Carta del Patriarcado Católico Bizantino al Presidente Putin

Estimado Señor Presidente:

El 30 de septiembre, le oyó todo el mundo. En su discurso usted dijo la verdad sobre el Nuevo Orden Mundial y las élites occidentales.

Hace unos cien años se publicó la profecía de Fátima: «Si Rusia se convierte, no habrá una catástrofe mundial». ¡Esta profecía se refiere a la actualidad!

Señor Presidente, hoy el llamamiento de la Santísima Virgen se dirige sobre todo a usted, pero no solo a usted, sino también a todos los ciudadanos que viven en el territorio que en aquel entonces formaba parte de Rusia, es decir, también a los ciudadanos de Ucrania y Bielorrusia.

En 2009, en Europa, el llamado Tratado de Lisboa abolió de manera insidiosa el Decálogo. Sin embargo, sobre los principios del Decálogo se construyó la civilización europea. Bajo el manto de los llamados «derechos humanos», las legislaciones nacionales comenzaron a subordinarse mediante la manipulación a las convenciones de la ONU, a las recomendaciones y resoluciones de la Unión Europea y el Consejo de Europa, así como a las directivas destructivas de la OMS. Rusia también se vio envuelta en este sistema público de fraude y manipulación legislativa a través del Consejo de Europa.

Actualmente, la Iglesia católica también impulsa este sistema autogenocida. Un ejemplo aterrador es el pseudopapa Francisco que promueve la sodomía, el transexualismo, incluso el matrimonio sodomita y la idolatría pública. Ha entronizado al demonio Pachamama en el Vaticano, y este año en Canadá, durante un ritual pagano, se ha entregado abiertamente a los demonios bajo la guía de un chamán que los invocaba haciendo sonar un silbato de hueso de pavo salvaje.

El cristianismo de Bergoglio está patas arriba; en otras palabras, se trata de imponer el satanismo incluso en la sociedad humana. El verdadero cristianismo, por otro lado, apoya a la familia y da respuesta a la pregunta esencial de la vida sobre el sentido de la vida. El propósito de la vida es buscar y amar la verdad, lo que lleva al hombre a recibir la Verdad misma, Jesucristo. En Él está la vida eterna, es decir, la felicidad eterna para la que fuimos creados.

El extracto de su discurso tiene que ver con el desenmascaramiento del sistema de mentira y muerte, establecido por las élites occidentales:

«Les importa un bledo el derecho natural de miles de millones de personas —la mayor parte de la humanidad— a la libertad y la justicia, el derecho a determinar de forma independiente su propio futuro. Ahora han pasado por completo a una negación radical de las normas morales, la religión y la familia.

Contestemos nosotros mismos a algunas preguntas muy sencillas. Ahora me gustaría volver a lo que he dicho y quiero dirigirme también a todos los ciudadanos del país, no solo a los colegas que están en la sala, sino a todos los ciudadanos de Rusia: ¿nosotros queremos que aquí, en nuestro país, en Rusia, en lugar de “mamá” y “papá” tengamos “padre número uno”, “número dos”, “número tres”? ¡Ellos se han vuelto completamente locos! ¿Queremos que a los niños en nuestras escuelas desde la primaria se les impongan perversiones que llevan a la degradación y a la extinción? ¿Queremos que se les meta en la cabeza que hay otros géneros además de las mujeres y los hombres y que se les ofrezcan cirugías de cambio de sexo? ¿Es esto lo que queremos para nuestro país y nuestros hijos? Todo esto es inaceptable para nosotros. Tenemos un futuro diferente, nuestro propio futuro.

Repito, la dictadura de las élites occidentales está dirigida contra todas las sociedades, incluidos los propios pueblos de los países occidentales. Es un desafío para todos. Esta negación total del ser humano, la destrucción de la fe y de los valores tradicionales, la supresión de la libertad adquiere los rasgos de una “religión al revés”: puro satanismo. En el Sermón de la Montaña, Jesucristo, denunciando a los falsos profetas, dijo: “Por sus frutos los conoceréis”. Y estos frutos venenosos ya son evidentes para la gente, no solo en nuestro país, sino en todos los países, incluidas muchas personas en el propio Occidente».

Señor Presidente, usted acusa con razón a las élites occidentales de negación radical de las normas morales, la fe cristiana y la familia. Usted también advierte de la locura de la ideología de género, y expresa de manera inequívoca su rechazo por parte del pueblo ruso. Además usted mencionó el Sermón de la Montaña de Jesús; el sermón implica el programa para la vida y asegura el futuro temporal y eterno. Usted advierte de los falsos profetas —las élites occidentales— su fruto pernicioso y su religión falsa, es decir, satanismo. El satanismo promueve el infierno tanto en la tierra como después de la muerte. En contraste, la voluntad de Dios es nuestra salvación, nuestra felicidad eterna. ¡Que la voluntad de Dios sea también la voluntad del pueblo ruso! El camino que lleva hacia su cumplimiento es el proceso de arrepentimiento, es decir, un cambio de pensamiento del egoísmo al altruismo, de un Dios falso al Dios verdadero. Entonces se cumplirá la promesa de Fátima para toda la humanidad: «Si Rusia se arrepiente, no habrá una catástrofe mundial».

Fuente adoracionyliberacion


7 respuestas a «Carta del Patriarcado Católico Bizantino al Presidente Putin»

    1. Lo que tienen que hacer los católicos es serlo.
      Y si un «papa» (¿electo indebidamente?… eso dijeron Daneels y otros… ergo excomulgados todos … además de herético) yerra, pues no ser papálotras, buscar los buenos sacerdotes que aun quedan y meterse en las catacumbas, como hace 2.000 años

  1. Hace un tiempo que vengo anunciando el holocausto de fuego Levita, es el final de la historia, que pase o no, es voluntad de Dios, por lo tanto, lo importante es orientarse al Espíritu sin distraerse, lo demás se lo dejamos a Dios al no estar a nuestro alcance. Desde los 12 años de edad he visto este final muchas veces y siempre acaba igual, no sabía por qué me estaba pasando estas experiencias tan dolorosas de verme morir una y otra vez, con el tiempo comprendí, que me tenía que desapegar de lo carnal y su materia. Es inevitable este final, posiblemente sea un parto del mundo muy doloroso, hacia el nuevo amanecer.

    Saludos cordiales

    1. Odal, Usted podría decir esto mismo con imágenes, envolverlo en relato fantástico, acaso profético. Las explicaciones realistas interesan poco pero el Señor enamora como poeta.

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