Casado dimite y refunda el PP
Este titular sería una gran noticia, coherente con el batacazo electoral del PP en Cataluña, pero el titular posible debe incluir una coma: “Casado, dimite y refunda el PP”. Es decir, una propuesta y una apelación al sentido común ya que la dimisión de Casado ni está ni se la espera. Sólo se irá cuando lo echen, pero los aparatos de los partidos son resultado de la cooptación y del amiguismo interno, no de ninguna democracia interna. Por tanto, son muy proclives a no moverse porque ya se sabe que se pueden quedar fuera de la foto.
No obstante, la apabullante realidad es que el PP sólo obtuvo en las elecciones catalanas del 14 de febrero, 100.359 votos frente a los 185.760 que obtuvo en 2017. Por el contrario, VOX, con el que mantiene una absurda enemistad, obtuvo 202.856 votos. Ante una situación como esta, un político como Casado, debería haber dimitido o al menos haber reconocido que algo ha pasado para que el PP sea apenas un partido residual en Cataluña, a pesar del gancho que aún tiene ahí el alcalde de Badalona, Javier García Albiol. Conviene recordar que Casado, un piquito de oro donde los haya, sucedió a Rajoy tras el proceso de primarias que tuvo lugar en el PP, en julio del 2020, y en cuya segunda vuelta, con un discurso aparentemente de derecha sin complejos, alcanzó la presidencia del partido.
La realidad es que tras el intento de golpe de Estado que la Generalitat dio el 1 de octubre, Rajoy tuvo un gesto de firmeza y promovió el 155, si bien cedió demasiado ante Cs y PSOE, que no le eran imprescindibles para aprobarlo, ya que el PP tenía mayoría absoluta en el Senado y es esta institución quien tiene la competencia para autorizar la aplicación del 155. A continuación, le faltó energía y visión para aplicarlo efectivamente y poner orden en Cataluña cosa que, si la hubiera hecho en un proceso con la duración necesaria, lo habría colocado en posición de ganar por mayoría absoluta unas futuras elecciones generales en España. Se mostró como un lider débil incapaz de gestionar situaciones de crisis como la creada por el golpe de Estado de la Generalitat y por su ejercicio antiespañol de la autonomía. Todo ello lo llevó a perder la presidencia del Gobierno ante la moción de censura de Sánchez en mayo del 2018. Es decir, el 155 que podía haberlo encumbrado le dio la puntilla, al mostrarlo como un líder débil e incapaz.
Por ello en las primarias de julio de 2018, el ganador Casado parecía que había entendido la desconfianza, que Rajoy había provocado en el pueblo español, y que iba a enmendar el camino, a refundar la política del PP. Sin embargo, pronto empezó a bajar la guardia y a recuperar la posición de la derecha perdedora. Ni siquiera la irrupción de VOX con 11 diputados en las autonómicas de Andalucía de diciembre 2018 consiguió despertarlo. Se quedó en politiquilla de Juego de Tronos en lugar de visión de Estado. Se abrazó a Ciudadanos y le puso un cordón sanitario a VOX a pesar de que este, generosamente y sin recibir nada a cambio, apoyó al PP para que hiciera un gobierno bicolor con Ciudadanos en Andalucía.
A continuación, siguió incluyendo a Rajoy en sus mítines electorales y logró hacer caer al partido en las generales de abril de 2019. En ellas el PP obtuvo sólo 66 diputados frente a los 137 que había tenido en las de 2016. Mal comienzo para Casado. Mientras, Ciudadanos casi le alcanzaba con 57 diputados y entraba VOX en el Congreso con 24. ¿Cuál fue el análisis de Casado? Al parecer ninguno. Se confió a una hipotética recuperación de votos a través del tradicional aparato del partido. No tuvo en cuenta que no tener política de Estado no era una política de futuro.
Tampoco hizo caso al resultado de las Autonómicas y Municipales de España de 26 de mayo 2019, en las cuales los diputados y concejales de VOX fueron decisivos para que el PP consiguiera la Presidencia y la Alcaldía en Madrid y Murcia. En lugar de refundar la política del PP para recuperar a votantes tradicionales de centro y derecha, calificó a VOX como archienemigo y permitió incluso incumplir un documento firmado. En efecto, para conseguir el apoyo de VOX en las dos citadas Autonomías y Ayuntamientos, no tuvo escrúpulos en autorizar a su secretario general Teodoro García Egea a firmar el sábado 15 de junio de 2019 a las 4 de la madrugada, un documento (AQUÍ en PDF)con Ortega Smith, el secretario general de VOX, en cuyo punto 2 se decía ““Que una vez elegidos los gobiernos de coalición PP-Cs-VOX y en el plazo máximo de 20 días naturales contados desde la fecha de investidura, se nombrará a las personas indicadas por Vox en cada ayuntamiento en distintas concejalías de gobierno y responsabilidades directivas en entes municipales, que en número y presupuesto guardarán proporción a los resultados electorales obtenidos por Vox en cada población”. A continuación, apenas horas más tarde, hacia el mediodía del día 16, el ya Alcalde de Madrid firmó un Decreto por el que “nombra a los miembros de la Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid, a los Tenientes de Alcalde, a los titulares de las Áreas de Gobierno y a los Concejales Presidentes de los Distritos” Ninguno de ellos era de VOX al que le correspondía un 13%, en función de sus resultados electorales y del acuerdo firmado.
Este comportamiento, que VOX soportó para evitar facilitar al PSOE la toma de la Comunidad de Madrid y de Murcia, fue una indignidad. Cabe preguntarse si esa era la refundación que Casado promovía. Ahora el lamentable Casado, en lugar de realmente refundar el partido parece que se contenta con cambiarlo de sede. ¿Va cambiar alguna de sus políticas? Andalucía tiene su propia Ley de Memoria Histórica y Democrática aprobada el 28 de marzo de 2017. VOX propuso, cuando el PP llegó al poder en Andalucía en diciembre 2018, que fuera derogada, cosa a lo que el PP no accedió entonces. Ahora podría ser un buen gesto refundador de Casado el promover su derogación. Ahora bien, me sorprendería mucho que Casado tuviera visión de Estado y agallas para hacerlo. ¿Se va a pronunciar Casado sobre la unidad de España, la aplicación del 155, la recuperación de las competencias de Educación y Sanidad, la promoción de leyes de Armonización Autonómica o la regulación y ordenación de la inmigración? No, no lo va a hacer. Se contentará con cambiar de sede si es que se lo autoriza el partido. ¿Va a hacerle alguien oposición dentro del partido y proponer que se adopten posiciones sobre estos grandes temas? Tampoco. Los partidos no son democráticos. El partido lo compone el aparato de cargos y carguitos. La prueba es que cuando por primera vez se celebraron las primarias en las que fue elegido Casado, tan solo se habían registrado para votar 66.706 miembros del PP de los 869.535 afiliados que teóricamente tenía. Es decir, había 800.000 afiliados fantasmas.
En suma, la única refundación previsible y posible del PP es la dimisión de Casado, dentro de un par de años, tras la debacle. Será demasiado tarde para el partido y, sobre todo, para España. Una pena.

¿Cuántas veces más tiene el PP que engañar a su electorado y al resto de la gente para que se tome razón y conciencia de lo que verdaderamente es el PP como partido político?
¿Ya aparentó Casado que superaba la cobardía de Rajoy, pero también esto resultó ser otra mentira, ¿cuántas mentiras van ya?, yo he perdido la cuenta. La última abstenerse para que quiten de Melilla la última estatua que queda de Franco, del Comandante Franco.
¿Qué necesita la gente más para ver en el PP lo que es verdaderamente el PP, los cipayos de comunismo, los que disfrazado de «católicos» y de «derechas» han abierto las puertas de Toledo como en el 712, para que entren los musulmanes y asalten la ciudad. Son los que han entregado a España al comunismo, condenando el Franquismo, nombrando con sus votos al asesino de Paracuellos como «Hijo predilecto de Gijón», los que han vendido a España y a los españoles en Cataluña y en las provincias Vascongadas, y los que están amamantando a sus pechos el separatismo en Galicia, Baleares y Canarias, los que han mantenido vigentes las leyes comunistas de Zapatero a pesar de que habían prometido lo contrario, como prometireron y recogieron formas para bajar el IVA que Zapatero había subido del 17 al 19%, y acto seguido de llegar el PP al poder, tiraron a la basura las firmas que habían recogido y lo subieron del 19 al 21%.
¿Cuántas veces te tiene que robar el mismo carterista la cartera en el mismo vagón del metro y mañana tras mañana, para reaccionar y por lo menos cambiarse de vagón?, ¿cuántas?
El PP no tiene que refundirse, ¿en qué se va a refundir?, en el Partido Masónico, ¿y para qué? si para partidos masónicos ya existe el PSOE, Ciudadanos y ERC, y posiblemente coalición canaria. Más que refundirse lo que el PP tiene que hacer es disolverse e integrase en el partido que le es propio, moral e ideológicamente que es el PSOE. Quizás así su masa de votantes zoombies, reaccionen y se den cuenta cómo con su voto, incapaz de ser rectificado elección tras elección, están arrastrando a España al abismo.
Los partidos políticos son , en sí mismos, una calamidad. No necesitamos varios partidos nacionales, el PP no lo es, el PP es la Kominter disfrazada de cartero o de cura, pero un cura o un cartero falsos, vestidos así para coger desprevenida a la gente, y para ocultar su verdadera identidad, pero aunque fuera un partido nacional no necesitamos varios partidos nacionales en España, necesitamos UNIDAD en España. El PP estorba para la salvación de España, bastante descafeinado es ya VOX, para encima añadir más agua al vino.
Hasta los rumanos tienen más categoría que los españoles, aquí hemos aceptado el escudo antinacional de España, en Rumania cuando se levantaron contra el amigo de Carillo y de los militares traidores de la época de Franco, los patriotas rumanos si no podían llevar la bandera verdadera de Rumania, al menos llevaban la bandera con el agujero de haberle recortado el escudo de la tiranía comunista. Aquí, que no llegamos ni al nivel de los rumanos, los patriotas de VOX han aceptado la bandera con el escudo de la decadencia de España. Ya del juicio a Ceaucescu ni hablamos.
El PP ha entregado a España a la situación de encefalograma plano en la que se encuentra. Lo último que necesita España es revivir el partido que la ha traicionado, porque los rojos declarados no engañan a nadie, el que vota a Podemos, al PSOE o al BILDU aunque esté engañado sabe que está votando al bolchevismo y por un modelo de sociedad de los degenerados, pero la gente que ha venido votando al PP, al menos hasta hace una década (de una década para acá ya no tienen excusa posible) no ha votado al PP para que abrieran mezquitas ni para que otorgara el Collar de Isabel La Católica a Zapatero y Leire Pajín, y a Bibiana Aido. No ha venido votando al PP para que que condenen el Franquismo o para que nombren a Carrillo hijo predilecto de Gijón o para que de los 100.000 abortos de Zapatero al año, pasáramos con Rajoy a 140.000. La gente no ha votado al PP para eso, al menos hasta 2011.
El que tenga dudas sobre lo que digo, y piense que exagero, que analice la actuación de Pío García Escudero en el caso del alcalde del PP de Pajares de la Laguna (Salamanca) y cómo el PP se posicionó con el Senador de Podemos de Valencia Carles Mulet, prevaliéndose Pío García Escudero de su condición de Presidente del Senado para incluso echar sobre el Alcalde no traidor a la Fiscalía General del Estado.
Otro grandísimos error, es aquellos que abogan estúpidamente porque determinados personajes del PP o de Ciudadanos, como la anoréxica proabortista Cayetana Álvarez de Toledo, Inés Arrimadas y muchos otros, se integren en VOX. VOX no necesita más liberales, ya tiene en exceso, abogar por esto es como el que tiene una botella de buen vino y decide rellenarla de agua para así tener la botella no media sino llena. Una botella llena de vino aguado no es mejor que media botella de buen vino. Qué pintaría el hijo tonto de Adolfo Suárez en VOX, por ejemplo. Ya es bastante lamentable que en VOX se venere a Adolfo Suárez cuando este personaje es de lo peor que hemos tenido en España desde el Obispo Oppas. Y quien dice a este podemos señalar a otros muchos. ¿Es que la mona, aunque se vista de seda deja de ser mona?
Aquí en este artículo se ha relatado cómo el PP después de firmar un acuerdo con VOX sobre que daría a VOX en proporción a su resultados determinadas cuotas de poder (13%) allí donde VOX había permitido al PP formar gobiernos, y cómo acto seguido de firmar esos acuerdos y de obtener el PP y Ciudadanos esos gobiernos, negaron a VOX lo acordado. ¿Queremos esta clase de políticos trileros para España? España no necesita políticos que vayan dando bandazos para acomodarse ellos y su bienestar a las circunstancias a cambio de vender a España a sus enemigos de los que ellos forman parte, España lo que necesita es gente honrada, gente de honor, gente que sea de admirar. El PP representa todo la antítesis de toda verdadera regeneración, el PP lo único que representa es lo peor de la política cortesana y decimonónica. No aspiremos a la España de Isabel II, al menos como aspiración miremos más alto, porque hacer la Guerra de la Independencia de 1808 para luego colocar en el trono a Fernando VII, al menos conmigo que no cuenten, y los que ven en el PP algo positivo es que aspiran de nuevo al Reinado de Alfonso XIII o de Isabel II, y esa aspiración es abominable.
Sí señor: Muy bien dicho.