A Marlaska: por si no se había enterado

Por Fco. Javier Escobar Prieto de la Puente (TCol. de Infª de Marina (R) Abogado)

18/01/2022 España

Querido ministro: perdona que emplee esta expresión, sin los tratamientos pomposos a los que estás acostumbrado, ya que, al igual que tú, estudiamos la misma carrera de Derecho, por lo cual podemos considerarnos como colegas.

Ignoro si como colegas o “coleguillas”, como dicen en los bares de maricones que frecuentas en Madrid, y a donde tienen que irte a buscar con frecuencia tus funcionarios del Ministerio del Interior, a los citados antros donde buscas carne joven. Así es la vida.

Mucho me ha impactado el video (AQUÍ) que corre por las redes sociales, donde una pobre madre, esposa de guardia civil, te pone a caldo, a raíz del asesinato de su hija pequeña de SEIS AÑOS, a manos de tus actuales compinches que ahora te dedicas a reverenciar, cambiar de grado carcelario, y un largo etc., que tú y yo sabemos, pues ambos somos juristas.

Hay que ver cómo cambia la vida: esta dedicación en cuerpo y alma a los etarras y filoetarras que contigo comparten sitio en el Parlamento nacional, (ya sabes que me refiero a Bildu y al PNV, siendo este último casi peor que el primero), pasa por colgarle medallas de vez en cuando a las Víctimas del Terrorismo, idea que no es de tu caletre de ignorante, sino de tu amo Pedrito Picapiedra.

Fíjate la gracia que le hace a la pobre mujer madre de la niña muerta por tus amigos, (y compañeros de Parlamento), que no solamente rechaza el galardón que tan generosamente le ofreces sino que además se caga en tu madre, cual es lógico entre la pobre gente a la que tú no proteges como Ministro, que es lo que debías, sino que hay que irte a buscar a los bares de ligues de maricones por todo Madrid.

Pedrito debe estar orgulloso de un esbirro como tú.

Para que veas lo que se hacía en España, en la época del siglo de oro, con los tipos como tú, me permito en base al compañerismo que nos une (ya sabes, lo de juristas), adjuntarte unas instrucciones dadas por nuestro Rey Felipe II, para la gente reclutada para la Armada y que aparece ¡oh manes del destino¡ en la Revista General de Marina, revista oficial del Estado español, al que tú serviste como juez, y ahora sirves como mamporrero de Pedrito Picapiedra.

Esta cita que te sienta como un guante, está impresa en la susodicha Revista de Marina de Marzo de 2001, y lleva por numeración y título: 25697.- A LA HOGUERA.

Me permitirás respetuosamente que te adjunte lo que hacían con un sujeto como tú en tales calendas.

Los restos de la hoguera, de ser tú el incinerado, no servirían ni para escupir sobre ellos.

Este texto circulará por mi voluntad por las redes, y te enterarás ya que gracias al alto sitial que ocupas tienes a todos los espías de España para enterarte.

No obstante, pienso enviártelo por burofax al Ministerio que tan dignamente diriges, autorizando excarcelaciones y homenajes a etarras.

Entre tú y yo, y ya sin formalismos, hay que tenerlos como el caballo de Santiago: dedicaros a ponerle medallas a las pobres gentes que han padecido el terrorismo de tus acólitos de Bildu, a ver si así se olvidan del tema.

Pues ya ves que esta pobre madre, que te da su nombre y apellidos así como los de su hija muerta por tus actuales amigos, no se olvida ni de coña.

En cuanto a mí, y empleando la palabra del foro judicial, que tu ejerciste durante años y yo igualmente desde otra posición procesal, donde nos dirigíamos unos a otros como compañero, me puedes buscar para procesarme o meterme en la cárcel: figuro en el Estado Gral. de la Armada como especialista en Comunicaciones y con el título que tengo de Aviador Civil.

No se te ocurra, caso de que ocurra, meterme en una celda en la cárcel con un compañero maricón, como tú, pues acabo de cumplir 82 “tacos” y no estoy ni estuve nunca para esos trotes que tanto te gustan.