Cuanto peor, mejor

España llega, tras casi medio siglo de necia autodestrucción, bien que a base de lluvia fina para que no se notara esta vez no fuera a ser que ocurriera lo de la otra, al punto de involución que desde el 1º de Abril de 1939 tenían diseñados los de siempre: los que no reconocieron sus maldades –por son intrínsecas a su ideología marxista/revolucionaria–, los que ni perdonaron ni mucho menos olvidaron, los que sí aprendieron de sus errores, al contrario de los otros que ni fueron ni son capaces.

Por fin el Frente Popular ha vuelto al poder –¿eso no podía pasar aquí?– y, no lo duden, dispuesto a llevar a cabo todo el programa de aquél primero que se les truncó y del que son tan nostálgicos como de las checas y de los cadáveres en las cunetas. Todo él: federación o confederación, que les da igual, de “repúblicas socialistas ibéricas” –a la monarquía actual más hueca que una cáscara de nuez que le den, por supuesto, que bien se lo merece–, persecución anti-católica –esta Iglesia que se vaya preparando porque éstos no pagan a traidores con clériman–, imposición ideológica del marxismo más rancio y anacrónico –actualizado en ideología de género, feminismo, eutanasia, etc.–, adoctrinamiento, desnaturalización de las ya más que desnaturalizadas FF.AA. –ajo y agua–, disolución encubierta de la propiedad privada, férrea censura en los medios y la cultura, toneladas de demagogia y mentiras, etc.; eso sí, todo con un baño “democrático” que haga a la dictadura totalitaria no parecerlo en las formas –han aprendido de sus errores–, porque en el fondo…

Pues bien: cuanto peor, mejor.

Porque el problema de los españolitos es no saber ni querer aprender no ya en cabeza ajena, sino ni siquiera en la propia, además de esa querencia a echarse en manos de vendeburras.

Repito: cuanto peor, mejor.

Porque parece que es la única forma de que los españoles reaccionen. Porque sólo cuando se ven ante lo irremediable… le ponen remedio; aunque tenga que ser a base de sangre, sudor y lágrimas. Esa es, en esencia y por desgracia, una de las características históricas de nuestra gran nación. Otra dejarse caer o abatir… para luego resurgir cual ave Fénix. El problema es el coste tan tremendo de dicha dinámica, y la siempre peligrosa posibilidad de que cada vez sea más difícil realizarla.

La extrema izquierda anti-española –en España la “izquierda” siempre es extrema, revolucionaria y anti-nacional–, ha conseguido, parece mentira, sobre la base de falsedades y más falsedades –que es lo suyo–, pero también de empeño y astucia –hay que reconocerlo–, volver al lugar del cual fue desalojada en su día y hacerlo sin renegar de ni uno solo de sus postulados decimonónicos, sino todo lo contrario. Lo que ha fracasado ya miles de veces en cualquier punto del planeta –siempre entre mares de sangre y toneladas de miseria–, lo que nadie compra ya por probadamente nefasto y pernicioso –y menos en Europa–, lo vamos a “disfrutar” en España, precisamente la única nación que supo verle las orejas al lobo y derrotarlo y alejarlo; precisamente la nación que conoció en sus carnes, la de los españoles que quedaron bajo la tiranía de la III República socialista-soviética frentepopulista durante casi tres años, su horror.

Personajes tan deleznables como Sánchez –y antes González y Zapatero, no se engañen con éste–, un individuo carente de la mínima dignidad personal y un degenerado moral; Iglesias, incalificable; Rufián, del que su apellido lo dice todo, y demás, son los líderes de una España que ha decidido volver atrás.

En cuanto a los de la otra banda bien merecido tienen ese “cuanto peor”, porque son, en realidad, los artífices principales de lo que hoy vemos.

Para El Correo de Madrid


4 respuestas a «Cuanto peor, mejor»

  1. Excelente artículo.
    Sí, la izquierda ha conseguido muchas cosas con astucia, pero la situación actual se la debemos a Juan Carlos y al franquismo reciclado (reconvertido en el politiquero UCD y luego en el acomplejado PP, fundado por 7 ministros de Franco que junto con todo su partido han querido hacerse perdonar su pasado renegando de él con auténtica abyección).

    No olvidemos tampoco el asesinato de Carrero Blanco, magnicidio sin resolver (yo me inclino por Kissinger y la Cia) que cambió totalmente la transición, ya que Carrero tenía autoridad y ascendencia sobre el Rey Juan Carlos, y dirigiendo él el proceso hubiera sido todo muy diferente a lo hecho con Suárez y compañía. Para empezar el sistema electoral hubiera podido ser el parlamentarismo inglés ó el presidencialismo francés de De Gaulle, increiblemente mejores que la partitocracia a la italiana, sobre todo para conservar la unidad de España.

    Luego la masonería francesa (Giscard) y británica (la charretera), el PSOE de suresnes (Cia), Carrillo (moscú) y toda la pléyade de ambiciosos dispuestos no sólo a cambiarse de chaqueta, sino a ser más antifranquistas que el comunismo asesino. El PNV y la Eta (¿cobraba en rublos, en francos ó en dólares?), y ¡cómo no! la Iglesia del post-concilio, factor no pequeño en un país de alma y esencia católica como nuestra España.

    …demasiado bien estamos!!!, realmente la obra de Franco ha resistido a su manera un brutal tsunami destructor, veremos cómo dejan lo que queda de España esta pareja estrambótica y perniciosa.

    Sí, como dice el refrán las cosas tienen que ponerse muy mal para que se solucionen (si sobrevivimos, siempre por la Gracia de Dios, hay que rezar).

  2. Extraordinario artículo, este análisis de la realidad es lo que yo al menos echo de menos en los mandos militares y en el CNI, (vistos los unos y lo otro desde fuera) el no tener ni idea de nada ni ver los peligros ni importarles, o al menos dar esa sensación.
    Hay cierto reproche social en el ambiente contra el Presidente del Gobierno D. Perro Sánchez por pactar con el nuevo Lenin Pablo Iglesias, pero que Perro Sánchez haga honor a su nombre no nos debe hacer olvidarnos de dos cosas desde mi punto de vista:
    – la primera que uno y otro (Perro Sánchez y Pablo Iglesias) son tal para cual, o lo que es lo mismo que Pablo Iglesias es muy muy radical pero no es más radical que Perro Sánchez, ambos son muy radicales pero yo casi diría que el peor de todos es el del PSOE que es el partido más radical todavía si cabe que Podemos, en la práctica, otra cosa es el disfraz que se echa por encima para engañar a los incautos. Por tanto si uno es Lenin o Trosky, el otro es Stalin o Beria.
    – la segunda, que toda la culpa de lo que está perpetrándose ahora mismo en España no es sólo de él (de Perro Sánchez), una parte importante de la culpa y de la responsabilidad de lo que está pasando en España es la imbecilidad social de por un lado esa masa de votantes de más de 6 millones de personas que han votado en su ignorancia o en su maldad, (o en muchos casos en ambas cosas a la vez) por el PSOE sin importarles las cifras del aumento del paro de tres días antes con un incremento de 100.000 parados más, la profanación de la tumba de Franco (por lo que ello significa en sí mismo y como indicativo de la falta de democracia, de la intolerancia y el sectarismo que ellos supone más allá del caso concreto), la mentira, la hipocresía elevada a la enésima potencia, y la falsedad como seña de identidad de la acción de gobierno del PSOE en general y de Perro Sánchez en particular (y su Vicepresidenta Carmen Calva, y de su Ministro de Fomento Ávalos, que creo que los tres son el exponente y el prototipo de políticos sin escrúpulos que arrastran a las naciones a la guerra y a la ruina), y por otra parte la masa social de más de 5 millones de otros votantes que siguen creyendo en los azucarillos como remedio estrella contra el cáncer, como son los votantes del PP que no se qué necesitan más porque a Santo tomás le bastó meter su mano en la yaga, pero es que estos votantes ni metiendo la cabeza llegan a aceptar la realidad de lo que el PP es y significa para la ruina de España por su utilización como Caballo de Troya de la extrema izquierda y como modo de hacer estéril el voto de la España que quería oponerse a Zapatero pero que votando al PP conseguía todo lo contrario incluida la concesión a Zapatero y a sus ministras mamarracho del Collar de Isabel la Católica (BOE de 31, diciembre 2011).
    Por tanto se habla mucho de Perro Sánchez, pero no se habla nada de la imbecilidad social que es la consecuencia de 44 años de lavado de cerebro, de lluvia ácida cayendo sobre las mentes y los corazones de los españoles no sólo para engañarlos y politizarlos, sino también para corromperlos y envilecerlos como personas. Los resultados electorales son el resultado de esta imbecilidad social y de este proceso de envilecimiento de la sociedad española.

    Y como dice este artículo, como no hay forma humana que los españoles escarmienten con la experiencia dela 2ª República, pues cuanto peor mejor, lo mismo cuando la gente tenga que hervir cáscaras de patatas en un infiernillo de alcohol como única cena, tomada además a oscuras por los cortes de luz permanentes, aprendan lo que es el Comunismo, ya que se han negado a aprenderlo de una forma menos traumática. Ya está bien que los errores dela imbecilidad social la pague una generación martirial como la de 1936, para que luego 39 años después esta imbecilidad social haga estéril ese martirio y ese tributo de sangre de tantos padres y hermanos asesinados en la flor de la vida para salvar a España, porque 39 años después la imbecilidad social se deje embaucar por los que con el señuelo de la «democracia» buscan de nuevo la destrucción de España. Cuanto peor mejor, y esta vez que la factura la pague la masa social que ha llevado a la Nación a este punto, los representantes de la imbecilidad social, porque hay que ser muy imbécil o muy podrido por dentro para sentirse atraído por personajes como Perro Sánchez, la Vicepresidenta del Gobierno y demás personajes de la anti-España.
    El Rey asiste a toda esta descomposición como si la cosa no fuera con él, como si esto en lugar de en España estuviera pasando en Madagascar o en isla Mauricio, y la Conferencia Episcopal otro tanto de lo mismo, ya veremos cuando los rojos los estén llevando a empellones para matarlos, si todavía les parece que la cosa no va con ellos.

  3. «La extrema izquierda anti-española … ha conseguido … volver al lugar del cual fue desalojada».
    Falso, al menos parcialmente, porque, como reconoce el autor al final «los de la otra banda… son, en realidad, los artífices principales de lo que hoy vemos».
    NO debemos olvidar que, en el Mundo y, sobre todo, en España, tanto los movimientos revolucionarios (llamémoles de izquierda) como los liberales (llamémosles de derecha) son los instrumentos de la Masonería (sectas de origen y obediencia «judía») y la plutocracia (los adoradores de Maamón, encabezados por los sionistas dueños de las mayores fortunas).
    Vamos, que la destrucción de España a manos de traidores internos no necesariamente de izquierdas (muy aparentes pero menos eficaces que los liberales), hay que verla como el continuado plan de perversión mundial focalizado en la demolición de la civilización y religión católica.

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