El «asombro» de los hipócritas
Ahora van y se asombran… o al menos de cara a la galería, porque de semejantes hipócritas hace mucho que ya nada nos sorprende a los que intentamos guardar la cordura y escapar de la idiocia en que, desde hace décadas –¿incluso algún que otro siglo?– han caído los españoles hasta ser dignos de un estudio psiquiátrico a nivel internacional.
Ahora se asombran, o mejor decir hacen que se asombran, y se escandalizan, o hacen que se escandalizan, cuando Sánchez va a sacar adelante sus falsos presupuestos gracias a Bildu y ERC. Ahora los hipócritas hacen alarde de asombro.
El PSOE ha sido siempre, desde su fundación, un partido criminal; su historia, que está más que documentada, lo avala. Para qué decir del PCE, después IU y ahora Podemos. Y es que el marxismo-leninismo, sea en su vertiente socialista, sea en la comunista, no es otra cosa que una ideología criminal. En España, si cabe, tal vez más que en otros países que «disfrutaron» de ella.
El PSOE y los comunistas siempre han coqueteado y se han terminado acostando con criminales de todo pelaje con tal de hacerse con el poder y más aún para mantenerse en él.
El PSOE, desde su fundación como partido «federal», o sea, antinacional, característica única en el mundo –los comunistas soviéticos y hasta los cubanos, aunque internacionalistas, nunca han dejado de defender a sus respectivas naciones–, ha pugnado por la destrucción de España en ese clásico «divide y vencerás» que aquí han llevado a cabo sobre la base de los secesionismos. Repasen el proceder del PSOE en los años 30 del siglo pasado y verán cómo fue así incluso hasta dejarse sovietizar, es decir, venderse a Moscú.
¿Entonces por qué se «asombran» algunos socialistas de que para mantenerse en el poder Sánchez pacte con Bildu, con ERC y con otras gentes de mal vivir como por ejemplo Podemos, o sea, los comunistas? Sánchez sólo ha seguido el hilo de la historia del PSOE. Sólo se está comportando como un socialista del PSOE. Lo único que hace es ser fiel al ideal socialista. Si para ello tiene que pactar con el Diablo, lo hará… o ya lo ha hecho. Si tiene que acercar o incluso dejar en libertad asesinos, lo hará. Si tiene… lo hará. El PSOE carece de moral y de escrúpulos, es una organización manifiestamente antidemocrática, antiespañola y criminal. ¿Qué esperaban de él? ¿Que hubiera cambiado? Ni con Felipe González, al que muchos miran ahora como el socialismo deseable, pues su lema de los «100 años de honradez» fue tan falso como él, sólo que, ladinamente, comprendió que en aquellos momentos convenía ponerse la piel de cordero; pero si repasan sus mandatos verán que las bases de lo que hoy vemos las puso él con premeditación y alevosía.
Ahora bien, dicho lo anterior, lo que más enerva es ver el «asombro», el escándalo, de los verdaderos hipócritas: los peperos, a los cuales sólo se puede ya calificar de gentuza peor que los sociatas. Porque UCD-AP-PP ha hecho lo mismo que está haciendo ahora Sánchez, y sin pestañear. Peor aún, porque habiendo pactado con el secesionismo –en el hotel Majesty, Aznar, ese hombre «providencial, sentó las bases de la erradicación del español en Cataluña y… en España, que no se olvide–, habiendo pactado con ETA –pues las «tomas de temperatura» eran pactos encubiertos–, habiendo consolidado todo lo hecho por el PSOE –aborto, memoria histórica, eutanasia, etc.–, habiéndose incluso «federalizado» a
imagen y semejanza de él –PP de Cataluña, de Galicia, etc.–, habiendo votado con Bildu –sí, con los etarras–, ERC y Podemos en contra de la moción de censura de VOX –ellos, expertos en abstenciones–, no puede ahora asombrarse ni cacarear, porque ellos son peor que los sociatas, son los máximos traidores a España, a la democracia y a la libertad, son el caballo de Troya del régimen del 78, son la pieza fundamental sin la cual no estaríamos ahora donde estamos, son los que han pervertido y secuestrado, o sea, idiotizado, a la parte sana del pueblo español que era mayoría y que ahora no vale para nada. Así, el «asombro» de Casado y el escándalo de algunos medios y comentaristas afines queriendo poner en evidencia a Sánchez es tan falso como ellos mismos.
Por último: el problema en sí no es el pacto con Bildu o ERC y demás semejantes, no, el problema es que en una supuesta democracia dichos partidos existan, es decir, que sean legales, cuando sus formas y fondos, que nunca han escondido –son más sinceros que nadie y además en público– y sus antecedentes históricos de hace tan sólo siete u ocho décadas acreditan que son organizaciones manifiestamente antidemocráticas y antinacionales, así como criminales. Y tal hecho, o sea, su existencia, su legalización, la han pactado, facilitado, permitido y consolidado no sólo el PSOE, lo cual es lógico, sino el Partido Popular y sus antecesores ideológicos la UCD y AP. Más aún: el PP ha tenido varias mayorías absolutas y nunca ha modificad nuestra nefasta ley electoral –se cambia por mayoría simple– herramienta esencial para permitir que tales organizaciones criminales sean además las que reparten el juego y el bacalao, algo que delata definitiva y patentemente al PP.
¿Por qué entonces se «asombran» y «escandalizan»? Aquellos vientos son la causa de estas tormentas. Hay países que sin complejo alguno impiden que sus enemigos aniden en casa. Aquí es al revés.
¡Hipócritas!

En efecto, no debemos olvidar que el PSOE está de nuevo en el Gobierno de la nación gracias a «los otros»: pacto con toda suerte de formaciones de pelaje nacionalista.
En Canarias nos están llevando a la ruina total, al hambre, ahora propiciando y consintiendo la invasión migratoria (una media de varios centenares de inmigrantes africanos por día). Los indecentes de Nueva Canarias, por ejemplo, que apoyan el pacto con Falconetti Sánchez (a escala local y nacional, donde haga falta), se dedican a propalar tópicos y chorradas: que si la extrema derecha que representa Vox, que si Donald Trump es populismo de extrema derecha…
Palabras vacías, demagógicas, más falsas e infundadas que un Judas de plástico, propias de embusteros y cantamañas cuyo único o siquiera principal interés es seguir mamando de la teta de las administraciones públicas. En la lengua de Sancho Panza: seguir viviendo de la política sin dar palo al agua, ni que insistir que al precio de arruinar Canarias.
Nada de qué extrañarse: estos supuestos «solidarios y progresistas» son esbirros del Nuevo Orden Mundial. Lo malo es que los ciudadanos todavía voten a estos indeseables personajes, en vez de botarlos a la calle con una patada en las mismísimas posaderas (suave, en plan pacifista).
Es nausedabundo esto que ocurre.
Estimado seguidor: exacto. Lo que se está haciendo con Canarias en concreto, y ya que la menta, es repugnante, porque además, por su situación tan cercana al enemigo del Sur habría que cuidarla especialmente, pero parece que se ha decidido abandonarla. Penoso y repugnante. Por otro lado, esos partidos regionalistas… ¿separatistas? con orejeras son todos iguales. Saludos cordiales