El Gral. Dávila Álvarez (R) desbarrando, como siempre

Por B. Díaz del Castillo

9/11/2023 Defensa

El Gral. Dávila Álvarez (R), nieto del que fuera uno de los mejores Generales con los que contó Franco durante y después de la guerra, cuyas virtudes y cualidades desde luego él no ha heredado, sino incluso peor, porque se caracteriza por una soberbia enfermiza que le ciega y ha dejado tan solo como él mismo confiesa, tiene un blog en el que alardea de lo que carece y en el que suele desbarrar no poco. Pues bien, en esta ocasión lo ha hecho mucho, demostrando o bien su ignorancia supina o, peor aún, su cobardía. Elijan lo que quieran.

Dávila ha publicado un artículo titulado «Manifiesto militar» (AQUÍ) en el que echa culpas a diestro y siniestro de la penosa situación a la que hemos llegado, bien que guardándose de no nombrar a nadie en concreto, pues ante todo «nadar y guaardar la ropa». Y no sólo eso, porque ni de refilón culpa al rey (o a los reyes, que ya llevamos dos). Y es que Dávila es un monárquico recalcitrante de esos que a base de bisagrear a los reyes hasta límites insospechados, colabora con ellos en cargarse la monarquía, porque si tal institución está en el alero es en su mayor parte por culpa de ambos monarcas, así como por monárquicos como Dávila que con sus acciones y sobre todo omisiones han venido dando armas al enemigo sin parar desde… que la monarquía fuera instaurada por Franco; a quien debiéndole todo, incluso su legitimidad, han traicionado hasta decir basta.

Pero para el caso que no ocupa, lo peor de todo es la diatriba que Dávila suelta mediante la cual exculpa a las Fuerzas Armadas, a los militares, de la más mínima responsabilidad sobre la grave situación actual, como si ellos no hubieran tenido nada que ver y menos aún tuvieran nada que hacer.

Para ello, Dávila emplea frases como las siguientes: «…no estamos para «Manifiestos», sino para hechos, no militares ni policiales, por ahora, sino políticos y judiciales, (…) ¿Manifiesto militar? No se puede azuzar a los militares cuando la política se deja politizar (…) Porque los militares tienen un deber constitucional que no manejan ellos sino el poder político y su misión que dice «Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional», ha sido ya modulada, vendida y desenmascarada con el beneplácito y el consenso de los poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo (…) Los Ejércitos de España están sometidos al poder político (…) ¿Artículo 8 de la Constitución? Entre todos, y gracias a todos, no existe nada de lo que dice la Ley (…) No usen a los militares como defensa de sus intereses ante el claro fracaso de sus políticas…». Es decir, que para Dávila, las FFAA ni están ni se las debe esperar no sólo ahora, sino  jamás.

Pues no, Dávila, en absoluto. Las FFAA existen y forman parte del cuerpo de la nación, de la Patria, por lo que sufren, o debían sufrir con ella, y por lo que haciendo o inhibiéndose la afectan. Las FFAA tienen una misión sagrada que figura en la Constitución que han jurado cumplir en su Art. 8º, que a su vez figura en el Título Preliminar, que es la base y pilar de toda la Constitución, de todo lo que viene tras él. Esas misiones, por ello, las encomienda el pueblo directamente a las FFAA, no al rey, no al Gobierno, ni siquiera al ministro de Defensa, sino a las FFAA, a los tres Ejército, a los militares, al JEMAD, sí, al él como jefe máximo de ellas, de los tres. Y lo hace así, precisamente porque el pueblo no quiere que el poder político domine y someta a sus caprichos sectarios, politizándolas, a las FFAA. Dávila no tiene ni idea; y parece mentira que pensando así llegara a dónde llegó… ¿sólo por la influyente mano de Juan Carlos I al que por ello rinde pleitesía a pesar de lo que ha sido y es como monarca y como persona?

Más aún. ¿No se da cuenta Dávila de que con ello reniega de su padre que entendió muy bien cuál era la misión sagrada de las FFAA para con España, para con la Patria, para con el pueblo español en situación tan grave como la de ahora? Porque si hubiera pensado como su hijo lo hace, España entonces, sometida al poder político del momento, hubiera sido satelizada por la URSS y medio pueblo español asesinado. Lo mismo que ahora está a un paso de quedar sometida a una tiranía también extranjerizante, además de saltar su unidad e integridad territorial en 17 pedazos como mínimo.

Las FFAA tienen mucho que ver con la situación a la que hemos llegado, mucha culpa les cabe porque por pensar como Dávila, han confundido durante décadas, interesadamente claro, obediencia y disciplina con sumisión y neutralidad con inhibición, aceptando e incluso colaborando con entusiasmo con políticas que, como vemos, han corrompido el ser nacional, han desvirtuado las esencias patrias, nos han dividido, enfrentado, debilitado y, en fin, traicionado a España.

Por eso, las FFAA tienen ahora la oportunidad y el deber de reparar, aún in extremis, la parte que les corresponde del mal general que se ha hecho a España, y actuar conforme a ese Art. 8º en defensa de la integridad territorial de España  –que es entre otras cosas lo que está en juego–, de su unidad, paz, justicia, libertad y de su ordenamiento constitucional. Y si no nos cree a nosotros, crea a alguien tan poco sospechoso como Múgica Hergoz que ya explicó en sesión parlamentaria, costando en el diario de sesiones correspondiente, qué era y es el Art. 8º de la Carta Magna:

“…su misión (de las Fuerzas Armadas), muy por encima de las opiniones en litigio, no puede ser ajena a los problemas de la comunidad objeto de la política de más alto nivel, que mantiene la esencia de la Patria y garantiza la supervivencia del Estado. Esta doctrina militar…. Se identifica con el artículo 1º de la Constitución, que dice: la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que manan todos los poderes del Estado.

… la razón de ser de los ejércitos es la defensa militar de España y su misión la que señale la Constitución, orden constitucional al que la institución está subordinada.

La triple misión que el texto constitucional confiere al Ejército de Tierra, a la Armada y al Ejército del Aire constituye el límite de la paciencia y del combate por la razón cuando la terquedad, el fanatismo o la ignorancia de la realidad que tengan presuntos adversarios obligue al mantenimiento de nuestra comunidad si pugnaran aquellos por la fuerza de su supervivencia”.