El «indultazo», Nicolás Redondo, es una página más en la larga historia criminal del PSOE

Por Pedro de Alvarado

24/06/2021 España

Ver para creer. Nos llega el artículo que con el título de «El Gobierno tomó el camino que empeora todo. Pero ¿existe una alternativa a la “agenda del reencuentro” de Sánchez?» (AQUÍ) publica la asociación «La España que reúne. Reagrupación institucional» (¿?) (AQUÍ) cuyo presidente es el socialista Nicolás Redondo Terreros; ya saben, el hijo de aquel otro Nicolás Redondo que además de dar por el saco a Franco durante toda su vida, coprotagonizó el escándalo de la PSV que tanto la UGT como el PSOE, y el PP, taparon eficazmente y que los afectados se comieron porque hasta ahí, o sea hasta reconocer la corrupción de sus dirigentes y correligionarios, podían llegar.

El articulito es un completo desperdicio o mejor decir es todo él una basura, un bodrio y una sandez, especialmente porque viene de quien viene. Y es que es indignante cómo los que en el pasado no muy lejano sentaron con sus acciones y omisiones las bases de lo que hoy realiza el dictador Sánchez, o sea el PSOE, que nadie se confunda, aparentan rasgarse las vestiduras, en lo que para nosotros no es más que otro ejercicio de esa hipocresía que, entre otras malas características, aqueja a todo sociata español… mejor decir antiespañol, porque el PSOE es uno de los pilares de la antiEspaña desde su fundación.

Lean ustedes el artículo y seguro que le sacan punta al lápiz. Por nuestra parte, y para no alargar, vamos a limitarnos a algunas pinceladas que nos han llamado la atención especialmente:

• Párrafo 1º.- Ni es un error político, ni jurídico, ni histórico, porque no se trata de un error, sino que el «indultazo» es parte de un plan tan viejo como el propio PSOE para corroer la unidad de España, disgregarla, dividirla y destruirla. Y a las pruebas históricas nos remitimos, así como a esa idea «federal», que en realidad es «confederal» que tienen los sociatas de España –ni saben la diferencia entre una y otra fórmula, ni les importa–, a imagen y semejanza de la de su propio partido.

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  Párrafo 2º al final.- Precisamente de eso se trata. De que no haya consecuencias ni penales ni civiles, de forma que los secesionistas sepan que con el PSOE pueden hacer lo que quieran que nada les va a pasar. Para eso el PSOE va a desnaturalizar el delito de sedición, como ha hecho con otros que pudieran aplicarse no sólo a los secesionistas, sino al propio PSOE que está en la misma dinámica; por ejemplo la reciente despenalización de las injurias al Jefe del Estado, propiciando así el socavamiento del actual ordenamiento constitucional.

• Párrafo 3º.- Hace mucho que España dejó de ser un Estado de Derecho precisamente por la constante vulneración de sus leyes por parte del PSOE. La sociedad española, chutada, aborregada, idiotizada por medio siglo de gobiernos del PSOE y del PP no está reaccionando, sino que traga el «indultazo» como viene tragando por tantas barbaridades que no se tragarían ni en el país más tirado del Tercer Mundo; por ejemplo, ante la inconstitucional, vengativa, grosera e injusta Ley de Memoria Histórica que hace pasar a las víctimas del PSOE por verdugos y a sus criminales verdugos socialistas por víctimas en contra de la historia más que documentada.

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  Párrafo 4º.- Si por partidos «constitucionalistas» entendemos al PSOE, apaga y vámonos, Nicolás Redondo Terreros, porque el PSOE nunca ha asumido ni aceptado ni obedecido ni hecho obedecer la Constitución, sino que siguiendo la máxima de su fundador, el PSOE acata las leyes cuando le favorecen y las vulnera cuando le perjudican, sin el menor respeto a la Carta Magna, a los tribunales –el Supremo se ha declarado radicalmente en contra del «indultazo»–, ni a nada que, aún legal y legítimo, menoscabe su proyecto marxista-revolucionario actual… idéntico al del pasado.

• Párrafo 4º.- La «agenda del reencuentro» del dictador Sánchez, no lo es tanto suya como del PSOE, no siendo más que un eufemismo, una trampa, una estafa, un engaño más para embaucar y desarmar ingenuos e idiotas. Nada hay que «dialogar», ni menos «negociar», con la Generalidad. Nada hay que reencontrar. En cuanto a las transferencias se han tergiversado desde la primera, porque todos, PSOE y PP incluido, han tomado a España como si de una finca de su propiedad se tratara de la cual podían y pueden vender o incluso ceder partes a quien y por las causas que más les interesara en cada momento. La «descentralización administrativa», que es la base de las nefastas autonomías, si se hubiera llevado a acabo como se debía y debe, se hubiera limitado a meras aperturas de oficinas regionales apéndices directos de las centrales y sólo en materias inanes, jamás, por ejemplo, creando policías autonómicas, permitiendo la enseñanza provinciana/separatista de nuestra historia, eliminando el español como única lengua oficial y otro largo etcétera.

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  Párrafo 5º.- De ningún modo se debió nunca permitir lo que el PSOE –y el PP- han permitido desde hace más de cuatro décadas sólo para mantenerse en el poder.

• Párrafo 6º.- El dictador Sánchez ni se ha dejado engañar ni se engaña a sí mismo. Sabe que la fruta está prácticamente madura y quiere ser él quien pase a la historia como el que la recogió. Conoce perfectamente el proyecto marxista-revolucionario, totalitario y antidemocrático, además de antinacional, que desde su fundación a finales del siglo XIX caracteriza al PSOE, y quiere ser él quien pase a la historia por materializarlo. Puede ser un ególatra, además de un tirano, pero eso no implica que sea idiota ni que se engañe. Sabe que los españoles, si han tragado, por ejemplo, por la profanación institucional de la sepultura del Caudillo –que no tiene parangón en la historia de la Humanidad–, están preparados para tragar con… el proyecto marxista-revolucionario de siempre del PSOE. Aunque eso acabe con España y con ellos… qué más da.

Así que, Nicolás Redondo Terreos, el único que puede que se engañe o deje engañar, y tampoco lo creemos, es usted, tan socialista como el dictador Sánchez o Zapatero, o mejor aún como los González, Guerra, Corcuera, Ibarra y otros por el estilo que ahora en público aparentan rasgarse las vestiduras que tienen, todos ustedes tanto como el dictador Sánchez, manchadas con la sangre de la destrucción de España que contemplamos y que puede que no tenga remedio… al menos durante este siglo… y quién sabe si tal vez también durante el siguiente.