¿Coacciona Defensa a los miembros de las FFAA para que se “vacunen”?
La pregunta que da título a este artículo corre que vuela por los acuartelamientos y centros militares de toda clase y condición; por supuesto, si preguntan en el Ministerio les dicen que no, qué va, en absoluto, nada de eso. Pero claro, dada la tradición de mentiroso que tiene y el hecho de que a su frente siga Margarita Robles (a) “la mofletes” y “la mangui”, evasora de capitales a la que sólo la prescripción por el tiempo de sus delitos le ha salvado, no se les puede creer. Por eso, y porque cuando el río suena es que agua lleva, y porque donde hay humo hay fuego, y porque ya dimos cuenta de este asunto hace casi un año en el artículo: Algo huele a podrido en las Academias Militares (AQUÍ), hemos averiguado, y vamos al grano, lo siguiente:
Quede claro que ni la OMS, ni la UE, ni la propia España (sus leyes, directivas, normas, etc., en vigor) OBLIGAN a nadie a “vacunarse”. Ergo: NO ES OBLIGATORIO “VACUNARSE”. No queremos cansarles. Busquen en internet y lo comprobarán. En algunos casos lo más a lo que llegan es a “recomendar”, pero, repetimos: NO ES OBLIGATORIO «vacunarse». Por cierto, como no podía ser de otra forma y mira que lo estuvieron intentando.
- Conforme a lo anterior, cualquier propósito o intento por el medio que sea, directo o indirecto, claro o taimado, para obligar a los miembros de las FFAA a “vacunarse” es ilegal e inconstitucional y, desde luego, nulo de pleno derecho, pudiendo incurrir el mando militar del nivel que sea que así actuara con sus subordinados en un presunto delito, cuando menos, de abuso de autoridad.
Pues bien, frente a lo que jura, aunque más bien perjura, el Ministerio de Defensa, nos hemos topado en nuestra investigación con un documento esencial para ver cómo de verdad está actuando tal institución en este caso con los alumnos de sus Academias Militares.
El documento, por supuesto oficial y en vigor, es la “Directiva de la Dirección General de Reclutamiento y Enseñanza Militar (DIGEREM) para el Curso Académico 2022-2023” (AQUÍ).
En dicho documento, y después de cansarse y cansarnos alabando hasta el ridículo los beneficios de las “vacunas” –que hoy ya están más que en entredicho e incluso comienzan a saberse sus efectos dañinos–, en el ANEXO II (AQUÍ) trata las “Medidas de prevención y control frente al Covid-19 a adoptar en los centros docentes militares”.
Si vamos a su punto 5.5 Estrategia de vacunación, leemos lo siguiente:
“Como marca la Instrucción Técnica 09/2021, de 29 de julio, de la Inspección General de Sanidad (IGESAN) por la que se regula y recomienda encarecidamente la vacunación frente a la COVID-19 a la incorporación de los alumnos de los centros docentes militares en el curso académico 2021-2022 (referencia F), todos los alumnos de los CDM de formación, perfeccionamiento y altos estudios de la defensa nacional, en el momento de su ingreso en los mismos, acreditarán su estado de inmunización frente a la COVID-19.
Para el nuevo curso académico 2022-2023, se seguirán las instrucciones que generen posteriormente IGESAN y otras autoridades competentes.
En el caso de que con carácter previo a su ingreso en los centros aludidos en el apartado anterior, no se les haya suministrado una pauta completa de vacunación por parte de las autoridades competentes en la materia, ésta les será facilitada por el personal sanitario responsable del centro respectivo a través de la cadena logística sanitaria correspondiente. La Inspección General de Sanidad facilitará las dosis de vacunas necesarias. Para que el interesado otorgue el consentimiento informado o, en su caso, la negativa a recibir la vacuna, se seguirá el procedimiento estipulado en la IT 02/2021 (referencia E), de 5 de febrero, de la Inspección General de Sanidad sobre “Vacunaciones en las Fuerzas Armadas”.
Pues bien. ¿De lo anterior no se deduce claramente que Defensa y su DIGEREM están obligando a los alumnos a “vacunarse”? ¿Qué puede pensar un cadete de apenas 18/19 años que llega con toda su ilusión tras superar las pruebas de ingreso y que no se haya “vacunado” ni quiera “vacunarse”? Porque haberlos, haylos. ¿No le temblarán las piernas cuando se le ponga delante el que sea y le tenga que confesar que ni se ha “vacunado” ni lo va a hacer? ¿Y qué se puede esperar que haga y cómo trate una institución a quien no se quiera “vacunar” cuando en su directiva no da opción alguna para el no “vacunado”? ¿Y qué puede esperar el no “vacunado” de su nueva Academia si en el resto de pautas a seguir del citado Anexo II aparece la mano oscura y siniestra del aislamiento, la discriminación, etc.?
A la vista de lo dicho volvemos a preguntar ¿coacciona o no coacciona el Ministerio de Defensa a los miembros de las FFAA para que se “vacunen”, por ejemplo a los alumnos de sus centros de enseñanza?
Por último: ¿y qué ha pasado durante el curso 2021-2022 con aquellos que no se quisieron “vacunar”? Porque, al parecer, haberlos, haylos. ¿Se les ha aplicado alguna clase de trato discriminatorio del que claramente consta en la citada directiva?
Lo que tendría que hacer Defensa es dejarse de subterfugios y ni siquiera preguntar si se está o no “vacunado”, si se quiere o no “vacunarse”, pues en todo caso es decisión íntima y personal de cada cual, máxime cuando hoy está a la vista que el Covid se ha “gripalizado” además por orden del propio Gobierno, que se trata con simple paracetamol, que ni siquiera precisa de baja laboral, etc., vamos, que al fin parece que el famoso Covid no era/es más que una gripe… fuerte que, eso sí, a su comienzo se trató mal con protocolos inadecuados que fueron la causa de las muertes a destajo que hubo porque se descuidó su repercusión en dolencias que ya poseían los enfermos con anterioridad, es decir, que no fueron “muertes por Covid”, sino por complicaciones mal tratadas de esa “gripe fuerte”. Y no olvidemos que los “confinamientos” fueron INCONSTITUCIONALES, como también apunta a serlo esta directiva que oculta ladinamente una posible discriminación de los alumnos que no se quieran “vacunar”, cuando nuestra Constitución consagra la no discriminación por causa alguno, también el de no estar “vacunado”.
Ver también los siguientes artículos:
Defensa promueve la exterminación de al menos un tercio de nuestros militares (AQUÍ)

Me descubro ante su labor, Bernal.
Pero, ¿está usted únicamente vivo en esta piel de toro? ¿Solo quedan muertos y «morituri» esperando su turno?
¿Es que nos hemos convertido en raza de borregos y matarifes?
Dios se lo pague
Sin duda alguna.
Se está coaccionando a los miliares, guardias civiles, policías, etc., para que se vacunen.
Incñluso en los hospitales, se está presionando a los pacientes para que se vacunen, mientras que, paradógicamente, aumenta el número de médicos y enfermeros que no se quieren vacunar…
¿Será que no están tan convencidos de los efectos «beneficiosos» de las vacunas?
Confusión , no son las vacunas que nos ponían los viernes al medio día, cuando teníamos el honor de hacer el servicio militar y que la partidocracia ha quitado. Esto es un experimento no suficientemente probado, un crimen más.
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Se están cargando al ejército y el rey sentado en el sofá viendo telainco. Que desgracia tenemos en nuestro país de borregos.
Saludos
EL REY CONSORTE no pinta nada…
La que manda es LETICIA, la dos veces abortista, y republicana. La «alegre» divorciada.
Es triste, pero es así.
EL REY PASMADO no siquiera ha tenido los cojones de divorciarse, mandarla a hacer puñetas, y encomendar la educación de sus hijas, la buena educación, católica, patriótica, etc., A PERSONAS CABALES.