Ante el hundimiento de la Justicia: ¿qué podemos hacer?
Y la respuesta está, como en todo lo demás, en la vida militar: ¿puedo yo, un simple soldado evitar que el enemigo rompa el frente a x kilómetros de dónde nosotros estamos? Yo no lo puedo evitar, pero sí puedo hacer todo lo posible porque no lo rompa por el sector que nosotros tenemos designado para defenderlo, por aquí sí puedo tratar de que no pase, porque por nuestro punto sí está en nuestra mano defender la posición que nos ha sido asignada.
¿Ante la deserción general qué se puede hacer? (en el tema de la Justicia y en todos los demás, lo acabamos de ver con la actitud de los obispos tras el asesinato del sacristán de Algeciras, o lo podemos ver con los Generales rojos/advenedizos anteponiendo a Marruecos o a la OTAN sobre España (que es lo que tendrían que anteponer si de verdad fueran militares españoles y no comisarios del PSOE disfrazados de uniforme), lo que se puede hacer es no desertar nosotros también del servicio a España y a la Justicia como ideal.
Está la actitud de los más de salir corriendo a la primera de cambio, (o incluso por el interés porque hay que reconocer que el enemigo paga bien, Satanás suele mirar por los suyos aunque luego se condenen), y está la actitud ética de nosotros sostenernos en nuestro puesto, aunque el resto lo abandonen.
Nosotros no podemos cambiar el mundo pero sí podemos ser dueños de nosotros mismos y no participar de la deserción general. No podemos evitar los jueces y los fiscales corruptos o bolchevizados, pero sí podemos decidir nosotros respecto de nosotros mismos, no ser nosotros corruptos, que por nosotros no quede. Esto es muchísimo. Mientras haya personas que ante la iniquidad y la injusticia (o ante el aborto u otros muchos males) en lugar de mostrar indiferencia o incluso complicidad y beneplácito, como hacen la mayoría, en lugar de esto, todavía nos hiera el alma todas estas cosas y nos repugne en nuestro corazón y nos dé asco, eso demuestra que no todo está perdido, que no todo el mundo está podrido, que todavía no se han apagado todas las luces. Entonces, lo primero que podemos hacer es lo que hizo el niño del cuento «El traje invisible del emperador», que es que mientras los adultos veían que el rey estaba desnudo pero para no salirse del rebaño lo que decían era que había que ver lo bonito que era el traje y lo bien que le quedaba puesto al emperador (los más imbéciles incluso tendrían tan lavado el cerebro que hasta verían al emperador vestido cuando iba en realidad desnudo, como es el caso de los militares rojos, que a tontos y a miserables no hay quien les gane, y se meten tanto en su papel de mamporreros de los políticos corruptos que acaban creyéndoselo), el niño en cambio se rio de todos ellos, de todos estos lameculos, y en su franqueza de niño exclamó que el rey o el emperador iba desnudo. En España, y más en el tema de la Justicia, son muchos los que dicen lo bien que le está el traje al rey cuando en realidad no hay traje, los sastres no son sastres sino unos farsantes, y el rey va desnudo.
Unamuno en su libro «Vida de D. Quijote y Sancho» (página 147), lo dice con mejores palabras: «¿Cómo? ¿tropezáis con uno que miente?, gritarle a la cara: ¡mentira!, y ¡adelante! ¿Tropezáis con uno que roba?, gritarle: ¡ladrón!, y ¡adelante! ¿Tropezáis con uno que dice tonterías, a quien oye toda una muchedumbre con la boca abierta?, gritarles: ¡estúpidos!, y ¡adelante! ¡Adelante siempre! ¿Es que con eso se borra la mentira, ni el ladrocinio, ni la tontería del mundo? ¿Quién ha dicho que no? La más miserable de todas las miserias, las más repugnante y apestosa argucia de la cobardía es esa de decir que nada se adelanta con denunciar a un ladrón porque otros seguirán robando, que nada se adelanta con decirle en su cara majadero, al majadero, porque no por eso la majadería disminuiría en el mundo. Sí, hay que repetirlo una y mil veces: con que una vez, una sola vez, acabases del todo y para siempre con un solo embustero habríase acabado el embuste de una vez para siempre. ¿En marcha pues!».
Cuando se habla de Justicia hay que reivindicar dos cosas que se han ignorado, la primera el concepto de «RECTA administración de Justicia». El concepto significa que la verdadera Justicia no entiende de barcos ni de magistrados de un color o de otro, sino que la rectitud implica que se está por encima de estar componendas a las que no se somete en ningún caso, porque no se puede ser puta y decente al mismo tiempo. La segunda que la Justicia es también una virtud CRISTIANA y la descristianización de España ha conllevado, como un efecto consustancial o añadido, la pérdida de esta virtud: en la medida que hemos dejado de ser cristianos, que hemos dejado de ser «rectos», hemos dejado también de ser justos o de anteponer el ideal de Justicia frente al «ideal» del enemigo que sustituye la «Justicia» como valor ético y jurídico, por la conveniencia partidista, que es otra cosa bien distinta, por eso el Gobierno cambia las leyes y hace un Código penal a medida para sacar a unos delincuentes y garantizarles la impunidad, porque no tiene ni idea de lo que es el carácter «erga omnes» de la Ley, y la «Recta administración de Justicia» y porque para los imperantes y su séquito la Justicia en realidad no existe, lo que existe es lo que le conviene en cada momento a su propio e inmoral interés. Cambiar una Ley para acomodarla a un caso concreto eso es un motivo de nulidad como una catedral, porque si la derogabilidad singular de un reglamento es nula de pleno Derecho (art. 37 Ley 39/2015 LPAC), la derogabilidad singular de una norma con rango de Ley, es una nulidad todavía mayor (art. 9, 1º y 3º CE). Esta es la famosa «legalidad republicana» con la que los rojos se llenan la boca para engañar a los tontos, que en España son mayoría absoluta.
Si se fijan, las peleas de los políticos es por colocar en el Consejo General del Poder Judicial y en los órganos judiciales representantes de sus partidos (lo hemos podido ver con la pugna por nombrar a los nuevos magistrados en el Tribunal Constitucional), es decir de sus grupos de interés, que por encima de la verdad y de quien lleve razón lo que van a velar es por sus intereses, por los más ilegítimos como son los intereses de partidos abiertamente contrarios a España y al bien común; han sustituido la «Justicia» como ideal, por el «interés», por la ·conveniencia», por la «ganancia» material, cuando la Justicia es desinteresada, por eso se la representa con una venda en los ojos.
Esto es totalmente incompatible con el ideal de Justicia y con el principio de «Recta Administración de Justicia», si se hace primar el «interés» del partido o del grupo de presión, se pierde la imparcialidad, se pierde la actitud ética de buscar la verdad y adherirse a ella esté donde esté.
Cuando se tiene una concepción clara y pura de la Justicia, esta no se concibe como un interés de partido para manipular y prostituir las decisiones judiciales, sino que si en geometría el camino más corto entre dos puntos es la línea recta, en administración de Justicia no cabe otra decisión judicial que la decisión Recta de buscar la verdad y darle la razón no al amigo del partido o al interés partidista, como pasa ahora, sino dársela a quien la tenga, sea feo o guapo, sea de este partido o de ningún otro. Se ha perdido el norte completamente.
Lo que es la Justicia en España, el estado de ruina moral en el que se encuentra quiero decir, lo podemos ver a través de la conducta del Ministro del Interior Marlaska o del ex juez Baltasar Garzón (o del ex-Ministro de Justicia de Pedro Sánchez, Juan Carlos Campo, que en plena sentencia de los ERE de Andalucía veraneaba con Manuel Chaves en la playa, y que se ha prestado a ocupar una plaza de Magistrado en el Tribunal Constitucional, cuando el Tribunal Constitucional tiene comisarios políticos, como la Comisaría de Buenavista de Madrid cuando la dirigía en la guerra Luis Omaña Díaz), y de tantos otros, todos ellos jueces de carrera. Cuando Marlaska era sólo juez, su impostura quedaba como un iceberg, sumergida en la mayor parte, y ha sido cuando ha emergido como Ministro del Interior cuando hemos podido apreciar en toda su cruda realidad de lo que este canalla es capaz de hacer. Si esto es como Ministro y lo que se ve, que no será lo que no se ve bajo el disfraz de juez. Es el botón de muestras, y así se entienden muchas cosas, el Caso Faisán, el caso del 11-M en el que no se ha llegado a ningún lado, las niñas de Alcásser y todo lo demás, porque no hay delito grave en España que no haya quedado impune, porque en las sociedades izquierdistas y liberales, la Justicia como virtud y como satisfacción de un ideal superior no existe, (por eso los okupas tienen más derecho a tu casa que su legítimo propietario, por eso la Justicia le da más valor a un ticket de la pizzería que el okupa exhibe para hacer creer que ya lleva viviendo en el piso ocupado más de 48 horas, que a las escrituras de propiedad protocolizadas ante notario que acreditan la propiedad de la casa a favor de su legítimo dueño, o por eso estaba suelto el asesino de Laura Luelmo a pesar de que antes de a ella había asesinado a una señora de 80 años por atreverse a denunciarlo, y lo habían soltado por la cara, mientras para los de Blanquerna no hay piedad ninguna, en lugar de colgarlo de un árbol como hubiera sido lo procedente si en España hubiera Justicia) lo que existe es el mamoneo judicial, que es su antítesis.
Lo triste no es que no haya Justicia, que es de por sí bastante triste, lo triste, lo verdaderamente triste es que no la haya y a nadie le importe, porque España está huérfana de todo. En este país no hay protección real de los Derechos Fundamentales de la persona, como no hay tantas y tantas cosas con las que se llenaron la boca para criticar el régimen de Franco (libertad de prensa, pluralidad informativa, libertad en general, cuando todo está prohibido desde acampar en un bosque a llevar una Victorinox en el cinturón cuando vas al campo, o a todo lo demás, porque el ámbito del Derecho administrativo sancionador es amplísimo y se mete hasta en las cuestiones más impensables), desde la reforma de 2016 el Recurso de Casación ante el Tribunal Supremo ha desaparecido (sigue existiendo formalmente y los Magistrados están en plantilla cobrando, pero no para resolver asuntos y hacer Justicia, porque la Justicia no es sólo un Poder del Estado, es también un servicio público, el servicio público que garantiza la paz social y la legitimidad de un Estado), y lo mismo podemos decir del Recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, cuyos índices de inadmisión, quitando a los etarras, los separatistas catalanes y los de apellido «ilustre», para la gente corriente prácticamente son del 100%. ¿Alguien dice algo?, ¿cice algo el Defensor del Pueblo?, ¿cice algo el Rey cuando inaugura el año judicial?, ¿dice algo la Fiscalía que se supone que debe defender la legalidad y los derechos fundamentales de los ciudadanos?
De los cerca de 90 Colegios de Abogados que hay en España, la mayoría organizan cine-forum, jornadas de senderismo, de recogida de juguetes por navidad, etc., etc., ¿por qué no se movilizan y protestan contra estas inadmisiones de casi el 100%, de los Recursos de Casación ante el TS y de los Recursos de Amparo ante el Tribunal Constitucional?, porque desde que el PCE los manipuló para la gran manifestación de duelo por el asesinato de los abogados de Atocha en 1977, los Colegios de Abogados no han vuelto a mover el dedo meñique, supongo que lo moverán cuando de nuevo le convenga a la extrema izquierda que se movilicen.
Ante este panorama que es de paisaje lunar, que haya alguien que ante la deserción general, (generalísima) empezando por los que cobran un sueldo del Estado para defender la legalidad y la Justicia, que esos son los peores, escriba un libro que es un grito en el desierto para romper una lanza por la Justicia como el que lanza una bengala en la oscuridad de la noche, es para felicitarnos y felicitar al autor, que en su sector el enemigo no ha conseguido romper sus líneas. Compraremos el libro para respirar un poco de aire fresco. Enhorabuena al autor por preocuparse por algo que es tabú en esta sociedad izquierdista y liberal, la Justicia, como ideal ético y jurídico.
NOTA.- Este artículo recoge íntegramente el magnífico comentario insertado en su día por el autor con motivo de la publicación del libro «La lotería judicial española» de Ramiro Grau Morancho

Todo por la pasta.
Una vez más Kevlar, con la erudición que le proporciona su conocimiento de causa como profesional del derecho, denuncia la actual corrupción de la Justicia.
Y propone la solución con un muy acertado símil militar.
Efectivamente, si TODOS los soldados que sostienen la línea defensiva pensarán igual que el que está dispuesto a defender su pozo de tirador “con fuego y bayoneta hasta perder la vida” el enemigo nunca podrá romper el frente.
El problema surge cuando en el despliegue hay cobardes y traidores.
Y se agrava, hasta la derrota, cuando esos cobardes y traidores están entre los mismos mandos…. o entre los corruptos prevaricadores.
Si hablamos de los jueces contaminados por la ideología marxista. En la cual todo, incluso la justicia, debe estar al servicio del Partido.
Asusta pensar que sujetos como Garzón o Carmena hayan impartido Justicia.
La justicia “juridisprudencial” (y que me disculpe Kevlar por el empleo de este tal vez absurdo término) que está impartiendo un PSOE que corrompe cuanto toca, es el viejo dicho:
“Al amigo, el culo. Al enemigo, por el culo…. Y al indiferente se le aplica la legalidad vigente”
Y aún podría añadirse que en la actual situación, si el “indiferente” puede promocionar a alguien que pertenezca al colectivo “jueces para la democracia” en lugar de para la Justicia, se le incluye en el tratamiento que se da a los amigos y correligionarios.
En definitiva, una corrupción que transforma un estado de derecho en estado de deshecho.
Tal como dice D. Kevlar en su brillante artículo: «Nosotros no podemos cambiar el mundo pero sí podemos ser dueños de nosotros mismos y no participar de la deserción general.». El margen de maniobra de la persona en la sociedad está condicionado por el entorno en el que se desenvuelve. En el terreno de la Justicia, la primera responsabilidad es la de quienes se encuentran en esta parcela. Desde luego que otros ajenos a ella pueden y deben contribuir también desde sus propios ámbitos. ¿Cómo? ¿Adoptando el comportamiento de la vida militar? Siempre que sea bajo la luz de la Ley divina, tal como la enseña el Cristianismo y que podemos aprender de la mejor manera en la religión Católica dentro de la Iglesia; en otro caso, siempre habrá errores y equivocaciones.
Gracias, amigo, por la referencia al libro LOTERÍA JUDICIAL ESPAÑOLA, del que soy autor.
Creo que todos los que amamos la Justicia, en la definición de Santo Tomás de Aquino (La Justicia es la perpetúa voluntad de dar a cada uno lo suyo), tenemos que hacer como el soldado que sabe que todo está perdido: seguir luchando, con honor, y hasta el límite de nuestras fuerzas.
Y pensar que Dios está con nosotros, pues nuestra causa es justa.
Le reitero mi gratitud.
Gracias al señor Steiner por su artículo y a mi querido amigo Ramiro, ambos Juristas de Verdad y conocedores del momento calamitoso de la Justicia en España.
No siendo del «ramo» aunque estudié el primer curso de Derecho por complacer a mi difunto padre, Abogado, y después de haber escuchado y estudiado el Expediente Royuela, asunto que es tabú y que es el mejor Observatorio de lo que son los «jueces» en este país fallido, observar como el nombrado Campo, encomienda al exfiscal Mena cuatro o cinco asesinatos, la ministra Robles, «conseguidora» y «cambiadora» de sentencias del Tribunal Supremo, para qué hablar de Rodríguez Zapatero, Garzón o Marlaska corruptos hasta la médula.
Mi modesta opinión particular es que NO PODEMOS HACER NADA y, me vuelvo a remitir al Expediente Royuela donde una Juez, hija de otro Juez asesinado por orden del exfiscal Mena, se atreve a abrir una Instrucción para conocer las circunstancias del asesinato de su padre. Pone en marcha a la Guardia Civil, a la Policía y, de repente, el tal Mena le cita y tras la reunión, la Juez decide cerrar la Instrucción….
Estos criminales cuando por la Gracia de Dios, surge un Juez Honesto, al instante lo amenazan a él y a su familia…
Este estado fallido en TODO, SOLO tiene remedio si DIOS lo quiere… NO existe ninguna posibilidad de arreglar una situación corrupta que, como la MORAL no existe, se ira deteriorando cada vez más.
Y los creyentes, si reflexionamos, aunque solo sea un poco, nos convenceremos que el Apocalipsis esta ya aquí, solo esperar que se produzca.
España por Cristo
Excelente artículo, pero el tiempo se terminó para reconstruir, estamos en el final de la espiral de la matriz, por eso todo se acelera en su colapso. Unas palabras para entender o poder discernir el significado de Apocalipsis, tener el valor de enfrentar la verdad mientras quede tiempo antes del gran colapso. La bestia se lo zampará todo menos lo que no puede alcanzar, solo el espíritu es y será, el día del espíritu está muy cerca.
El alivio que habrá sentido César en la mañana de Farsalia, al pensar: «Hoy es la batalla».
El alivio que habrá sentido Carlos Primero al ver el alba en el cristal y pensar: «Hoy es el día del patíbulo, del coraje y del hacha».
El alivio que tú y yo sentiremos en el instante que precede a la muerte, cuando la suerte nos desate de la triste costumbre de ser alguien y del peso del universo.
«Tríada», Jorge Luis Borges
Don Kevlar, como continúe escribiendo cosas así le veo internado en un centro de reeducación para «fachas recalcitrantes». De los «demócratas» de toda la vida y sus socios, podemos esperar eso y mil Paracuellos más… Y no lo entienda, por favor, como una invitación para dejar de hacerlo.
Las verdaderas batallas se libran en el interior.
Sócrates