EEUU: amenaza para la paz mundial
EEUU nunca ha sufrido en sus carnes, o sea, en su territorio, las consecuencias de una guerra; a excepción de la propia de secesión, la cual queda ya muy lejos. Y es que es una «isla».. continental. Es decir, que nunca han destruido sus ciudades, industrias, carreteras, etc.
Desde siempre la industria militar estadounidense es prácticamente la principal, el motor de las demás, la puntera, la vanguardia de los adelantos que luego pasan a la civil.
Curiosamente su entrada en las dos guerras mundiales lo fue dos años después de que estuvieran en marcha, es decir, cuando los contendientes principales, los europeos, estaban exhaustos o a punto de estarlo. En ambas guerras Rusia/URSS puso con diferencia más «carne» en el asador que los EEUU. El «éxito», la «victoria» norteamericana se debió a su superior capacidad industrial, nada más. Tras las dos guerras el único beneficiario en todo fueron los EEUU; especialmente en lo económico y como poder mundial.
EEUU no ha dejado de manipular su «patio trasero» que para él son toda América de cabo a rabo; y a las guerritas, golpes de Estado, dictadores puestos y dictadores quitados, ayer, hoy, etc., nos remitimos. Y casi siempre en medio de baños de sangre. Con intervención directa o solapada (CIA).
Corea, Vietnam, Afganistán y la «Primavera árabe» y otras guerras y guerritas han sido siempre un fiasco, una derrota norteamericana desde el punto de vista militar, lo que hace pensar que los militares estadounidenses son una pandilla de ineptos. Uno de sus grandes problemas es que todo lo cifran a la soberbia y prepotencia de sus medios y tecnología en cada momento, sin duda superior siempre a la de sus enemigos, pero olvidan lo fundamental: el factor humano y la voluntad de vencer, que en la guerra, en cualquiera, es siempre el esencial; vietnamitas comiendo una bola de arroz o afganos una torta de pan les largaron de sus países teniendo que salir, además, por piernas. Una vergüenza para «el imperio» que no puede ni podía soportar, de ahí el paso siguiente: taparse con… otra guerra más.
La guerra ruso-ucraniana está cada día más claro que ha sido provocada con premeditación y alevosía por los EEUU con varios fines, entre otros, intentar derrocar a Putin para impedir el resurgir de Rusia y crear un dolor de cabeza a los europeos a fin de evitar su recurrente tendencia, más o menos decidida, a escapar de la esclavitud (dependencia) norteamericana. Una guerra siempre viene bien para fastidiar al «amigo y aliado». Otra cosa es la estupidez europea y la corrupción de sus dirigentes vendidos al yanqui. Por cierto, guerra ruso-ucraniana que ya está claro también que ha perdido EEUU, y con él la OTAN lacaya; y eso aunque se prolongue como guerra de desgaste y foco de tensiones durante mucho tiempo (otra muestra de que el material y la tecnología no lo son todo).
En la Cumbre de la OTAN de Madrid, los EEUU ya dejaron claro (impusieron) que apuntan decididamente a China como próximo objetivo de sus maldades; y eso con independencia del régimen comunista repugnante que sigue dominando China. Y la OTAN sin saber poner freno a tanta veleidad. Por cierto, muy peligrosa porque si Rusia ha demostrado que es Rusia, para qué decir China. Quien juega con fuego puede acabar quemándose y… mucho.
No hay imperio que mil años dure y el yanqui hace ya tiempo que ha tocado techo y comienza a desmoronarse; que tarde mucho o poco no lo evitará. Eso sí: no hay imperio que caiga sin destruirse no sólo a sí mismo, sino también a todo lo que pille. Lo que venga después no sabemos qué será. Y cae y caerá por lo mismo que todos los imperios: por su propia corrupción; el lustre tecnológico y demás fulgores de todo tipo también lo tuvieron los imperios anteriores cuando, precisamente, comenzaron a caer y… cayeron.
Último apunte: ¿EEUU y/o el sionismo?
Y recuerden: «EEUU no tiene amigos, sólo intereses» (John Foster Dulles, Secretario de Estado norteamericano entre 1953 y 1959). «Excelencia, no nos quieren, pero nos necesitan. Cuando no nos necesiten nos destruirán» (Carreo Blanco a Franco en 1952 durante las negociaciones del primer tratado de amistad).

No es correcto denominar EEUU como principal autor de las decisiones acometidas en su motor bélico. Si Biden con enfermedad de Alzheimer y oscuro pasado, lo mismo que su hijo y sin poder entrar en el Pentágono, debería preguntarse quien dirige el cotarro. Cada perro le ponen una medalla para que obedezca órdenes, se trata de discernir la jerarquía de los símbolos de las medallas y podrá ver detrás de las cortinas.
Saludos cordiales
Gracias por este artículo.
Que claro lo tenía Carrero Blanco.
Muy claro lo tenía, por eso era una piedra en el zapato para lo que hay detrás del sionismo que balancea al comunismo y liberalismo, al ritmo de su música. El engaño es tan grande que necesitan matar a todo aquel que sabe la verdad y puede alcanzar una presidencia.
Saludos