Ejecuciones y asesinatos en las Brigadas Internacionales

Desde mediados de julio de 1936 la Internacional Comunista estaba haciendo campaña en favor del Frente Popular, y con el llamamiento que hizo a todos los países en septiembre de 1936 pidiendo voluntarios con experiencia militar para guerrear en España, dio comienzo en París el reclutamiento dirigido por el Partido Comunista Francés y André Marty como organizador, y el Partido Comunista Italiano en el exilio y Luigi Longo como su máximo responsable.
El 80% de los que acudieron a la llamada eran militantes y simpatizantes comunistas, el resto lo completaban idealistas de izquierdas, antifascistas, exiliados, emigrantes, desempleados y algunos aventureros.
El cuartel general y la base de entrenamiento de las Brigadas en España estaba en Albacete. En octubre de 1936 llegaron los primeros brigadistas, y lo primero que hicieron los organizadores fue inscribirles por nacionalidades y no por su procedencia, por eso no coincide el total de los brigadistas que se guarda en los archivos de Moscú con los totales de los estudios realizados en los países con alta emigración; así por ejemplo, de Francia, de los Estados Unidos y del Canadá llegaron un gran número de emigrantes de otros países, y desde Suiza se incorporaron también emigrantes alemanes e italianos.
Informe alto secreto con fecha 3 de enero de 1937 elaborado por el “Jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército Rojo, comandante S. P. Uritski”, después de mantener una larga conversación con el corresponsal estadounidense y prosoviético Louis Fischer: “Pero al reclutar a gente para las columnas cometimos dos errores. El primero: tenemos alrededor de un 80 por ciento de comunistas. Es una proporción demasiado elevada. Deberíamos apostar por el reclutamiento de socialistas, simples trabajadores antifascistas, y todos los que lleguen, por supuesto, si es gente de probado valor. Segundo error: el 70 por ciento de los internacionales son franceses y belgas. Eso significa que el comité que se encarga de esa cuestión en París trabajó allí donde era fácil conseguir gente.
Sin embargo, en la URSS, hay ahora otra posibilidad: inmigrantes extranjeros con pasaportes extranjeros. Tampoco es un secreto para nadie que están desmoralizados y que su vida no es muy cómoda. Sería bueno para ambas partes que fueran a España. Y hay que acelerarlo”: Ronald Radosh, Mary R. Habeck y Grigory Sevostianov. España traicionada. Stalin y la guerra civil. Barcelona, 2002, pp. 151 y 152, 161 a 163.
Sobre los últimos párrafos de ese informe hay que aclarar la doble estrategia de Stalin; por un lado, envió a España un total de “aproximadamente 4.000 diversos especialistas militares y civiles”: Yuri Rybalkin. Stalin y España. Madrid, 2007, p. 114; y por otro, prohibió a los ciudadanos soviéticos su incorporación al frente español.

Siguiendo las órdenes de André Marty a todos los internacionales se les retiró el pasaporte: “El bandido Marty (…) que ha hecho robar los documentos de identidad a los voluntarios a su llegada a la concentración de la Columna internacional”: el comandante organizador y director del 4º Buró del Estado Mayor General de las Brigadas Internacionales, el belga Eugène Van den Bossche. Je parle au peuple. Bruselas, 1937, p. 15. Los pasaportes -además del oro español- fueron otro gran tesoro para Moscú, especialmente los pasaportes estadounidenses: “Todos los pasaportes de los voluntarios se les quitaban al llegar éstos a España, y rara vez se les devolvían. Cuando se licenciaba a uno de ellos, se le decía que su pasaporte se había perdido. (…) los auténticos pasaportes americanos son sumamente apreciados en el cuartel general de la O.G.P.U, en Moscú. Casi toda valija diplomática de España que llegaba a la Lubianka contenía un paquete de pasaportes de miembros de la Brigada Internacional. Varias veces, mientras yo estuve en Moscú en la primavera de 1937, vi esta clase de correo en las oficinas de la División extranjera de la O.G.P.U. Un día llegó un paquete de casi un centenar de pasaportes: la mitad de ellos eran americanos. Habían pertenecido a soldados que murieron. Esta era una gran pesca, una causa de alegría. Los pasaportes de los difuntos, después de algunas semanas de investigación sobre la historia y familia de sus propietarios primitivos, se adaptan fácilmente a los nuevos portadores de los mismos: los agentes de la O.G.P.U”: Walter Krivitsky. Yo, Jefe del Servicio Secreto Militar Soviético. Guadalajara, 1945, pp. 140 y 141.
Moscú sacaría un gran rendimiento a esos cientos de pasaportes robados, pues fueron utilizados por sus servicios secretos y el espionaje prosoviético antes y después de la II Guerra Mundial.
Hay autores que afirman que donde hubo más ejecuciones disciplinarias fue en las Brigadas Internacionales, otros lo niegan, y dicen que en las Brigadas se fusiló igual o incluso menos que en otras unidades del Frente Popular; ahora bien, de lo que se desprende de todo ello, es el claro detalle de la retirada de la documentación a los brigadistas nada más pisar suelo español. El hecho de la retirada de los pasaportes se ha querido justificar afirmado que era una manera de disuadirles para que no desertaran: ¡bonito comienzo! Más bien creo que lo uno lleva a lo otro, y ese otro es que una persona sin papeles legalmente no existe, y si legalmente una persona no existe cualquier cosa que la pueda pasar nada hay que justificar.

Llegaron a España voluntarios de más de 50 nacionalidades, y según consta en el informe alto secreto del 26 de julio de 1938, los brigadistas que habían llegado hasta la fecha del 30 de abril de 1938 hacían “un total de 31.369: 8.778 franceses, 3.034 polacos, 2.908 italianos, 2.274 estadounidenses, 2.180 alemanes, 2.056 balcánicos, 1.806 británicos, 1.701 belgas, 1.046 checos, 862 bálticos, 846 austriacos, 662 escandinavos, 586 holandeses, 510 húngaros, 510 canadienses, 406 suizos, 132 portugueses y 1.072 de otras nacionalidades”: España traicionada, p. 549. Y según un documento con fecha 29 de agosto de 1938 “la llegada de nuevos voluntarios es ínfima”: España traicionada, p. 550. Desde el 30 de abril de 1938 hasta la retirada de las Brigadas Internacionales el 15 de noviembre de 1938, los nuevos incorporados no llegaron ni a los 1.000. Así todo, esa cifra total es rechazada por algunos autores por parecerles muy exigua y la tachan de “cifra fósil”. De todas formas hay que aclarar, que en ese total no están incluidos los aproximadamente 4.000 especialistas soviéticos y los entre 1.000 a 2.500 antifascistas, mayoritariamente anarquistas y trotskistas que vinieron a luchar pero que no formaron parte de las Brigadas Internacionales.
En el citado informe con fecha de 26 de julio de 1938, en un apartado se desglosa por meses los “camaradas enviados al frente que pasaron por la base organizativa de Albacete” y que suman un total de “52.049”: España traicionada, p. 548; pero como bien indica el informe son brigadistas que pasaron una vez, otros dos, otros más de dos; en definitiva, que no se trata del total de las Brigadas Internacionales que vinieron a España.
No voy a entrar en una guerra de cifras ni intento desacreditar ningún estudio, y como ha ocurrido en otras ocasiones puede que yo esté equivocado; pero me inclino a creer que el total de los brigadistas internacionales que vinieron a España y pasaron por la base de Albacete no llegaron a los 33.000, y me baso en dos consideraciones:
a). Aun contado con cierta desorganización en los dirigentes de la Brigadas Internacionales, los informes estadísticos y cifras totales están basados en la realidad del momento y parecen desprovistos de exageración y propaganda.
b). A Moscú le hubiera sido más rentable desde el punto de vista propagandístico, inflar la cifra de la hermandad comunista y la solidaridad internacional; y lo que resulta difícil aceptar, es que ya en marzo de 1938 Moscú pretendiese justificar para el futuro su posible derrota, y para ello nada mejor que hacer desaparecer en ese momento y sobre el papel a más de 20.000 de sus combatientes.
El 15 de noviembre de 1938 las Brigadas Internacionales abandonaron España, y de ese total que no llegó a los 33.000 brigadistas, más los entre 1.000 a 2.500 anarquistas y trotskistas que no pertenecían a las Brigadas Internacionales, una Comisión de Naciones Unidas registró para ser repatriados a 12.673 extranjeros; total en el que no están incluidos los cerca de 600 prisioneros que estaban en la zona enemiga y un grupo de poco más de 200 que se quedaron a luchar hasta el último momento.
En realidad: ¿por qué fueron retiradas las Brigadas Internacionales?
Informe que envían al mariscal Voroshilov y a Stalin los dirigentes de la Internacional Comunista, Giorgi Dimitrov y Dimitri Manuilski, 29 de agosto de 1938:
“Del número total de voluntarios internacionales en España, 31.000 hombres, sólo quedan diez mil, y de ellos, no hay más de cinco mil soldados en el frente. Los soldados de las Brigadas Internacionales están extremadamente agotados por las continuas batallas, su eficacia militar ha decaído, y las divisiones españolas las han sobrepasado significativamente en cuanto a disciplina y capacidad de combate. La llegada de nuevos voluntarios es ínfima, y las Brigadas Internacionales han dejado, de hecho, de existir como unidades especiales. La evacuación de los voluntarios extranjeros no afectará al estado del ejército popular español. Debido a esto, Negrín considera posible dejar ir a los voluntarios sin dañar la defensa de la República española. Esta medida, en su opinión, demostrará la fuerza creciente del ejército republicano y la confianza del gobierno republicano en la victoria. Al mismo tiempo, creará una situación ventajosa para el gobierno republicano, al ejercer presión sobre los gobiernos inglés y francés acerca de la cuestión de limpiar España de intervencionistas fascistas, y arruinará el argumento de Franco de que el gobierno de la República española también recurre a la ayuda de voluntarios extranjeros.
Por todas estas razones, el buró político del Partido Comunista de España aprobó una resolución sobre la posibilidad de evacuar a los voluntarios en el momento adecuado, cuando sean favorables las condiciones militares e internacionales.

Solicitamos su consejo e instrucciones. G. Domitrov y D. Manuilsky”: España traicionada, p. 550.(En lo referente a la ayuda de voluntarios extranjeros al Frente Popular, el corresponsal estadounidense Edward Knoblaugh escribe: “Cuando en mi oficina me cablegrafiaron pidiéndome que escribiese un artículo sobre la formación del Batallón “Abraham Lincoln”, en Barcelona, compuesta por voluntarios norteamericanos, y le pedí a Rubio Hidalgo [Luis Rubio Hidalgo era el jefe propagandista y censor de la prensa extranjera en el Frente Popular] que me proporcionase información, replicó:
– Dígale a su oficina que eso es mentira… Ni hay tal Batallón “Lincoln”, ni, por supuesto, tales voluntarios norteamericanos”: Corresponsal en España. (Nueva York, 1937) Madrid, 1967, p. 248).
1.- Brigadistas ejecutados y asesinados identificados por su apellido:
Aboslam. Abramofsky. Aeppli. Alcaino. Bartulla. Beckman. Beimler. Bickel. Biguiz. Binet. Blair. Borgne. Browne. Caldamaison. Capponi. Carreri. Casal. Crain. Cheverdat. Dehamme. Delesalle. Della Santa. Donald. Dreyer. Eisenberg. Evrard. Frommelt. García. Glacken. Gorka. Guadagnini. Jacobs. Kamerzin. Kaczanowki. Kemp. La Motte. Lamont. Lefèvre. Marchal. Marquette. Massart. Matz. Maurer. Meeke. Navitsch. Niembrer. Oscar u Oskari. Overton. Ozchardi. Parovic´. Perchick. Rossi. Rudolph. Ryan. Sáez. Scheddin. Schuster. Selby. Selles. Sen. Sfax. Smith. Stasiakowski. Stern. Tamburini. Tricot. Voskoboinikoff. Wallach. White. Wilkes. Zrich. Zufferey.
También habría que añadir a esa lista al comunista inglés John Cornford, que el 14 de agosto de 1936 se unió en Leciñana (Zaragoza) a una columna del POUM, el partido marxista no sometido a Moscú. Al mes siguiente cae enfermo y regresa a su casa de Cambridge. Retorna a primeros de noviembre y se alista en las Brigadas y al poco tiene el primer aviso, el día 7 es herido por fuego amigo en el frente de la Ciudad Universitaria de Madrid. Es enviado al frente de Córdoba y en Lopera (Jaén) le dan por caído en combate el 28 de diciembre de 1936. Años después según confesó su madre Frances Cornford a Hugh Thomas, “a su hijo le habían disparado sus propios compañeros del Partido Comunista porque estaba a punto de abandonarlo”: Miguel Alonso Baquer. La guerra civil española (sesenta años después). Madrid, 1999, p. 407. Si bien es cierto que en la batalla de Lopera hubo muchas bajas y fue un descalabro para el Frente Popular, no hay que olvidar que John Cornford era un sospechoso para los comunistas por su anterior contacto con el POUM.
“Durante años enteros circularon subterráneamente nombres de voluntarios, aireados de cuando en cuando, y finalmente olvidados. Rumores, sin confirmación posible, relacionando el nombre con la ejecución en España (…), y otros de los que no se habló porque su encarcelamiento y desaparición no llegaron a conocerse. Si los muertos hablaran, este capítulo sería mucho más largo”: Cecil Eby. Voluntarios norteamericanos en la Guerra Civil Española. Barcelona, 1974, 370.
Alec Forssmann. El Castillo de Castelldefels antigua prisión de las Brigadas Internacionales, 5 de octubre de 2011 en: AQUÍ. El Castillo de Castelldefels antigua prisión de las Brigadas Internacionales (II), 6 de febrero de 2013 en: AQUÍ.
El periodista serbio Pero Simic´ revela en su nuevo libro todavía no traducido al español “Tito: el secreto del siglo”, que Josip Broz “Tito” estuvo en la Guerra Civil española, y le acusa de haber “matado a más comunistas que todo el ejército de Franco”. Entre sus ejecutados figura Blagoje Parovic´, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia y comisario de la XIII Brigada, asesinado por orden de Tito, el 6 de julio de 1937 durante la batalla de Villanueva de la Cañada (Madrid). Referencia en Internet: “Marijan Mario Basic: Another well hidden secret of Josip Broz Tito revealed”, 1 de septiembre de 2011. “Pero Simic´: Tito en España mató a más comunistas que Franco”: Internet, diario Slobodna Dalmacija, 27 de agosto de 2011.

2.- Cifras de brigadistas ejecutados y asesinados y su fuente de referencia:
+ 83 belgas asesinados en Albacete: Le Populaire. Bruselas, 23 de marzo de 1939.

+ (70 ó 60 encarcelados fueron ejecutados en la prisión de Cambrils (Tarragona) por orden del comunista húngaro Otto Flatter. Otto Flatter -cuyo verdadero nombre era Ferenc Münnich y que después sería ministro del Interior de Hungría-, fue jefe de la XI Brigada y después fue nombrado presidente del tribunal militar del 21º Cuerpo con sede en Cambrils. Condenaba a muerte todos los días entre cinco y ocho personas que luego eran fusiladas en la playa. Cinco fueron fusilados por robar un conejo, y otros cinco por manifestar ideas contrarias a las del Partido Comunista fueron condenadas a permanecer en el agua hasta morir: David Wingeate Pike, 1975). Lo he puesto entre paréntesis porque no todos los asesinados eran brigadistas, pero se sabe que en ese tribunal se despachaban los casos de los brigadistas acusados de deserción.
+ 60 ordenó fusilar el carcelero croata Emil Copic en el castillo prisión de Castelldefels (Barcelona): Carlo Penchienati, 1950 (CP).
+ 50 fusilados en la prisión de Horta (Barcelona): CP.
+ 25 estadounidenses que pidieron ser repatriados fueron ejecutados en el frente de Aragón a finales del verano de 1938: Cecil Eby, 1969 [en español, 1974] (CE).

+ (Más de 12 muertos en el batallón Garibaldi, entre ellos los comisarios Roasio y Pelosi, al ser ametrallados por la aviación por error en Mirabueno (Guadalajara) a primeros de enero de 1937): Andreu Castells, 1974 (AC). Lo he puesto entre paréntesis porque no fue una ejecución o un asesinato, pero sí un muy grave error que costó la vida a brigadistas.
+ 9 alemanes de la Brigada XI fusilados en Teruel en enero de 1938: Jacques Delperrié de Bayac, 1968 (JDB).
+ 9: 5 alemanes, 2 franceses un polaco y un húngaro fusilados en Albacete a primeros de diciembre de 1936: Justo Martínez Amutio, 1974 (JMA).
+ 7: en la Cuesta de la Reina, Seseña (Toledo) en noviembre de 1937 se llevaron a cabo ejecuciones en masa, una noche fueron fusilados 7: Nick Gillain, 1938 (NG).
+ 6 fusilados en el muelle cuando intentaban desertar embarcándose en el vapor inglés Essex Lance: AC.
+ 5: 2 checos, 2 polacos y un italiano fueron metidos en un pozo durante 4 días y después asesinados, julio de 1938: CP.
+ 5 ejecutados en Valsaín (Segovia) el 31 de mayo de 1937: NG. Fueron fusilados por orden del polaco Zimbaluek: Pedro Corral, 2006 (PC).
+ 4 asesinó André Marty con su pistola: CP.
+ 4: 2 tenientes y dos sargentos: Ramón Salas Larrazábal, 1973.
+ 3 finlandeses fusilados en la playa de Tarragona el 20 de abril de 1938: CE. PC.
+ 3 alemanes fusilados en el sector de Vilaseca (Tarragona) en abril de 1938: Michael Seidman, 2003.
+ 3: un comisario político y dos soldados del Batallón Dabrowski fusilados en diciembre de 1936 al oeste de Madrid: JDB.
+ 2 italianos, un teniente y un sargento fusilados en Fuentes de Ebro (Zaragoza) en octubre de 1937: CP.
+ 2 británicos ejecutados en el frente de Teruel en el invierno de 1938: Fearghal McGarry, 1999.
+ 2 ingleses ejecutados en Teruel en enero de 1938: JDB.
+ 2 italianos fusilados en Escatrón (Zaragoza) en octubre de 1937: CP.
+ 2 franceses fusilados en Pozoblanco (Córdoba): JDB.
+ 2 franceses, uno de origen argelino, fusilados en Albacete a primeros de febrero de 1937 por violar a una niña después de la denuncia de una mujer ante las autoridades españolas: JMA.
+ 2 abatidos en junio de 1937 cuando intentaban robar un coche cerca del Hotel Gran Vía de Madrid: NG.
+ 2: en la retirada de Aragón fue ejecutado el intendente de la XIV Brigada, el rumano Voskoboinikoff y su adjunto también rumano: AC.
+ 2 italianos fusilados entre Rasquera y Benifallet (Tarragona) en julio de 1938: CP.
+ 2: un checo y un especialista ruso fusilados en la Cañada de Benatanduz (Teruel) el 11 de mayo de 1938: AC.
+ 2: un argelino y un estadounidense: AC.
+ Varios brigadistas muertos en una reyerta en la plaza del pueblo de Madrigueras (Albacete), entre ellos un danés, que fueron enterrados al lado de la pared de la iglesia: Caridad Serrano, 2003 (CS).

+ Del comandante italiano Vicenzo Bianco “Kriger” se sabe que asesinó a brigadistas, a uno que le reclamó un permiso le pegó un tiro en la cabeza: NG.
+ El carcelero francés Marcel Lantez, “La Hiena”, martirizó y asesino el 2 de julio de 1938 a un brigadista chino en la prisión de Castelldefels: CP. Se llamaba Sen Sen Semfley: Peter Huber y Michael Uhl, 2004. Alec Forssmann, 2013.
+ Un oficial belga fusilado en Madrid el 6 de noviembre de 1936: AC.
+ Un francés cosido a bayonetazos por sus compañeros: CE.
+ Ejecutado el comandante de una compañía del batallón Palafox de la XIII Brigada, se llamaba Ari y era estadounidense: Arno Lustiger, 2001.
+ En septiembre de 1937 en el frente de Aragón un teniente francés es detenido por el NKVD, es torturado y muere durante el interrogatorio: Karol Swierczewky, “Walter”, en Ronald Radosh, Mary R. Habeck y Grigory Sevostianov, 2002 (RHS).
+ Por orden de «Walter» fusilado un mayor en el frente de Aragón en marzo de 1938: RHS.
+ En Madrigueras (Albacete), un brigadista borracho y desnudo intentó abusar de una mujer, fue ejecutado en el cementerio y después le enterraron en un bancal: CS.
+ Por la zona de Cuasiermas, cerca de Pozo Rubio (Albacete), un brigadista que intentó entrar en una casa por la chimenea fue asesinado por el propietario: CS.
El comunista y brigadista francés Roger Codou tuvo la oportunidad de consultar un fichero con 2.000 informes de brigadistas y comprobó, que muchos de los brigadistas prisioneros en Castelldefels (Barcelona) en su expediente indicaba “muerto por hidrocución”: Stéphane Courtois. Jean-Louis Panné. El libro negro del comunismo. Madrid, 1998, p. 394; “muerto por hidrocución o por accidente”: Pierre Marqués. La Croix-Rouge pendant la guerra d’Espagne (1936-1939). Les Missionnaires de l’humanitaire. París, 2000, p. 434.

(La palabra “hidrocución” no existe en español, pero se entiende por hidrocución, a la parada repentina del corazón y de la respiración al entrar el cuerpo en contacto con el agua fría).
En el citado informe alto secreto del camarada Gómez; es decir, el alemán Wilhelm Zeisser, agente del GRU –el servicio de inteligencia militar soviético- y jefe de la base de Albacete, a 30 de abril de 1938 el total de los incorporados a las Brigadas era de 31.369: 15.992 disponibles, 5.062 heridos devueltos a sus casas, 4.575 muertos y desaparecidos, y el apartado denominado “diferencia”: 5.740, era el total que incluía a los desertores, encarcelados y a los ejecutados: España traicionada, pp. 511 y 549.
“El americano Sandor Voros, comisario en la XV Brigada, escribe: “El terror cunde en las Brigadas Internacionales. Para detener la ofensiva fascista necesitamos aviación, artillería, tanques blindados, transporte, oficiales preparados, suboficiales y combatientes. Los líderes del Kremlin piensan de otra forma; aunque nos proporcionan material, confían sobre todo en el terror. Oficiales y soldados son implacablemente ejecutados siguiendo sus órdenes. El número de víctimas es particularmente elevado entre los polacos, eslavos, alemanes y húngaros, sobre todo entre los que vinieron a España desde Moscú. Son ejecuciones sumarias que el SIM lleva a cabo en secreto en la mayoría de los casos”. Este testimonio de detenciones y ejecuciones masivas de miembros de las Brigadas Internacionales ha sido corroborado por Carlo Penchienati, ex comandante de la Brigada Garibaldi, según el cual “la “cheka” funcionaba a pleno rendimiento” en aquella época”: Burnett Bolloten. La Guerra Civil española: Revolución y contrarrevolución. Madrid, 1997, p. 860.Ejecutados que en ocasiones se computaban como muertos en combate, como el caso de Hans Beimler, Louis Schuster, John Cornford, Albert Wallach, Blagoje Parovic´ o el de Erich Frommelt, condenado a muerte acusado de deserción y ejecutado, pero oficialmente figuraba como muerto en la batalla de Teruel: El libro negro del comunismo, p. 394.“La prisión de las Brigadas Internacionales estaba situada a unas seis millas de Albacete, cerca de Chinchilla. A primeros de mayo de 1937 el número de presos ascendía ya a doscientos, la mayoría de ellos franceses. Cada noche, algunos de ellos eran sacados de sus calabozos; los que se quedaban no sabían nunca si les habían fusilado, enviado al frente, dejado en libertad o devuelto a su país. (Un medio favorito de ejecución era enviar a un hombre al frente y matarle por la espalda; su “muerte en combate” estimulaba los sentimientos antifascistas de sus amigos y parientes)”: Cecil Eby, p. 175.
Otra forma de ejecución encubierta consistía en situar a los desertores detenidos en las posiciones del frente de máximo riesgo, donde no existían posibilidades de salir con vida, como fue el caso de los británicos Patrick Glacken y Bert Overton: Richard Baxell. British volunteers in the Spanish Civil War. Londres y Nueva York, 2004, p. 140 llamada 79 y pp. 141 y 142.En un informe alto secreto de Wilhelm Zeisser de fecha 26 de julio de 1938 afirma: “Las feroces batallas de julio en Brunete, en la que participaron casi todas las unidades internacionales, debilitaron en cierto modo la moral de las fuerzas. Esto, añadido a la labor de zapa sistemática de la quinta columna, dio lugar a que –a finales de julio o comienzos de agosto- Albacete se viera invadido por gran número de elementos más o menos desmoralizadores que habían abandonado sus unidades. El peligro que nos amenazaba era que las unidades internacionales se desintegraran si no conseguíamos controlar el fenómeno a tiempo.
Como medida urgente se organizó un campo de concentración para los elementos indicados en el párrafo anterior (campo Lukask). Entre el 1 de agosto y octubre pasaron por ese campo cuatro mil hombres. Con la ayuda de un intenso trabajo político y militar conseguimos en dos o tres meses reenviar al 80 por ciento de esos hombres a sus unidades en el frente como buenos soldados antifascistas”: España traicionada, pp. 545 y 546. El destino de ese 20 por ciento de malos soldados antifascistas pasaría al apartado denominado “diferencia”; es decir, encarcelados y ejecutados.

El brigadista Andreu Castells a este respecto escribe: “Además de los fusilamientos sumarios, los medios de que André Marty dispuso para depurar a los interbrigadistas fueron los campos de reeducación, las compañías de pioneros y de castigo y las prisiones.
Las compañías de pioneros y de castigo fueron empleadas en los frentes más duros y en los días más aciagos. A menudo, en la retaguardia de estas unidades, formaban compañías encuadradas por hombres de confianza, adiestrados por el coronel Morandi y cuya misión era impedir el retroceso de los pioneros, si era necesario mediante una barrera de fuego.
En algunos momentos los campos de concentración y las prisiones quedaban demasiado atiborradas de detenidos; entonces, para descongestionar, se prometía la libertad a los presos que combatiesen, durante un cierto periodo, en primera línea. Así se hacía lugar para nuevos detenidos. En las compañías de Pioneros los supervivientes eran escasos”: Las Brigadas Internacionales de la Guerra en España. Barcelona, 1974, pp. 258 y 259. “Un testimonio típico ante el Comité Dies fue el de Alvin I. Halpern, desertor del Batallón Lincoln reclutado en el cuartel general del Partido Comunista en la Essex Street, marchó a España en junio de 1937, en el bien entendido de que podría regresar después de seis meses de servicio. Su pasaporte fue confiscado en Albacete y nunca más volvió a verlo. Dijo que si un voluntario protestaba contra la política del Batallón le tildaban de “provocador fascista” y le enviaban a un campo de detención, donde le “liquidaban”. Él no había presenciado nunca una ejecución, pero había visto cómo enviaban a los indeseables a batallones de trabajo y los situaban en tierra de nadie para que el enemigo acabase con ellos. Cuando las autoridades del batallón se negaron a repatriarle después de seis meses de servicio, decidió escapar.
En España, los consulados eran vigilados estrechamente por agentes del SIM, los cuales detenían a los desertores a la sombra de la bandera norteamericana que ondeaba en sus balcones.
El jefe de la prisión de Castelldefels desde abril de 1938 a enero de 1939, el norteamericano Tony Agostino, con sus esbirros rastreaban Barcelona en busca de desertores”: Cecil Eby, pp. 363 a 368.
(En lo referente a formar barreras de fuego en la retaguardia para frenar o liquidar a los que retrocediesen, no era algo exclusivo de las Brigadas Internacionales. «El día 1 de junio (de 1937) el general Walter recibió la orden tajante de conquistar Valsaín y La Granja y conservar Cabeza Grande (Segovia). A mediodía, la LXIX (Brigada mixta) se retiró de Cabeza Grande. La noticia produjo desasosiego en el P.C. del general Walter, el cual volvió a estallar en cólera, ordenando la aplicación de procedimientos coercitivos: ametrallamientos a los que se retirasen, fusilamientos sobre el terreno, apaleamientos de milicianos dispersos…”: Andreu Castells, pp. 216 y 217. En la batalla de Brunete (Madrid), “los días 24, 25 y 26 de julio (de 1937) fueron jornadas cruentas para el ejército de la República, que acusó unos 15.000 muertos. La desmoralización de los gubernamentales fue tan impresionante que las desbandadas se producían con harta facilidad. Se llegó a emplazar tanques en segunda línea para detener con los disparos de sus ametralladoras, a los fugitivos”: Andreu Castells, p. 246. En Brunete en julio de 1937 “la división de Líster se desmoronó y huyó. Se han aplicado las más duras medidas represivas. El 24 de julio fueron fusilados unos 400 de entre los que habían huido”: Informe de G. Stern, 8 de octubre de 1937, RGVA, 35082/1/21, p. 12, en Antony Beevor. La Guerra Civil española. Barcelona, 2005, pp. 419 y 735. (Debería decir: Informe de G(rigori) Shtern, 8 de octubre de 1937, RGVA, f. 35082, I. 1. A. 21, p. 12).

El cónsul de Noruega en Madrid, el alemán Félix Schlayer Gratwohl cuenta como un día en el pueblo toledano de Olías del Rey, se encontró “sentados en la cuneta a un buen número de Guardias de Asalto. Dos de aquellos guardias se acercaron y nos saludaron con alegría: habían estado durante mucho tiempo encargados de custodiar nuestra Legación. Les preguntamos: “Pero ¿qué hacéis tan lejos del pueblo y del enemigo?”. “Cuando se arma la marimorena ahí delante –nos contestaron- nos envían a estos campos para que disparemos contra nuestros chicos, que enseguida empiezan a retirarse”: Matanzas en el Madrid Republicano. Paseos, checas, Paracuellos… Barcelona, 2006, p. 196.
En el comunista Quinto Regimiento una de las normas de la Compañía de Acero era: “Si mi camarada avanza o retrocede sin órdenes, tengo derecho a disparar sobre él”: Burnett Bolloten, p. 434).

Los principales responsables de las ejecuciones y asesinatos en las Brigadas Internacionales fueron entre otros: Luigi Longo, Emil Copic, Vladimir Copic, Rudolf Frei, Moritz Bressler, Wilhelm Zeisser, Alexander Orlov, Erno Gerö, Emilio Kléber, Karol Swierczewky, Richard Staimer, Walter Ulbricht, Enrich Mielke, Zimbaluek, Otto Flatter, Georg Scheyer, Marcel Lantez, Vital Gayman, Martino Martini, Richard Ruegger, Vicenzo Bianco, Vittorio Vidali, Emilio Suardi, Alfred Herz o George Mink, Herman o Alexander Petrovich Ulanovsky, Palmiro Togliatti y Josip Broz “Tito”. En cuanto a André Marty y su famoso texto de las casi 500 ejecuciones será tratado en el tema: «El texto de las 500 ejecuciones ordenadas por André Marty «El Miguelito de Albacete«. Según una investigación de Peter Huber y Michael Uhl: Die Internationalen Brigaden. Ebre 38. Barcelona, 2004, pp. 11 a 34, André Marty cargaba con la fama del “Carnicero de Albacete”; pero hubo también otros responsables menos conocidos que trabajaban para el SIM, y dan una lista con su misión, nombres y apellidos.
Para los partidarios del Frente Popular, los amigos de los luchadores por la libertad la democracia y el progreso -según la praxis comunista, claro-, este es un tema que no les interesa tratar, o lo ignoran, o lo despachan con cuatro nombres para que no digan; o se apuntan a los no más de 50 ejecutados, máximo dado por el brigadista Jacques Delperrié de Bayac; que se trata de una exageración y afirman que en las Brigadas no hubo tantas ejecuciones como algunos dicen, que no hay pruebas, o que los autores que las denunciaron no eran de fiar.

Así por ejemplo, al italiano Carlo Penchienati comandante de la Brigada Garibaldi en un informe alto secreto con fecha 14 de diciembre de 1937, se le describe como un “comandante que no estaba afiliado a ningún partido”, y que “había hecho un buen trabajo en el puesto que se le había encomendado”: España traicionada, p. 422. Era un buen antifascista hasta que rompió diez años de silencio, harto de que en su país los comunistas dieran lecciones de libertad y democracia, precisamente ellos. De ser un buen antifascista pasó a ser “un perro”, según sentencia Jean-Paul Sartre en 1952: “¡ Todo anticomunista es un perro!”.
Del brigadista belga capitán Nick Gillain, degradado en diciembre de 1937 por supuestamente cometer irregularidades en la contabilidad de la intendencia de las Brigadas, y como además en la Segunda Guerra Mundial luchó en favor de Alemania, su testimonio sobre las ejecuciones de los brigadistas no cuenta.
Tampoco cuenta el testimonio del socialista y gobernador del Frente Popular en Albacete, Justo Martínez Amutio, del que se ha escrito que era un socialista de derechas.
Del anarquista y brigadista Andreu Castells, que con todos sus errores ha elaborado hasta el momento la mejor historia sobre las Brigadas Internacionales, un funcionario que medró durante el franquismo afirma que su obra está superada, superada por la propaganda de un francés mentiroso y bolchevique, y eso no es un insulto, porque según su propia confesión es partidario de los bolcheviques y del Frente Popular.
En cuanto a la obra “España traicionada” resulta muy molesta, y “El libro negro del comunismo” detestable, para esos que se autodefinen como progresistas de izquierdas o bolcheviques comunistas, que es lo mismo; es decir, los sectarios partidarios de vivir como dioses y que los demás vivamos como sus esclavos.
Finalizada la Guerra Civil española la mitad de los brigadistas pudieron regresar a sus casas. De la otra mitad, cerca de 600 permanecían presos en España y mediante canjes y acuerdos casi todos recobrarían la libertad, y 6.000 seguían en los campos franceses para refugiados.
Existe un documento en el Archivo Nacional Ruso de Historia Sociopolítica (RGASPI, f. 495, op. 76, del 22, ll. 36-39) citado por Daniel Kowalsky: La Unión Soviética y las Brigadas Internacionales. Ayer. Madrid, 2004, pp. 118 y 119 . Se trata de una carta con fecha 26 de agosto de 1939 que los dirigentes de la Internacional Comunista, Georgi Dimitrov y Dimitri Manuilski dirigen a Stalin. En la carta le cuentan que todavía existen en los campos franceses para refugiados, “6.011 brigadistas de 15 nacionalidades”, y que “un grupo de 3.500 brigadistas ningún gobierno quiere aceptarlos”, por eso le piden a Stalin, que por favor “permita que entren en la URSS 3.000 ó 3.500”; eso sí, después que hayan pasado “un minucioso examen”.
Los brigadistas procedentes de los países comunistas cuando regresaron a sus casas tuvieron un gran recibimiento; en gran medida lo mismo ocurrió con los franceses, estadounidenses y británicos, hasta que la policía pudo comprobar en el caso de los estadounidenses -“caza de brujas” aparte- que algunos ponían la fidelidad a Stalin por encima de su patria, llegando a servir como espías en favor de la Unión Soviética y en contra de su propia nación.
En Canadá los brigadistas fueron marginados, y en Suiza se les abrió ficha policial y fueron encarcelados por ser considerados sujetos sospechosos.
Después de la Segunda Guerra Mundial y con un Stalin dueño de una de las tres sillas que daban derecho a repartirse el mundo, antiguos brigadistas de los países satélites de la URSS que habían sobrevivido a las purgas internas y a la Guerra Mundial, pasaron a ocupar los más altos puestos en sus naciones. Dicen los brigadistas y sus amigos propagandistas que a España vinieron “a luchar contra el fascismo y por la libertad”: lo primero es verdadero lo segundo es falso. Esos antiguos “luchadores por la libertad” practicaron sus clases de libertad en Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria, Polonia, Rumanía, Yugoslavia y en la dividida Alemania, allí donde se hicieron con el poder impusieron su libertad, que no era otra cosa que mediante el terror someter a su pueblo a Moscú. Que no nos cuenten cuentos los mercenarios de la mentira, los subvencionados y vividores de la desmemoria histórica: el cuento dorado de las Brigadas Internacionales queda destruido con la histórica realidad del Muro de Berlín y los países del Telón de Acero.

En la llamada Alemania Democrática antiguos dirigentes brigadistas ocuparon el gobierno de la nación y fueron ellos, los luchadores por la libertad los que permitieron el Muro de Berlín y los mejores y más fieles lacayos de la URSS. No es casualidad que el asesino jefe del NKVD en España, el soviético Alexander Orlov, confesase que eligió para su escolta personal “entre los hombres de la sección alemana de la Brigada Internacional a diez fieles comunistas”. Si por algo destacaron los alemanes fue por su fidelidad fanática: al austriaco Hitler o al soviético Stalin. Fueron los fanáticos comunistas alemanes los que universalizaron el saludo con el puño cerrado; y como no podía ser de otra forma, sus fanáticos enemigos los nazis alemanes universalizaron el saludo “a la romana”. Saludo “a la romana” que era una tradición en los Estados Unidos desde 1892, y que allí era conocido como “saludo Bellamy”, un saludo simbólico con el que rendían honores y respeto a su bandera, y que tuvo que ser sustituido en 1942 para evitar equívocos por el saludo de la mano al corazón.
Las Brigadas Internacionales vinieron a España respondiendo a la llamada que hizo Stalin por medio de la Internacional Comunista, eran los guerreros hoceros y martilladores del comunismo, por eso vinieron a luchar por Stalin y por la Patria del proletariado no por la República, vinieron a luchar por el comunismo y no por la libertad: eso es la verdad histórica y el negarla es mentir y de paso intentar vivir del cuento.

Pero a decir verdad no todos fueron a la Guerra a la llamada comunista o para luchar por unos ideales, algunos lo hicieron simplemente por el dinero. Según el corresponsal estadounidense Edward Knoblaugh, p. 172, en Valencia conoció «a Bert Acosta, Freddy Lord, Eddie Semons, Eddie Schneider, Gordon Barry y muchos otros pilotos norteamericanos. Eran una pandilla alegre y despreocupada, y no ocultaban el hecho de que se habían enrolado sólo por las atractivas ofertas de dinero. No tenían ningún interés político en el asunto».
William Herrick estadounidense y comunista que luchó en la XV Brigada Internacional confesaba en febrero de 1986 a Burnett Bolloten: “Cuando fui a España no tenía ninguna fe en la democracia burguesa; para mí la línea del partido sobre la democracia sólo era una táctica, una maniobra, que, como esperábamos todos nosotros, debía llevar al poder al Partido Comunista. Todos los voluntarios americanos que yo conocía, excepto quizá uno o dos, creían como yo que el Frente Popular, el lema de la democracia, era meramente una estrategia que ayudaría al Partido Comunista a tomar el poder… Los veteranos de la Brigada Abraham Lincoln han estado mintiendo sobre esto durante casi cincuenta años”: La Guerra Civil española: Revolución y contrarrevolución, p. 464.
“El 23 de agosto de 1939 llegó el pacto Hitler-Stalin, que para muchos comunistas norteamericanos significó el comienzo de su alejamiento de Moscú. (…) el partido ordenaba a sus miembros que apoyaran el slogan: “Mantened a América al Margen de una Guerra Imperialista”. La nueva política parecía mofarse de todos aquellos que habían firmado “antifascista” en sus cartillas militares en Albacete. En la política del Comintern había un zigzagueo que la mayoría de veteranos Lincolns no podían seguir. Uno de ellos, un obrero perteneciente a un sindicato de Nueva York dominado por los comunistas, fue expulsado cuando se negó a firmar un “juramento de lealtad”, en otras palabras, la obligación de apoyar el espíritu del pacto. En su calidad de judío, consideraba que hacer tratos con Hitler era inmoral, además de demencial. En abierta rebeldía, paseó una pancarta a través del Garment District: AYER HEROE DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA HOY VICTIMA DEL PACTO STALIN-HITLER. Un grupo “especial” se reunió a su alrededor para insultarle y escupirle. Ensalzando poco antes como un enemigo del fascismo, ahora se había convertido en un “enemigo del pueblo”.
Como era de esperar, los VALB (Veteranos de la Brigada Abraham Lincoln) fueron rigurosamente pacifistas durante la vigencia del pacto Hitler-Stalin, pero cuando Hitler invadió la Unión Soviética en junio de 1941, volvió a despertarse en ellos el antifascismo militante.
Finalmente, en 1953, en virtud del Acta McCarran, que exigía el registro de las organizaciones comunistas, el Fiscal General atendió una petición de la Comisión de Control de las Actividades Subversivas y ordenó a los VALB cumplieran con la ley. El caso se prolongó por espacio de dos años y requirió 4.576 folios de actuaciones y 306 documentos probatorios. Las evidencias son concluyentes: demuestran que los VALB siguieron fielmente la línea del Kremlin durante un período de quince años y que la mayoría de sus dirigentes eran miembros del partido comunista”: Cecil Eby, pp. 420 a 424.
Algunos excombatientes desengañados abandonaron el comunismo, ese fue el caso de William Herrick, Morris Maken (su verdadero apellido era Mickenberg), Robert Gladnick y Aníbal (Humberto) Galleani, que se hacían llamar “Excombatientes Anti-Totalitarios de las Brigadas Internacionales”, por lo que fueron expulsados de los VALB: Peter N. Carroll. La odisea de la brigada Abraham Lincoln. Sevilla, 2005, pp. 304 y ss.
“Por desgracia, para contrarrestar los ataques de desertores, muchos “duros” del Batallón Lincoln se excedían en sus relaciones. Se habían acostumbrado a una interpretación unidimensional de su experiencia española. Enterraron dentro de sí mismos los detalles que podían empañar la causa del Partido o de la República. Con el tiempo, la lealtad se convirtió en una virtud más valiosa que la verdad. Y lo lamentable era que muchos hombres estaban dispuestos a aceptar cínicas alteraciones de la verdad simplemente porque, al hacerlo, reafirmaban su lealtad”: Cecil Eby, pp. 366 y 367.Las Brigadas Internacionales como verdaderos comunistas se pusieron al servicio de Stalin, y como muy bien definió el cardenal Joseph Ratzinger en Toledo en 1989: “La represión de la libertad por el sistema marxista no es una deformación del pensamiento, sino su aplicación lógica”: Alfa y Omega. Madrid, 28 de abril de 2005, p.40.El presidente de Chile y socialista Salvador Allende Gossens, en una reunión con un grupo de periodistas entre los que se encontraba el español Ramón Pi, afirmó: “Los periodistas –los historiadores ni nadie, digo yo- no deben servir a la verdad sino a la revolución”.
Por si a alguien le queda todavía alguna duda, tome nota a lo escrito y publicado en 2003 por el brigadista mejicano Juan Miguel de Mora Vaquerizo: “Cuando cierto tipo de escribientes de historia trata de las B.I., todo su interés se concentra en indagar hasta dónde llegó en el asunto la mano de Stalin. Sé que hubo deserciones en las Brigadas, sé que hubo fusilamientos y problemas, pero yo sólo conviví con gente que había ido allí a morir por la República, es decir, por la libertad. Hoy, seis décadas más tarde, el gobierno de Israel ha perdido la luz, la razón y los sentimientos que motivaron a los judíos de las Brigadas. Los que quieren exterminar a los palestinos no son de aquellos. Son otros judíos”: Cota 666. México, 2003, pp. 41, 55 y 66.
CONFESIÓN DE UN ANTIGUO COMBATIENTE DE LAS BRIGADAS INTERNACIONALES
Figuró en un piquete de ejecución de un grupo de voluntarios catalanes en Quinto y hoy proclama la grandeza de la fe por la que murieron aquellos: AQUÍ.

Finalizado ya este trabajo, hoy 26 de noviembre de 2010, el Parlamento de Rusia reconoce la culpabilidad de Stalin al ordenar la masacre de miles de militares polacos en Katyn. Los vividores de la desmemoria histórica pueden seguir tranquilos porque ni aquí ni allí semejante cosa va a suceder: aquí el PSOE comenzó la Guerra Civil en 1934 y el Gobierno de la República “declaró el Estado de Guerra”, y allí el Parlamento Europeo condena a Franco.
Alguien podrá afirmar que la condena del Parlamento Europeo fue a un Régimen dictatorial que duró 35 años, cierto; pero si el PSOE no hubiese lanzado la Guerra Civil en octubre de 1934 no habría existido un abril de 1939: quien ignora o no quiere condenar el principio carece de legitimidad para condenar el final y sus consecuencias.
Y además, ¿sabían los parlamentarios europeos qué se proponían los socialistas si ganaban la Guerra? Pues según el jefe del Frente Popular, el socialista prosoviético Juan Negrín López, tan socialista como los que llevaron al Parlamento Europeo la propuesta de condena al Régimen de Franco: “No cabe un regreso al viejo parlamentarismo. Sería imposible permitir el “libre juego” de los partidos tal como existían antes, ya que en ese caso la derecha podría forzar de nuevo su acceso al poder. Eso significa que se precisa, o bien una organización política unificada, o una dictadura militar”: España traicionada, p. 584.
Para que el lector pueda seguir completando este trabajo, le remito a la monumental e incomparable labor de Fernando Rodríguez de la Torre: Bibliografía de las Brigadas Internacionales y de la participación de extranjeros a favor de la República (1936-1939). Albacete, 2006. Se puede decir que están hasta ese año, casi todos los libros editados en el mundo sobre las Brigadas Internacionales: 2.317. El autor no se limita a la ficha y reseña de cada libro, sino que trata de presentarlo lo más completo posible, e incluso con amplia crítica a determinados autores.
Una nota aclaratoria fuera de texto pero en su contexto:
Que el derechista José María Aznar López en enero de 1996 rindiese honores y concediese la nacionalidad española a los supervivientes de las Brigadas Internacionales, no pasa de ser otro acto más de ese abyecto sujeto. Ese mismo sujeto fue el que dijo que había que “pasar página” y no quiso investigar el atentado del que fue objeto y en el que murió una española: El Mundo, 25 de abril de 1995 ; ni le resultó sospechoso el chivatazo del Gobierno socialista a ETA para que no fuera detenida su dirección un mes antes del atentado: El Mundo, 16 de agosto de 1995; ni le extrañó la negligencia y pasividad del Gobierno socialista antes y después del atentado: El País, 22 de abril de 1995, p. 15. El Mundo, 19 y 21 de abril de 1995; en definitiva, que no quiso saber nada de por qué querían asesinarle a él y no a “Mister X” responsable máximo del GAL, y no vale eso de la ilógica del terrorismo: a otro tonto con esa bobada. Es el mismo sujeto que intentó llegar a una negociación con la banda asesina de izquierda y secesionista ETA, a la que llamó “Movimiento Vasco de Liberación”: El Mundo, 5 de noviembre de 1998. El mismo que respaldaba las palabras de su secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martí Fluxá –no por casualidad había dejado su puesto de jefe de protocolo de Juan Carlos Borbón Borbón para llevar la negociación- cuando afirmaba “que el problema de ETA terminará “sin vencedores ni vencidos” al final de un “largo proceso”, y que el Gobierno no busca una “rendición total” de ETA”: El Mundo, 28 de noviembre de 1997. (Adición: La ex dirigente del PP vasco María San Gil ha afirmado, que la declaración del entonces presidente del Gobierno de España, José María Aznar López llamando a ETA “Movimiento Vasco de Liberación fue un lapsus de Aznar”: Entrevistada por Periodista Digital el 13 de junio de 2011. Siempre creí que María era una buena persona; pero además ahora ha demostrado que es también una tonta útil). El mismo sujeto que retomó la guerra de Iraq emprendida por otro abyecto sujeto, el izquierdista Felipe González Márquez, “Mister X”, que tuvo la desalmada acción de enviar tropas de remplazo: “los soldados del amor”. El mismo sujeto que ni quiso antes ni quiere ahora investigar el 11-M, no quiere saber nada de los intocables que hurgaron en el nicho del policía Francisco Javier Torronteras Gadea, ni de los intocables que hicieron desaparecer cuatro trenes. En definitiva, al sujeto que entonces para seguir en el Poder pidió reconocimientos y honores para las Brigadas Internacionales, ahora sólo le interesa hacer abdominales, estudiar inglés y escribir e impartir clases de desmemoria a todo tonto que le preste atención.

Gracias por publicarlo.
Hay que leerlo para creerlo, hoy 28 de febrero del 2022:
Unas Brigadas Internacionales para Ucrania: Zelenski pide voluntarios extranjeros
La gente interesada en ayudar a las fuerzas ucranianas debe contactar al responsable de Defensa de la Embajada de Ucrania en su país
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, hizo un llamamiento este domingo a las personas de todo el mundo para que se unan a la guerra contra Rusia. «Cualquiera que quiera unirse a la defensa ucraniana, europea y mundial puede venir y luchar para Ucrania contra los criminales de guerra rusos»:
https://www.elespanol.com/mundo/20220228/brigadas-internacionales-ucrania-zelenski-pide-voluntarios-extranjeros/653434804_0.html
Serán pocos los comunistas de la Brigada Internacional que queden vivos, pero si leen esta noticia no quedará ni uno.
«EMBRIAGADAS INTERNACIONALES»… AYER CON LOS RUSOS Y CONTRA UCRANIANOS, HOY CON LOS UCRANIANOS Y CONTRA LOS RUSOS
https://manuelaguilerapovedano.wordpress.com/2022/03/02/el-pce-y-las-brigadas-internacionales-del-donbass/
«EMBRIAGADAS INTERNACIONALES»… AYER CON LOS RUSOS Y CONTRA LOS UCRANIANOS, HOY CON LOS UCRANIANOS Y CONTRA LOS RUSOS
Gracias al autor por este alarde histórico.
Respecto a Aznar creo D. Ángel que es un «cumplido» calificarle como usted le llama.
Qué se puede esperar del nieto de su abuelo, Manuel Aznar Zubigaray, destacado miembro del PNV de 1936 que retorció su chaqueta para convertirse en embajador de Franco…
Íñigo Caballero
Donostiarra y carlista desde que nací
¡Una gran lección de historia!
De ese «asnar», de ese puerco malnacido que presume de «tableta de chocolate», de ese falsario que dice ser de Valladolid pero nació en Madrid, de ese asqueroso cerdo apestado que no reparó en echarle un gargajo en público, en el Congreso, a la memoria de su propio padre, para así congraciarse con los gochos rojos presididos por «el Imbécil» que al final le sucedió en el gobierno; de ese cabrón con pintas que presume de haberse hecho una foto en Las Azores, aunque fuera de simple mamporrero de un yanki, de la que lo primero que hizo el anfitrión portugués fue borrarse de ella; de ese lamerón perro faldero sifilítico, que lo primero que hizo para encaramarse al poder en Madrid fue ponerle el culo en Barcelona a otro enano de pareja estatura física y moral a la suya, catalufo retaco renegrido que se las da de ario pero que de impune, eso si, vulgar ladrón fundador de una dinastía de ladrones no pasa; de ese mierda que presume de liberal, pero que no es más que un miserable cobarde, que va de chulo pero se riló públicamente y huyó como una zorra sarnosa con el rabo entre las patas para no investigar el mayor atentado crimina cometido en la Europa contemporánea, como fue el de la voladura controlada de cuatro trenes de pasajeros en Madrid la mañana del 11 de marzo de 2004, estando él en el gobierno; de semejante montón de mierda, de ese hijo de la grandísima puta, cuanto más se sabe más cuenta se da uno del pozo sin fondo en el que estamos los españoles y de lo mucho que ese mamarracho contribuyó a ahondarlo. ¡Ojalá Dios se haga alguna vez justicia con semejante inmundicia de apariencia vagamente humana!