Bufón altivo

Lawrence Olivier era actor. Salvando las distancias y en terreno patrio, encontramos a Blanca Portillo. La mayoría de compañeros de profesión sólo trabaja como actor. Al menos en España, las pantallas están tomadas por aspirantes que, pese a desgastar el nombre de profesores de arte dramático y escuelas de Nueva York y Londres, utilizan la misma gestualidad en cada papel, y no llegan a dominar el arte de la vocalización.

No puedo pasar más de cinco segundos frente a la pantalla sin preguntarme a quién creen engañar, y despistarme incluso con una mota de polvo. Las comedias españolas suponen un insulto a la inteligencia de algunos. Puede que por eso cuenten con cierto éxito, hora y media de arlequinadas y fantochadas. Demasiados dramas causan risa, y la actuación de los intérpretes, que no saben dejar de interpretarse a sí mismos, resulta menos creíble que el concepto de igualdad.

Existen muchos actores sabidillos, oídos con más frecuencia expandiendo su docto saber, que ejerciendo su supuesto oficio. Se trata en realidad de una versión del modernito-progre, con un exhibicionismo reforzado. Una de sus características es la soberbia: soy grandioso sólo porque existo, y a causa de ello tengo derecho a recibir todo sin entregar nada a cambio, como mucho teatrillo de plazuela. Otro rasgo de estos actores es la ignorancia atrevida: apenas terminé la EGB/ESO y me expreso como si no hubiera abierto un libro desde entonces, empero lo sé todo. Los artistas o artistillas, al menos aquellos que pretendan trabajar, suelen ser apasionados izquierdistas, pese a resultar dudoso que hayan leído los tres tomos de El Capital (edición de 2275 páginas). Mientras, dan a luz en hospitales privados, vuelan en primera clase, viven en mansiones, y no pagan las horas extra a sus empleados. Olé.

Muchos de ellos se manifiestan a favor del aborto. ¿Por qué no hacen una campaña denunciando que en Irán sólo se facilitan anticonceptivos a las mujeres cuya vida corra peligro durante el embarazo y parto? ¿Por qué no lo hacen también en contra de que millones de mujeres en el mundo musulmán atraviesen graves dificultades para recibir la custodia compartida si se divorcian? (los hijos se consideran una propiedad, del padre). ¿Por qué no se rasgan las vestiduras en redes a causa de que en tantos países mahometanos sea social y legalmente aceptado que un hombre pegue a una mujer? (se considera una forma de «educación»). Nos disfrazamos de activista y mesías-salvador selectivamente, el gato come nuestra lengua cuando se trata del moro; a éste hay que lamer las botas.

Es una realidad que la mayoría de faranduleros españoles no genera suficiente público como para vivir de su trabajo. Ello puede explicarse parcialmente con la pertinaz costumbre de tantos de escupir, cada vez que encuentran un micrófono, sobre el ideario de millones de españoles no izquierdistas, debido a que estos se abstienen de pagar por visionar sus grabaciones. Qué tolerante la izquierda. Qué adulta, qué madura: si no la veneras, si no la mantienes, organiza una manifestación-escena propia de un niño malcriado y prepotente. Grita y llora como una plañidera, melodramatiza hasta que la otra parte ceda, porque carece de argumentos o recursos más sofisticados. En lugar de buscar una ocupación rentable, como cada español, los histriones pretenden que el Estado les mantenga, mediante subvenciones, para poder vivir de crear un producto que sólo interesa marginalmente. Lo pretenden, y lo consiguen, porque en España el deber de trabajar es selectivo: los agricultores e ingenieros sí, otros no. Dichas subvenciones son aportadas en gran medida por aquellos que se niegan a ver bufonadas. Es decir, no importa la decisión que estos tomen, están obligados por ley a mantener a la ensoñadora y megalómana farándula. No se hace carrera en España siendo discreto, serio, realista y humilde.


4 respuestas a «Bufón altivo»

  1. Las garrapatas son unos bichos asquerosos y dañinos que expolian a otros seres y van por ahí muy hinchados, pero no sobreviven mucho tiempo en un perro cuidado y protegido. Aun más repugnante es que el amo de un perro le dé mal alimento y agua contaminada, lo infeste adrede de parásitos y lo deje sufriendo una dolorosa y triste agonía.

  2. Muy bueno. Por fin alguien dice que la práctica totalidad de los actores españoles de las últimas décadas son una «m». Penosos y, eso sí, subvencionados por PP o PSOE, según quien tenga la llave de la caja. Porque sin subvenciones o en el paro o sirviendo gasolina.
    Buen artículo

  3. Totalmente de acuerdo. Verdades como puños. Auténtica cochambre inmunda, posiblemente el gremio que mejor representa lo que es la basura roja, los parásitos más infectos y miserables de la sociedad.

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