El Gral. Martín Bernardi: un llorica cobardica

Martí Bernardi

Hace diez días dimos cuenta de lo ocurrido con el nombramiento del nuevo JEME, es decir, que dimos cuenta de la nueva cacicada de la ínclita marxista-leninista y feminista desorejada Margarita Robles, la del oscuro pasado judicial (AQUÍ). A modo de resumen recordemos que Robles nombró al director de su Gabinete Técnico, el Tte. Gral. Amador Enseñat y Berea, nuevo JEME, al mismo tiempo que cesaba al hasta ese instante y desde hacía cuatro años 2º JEME, el Tte. Gral. Miguel Martín Bernardi, nombrando en su lugar al Tte. Gral. Carlos Palacios Zaforteza. El problema fue que era la primera vez en la historia que el ministro nombraba al 2º JEME, ya que esto lo venía haciendo el nuevo JEME, como es lógico, ya que quién mejor que él para saber y querer tener a su vera como 2º JEME a alguien de su entera confianza; el hecho de que además al Tte. Gral. Martín Bernardi le quedaran tan sólo cuatro meses para irse a la reserva hizo que la cosa chirriara aún más. Incluso el Tte. Gral. Aznar Ladrón, actual Inspector General del Ejército, se quejó de tal proceder, bien que no ante la ministro, claro, que ya sabemos lo que les falta a estos Generales.

Pues bien, el cesado Tte. Gral. Martín Bernardi, a raíz de su patada en el culo, según parece ha adoptado una actitud plañidera y llorica, viéndosele por las esquinas cabizbajo y meditabundo, repitiendo cual enajenado la misma pregunta: «¿Qué es lo que he hecho?»… se supone que para merecer tamaña afrenta, patadón tan monumental y meada tan intensa.

En un discursito improvisado y bajo los efectos narcotizantes del puntapié, el Gral. Martín Bernardi reunió a su gente y, «emocionado», en realidad moqueante, lloroso, con los ojos enrojecidos, o sea, con un aspecto penoso para nada militar, les dijo que estaba “muy afectado”; que la situación para él era “muy dura”; que había recibido «muchas llamadas» de apoyo; que le había preguntado al JEME saliente, su jefe directo hasta ese instante, «¿Qué es lo que he hecho?», el cual le había dicho que no tenía ni puñetera idea, ni siquiera de que le iban a cesar; lo mismo con el JEME entrante, cuya respuesta fue idéntica; que nadie le había dado una explicación, menos aún Robles; que estaba muy triste; que para él era el último día de su carrera militar; que seguía viéndose como un «joven oficial de Infantería» marcado por los valores militares y más en concreto por los de la Legión por donde pasó y… en fin, toda una sarta de blandenguerías y falsedades del mismo estilo. En definitiva, el Gral. Martín Bernardi ofreció a los presentes, y sigue ofreciendo caminando lloroso cual alma en pena a quien le quiere escuchar, una imagen patética, penosa y pobre, aunque real como la vida misma, del bajo nivel de hombría y virilidad común a nuestros Generales, y Almirantes, desde hace décadas.

Gral. Martín Bernardi, ¿qué es lo que ha hecho? Pues llegar a General dejando atrás, por hacer la carrera, su honor y dignidad y con ellos los del Ejército y los de España. ¿Qué es lo que ha hecho? Pues tragar y callar siempre ante las actuaciones incluso anticonstitucionales de los politiquillos de turno. ¿Qué es lo que ha hecho? Pues confundir obediencia y disciplina con sumisión. ¿Qué es lo que ha hecho? Pues ajustarse hasta la hez a lo «políticamente correcto». ¿Qué es lo que ha hecho? Pues hacer la carrera, eso sí, por eso, y por muchas otras entregas, cesiones, cobardías y traiciones, llegó a Teniente General, nada más y nada menos.

Gral. Martín Bernardi, por qué no se pregunta lo contrario, o sea ¿qué es lo que no ha hecho? Pues no ha servido al Ejército, sino a usted mismo. No ha servido a España, sino a su ambición. No se ha opuesto a las cacicadas anteriores de Robles –cesó a otros antes que a usted en similares y aún peores circunstancias–, ni a las de sus predecesores, porque la cosa no es de ahora. No actuó cuando ETA asesinaba a mansalva, compañeros de usted incluidos, ni cuando se «negociaba», en realidad se rendía España a ella y a sus secuaces peneuvistas. No se alzó ante las numerosas  y públicas afrentas a nuestros sagrados símbolos o contra aquellos que sí dieron su vida por salvar a España de caer en la peor de las tiranías, o sea, en la soviétizante, ni cuando la tumba del cofundador de la Legión, por la que usted pasó, fue profanada institucionalmente, tan legionario que dice ser. No se opuso a la constante vulneración en mil formas de nuestra Constitución, en cuyo artículo 8º el pueblo directamente le ha encargado a usted misiones sagradas por encima de cualquier consideración. Y, en fin, son tantas las cosas que nunca ha hecho que podría seguir nombrándolas ad infinitum.

Palacios Zafortea

Para más inri, Gral. Martín Bernardi, una vez pateado por una mindundi, eso sí, que tiene más ovarios que usted y los demás Generales huevos, no los ha tenido para entrar en su despacho y preguntarle a ella «¿Qué es lo que he hecho?», que es  la única que lo sabe, porque bien sabe usted que la respuesta sería: «Ser un mier… coles»… como todos los demás; y mucho menos para cantarle las cuarenta a gritos que se oyeran en Estambul. Como tampoco los ha tenido el nuevo JEME, Tte. Gral. Amador Enseñat y Berea que acepta que le quiten una prerrogativa suya como es la de nombrar al 2º JEME, sentando un precedente por el cual a partir de ahora el ministro nombrará hasta al Cabo Furriel sin tenerles en cuenta a ustedes, «señores Generales». Tampoco los ha tenido para con el nuevo 2º JEME, Tte. Gral. Carlos Palacios Zaforteza, su «compañero», que seguro que sí sabía con antelación que Robles le iba a nombrar en su lugar y que para ello tenía que cesarle a usted y se calló, por lo cual le ha pegado a usted una puñalada trapera de las muchas que se pegan entre ustedes desde hace décadas por… «hacer la carrera». Tampoco los ha tenido para con el actual JEMAD, Almirante «Memo» López Calderón, al que ni se le oye, ni se le ve, ni se le espera porque lo suyo es traer invasores africanos y mirar para otro lado… como los anteriores. Y como tampoco los tienen todos esos que le han llamado porque, si nada más hacer la cacicada Robles, hubieran entrado en su despacho el JEMAD y toda la cúpula militar diciéndole que o daba marcha atrás o se quedaba sin Ejército y no iba a encontrar a mando alguno, de General a Cabo, que poner en sus lugares, otro gallo le cantaría ahora a usted, a todos y a España. Porque si desde hace mucho ustedes hubieran cumplido con su deber, sagrado juramento y hecho honor a sus valores militares, incluidos los de la Legión que cita, y con el Art. 8º de la Constitución, entrando en el despacho del ministro o Presidente del momento, muchas cosas de las que hoy vemos no habrían ocurrido nunca, nunca jamás en España.

En resumen, y para no alargarnos: Tte. Gral. Martín Bernardi, ha tenido usted el final de carrera que se merece, no nos da pena alguna y ahora váyase a casa a llorar como un cobarde y traidor lo que nunca quiso defender ni como soldado ni como español.


13 respuestas a «El Gral. Martín Bernardi: un llorica cobardica»

  1. Este señor llora, el rey por lo visto llora también porque en los nuevos presupuestos generales del Estado no le han subido la asignación que el Gobierno sí se ha subido a sí mismo y a los funcionarios del 2%. Parece que aquí todos se han olvidado de algo que es ley desde tiempos de Viriato: «Roma no paga a traidores» .

    Creo que el artículo retrata con bastante realismo y nitidez lo que son los entresijos en las FFAA, y los «Valores» de la cúpula militar:
    – servilismo casi infantil hacia la casta política del PSOE incluso cuando gobierna el PP, que deja a los siervos de la gleba bajomedievales, a su lado, derecho de pernada incluido, como unos indisciplinados insurrectos adalides de la libertad. Digo del PSOE incluso cuando gobierna el PP, porque entre otros ejemplos recuerdo cuando gobernando Rajoy sacó el Gobierno un Real Decreto para que en los cuarteles de la Guardia civil se volvieran a colocar los carteles con el lema de «todo por la patria» que se habían quitado con Zapatero, y a pesar de que el Real Decreto (ahora no recuerdo su número pero lo puedo buscar) se publicó y entró en vigor nadie hizo caso porque sabían que les iba a traer más cuenta para ascender, cuando volviera a mandar el PSOE, no acatarlo. Sin ninguna consecuencia, de modo que los militares son muy disciplinados para lo que les conviene, para lo que no, no.
    – y luego su otra cualidad que es la de tragapanes, es decir, que si a un compañero lo cesan porque no ha sido lo suficientemente traidor, hay tortas para ocupar el puesto vacante, sin importarles la indignidad de ascender de esta forma.

    Ahora no faltará quien aparezca por esta página a rasgarse las vestiduras, y a fingir unos valores militares que no poseen.

  2. No he oído al Gral Martín Bernardi quejarse solo preguntarse qué había pasado ya que no lo entiende como no o lo o entiende quién no ha vestido el uniforme, los militares aceptan órdenes y las cumplen, la disciplina les obliga a ello, esa disciplina que hace que gente como tú les pueda insultar e intentar humillar, te has equivocado Miguel es más de lo que tú crees a Tgral no legar llorones llegan los príncipes de la milicia y el lo es,

  3. Comandante Bendala:
    No tiene vd ningún derecho a insultar a un oficial del Ejército que sie.ore se ga regido por lo más digno de su espíritu y honor.
    Se considera vd. árbitro de conductas que trata de mancillar con du vitriolica pluma.
    Deje de mirarse su ombligo,.que a nadie le interesa y no ahuyente a muchos que compartiendo alguna de sus críticas se alejan de ellas por no comulgar con su incendiaria prosa.
    Adolfo Coloma
    General de Brigada retirado.

    1. Estimado seguidor: a) ¿comandante Ben… qué?… ¿quién es ese señor? Tal vez se ha equivocado al insertar su comentario. b) Releído el artículo de nuestro colaborador no apreciamos insulto alguno a ningún «oficial del Ejército», pues el artículo se refiere a un General, no a un oficial. Tal vez un error al leer en diagonal el artículo. b) en relación con el Gral. en cuestión sólo hay una descripción verídica y real de su proceder público en esos días. Tal vez nuevo error suyo al despreciar los entrecomillados. Y c) tal vez, Gral. Coloma, quien debe dejarse de mirar el ombligo es usted, del que no conocemos que diera la cara por… España con la que caía estando usted en activo porque, claro, de otra forma sabía muy bien que el Generalato volaba. Su generación de Generales tiene un grado de responsabilidad mayúsculo en lo que hoy sufrimos, porque la cosa ni es caída del cielo ni por azar. En cuanto a cómo se llega a General a la vista está para muchos. Por último dos cosas: a) matar al mensajero no elimina el mensaje y b) esta web no mide los que se acercan o alejan, nuestro afán es muy superior a que gustemos o no, que nos lea quien quiera y quien no quiera que «se aleje», con unos u otros nosotros seguiremos hasta cuando Dios quiera. Saludos cordiales

  4. Aunque en el fondo no le falten razones al autor, resulta difícil de asumir la forma.
    Como bien dice el general Coloma, la prosa es “incendiaria”.
    Y aunque a muchos -o algunos- seguidores de El Español Digital les pueda agradar estas vitriólicas invectivas, a muchos soldados nos resultan penosas.
    ¿El único consuelo? que llegue un día -Dios quiera que no lejano- en que un teniente general entre en el despacho del ministro del ramo y dando un puñetazo sobre la mesa haga saltar los bolígrafos hasta el techo diciéndole: señora -o señor- ministro, soy un teniente general del Ejército de España, no un ujier de Ferraz.
    Y si lo hace como consecuencia de una afrenta a la Institución -como por ejemplo la profanación del sepulcro de Franco- y no por el interés personal que supone un cese, la “clase política” aprenderá a respetar a España y a sus militares.
    Estamos llegando a un momento en que se confunde, disciplina, con mansedumbre.
    La disciplina es una virtud esencial para un militar…. pero ser dócil con el enemigo se llama traición.
    Esperemos que antes de que sea demasiado tarde alguien diga ¡¡¡Desperta ferro!!!
    ¡¡¡Tíembla Roma con la cólera de tus legiones!!!
    O que unos capitanes Daoíz y Velarde, un teniente Ruíz o un alcalde de Móstoles inicien un nuevo Alzamiento Nacional al grito de ¡¡¡España está en peligro!!!
    ¡¡¡Españoles acudid a salvarla!!!
    Y el primer paso puede ser un buen puñetazo sobre la mesa del Ministro de Defensa.
    Lorenzo Fernández Navarro.
    Coronel de Infantería retirado.
    Soldado voluntario para un nuevo alistamiento.

  5. Dejemos a un lado la cursi e insultante prosa del autor de este vomitivo relato, para señalar, que el relator de lo que ocurrió y ocurre con el general Martín Bernardi, respecto a su cese y actitud por las esquinas, aunque fuera cierto lo que dice, cosa que él desde luego no sabe, ya que ninguno de los que han intervenido se lo ha contado, me parece un verdadero lanzador de libelos, que casi seguro desconoce el concepto del honor, sembrando la mierda por donde va, en vez de alabar las cosas buenas, que sin duda todos tenemos, menos el autor de este bodrio. Eres un mal cretino.
    José Amaro Gener

    1. Estimado seguidor: el libro de los gustos sigue escrito en blanco y desde luego, ni el articulista, por lo que sabemos, va de Cervantes, ni tampoco usted a juzgar por su comentario. Los datos que se aportan son ciertos e incuestionables: un General que tras ser vilmente pateado reacciona preguntando «¿qué he hecho?» a los «compañeros» que le están traicionando porque ninguno ha dado la cara por él ni por el nuevo precedente que se sienta; que no ha tenido lo que hay que tener para ir a la única que sabe el por qué y, además, montarle el pollo; que dio un patético discursito a sus directos subordinados en el que «se emocionó», o sea, lloriqueó, y dijo que «quiero ser vuestro capitán»… ergo, no mereció nunca ser General. En cuanto a las cosas buenas diga cuáles, porque cuando se está al frente de algo se juzga sólo por los resultados y siendo 2º JEME y dado cómo están la FAS parece que la labor del General ha sido igual de nefasta que la de los demás. ¿Le ha preguntado el General a sus sustituto por qué aceptó sustituirle sentando así un nuevo precedente de despotismo de Robles? ¿Se lo ha echado en cara? No ha tenido tampoco lo que hay que tener y es que el compañerismo murió hace mucho. Por último: los insultos como el suyo son el rebuzno del ser humano. Saludos cordiales

  6. La crítica indiscriminada, el insulto generalizado (no sé con qué licencia), la acusación inconcreta, el llamamiento a la desobediencia sin sentido de la proporcionalidad… no confiere gran valor ni credibilidad a este desafortunado artículo, cuyo fanatismo no es lo que necesita España.
    También para criticar hay que ser selectivo.
    No soy lector de este medio (me han pasado el enlace del artículo) y creo que coy a seguir sin serlo.

    1. Estimado seguidor: La crítica que vuelca en la primera parte de su comentario sólo son afirmaciones categóricas sin respaldo argumental, lo que las descalifica. Los datos que aporta el articulista son ciertos y comprobados; que haya alguna floritura literaria no desmerece, en absoluto, dichos datos, por cierto publicados exactamente igual por otros medios… claro que con formas más políticamente correctas, con vaselina, pero datos ciertos al fin y al cabo. ¿Fanatismo por decir la verdad de lo ocurrido? Tampoco lo argumenta. Cuando se concentran en un hecho tantas cosas por criticar no se puede, en el espacio de un artículo, ser «selectivo»; eso es básico, pues de otro modo habría que escribir el España Calpe de nuevo. En cuanto a no volver por esta casa está en su derecho que respetamos incondicionalmente. Saludos cordiales

      1. El respaldo argumental que dice echar de menos en mis comentarios lo tiene Vd. muy a mano: es el propio artículo, con sus insulros y su descalificación.
        Que la vida profesional de este militar y de otros varios se califique genericamente de indecente y traidora y encima afirme Vd. que son datos ciertos y contrastados… dejémoslo. Yo solo veo bravuconería y… sí, fanatismo cierto y contrastado

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