El marxismo ni reconoce, ni asume, ni perdona, ni olvida
Entre las muchas nefastas características del marxismo-leninismo, sin duda la ideología más perniciosa que ha visto y que por desgracia sigue viendo la Humanidad, está que nunca reconoce su rotundo fracaso, nunca asume sus culpas, nunca perdona y nunca olvida, lo que la convierte en contumaz bestia revanchista y vengativa. Lo estamos viendo por ejemplo en España desde hace ya medio siglo con respecto al Caudillo y a su incuestionable obra.

Pues bien, ahora le toca el turno a Chile, a ese Chile que sin aprender tampoco de su más reciente historia ha vuelto a colocar a su frente a un marxista-leninista desorejado como es Gabriel Boric, el cual no ha tenido otro gesto más vengativo que realizar, por ahora, que designar para futura ministro de Defensa a Maya Fernández Allende. Sí, como lo leen, nieta de Salvador Allende cuya «gloriosa» trayectoria pueden leer AQUÍ.

Pues bien, Jaime Manuel Ojeda Torrent, Teniente Coronel (R ) del Ejército de Chile, Ingeniero Militar Geógrafo y Profesor Universitario (procesado, tras la muerte del Gral. Pinochet, por supuestas violaciones de los DD.HH. que siempre ha negado) ha dirigido a Boric la siguiente misiva que no tiene desperdicio en la cual le recuerda con toda exactitud la verdad sobre lo que fue Allende.
«Sugerencia del Comandante de Ejército: Jaime Manuel Ojeda Torrent
Veterano del 73.
Del: Comandante en Jefe Institucional.
Al: Señor Gabriel Boric Font, Presidente electo de la Nación.
Presente:
Me dirijo a usted en mi condición de Comandante en Jefe Institucional, conforme a las leyes y reglamentos vigentes, con el fin de reclamar por haber designado como Ministro de Defensa a la señora Maya Fernández Allende.

La designación de la señora Maya Fernández Allende, representa una severa afrenta y humillación para con nuestra institución y su sagrada historia.
El suscrito no pone en duda su derecho legal y constitucional de nombrar sus ministros, pero no puede aceptar la humillación a nuestra sagrada Institución que conlleva la designación que Ud. hace, como Ministra de Defensa, de la señora Fernández Allende.
Su nombramiento, a todas luces, representa una subrepticia forma de vengar a su abuelo, el ex Presidente Salvador Allende Gossens, del cual usted, conforme públicamente lo ha señalado, es admirador.
El único mérito que presenta la señora Maya Fernández Allende, para haber sido designada Ministro de Defensa, es el odio que siente para con las Fuerzas Armadas, las cuales el 11 de Septiembre de 1973, derrocaron a su abuelo
Me es un deber moral, como Comandante en Jefe Institucional, hacerle presente que el ex Presidente Allende, abuelo de la señora Maya Fernández, es reconocido en nuestra historia militar por el profundo daño causado a nuestra sagrada Patria y en particular a nuestra Institución.
El trascendental daño causado por el ex presidente Allende, abuelo de la Ministro de Defensa por usted designada, y sus consecuencias, aún lo pagamos con un inconmensurable daño humano, como es el que han padecido y padecen nuestros Veteranos del 73.
Mi reclamo está basado en los siguientes hechos irrefutables que el ex Presidente Allende, realizó para el logro de su objetivo político de imponer una dictadura comunista en el país:
-Intentó, sin lograrlo, sobornar a todos nuestros altos mandos.
-Trató de infiltrar ideológicamente nuestra Institución y fomentar la división entre oficiales y suboficiales.
-Intentó crear un institución militar paralela a la nuestra, con el apoyo de Luis Fernández Oña, agente enviado por Fidel Castro para tales efectos, y nada menos que padre de la señora Fernández Allende.
-Fomentó la formación, capacitación y entrenamiento guerrillero, con el apoyo humano y material, principalmente de Fidel Castro.
-Sus terroristas del MIR, a quienes fraternalmente llamaba: «Los Jóvenes Idealistas», asesinaron a mansalva a muchos de nuestro personal y Allende graciosamente los amnistió.
-El primer decreto que firmó Allende, una vez que asumió el poder, fue indultar a los terroristas del MIR condenados por asesinatos, asaltos, secuestros y por colocación de bombas.
(Espero que usted no lo imite, amnistiando a los delincuentes terroristas responsables de las explosiones antisociales.)
En consideración a lo anterior, solicito a usted reconsiderar el nombramiento de la ciudadana Maya Fernández Allende, por conformar su designación una clara ofensa a nuestra Institución, a nuestros hombres de ayer, de hoy y del mañana.
De no hacerlo, la señora Maya Fernández, se verá expuesta a que uno de los nuestros, imite la honorabilidad y valentía moral de uno de los militares que se negó a rendir honores a Fidel Castro.
Me refiero al Coronel Alberto Labbé Troncoso (QEPD), cuyo nombre está grabado en letras de oro en la historia de las FF.AA.
Como también, por mínima moral, el suscrito le presentaría su indeclinable renuncia al cargo de Comandante en Jefe Institucional.
Ya que de no renunciar estaría traicionando a mi institución y también a aquellos que, por culpa de Allende, han perdido la vida o se encuentran procesados, condenados, o prisioneros como los Veteranos del 73.
Si bajo resquicios legales se me acusa de deliberar, asumo las consecuencias con la dignidad que amerita mi alto cargo y por mi deber de lealtad de predicar con el ejemplo personal ante mis subalternos.
Lo saluda atentamente, Fdo. Comandante en Jefe Institucional( E,A y/o FA )».

Extraordinaria la carta del militar chileno, pero al respecto he de hacer al menos 3 observaciones.
La primera que en España los altos mandos del Ejército no le llegaron ni a la suela de los zapatos a este militar, esa es la realidad. En España hubiera sido impensable una carta así de ningún General. A lo más que se llegó es a dimitir de Ministro tras la legalización del PCE, pero sin rechistar.
La segunda que se dice, como una de las actuaciones ilícitas de Salvador Allende que:
-Intentó, sin lograrlo, sobornar a todos nuestros altos mandos.
No sé si en España a los altos mandos hubo que sobornarlos o eran ya tan rojos que lo hicieron gratis, pero no me extrañaría lo más mínimo.
La tercera, que este señor demuestra que es un caballero, que su sentido del honor es más propio de un héroe wagneriano pero eso está muy bien para un desfile, para una cena de gala, o para llevar las cuentas y que no se pierda ni un céntimo, pero cuando te enfrentas a unos rufianes, y si algo es el Comunismo es una banda de rufianes, delincuentes y de terroristas, uno no puede conducirse como un caballero porque si lo haces estás en completa desventaja.
Uno puede batirse en duelo espalada con espalda, caminar diez pasos, girarse y dispararse con una pistola de avancarga, pero esto sólo es posible entre caballeros; entre rufianes, -y el Comunismo es la madre de todos los rufianes-, un duelo de esta naturaleza no es posible porque ellos hacen trampas no alguna vez sino siempre y además trampas de todas clases, y te puedes encontrar con que cuando llevas dados tres pasos el contrario se gire y te dispare por la espalda. Ellos son así, lo han sido siempre. Recordemos el lema de Lenin: «Contra los cuerpos, la violencia; contra las almas, la mentira».
Chile ha cometido el mismo error (si es que a estas alturas de la película se puede hablar de error o directamente sería más preciso hablar de traición o cuando menos de torpeza garrafal) que cometió España, el pensar que con esta gente que son los reyes de la mentira, del crimen (porque terrorismo y Comunismo van de la mano, lo fueron desde el principio, y que se lo pregunten a Triosky si no) y del engaño se puede hacer carrera. El que entendió el comunismo en toda su extensión fue el Tte. Coronel (o Coronel que ya no lo recuerdo) del Caso Almería. Si cuando los comunistas se manifestaban en España durante el Franquismo para engañar a los trabajadores con el cuento de las reivindicaciones para luego lo que ha pasado que es que los trabajadores han sido despojados y han perdido todos los derechos que poseían y ya hasta se habla de que los que ahora empiezan su vida laboral es seguro que no tendrán pensiones, y ahora ya nadie se manifiesta, los hubieran recibido con un carro Hetzer lanzallamas no nos veríamos donde estamos.
Dice el artículo:
– (Allende) Fomentó la formación, capacitación y entrenamiento guerrillero, con el apoyo humano y material, principalmente de Fidel Castro.
-Sus terroristas del MIR, a quienes fraternalmente llamaba: «Los Jóvenes Idealistas», asesinaron a mansalva a muchos de nuestro personal y Allende graciosamente los amnistió.
-El primer decreto que firmó Allende, una vez que asumió el poder, fue indultar a los terroristas del MIR condenados por asesinatos, asaltos, secuestros y por colocación de bombas.
Y añade el artículo, a este respecto, entre paréntesis:
(Espero que usted no lo imite, amnistiando a los delincuentes terroristas responsables de las explosiones antisociales.).
Este ya es el primer error, tener a delincuentes terroristas responsables de las explosiones antisociales en la cárcel.
Que me rectifiquen los militares profesionales, con la Convención de Ginebra en la mano una fuerza armada como eran estos terroristas comunistas chilenos o los terroristas comunistas de ETA, FRAP o GRAPO, que no llevan uniforme de ningún ejército regular, que atacan objetivos civiles (recordemos Hipercor entre otros muchos ejemplos) incluso que atacaban a las ambulancias que eso ya es de lo peor que se pude hacer en una guerra , que asesinaban niños y mujeres embarazadas (es famosa la foto de la esposa de un policía muertos ambos en el suelo de un garaje y ella embarazada) y remataban a los heridos en el suelo. No recuerdo el caso concreto pero llegaron a parar una ambulancia que se llevaba a un militar herido en un atentado y detuvieron la ambulancia, lo sacaron y lo remataron a sangre fría. Una banda de asesinos de esta naturaleza tiene la consideración de «partisanos» y conforme a la Convención de Ginebra, si la memoria no me falla, lo que con estos canallas procedía hacer es sacarles la información y ejecutarlos. Si se hubiera actuado conforme a la Convención de Ginebra toda la problemática después no se habría generado. Los que abogan por «humanidad» para estos bandoleros y criminales, luego no tienen la más mínima piedad con sus víctimas o con los de sentido contrario. Si al Cardenal Tarancón, por su complicidad con el terrorismo que D. Blas Piñar narra en su libro «Mi réplica al Cardenal Tarancón», le hubieran aplicado la Ley antiterrorista y lo hubieran ejecutado (a él y a otros como él), ahora España no estaría descristianizada y no nos veríamos como nos vemos. Nadie cumplió con su deber, los militares y policías de alto rango, y los miembros del Gobierno de entonces menos que ningunos otros. Hubo un desconocimiento (dejando a un lado los casos de traición pura y simple) de cómo actúa el Comunismo, el cinismo, la mentira, su desprecio por la vida del contrario, etc. etc., que clamaba al cielo. Con este panorama todo lo que se hizo en Chile para devolver al final el poder a los que habían llevado el pais al borde del precipicio, con la experiencia además de lo que había pasado en España, que la «democracia» no es tal democracia sino un estado totalitario y policiaco de corte bolchevique, donde hasta la Constitución ha perdido su naturaleza de norma jurídica, que todo es un camelo para abrir paso al revanchismo y a la destrucción de la nación, la prostitución de las instituciones y los Poderes del Estado concentrados en la iniquidad y la injusticia, dejarse engañar en Chile no tiene excusa posible. Lamentarse después no sirve para nada, es como abrirle la puerta al sicario disfrazado de repartidor de pizzas o de cartero, cuando le abres la puerta y te dispara con su pistola con silenciador o con su subfusil, ya es tarde.
Al inicio de la Primera guerra mundial algunos oficiales austriacos y prusianos se negaban a tirarse cuerpo a tierra cuando se iniciaba el fuego enemigo porque consideraban que tirarse al suelo era contrario al «honor militar». También el Arma submarina se consideraba una indignidad, eso de atacar sumergido debajo del agua, lanzar los torpedos y huir. Con esta actitud de oficial prusiano de impecable uniforme, con sus brillantes botones metálicos que brillan al sol, no se puede hacer la guerra contra el Comunismo, porque el comunismo es como los ladrones que había en la estación de Atocha cuando dejaban pasar sin billete a los andenes y a los propios trenes, que había un tipo de ladrones que robaban a los distraidos y les robaban la maleta al completo. Todo lo que hacen cuando están «pacíficos» es porque en ese momento dado les interesa aparentar ese «pacifismo» y robarte con esa estratagema, es lo que han hecho en España hasta llegar a donde estamos, una facción asesinaba militares y la otra hacía el paripé. Que los Procuradores de las Cortes de Franco tuvieran tan poco conocimiento de cómo actúan las fuerzas del Comunismo y la Anti-España, cuando apenas habían pasado 40 años desde la República del crimen y la guerra, no tiene perdón de Dios.
La guerra que despliega el Comunismo es una guerra total en toda una serie de planos, no solo en el plano del enfrentamiento armado, sino que este viene precedido de la manipulación de la población y de los centros de poder, del control de los medios de comunicación, de la mentira , la hipocresía en estado puro, y la falsedad a raudales y sin solución de continuidad. Si tienes clara esta realidad, que es una realidad empírica incontestable, no caes en la trampa, del mismo modo que si tienes claro que los terroristas se disfrazan, no le abres la puerta a un «cartero» o al repartidor de la pizza tan alegremente como para que te pegue tres tiros por abrirle en bragas. Así mataron a muchos militares en la transición, leyendo el periódico en el asiento de atrás del coche oficial, como si estuvieran de vacaciones en la Riviera francesa, muertos como corderitos, sin vender caras sus vidas, sin verle las caras a sus asesinos. Muchas medallas pero nulo conocimiento de la guerra subversiva.
Los militares chilenos se tenían que haber opuesto a la transición, no tenían que haber caido en el engaño de las leyes de punto final, ni del camelo de los crímenes de lesa humanidad, que no se si se habrá fijado el lector que el Comunismo ha asesinado a 150 millones de personas (porque los que contabilizan 100 millones no saben sumar) pero ellos nunca son acusados de delitos de lesa Humanidad, esta acusación queda para los que los combatieron. El genocidio de católicos en las ciudades y poblaciones en manos del Frente popular esos no tienen nada que temer, los que atacaron la casa Cuartel de la Gc de Zaragoza y mataron a mujeres y a niños, además de a guardias, esos nunca se ven acusados de delitos de lesa Humanidad, al contrario son los que da certificados luego de pureza de sangre.
Chile, como España no tuvo la formación en desinformación y guerra irregular como para no abrirle la puerta al terrorista disfrazado de cartero que lleva la pistola con silenciador debajo del paquete que aparenta entregar. Una vez que abrió la puerta, y además lo hizo desarmada, recibió los disparos en la cabeza y ya no ha y remedio, España cayó y Chile ha caido también.
La pregunta ante esta evidencia es: ¿ hasta qué punto la imbecilidad social tiene derecho a hacer estéril el sacrificio y el martirio de los héroes que dieron su vida por salvar a España (en 1936-39) o a Chile (en 1973), y volverle abrir las puertas al Caballo de Troya para que consume la destrucción que no pudo culminar en su día?
En mi modesta opinión la imbecilidad social no tiene ese derecho, y en ese trance no tiene derecho tampoco a pedir cuartel. Salut publica suprema lex est. Eso significa que los que tenían en su responsabilidad velar por la patria no tenían que haber permitido que la estupidez volviera abrirle la puerta a los lobos. No lo digo solo desde el punto de vista punitivo sino mucho antes, el no haber permitido una «educación» y unos medios de comunicación que iban preparando el terreno al comunismo, eso no se tenía que haber permitido. Los que pedían libertad de pensa entonces son los mismos que ahora mantienen el monopolio de las televisiones al servicio de la antiEspàña y silencias todas las noticias que no les convienen. Han tenido que pasar 40 años para ver cuán falsos e hipócritas eran entonces. Pero un claro conocimientos de sus verdaderas naturalezas habría permitido ver esto desde el principio, sin tener que esperar 40 años a que consumen la falta de prensa libre que hay en España, que todo forma parte del enemigo.
La lucha contra el Comunismo y la antiEspaña (o en este caso Chile) no es una lucha a la contra, ex post facto, sino una lucha que debe anticiparse al enemigo y neutralizarlo antes de que abra el paracaídas. Los militares españoles en esto están en 1º de parvulitos. En Chile no han debido de estar mucho mejor. Lamentarse a toro pasado por la leche derramada ya no sirve de nada llorar ni lamentarse.
Es mi punto de vista.
¡Extraordinario comentario! La repetición de esas situaciones en la historia y aun en unos mismos países demuestra cuán extremadamente difícil es combatir anticipadamente el mal, dirigido deliberadamente y planeado sin que se pueda percibir, y sólo cuando ya es irremediable y máximamente manifiesto se puede producir la reacción por parte de una minoría heroica, si es que todavía la hay.
Anticipar y prevenir la aparición del mal en la sociedad requeriría de un tipo de gobierno muy concienciado de la naturaleza del problema que enfrenta, y seguramente necesita de la presencia de unas circunstancias adecuadas. Se hizo posible en España con Franco, quizás ahora en Hungría con Orbán o en Rusia con Putin…