QuimTorra-02

El hundimiento

España vuelve así a asombrar al mundo como tantas otras veces a lo largo de la historia de la Humanidad, bien que en esta ocasión por lo malo, por lo estúpido, por lo irracional, por lo incomprensible y por lo absurdo.

Joaquín Torra Pla va a ser investido, si la climatología no lo impide, nuevo capitoste de esa aberración que se ha venido en denominar Comunidad Autónoma de Cataluña, cada día más conocida como «república catalana»; con ello, un nuevo engendro y desperdicio humano, producto de la ideología secesionista destructiva de cerebros sobre la base de la más burda, explícita y profunda falsedad que la España partitocrática ha creado, y sigue y seguirá alimentando, se pondrá a la cabeza de la revolución que asola aquellas provincias españolas desde hace algo más de medio siglo y que no cesa.

r.españaCon él, como con todos los anteriores al menos desde la vuelta de aquel otro descerebrado que fue Tarradellas, de nuevo el proceso revolucionario general que de facto ya ha destruido España, cobrará nuevo impulso, no ante la pasividad de «los otros», cuyos nombres omitimos porque son de sobra conocidos, y porque además no merecen siquiera la mínima deferencia de nombrarles, sino, peor aún, con la aquiescencia de ellos, porque a estas alturas nadie puede negarnos que desde hace ese mismo medio siglo la anti-España que nace de la resaca de nuestra guerra de independencia y de la expansión de las ideas liberales francesas de entonces, y que se potencia con las de la marxista posterior, sólo ha podido crecer, fortalecerse y reproducirse gracias a que la España de verdad no ha dejado de darle de comer de sus propias carnes, en una actitud suicida sobre la que no hay precedente, digna sólo del peor de los psiquiátricos.

España vuelve así a asombrar al mundo como tantas otras veces a lo largo de la historia de la Humanidad, bien que en esta ocasión por lo malo, por lo estúpido, por lo irracional, por lo incomprensible y por lo absurdo.

No existe parangón de una traición tan descarada y amplia por parte de todas nuestras autoridades de toda clase y condición de las últimas décadas, ni de una pasividad tan absoluta ante la propia destrucción de parte del pueblo español de ese mismo periodo de tiempo, por ello, no sé si tenemos lo que nos merecemos o tienen lo que se merecen –excluyéndonos–, pero lo que sí podemos asegurar es que no hay remedio a la vista, a no ser que la Divina Providencia quiera tener para esta España, que no se lo merece, una deferencia especial y haga de motu proprio un milagro cósmico de proporciones siderales dándole la vuelta a la tortilla sin más.

Pero si lo anterior no ocurre, y puesto que no se merece nada hay que reprochar a dicha Providencia, vemos como España, una vez llegada al fondo del pozo, opta sin remisión por escarbar y enlodarse aún más en su podredumbre, siendo tal la degeneración colectiva que nos anega, corroe y destruye que más vale que acabe con todo de una vez para así, desde el solar más plano y seco que vieron los tiempos, poder, tal vez, iniciar lentamente y con gran sufrimiento la reconstrucción de nuestra patria en todos los órdenes con la esperanza de que algún día, desde luego no cercano, vuelva a brillar ocupando el magno puesto que en la historia de la Humanidad le corresponde y que ya ocupara en varias ocasiones anteriores.

Y es que a veces en la vida de los pueblos, como ocurre en el de las personas, sólo ante la realidad y crudeza del total hundimiento puede surgir, si surge, la posibilidad de reaccionar y tomar el camino de la propia redención.

 


2 respuestas a «El hundimiento»

  1. No hay lugar a dudas de que España es diferente, pero mucho; en el futuro será objeto de estudios de alto nivel, psicológicos y sociológicos, para tratar de entender cómo pueden existir sociedades completas y seres humanos tan estúpidos.

    Puede ser un buen laboratorio para probar hipótesis, por ejemplo, si otros seres humanos en las mismas circunstancias serian igualmente incapaces o si razones históricas (que habría que estudiar aparte o simplemente descubrirlas de este modo) han impulsado a ello e igualmente otros con ese mismo desarrollo llegarían al mismo resultado.

    Lo que no hay duda es que representa caso único en el mundo e incomprensible para cualquier otro ser humano; por ello no es de extrañar que otros pueblos, visto nuestro comportamiento, puedan creer fácilmente, que p. e., los terroristas vascos, catalanes, etc. tienen razón, ya que lo admitimos implícitamente, lo promocionamos, subvencionamos y protegemos, por tanto al ser esto incomprensible si esa razón no existiera, no tienen más remedio que creer que tal cosa es cierta y por tanto el país llamado España es tiránico y tales individuos no pertenecen realmente a él, por lo que se encuentran oprimidos.

    Si nosotros fuésemos extranjeros y nos mostrasen, como digo anteriormente, las dadivas, comprensión, protección, financiamiento y razón que damos a estos despropósitos, concluiríamos sin duda que tales razones antiespañolas existen, son lógicas y deben ser comprendidas y protegidas ¡ya que nosotros mismos lo hacemos! Todo lo demás sería absolutamente incomprensible.

    ¿Qué esto es el mayor psiquiátrico que haya conocido la humanidad? En efecto, pero los demás no tienen la culpa de ello, solo nosotros, por lo cual puede que sea merecido. Es cierto que hechos históricos y ataques de otros países (de todo tipo, influencias y financiamientos externos, etc.) pueden haber insuflado en parte esta estupidez actual, pero no explica que tú mismo te suicides porque sí, algo muy diferente y extraño hay en ello. ¿Todo tiene su fin? ¿Cambio de era? ¿Necesidad de constituir España desde cero? ¿No formación del país desde la imposición absoluta cómo otros (Inglaterra, Francia, Alemania, USA, etc: revoluciones cruentísimas y eliminadoras sin más)?

    El tiempo lo dirá.

    José Luis González

    1. Estimado lector:
      Desde luego su comentario es toda una lección, merecedor por su forma y fondo de la mayor difusión posible. Es todo un artículo. Mil gracias.

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