¿Dónde estaba la alcaldesa?

Esta mañana -día 11-, con menos pompa y menos publicidad de la esperada, se celebró, en La Coruña, el acto conmemorativo del Día de la Fiesta Nacional, organizado por el Cuartel General del Mando de Apoyo a la Maniobra, con sede en nuestra ciudad.

Seguimos con esa persistente mala costumbre de celebrar los actos fuera del día de su fecha, sucede con la Constitución que se festeja, al menos oficialmente, uno o dos días antes de su fecha -6 de diciembre- para evitar que, a los que ostentan un cargo de representación, se les fastidie el llamado puente de la Inmaculada que, a lo que se ve -el puente en sí mismo- está por encima de todo lo demás.

Seguimos empeñados en conmemorar la Fiesta Nacional como si se tratase de un acto exclusivamente militar, cuando se trata de un día que deberíamos celebrar todos los españoles, sin distinción de raza, credo o sexo como una fecha capaz de unirnos a todos en torno a una misma bandera: la de España.

Recuerdo aquella vez que vi salir a un montón de niños del Colegio de los Dominicos de La Coruña, enarbolando la bandera de Europa y a mis preguntas, sobre la razón de portar aquella enseña, me respondieron que era con motivo de la celebración del Día de la Comunidad europea. Supongo que hoy, ni en los Dominicos de La Coruña, ni en ningún otro colegio, público o privado, a ningún alumno le hicieron entrega de una Bandera Nacional y, mucho menos, le hablaron del significado que, para todos los españoles, debería tener una fecha como esta.

Pero volviendo al tema que nos ocupa, en la mañana de hoy asistí, como un ciudadano más, a los actos organizados en la plaza de la Constitución de La Coruña. Unos actos que contaron, lamentablemente, con una escasa participación popular. Supongo que la una de la tarde, un día laborable y, encima con escasa publicidad ya que, a los medios de comunicación, bien pagados por el poder, les preocupan más otros asuntos irrelevantes, no es el mejor momento para celebrar un acto de estas características.

Allí estuve y, una vez más, como es habitual en todos los actos que puedan tener un cierto sentido patriótico y, mucho más, si son organizados por militares, la alcaldesa de La Coruña no estaba, enviando, en su lugar, a una concejala de tercera fila como si se tratase de una fiesta de barrio.

Inés Rey, la alcaldesa, en Carnaval

¿Dónde estaba la alcaldesa? Suponemos que en paradero desconocido como lo estuvo el día que el Regimiento “Isabel la Católica” organizó, el año pasado, la Jura de Bandera para personal civil o la que, un mes después se celebró, a instancias de la Armada, con motivo de la presencia en nuestro puerto del Buque Escuela “Juan Sebastián Elcano”. A ella le va más disfrazarse de “choqueiro” por Carnaval, cita a la que no falta, o asistir a alguno de los innumerables conciertos que organiza, casi todos destinados al mismo segmento de edad para así garantizarse sus votos con el dinero de todos.

A esta individua, al igual que a toda su corte de secuaces, lo de España no es un tema que le preocupe, ella está, como todos los socialistas, en otra honda como así lo demostró todo su clan, días atrás, rechazando la moción presentada, en el pleno del Ayuntamiento coruñés, por el grupo municipal popular contra la presunta amnistía que su jefe de filas pretende conceder a los golpistas y otros delincuentes, con el único fin de perpetuarse en el poder aunque, con ello, se lleve por delante el Estado de derecho.

Pese a todo, esta actitud de la alcaldesa, siempre ausente y dándole la espalda a todos los actos que puedan tener un sentido patriótico, la retrata muy bien y permite que los coruñeses sepamos por quien estamos gobernados.

La Fiesta Nacional, esa que mañana vamos a celebrar, pasará, un año más, inadvertida para la mayoría de los coruñeses y así llevamos desde aquel 2015, de triste recuerdo, en que, los coruñeses, auparon a los miserables y sectarios de la marea -comunistas de salón- al gobierno municipal para iniciar, con ellos, los ocho años más oscuros de la historia de La Coruña, perpetuados por esta individua y su troupe que ahora nos gobierna.

En cualquier caso, el Día de España tiene que trascender de un acto militar protocolario, convirtiéndose, auténticamente, en el gran Día de la Fiesta Nacional con actividades, dirigidas a toda la población, que exalten los valores de España y de los españoles; donde a los más jóvenes se les explique, con rigor y no precisamente con ese falso rigor que pretende esgrimir la progresía populista y sus huestes ultraizquierdosas, la realidad de nuestra historia y en esa empresa se tienen que implicar desde el gobierno de la Nación, a los Ayuntamientos, pasando por los gobiernos autonómicos pues todos, les guste o no, forman parte de España para más cosas que para cobrar.

El odio a España que, desde sus orígenes, ha caracterizado al partido socialista está alcanzando en estos días su cenit, puesto de manifiesto en esos pactos a los que está llegando, con el único afán de perpetuarse en el machito, con cualquier partido, grupo o grupúsculo cuya única ambición sea la de la destrucción de España y la eliminación sistemática de nuestra gloriosa historia. Esos son los vergonzosos compañeros de viaje de los socialistas que hacen bueno aquel viejo refrán de dime con quien andas y te diré quién eres.

Esperemos que algún día, a aquellos que se rasgaron las vestiduras ante críticas del todo acertadas a personajes de la calaña que hemos referido, se les caiga la venda de los ojos y se den cuenta, más allá de toda duda, de quienes son los amigos y quienes los enemigos. Aunque, realmente, poco confío en ello.

En cualquier caso, con o sin la presencia de esta señora, deseo a todos los españoles un feliz Día de la Fiesta Nacional.

Blog del autor: http://cnpjefb.blogspot.com/


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