Cui prodest?
Sí, a quién beneficia, esa es la clave.
Fueron aquellos carlistas,
Del noble y catalán Tercio,
Los que con olfato y vista,
Gloriaron al Santo Oficio.
“¡Qué viva la Inquisición,
Y la policía muera!”,
Gritaban con emoción,
Enarbolando señeras.
Es difícil encontrar,
En frase tan elocuente,
Teología más profunda,
Y verdad tan deslumbrante.
Esos requetés piadosos,
Sabían por Fe y Tradición
Que resolver es preciso:
Prevenir, la solución.

Era el bimilenario dogma,
Qué nuestra Iglesia enseñó,
Y que el gran Vázquez de Mella,
Poco después formuló:
“No se puede poner tronos,
A las causas y razones,
Y después sus consecuencias,
Arrojar a los leones”.
Todo esto que ahora escribo,
Sólo es reflexión tardía,
Ante el cruel infanticidio,
De un pequeño en Almería.
Si todo es como aparenta,
Al niño, que en paz descanse,
Lo ha matado una novieta,
Concubina de su padre.
Todo era buen talante,
En la tele, ante los medios.
Los cuatro padres y amantes,
Casi compartían predio.
Un ejemplo de civismo,
De ruptura sin violencia,
De divorcio y de cinismo,
De la “fértil” convivencia.
Mas la realidad es otra,
Y aunque el Sistema la oculte,
La herida bajo la costra,
El niño, abierta, la sufre.
Padres que mandan al cuerno,
Fácilmente el matrimonio,
Cuando por algo es eterno,
Y no un mero condominio.
No sólo guarda las almas,
Y fundamenta la patria,
También es la salvaguardia,
De la juventud e infancia.
¿Cómo cabe en la cabeza,
Qué pueda ser educado,
Tu chaval por la pareja,
Del que te dejó plantado?
¿No es lógico suponer,
Qué a la primera de cambio,
Querrá otro niño tener,
Y al primero dar recambio?
“¡Pensamiento patriarcal!”,
Chillarán las feministas.
“¡Exageración brutal!”,
Dirán los más vanguardistas.
Pues así nos van las cosas.
Y el de Gabriel no será,
El último y atroz crimen,
En ámbito “familiar”.
Nos engañarán de nuevo,
Mentirán con indecencia,
“El delito perpetrado,
Machista es en esencia”.
Dará igual que la asesina,
Nos sumerja en la congoja,
Y qué su frialdad e inquina,
Sean propias de una roja.
¿Y qué, si tampoco cuadre,
Qué en un mundo despiadado,
Maten más niños sus madres,
Qué los padres despechados?…
Es todo grosero y burdo.
Huele a ocultación forzada.
A investigación con truco.
A resolución pactada…
A masonería y logia,
Al robo ritual de niños,
A taller, compás y escuadra.
A aborto y vitrio de aliño.
Sólo rogar ya nos queda,
A Nuestra Madre y Señora,
Qué por Gabriel interceda,
Ante Dios en esta hora.

Si Gabriel estaba bautizado no es necesaria intercesión alguna, ha ido directo al Cielo al estar en la edad de la inocencia.