar hormigón y acero construyen sus edificios sin los cimientos necesarios para que el edificio se levante con solidez, seguridad y firmeza . Hace mal el Rey Felipe VI, que en miseria moral e indigencia intelectual ha demostrado que está a la altura de su padre, asentar su reinado sobre la falsedad y la mentira, porque eso le reportará resultados de «pan para hoy», si pero también de «hambre para mañana», porque a la larga lo condenarán para la Historia como otro Borbón miserable dentro de la retahíla de borbones miserables que ha tenido España desde Felipe V de Anjou, por no decir Luis IV el rey «Sol»(¿?) de Francia que aunque no lo padecimos como Rey, sí lo conocimos como enemigo de España y de la Civilización cristiana aliándose con los protestantes y con los turcos para destruir la Europa cristiana, que es de las cosas más miserables que puede hacer un rey europeo.
    El reinado lo está construyendo él, con sus decisiones, sus silencio y sus actuaciones. Luego que no se queje con el veredicto de la Historia, cuando los cortesanos y los lameculos no puedan impedir este veredicto como no lo han impedido para Fernando II o Isabel II.

    Insisto, extraordinario artículo.

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