¿A dónde vas Feijóo?

Feijóo, en su autoproclamación a la presidencia, dice “cambiaré la ley del poder judicial si llego a Moncloa”. Pues estamos apañados, menuda sensibilidad democrática y jurídica tiene nuestro aprendiz a estadista. El problema más acuciante en nuestro ámbito político es la independencia judicial, sin ella decae el Estado de Derecho y sin este desaparecen nuestra libertad, así como nuestra capacidad de afrontar el cúmulo de problemas sociales, económicos y políticos que condicionan nuestra supervivencia como nación.

Si Sánchez le ha llamado, no ha sido por seguir una costumbre de consultas con el principal partido de la oposición, sino por la grave crisis institucional que ha provocado la dimisión del presidente del CGPJ, anunciada por Lesmes al inicio del año judicial, así como por las recomendaciones del comisario de Justicia de la UE.

La imagen internacional de España es penosa, hace unos días el diplomático español designado para intervenir en la comisión de descolonización de la ONU, rechaza su turno a pesar de estar en la agenda la descolonización inconclusa del Sahara occidental y ser nuestro país el responsable de esa anomalía. El lunes 10 de octubre resulta que el presidente del CGPJ cumple su promesa y dimite por ser incapaz en poner de acuerdo al PSOE y al PP en la renovación de los magistrados del Consejo.

El origen del desacuerdo radica en el nombramiento de estos magistrados. El PSOE exige el modelo de la LO de 1985, por la que el gobierno de Felipe González mató a Montesquieu con la ayuda del PP y adoptaron un marco que iba contra la letra y el espíritu de la CE. El PP retomó en 2018 el rumbo constitucional que al menos en parte garantiza la independencia del órgano superior de los jueces, pero como señalaba más arriba Feijóo sale por peteneras. Los españoles según el parecer de este hombre tenemos que esperar a tener una justicia independiente a que él llegue a su palacio ¡Qué blandura! la de este hombre, sobre todo si consideramos que la UE apoya la independencia de los jueces y le ha dado un serio aviso a Sánchez de hacerlo antes de ocupar la presidencia europea en mayo del 2023.

La guinda del pastel la ha puesto también el líder del PP, al ponerse como meta que los jueces elijan a 10 magistrados, no 12 como manda la CE. En una palabra, el mangoneo de los políticos sobre los jueces es un asunto que a ambos les interesa por igual, aunque estén haciendo un teatro.

Suprimir por ley las asociaciones políticas de jueces y fiscales y volver al mandato de la CE, no es difícil si se tiene voluntad en preservar el Estado de Derecho por delante de los intereses de los partidos.


12 respuestas a «¿A dónde vas Feijóo?»

    1. De eso nada, dice que el resto (de los que nombran los politicos) se nombrarán «según una ley» esa ley la puso González diciendo que el resto también los politicos. No estoy de acuerdo con ellos ni la norma, estaba clara la intención de la CE pero se lo pasó por los… y el TC lo dio por válido…
      Busque la normativa

  1. Los nombramientos de los jueces del régimen del 78 siguen con el mismo collar de los paraísos fiscales, cambian caras para seguir con lo mismo, la cuestión es, hasta cuando se dejarán tomar el pelo los ciudadanos o esperar la bofetada de la quiebra total y caos de España. En referencia a la partitocracia, todos los partidos les va bien mientras se siga trincando y mordiendo lo que sea subvencionado.
    https://www.youtube.com/watch?v=cXVhsPcqKV4

    Saludos cordiales

  2. El caso es que el Título VI (arts. 117 a 127) de la Constitución vigente es muy claro al respecto y es a los jueces (Poder Judicial, o tercer poder del Estado) a quienes corresponde de modo imparcial ocuparse de la composición, organización y funcionamiento de toda la Judicatura.

    No es esta Constitución algo que me convenza, pero si hay algo que me preocupa, y es que no se obedece lo que en ella se manda. Y eso convierte al autoproclamado «Estado de Derecho» en «dictadura» primero para alcanzar el «Estado totalitario, que es el que se introduce en todos los ámbitos, ya sean públicos o privados. Al respecto tenemos numerosos ejemplos a diario, pero si toman dos ejemplos flagrantes se entiende muy bien: las actividades de las ministras Irene Montero así como Ione Belarra.
    Las barbaridades que se les ocurren y que se convierten en imposiciones ideológicas que se meten hasta en casa, son dos muestras del totalitarismo que se va imponiendo.
    Dónde se ha visto que las ocurrencias de dos ministras, cuya máxima autoridad legal no pasa de la «orden ministerial», pasen por encima de las normas contenidas en la Constitución oponiéndose a la misma y prevalezcan sobre ella?

    Lo que se demuestra es que el «principio de jerarquía normativa» está completamente roto. Que España no sea un república bananera lo impide ese creciente camino al totalitarismo.

    El problema se desencadenó cuando ese siniestro personaje llamado Alfonso Guerra, hoy tenido por sabio por la legión de imbéciles que infecta nuestra Patria, decretó en su día la defunción de Montesquieu. Otro ministrillo que ordenó la desobediencia a la Constitución vigente (cuando no gusta, se cambia, pero no se viola), y nadie lo puso en el sitio que le correspondía.
    Y es que en todo este tiempo hemos padecido los efectos de dos partidos nefastos en nuestra historia, el PSOE, que es la mayor catástrofe nacional desde Argantonio, y el PP, verdadero secuestrador del sector bienpensante de nuestra sociedad desde hace cuatro décadas, pues empezó con el cuento tártaro del «centro» en politica de la UCD, pues el PP es el heredero de aquella calamidad de traidores y liberales.
    A unos y otros se les ha dejado hacer y de esos barros vienen estos lodos, aunque cada vez más parecidos a las arenas movedizas.

    El problema de los jueces son los políticos, asi que, o se cambia de políticos, o los jueces dejarán de serlo y Feijoo es parte de ese problema.

  3. Mi querido amigo y compañero Diego, tienes razón.
    Son ya muchas las voces que denuncian las nefastas consecuencias de que la política, los políticos, mediaticen el nombramiento de “la cúpula judicial”
    ¿Pero no lo es también que hagan lo propio con “la cúpula militar”?
    Ahí lo dejo.
    Para que con tu superior criterio, analices un hecho, en el que hasta la fecha, parece que nadie ha reparado.
    Esta injerencia de la política en unas instituciones, que por su naturaleza y funciones asignadas deberían ser independientes y ajenas al partidismo, es el indeseable efecto colateral de la partitocracia.
    La dictadura de los partidos en una “democracia liberal” frente a la verdadera democracia: La Democracia Orgánica.
    Un abrazo.

  4. Feijóo es el típico gallego, que está en una escalera, y nunca sabes si sube o baja.
    El gallego que responde a tu pregunta con otra pregunta.
    Representa a la «derecha» cobarde, que anida en el PP, partido creado para ayudar al…PSOE.
    Así de claro.

  5. En primer lugar hay un tema histórico… la transición, con Juan Carlos, Torcuato, Suárez, González y Carrillo, además de Kisinger, Giscard, el SPD (partido socialdemócrata alemán), y con la CIA detrás. Nos pusieron probablemente el peor sistema político del mundo (sin exagerar), el de la partitocracia italiana, similar entonces a la partitocracia alemana y ambas conectadísimas con la CIA y la guerra fría. Un sistema sin separación de poderes, ingobernable, que instiga y protege la corrupción y que no tiene ningún dinamismo ni representatividad alguna. La gente escoge una papeleta cerrada con unas siglas, donde aparecen unos robots-parlamentarios a los que elige a dedo el Jefe del partido. Dos ó tres jefes de partido ponen a dedo el 90% de los «representantes» en la cámara… y como España es un parlamentarismo (ó sea, una dictadura del parlamento), es en realidad una dictadura de dos ó tres jefes de partido (el famoso PPOE). Ahora el timo ha reventado un poco y ya son cuatro ó cinco jefes de partido los que manejan el tinglado. Sin separación de poderes, sin elegir al presidente del gobierno, sin independencia del poder judicial, sin nadie que controle a los políticos (8 años tú, 8 años yo) y con un tribunal constitucional elegido por el PPOE, con un rey florero sin atribuciones que preside honoríficamente una república partitocrática coronada, de ideas masónicas, por supuesto (todos abortistas, todos europeístas, todos laicistas, etc).

    Llegados hasta aquí, no nos engañemos. Es obvio que si los pocos jefes de partido que están siempre y que ponen a dedo al 90% del parlamento se ponen de acuerdo entre ellos, pueden cambiar cualquier ley y cualquier «pieza» del sistema que les de la gana. Cambian la Constitución y ya está. Cambian las leyes, aunque vayan contra la constitución y ya está. Lo controlan todo, y después de 40 años de construir gigantescas maquinarias y de controlar obsesivamente los medios de comunicación (subvenciones, multas, premios, leyes a favor ó en contra, tema fiscal, agrupaciones de empresarios conectados con los políticos, caso PRISA, ayudas, etc, etc) y todas las instituciones políticas y sociales, entonces pueden cambiar lo que quieran si se ponen de acuerdo los dos ó tres jefes de partido que mandan… como hicieron GUERRA y FRAGA, porque sin Fraga no hubiera sido posible «matar» a Montesquieu.

    Sí, necesitamos otra constitución y otro sistema radicalmente diferente… el problema es que Podemos y la desgracia del PSOE también quieren un sistema diferente (una dictadura de izquierdas camuflada, un chavismo a la europea), y por lo tanto el peligro es grande.

    Pero la clave es que si España sigue de espaldas a Dios entonces no hay nada que hacer, ya que con 100.000 abortos al año y una apostasía brutal vamos camino del precipicio, sin familias y sin fe… y como creo que dijo la Virgen en Fátima, el comunismo es un castigo que Dios permite en los pueblos que le dan la espalda, los cuales se ponen ellos mismos la soga al cuello (como puede que termine haciendo España). El tema espiritual es fundamental, por más que los que no tienen fé se desesperen ante los terribles hechos que acontecen. El franquismo triunfó (y ésto es algo objetivo) porque obedeció a Dios y entronizó a Cristo en España, guste más ó guste menos esta etapa de nuestra historia. Más nos vale enmendarnos y volver a Dios. Por Dios y por España.

  6. Creo que están malinterpretando las palabras de Feijoo (al que no creo que vote) ha dicho taxativamente que los 12 deben ser nombrados por los jueces y despolitizar de una vez la Justicia

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