Cómplices del agresor de Salman Rushdie

La noticia del verano, entre otras, ha sido más que inesperada y sorprendente: de pronto, tras algo más de tres décadas desde que fue estigmatizado y se pudo precio a su cabeza, Salman Rushdie casi perece a manos de un… musulmán «moderado» como son todos ellos, de uno tan «tolerante» como todos los demás, de uno de nuestros «hermano musulmanes», de un seguidor de esa «religión de paz»… según nos dicen una y mil veces desde hace esas mismas décadas o más.

Del agresor –porque su intento de cargarse al escritor ha resultado finalmente fallido, aunque dada su edad y las graves heridas Salman Rushdie habrá quedado hecho un higo– sabemos que es un joven musulmán criado en los EEUU que… vaya, no parece que se «integrara» mucho a pesar de todo.

Pero… ¿qué hay de sus cómplices? ¿Qué sabemos? Porque nadie se puede creer que la cosa la haya hecho solo. Pues bien, vamos a ver cuáles han sido algunos de esos «cómplices», porque creemos que ellos tienen casi más culpa que el propio agresor.

Y aquí viene la segunda gran sorpresa del verano. Veamos cuáles son algunos –no todos– de esos cómplices; les aseguramos que van a «flipar»:

  • Jimmy Carter, ex-presidente de los EEUU porque en su día escribió en  el The New York Times que el libro de Rushdie (Los versos satánicos) eran un insulto. Condenaba la fatwa de Jomeini, pero a renglón seguido decía: «…debemos ser sensibles a la preocupación y la ira que prevalecen incluso entre los musulmanes más moderados». Joder, cualquier musulmán «moderado» que leyera eso viniendo del entonces Presidente de los EEUU sabría que tenía su visto bueno para cepillarse a Rusdhie… ¿o no?
  • José Luis Rodríguez Zapatero y Erdogan, quienes a raíz de la polémica por la publicación en 2005 de las caricaturas de Mahoma en el periódico conservador Jyllands-Posten, publicaron una carta conjunta en el Herald Tribune afirmando que: «No hay derechos sin responsabilidades y respeto por las diferentes sensibilidades». Joder, la guinda que le faltaba a cualquier musulmán «moderado» para coger el cuchillo.
  • El Papa Francisco I, sí, como lo leen, quien a raíz del asesinato de los dibujantes de las caricaturas citadas dijo: «Si insulta a mi madre puede llevarse un puñetazo». La leche, con semejante bendición, y más aún viniendo del jefe de los «infieles», cualquier musulmán «moderado» en vez de un puñetazo pegaría seis puñaladas.
  • Todos aquellos que por fanatismo «progresista» o por cobardía de lo «políticamente correcto» vienen desde hace décadas vendiendo a los cada día más descreídos y paganizados, además de idiotizados, occidentales, una supuesta hermandad musulmana, una pretendida moderación islámica y otras cosas parecidas que no son verdad… y al propio Corán nos remitimos.

El Islam entró en Occidente por distintos puntos pero siempre a sangre y fuego y por la espada, y amenazó muy seriamente con comerse toda Europa, que jamás hubiera vuelto a ser cristiana, si no llega a ser por España y San Pío V; porque si de los mierdas de los franceses hubiera dependido, los musulmanes se habrían ciscado, incluso también, en París.

Los países que hoy son musulmanes son lo que son y van a seguir siéndolo, mientras que los que éramos cristianos hemos dejado de serlo por lo que todos sabemos, comenzando por la crisis (decadencia) de la Iglesia, la relativización de nuestras creencias y la corrupción de nuestras costumbres que nos han sumido en una profunda paganización que, como otras antes, no se sostiene y terminará, antes o después, cayendo –y además estrepitosamente–; otra cosa es saber cuándo, a manos de quién (¿los musulmanes?) y de qué forma (¿horrible?).

Salman Rusdhie es la prueba del algodón de un aviso a navegantes alucinados, estúpidos, idiotizados, degenerados y decadentes que somos todos, o casi todos, los occidentales que pasamos la vida sumidos en la molicie, el ocio y… pagando además por la soga con la que nos van a colgar esos mismos a los que hoy admitimos sin rechistar, traemos incluso en buques de nuestra ex-Española Armada y favorecemos de mil maneras por encima incluso de nuestros descendientes. Que nadie diga después que nadie lo dijo.


2 respuestas a «Cómplices del agresor de Salman Rushdie»

  1. Yo no sé lo que ha pasado con este suceso, lo que sí sé es que resulta super extraño que en un país como los EEUU donde cuando pretendes entrar te preguntan en el aeropuerto hasta si vienes a los EEUU a destruir el pais o cometer actos terroristas, y que tienes que rellenar un extenso formulario de preguntas en este sentido, una persona pueda entrar a una conferencia nada menos que de Salman Rushdie, -que resulta público y notorio que está amenazado de muerte-, llevando un cuchillo, cuando estamos viendo cómo se las gastan en EEUU en los aeropuertos con el tema de la seguridad, y cuando estamos viendo incluso en España el abuso que se comete en las estaciones de tren (Chamartín es un clásico, pero no solo) cuando gente que va a hacer el camino de Santiago (con toda la indumentaria y equipo), al pasar por el scaner les quitan hasta las navajas Victorinox multiusos que no suponen ningún peligro para nadie con hojas de apenas unos pocos centímetros y que además la hoja no es bloqueable (de modo que no se puede pinchar con ellas porque se pueden cerrar y cortarse el propio que las usa), o que a las abuelitas les requisan las mini tijeritas esas de costura, que ni ellas ni sus tijeritas suponen ninguna amenaza para nadie. Resulta evidente que con el nivel de seguridad que hay hasta las cuestiones más absurdas (como despojar a las abuelitas de sus tijeras de costura o a los peregrinos del Camino de Santiago sus navajitas para pelarse una naranja o abrir una lata porque esas navajas no dan para mucho más) si ese musulmán ha podido colarse en la conferencia y hacerlo incluso con un cuchillo esto huele que apesta a que es un atentado preparado por los servicios de inteligencia de los EEUU, para culpar a Irán o para el motivo que sea, pero que si esa persona ha podido acceder a la sala (que siendo de origen musulmán habría llamado la atención a los servicios de seguridad) y además hacerlo armado con un cuchillo es porque por el motivo que sea, que yo no lo sé, le han dejado que aceda para que cometa el atentado que ha cometido, porque si no ese tío no entra ni sin cuchillo, menos armado con uno y de grandes dimensiones. Aquí hay «tomate» seguro, y a atentados de falsa bandera a los EEUU no hay quien les tosa, desde el hundimiento del Maine a las Torres gemelas del 11-S, pasando por las armas de destrucción masiva de Sadán Husein.

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