A los cobardes
A vosotros, cobardes, van dirigidas estas letras. A vosotros, los que ante la barbarie, injusticia y estupidez que significaba el insistente intento del marxismo, liderado en este caso por el canalla de Pedro Sánchez, de profanar la tumba del Caudillo, habéis callado cual villanos. (SENTENCIA DEL TRIBUNAL SUPREMO)
Porque fuisteis vosotros, vuestra cobardía, la que alimentó semejante proyecto y a sus degenerados impulsores, porque si hubierais dado la cara se hubiera detenido en seco nada más anunciarse. Fue vuestra cobardía, sí, porque de haberos mantenidos firmes en la defensa de la justicia y de la verdad, de la decencia y de la honradez, nunca se habría tenido que llegar hasta donde se ha llegado. Por eso, más culpables sois vosotros que el propio Pedro Sánchez y sus huestes de anormales.
¿Y quiénes sois?
Sois los militares en activo –sobre todo–, en la reserva o retirados, especialmente los mandos superiores, que hace mucho que perdisteis, si es que alguna vez lo tuvisteis realmente, el honor y el valor. Que preferís hacer el paripé por esos mundos colaborando en intereses extranjeros en vez de defender a España en España, comenzando por la memoria de nuestros mejores, a la cabeza de los cuales está, sin duda, Franco, el Caudillo, el Generalísimo.
Sois el clero, con los obispos a la cabeza, especialmente Osoro, que hace mucho habéis renegado de la defensa de la Verdad, no creéis, malos pastores dispersadores de ovejas, adocenados, mediocres, émulos de Judas.
Sois los hijos y nietos de aquellos que tuvieron que alzarse y dar vidas y haciendas para salvar España de la horda roja, de la revolución, del marxismo, sobre cuyas tumbas escupís cada día con vuestro materialismo y olvido y, más aún, sustentando un sistema que es el polo opuesto al que ellos instituyeron.
Es la Corona, Juan Carlos I, perjuro y traidor, y su hijo, Felipe VI, que en su primer discurso vilipendió la base de su trono, es decir, el Alzamiento, pues ambos debéis corona y cabeza sólo y absolutamente a Franco.
Sois los trabajadores que aún vivís y disfrutáis de lo que Franco construyó, porque después de él nada se ha hecho.
Sois los agricultores, que regáis cada día con el agua de sus pantanos.
Sois los españoles de Cataluña y Vascongadas, regiones mimadas por Franco.
Sois, en definitiva, la inmensa mayoría de los españoles ahora caídos en la peor crisis y decadencia de nuestra historia.
Franco ha vuelto a vencer. ¿Sabéis por qué? Por que aún quedamos españoles de pro que, hecho lo humanamente posible en defensa de la verdad y la justicia, hemos rezado con fe y perseverancia y Nuestro Señor, en su infinita misericordia, a pesar de no merecerlo ni España ni los españoles de hoy, se ha fijado en su hijo predilecto, Franco, que tan fiel le fue en vida y todo lo hizo para Él y por Él, y le ha concedido la victoria, una vez más, como siempre lo hizo en vida. Por eso, por eso, Franco ha vuelto a vencer sobre los enemigos de Dios y de España, la única España posible y de verdad, la España una, grande y libre.

Magnífica radiografía de la realidad.
De todas formas, ¡atención!: solo se ha ganado un combate (medias cautelares), no la batalla (sentencia del Supremo), ni mucho menos la guerra («memoria histórica»).
Menudo artículo, menudo alegato, mejor imposible.
El Gobierno socialista de Perro Sánchez se ha deshonrado a sí mismo con esta pretensión satánica y con este alarde hortera y grosero de revanchismo cobarde de profanar la tumba de Franco.
El atropello, como la injusticia o el delito hieren a quien lo sufre pero deshonra a quien lo comete.
Toda esta situación recuerda un fragmento del libro del Padre Coloma sobre María Estuardo la Reina de Escocia:
“Ayer vino a mí otra vez Paulet con Drury, que es el más molesto de ellos,
y me dijo que(…) la Reina (Isabel) había mandado que me quitasen el dosel
y me avisasen que de aquí adelante yo me tenga por una mujer muerta,
sin honra ni dignidad de Reina.
Yo respondí que Dios, por su sola gracia, me había llamado a esta dignidad,
y que yo había sido ungida y consagrada justamente como Reina;
y así, pensaba volver a Dios la dignidad real con mi ánimo,
pues de su sola mano la había recibido.
Y que yo no reconocía a su Reina por superiora, ni a los de su Consejo,
herejes, por mis jueces, y que yo había de morir Reina, a pesar de todos ellos,
pues no tenían otro poder sobre mi, sino el que tienen los salteadores de caminos
que están en un bosque, sobre el más justo príncipe de la Tierra.”
María Estuardo.
( “La Reina Mártir”, de Luis de Coloma, Editorial Tebas, Madrid, 1976, páginas 175 y 176).
El Valle de los Caidos está ubicado en un paraje que no molesta a nadie, quiero decir que no es El Corte Ingles dela Calle Preciados ni la Puerta de Alcalá, que uno va y se lo encuentra allí en medio de Madrid, sino que el que no quiere ver el Valle o la Tumba de Franco no lo ve porque para verlo hay que ir expresamente a ello.
Decía Montesquieu que sin división de Poderes no había verdadera Constitución, no había verdadera Democracia (un Estado donde no está garantizada la división de poderes no posee constitución).
De los tres Poderes del Estado:
– el Poder Ejecutivo en manos de Perro Sánchez sostenido también por el resto de enemigos de España (bilduetrarras, podemitas, separatistas catalanes, PNV, etc) pone de manifiesto o resulta evidente que está en manos de los enemigos de España y de la Europa Cristiana.
– El Poder legislativo ya vemos en manos de qué clase de gente está, lo hemos podido comprobar con la actitud contraria a Derecho de los diputados ultraizquierdistas y de la srª Presidenta del Congreso de los Diputados tolerando formulas de acatamiento de la Constitución que eran una auténtica burla y expresamente contrarias a dicho acatamiento, y la Srª Meritxell Batet no puede alegar ignorancia de su burla antijurídica, primero por la obviedad y grosería de las fórmulas expresamente contrarias a tal acatamiento, y segundo por su condición de Profesora de Derecho Constitucional en la Universidad Pompeu Fabra, que aunque eso hoy día, intelectualmente hablando, equivalga a menos que el primer curso de Bachillerato cuando el Bachiller eran 6 años, con el Plan de Villar Palasí (el plan de estudios anterior a la EGB y al BUP si no recuerdo mal) es una cosa tan obvia y tan elemental que hasta para un merluzo profesor de la Universidades de ahora resulta una obviedad y por tanto no puede alegarse ignorancia.
Eso significa que el Tribunal Supremo tiene la ocasión de oro de demostrar, cuando resuelva este caso, si en España hay o no separación de poderes, si el Poder Judicial es tal Poder, o por el contrario ha caído ya completamente (porque parcialmente hace mucho tiempo que ya lo está y la composición del gobierno de Perro Sánchez con un nutrido número de Jueces y fiscales nombrados Ministros y Secretarios de Estado evidencia la contaminación del Poder Judicial) en manos de los mismos enemigos de España que ya dominan el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo con total impunidad,
Franco podrá gustar más o menos, o incluso no gustar, pero aún en el peor de los casos ello no legitima a entrar a saco en el Valle de los Caídos y profanar su tumba, que está en un lugar recóndito al que sólo se puede ir si se quiere ir, el que no lo quiere ver no tiene por qué pasar por ahí. Todo esto cometido sin causa legítima y sin necesidad sólo por puro revanchismo, por la desviación de poder y abuso de derecho de utilizar el poder que les da sus cargos para hacer un uso ilegítimo de ese poder, por el afán satánico de profanar una tumba cristiana de quien un historiador norteamericano dijo que era la espada más limpia de Europa, puesta al servicio del Bien como valor moral, del bien común como servicio a la sociedad, y al servicio de la obra evangelizadora dela Iglesia de Cristo, y cometido también movidos por una concepción perversa y tiránica del poder aunque hipócritamente se les llene la boca de hablar de Democracia cuando su intolerancia y su sectarismo son la antítesis de la Democracia.
Ante este panorama de iniquidad institucional, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo tiene la ocasión de demostrar, con la sentencia que dicte en la cuestión de fondo de este asunto, si en España hay o no hay Justicia. Si el «Estado de Derecho» prevalece como debe prevalecer sobre el «Estado de opinión» que fabrican los medios de comunicación para manipular a la opinión pública y para corromper mediante la desinformación y la intimidación a las Autoridades administrativas y judiciales que se resisten a traicionar el Código ético que debe tener todo funcionario público que se precie, contenido en los arts 52, 53 y 54 del Texto Refundido del Estatuto Básico del Empleado Público (en el art. 18 de las Reales Ordenanzas respecto de los militares), y en el principio de «Recta Administración de Justicia» en el caso de los Jueces.
El Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo en esta caso ya se han decantado como hace 2000 años por Barrabás, ahora lo que falta por saber es si el Tribunal Supremo votará también por Barrabás, o por el contrario se decantará por Jesucristo. Todo depende de si para el Tribunal el principio que va a regir su sentencia es el de «Recta Administración de Justicia», o por el contrario frente al «Estado de Derecho» va a hacer prevalecer el «Estado de opinión» de los medios de desinformación y manipulación de la sociedad.
Dice muy acertadamente JMª con su comentario que no cantemos victoria antes de tiempo, y efectivamente su reflexión refleja la inseguridad jurídica que hay en España por la politización de la Justicia, pero en España todavía queda gente honrada, funcionarios que gracias a ellos no se puede prevaricar o malversar en una Mesa de Contratación o en una Comisión de Urbanismo, por su defensa honesta de la legalidad, ya veremos si el Supremo también está a la altura de lo que es y representa el «Estado de Derecho» frente al «Estado de opinión» de los que manipulan para imponer la iniquidad y la injusticia. Si tuviera que decidir el Tribunal Militar Central. lo tengo clarísimo los que decidiría, pero siendo la Sala de lo C-A Administrativo del TS albergo una esperanza de que no caeran tan bajo como hizo Pilatos, o peor aún Caifás, hace 2000 años.