El Mesias Preparado (I)
Desde Adán hasta Moisés
(hasta 1725 a. C.)
Preparación de la venida del Mesías
¿Por qué tardó Dios tanto tiempo en enviar al Mesías? Por dos razones principales: 1º Para que humillado el orgullo del hombre por medio de una larga experiencia de sus miserias, reconociese la necesidad que tenía de un libertador, y deseara e implorase de Dios su salvación. 2º Porque así como al primer Adán le precedieron en la tierra creaciones maravillosas, de la misma manera era conveniente que el segundo Adán fuese precedido de un imponente cortejo de hechos prodigiosos destinados a probar su divina misión. “Mas cumplido que fue el tiempo, envió Dios a su Hijo” (Gal., VI, 4)
Esa dilación en enviar al Mesías, ¿puso acaso obstáculo a la salvación de los que vivieron antes de su venida? No, porque la eficacia de la Redención se extiende a toda la humanidad, pasada, presente y futura. “Cristo murió por todos” (II Cor., V, 15) – “El Cordero fue sacrificado desde el principio del mundo” (Apoc., XIII, 8).
¿Cómo preparo Dios la venida del Mesías? 1º Conservando a su pueblo escogido, a pesar de sus numerosas infidelidades. 2° Manteniendo la fe en el Mesías, por medio de figuras y profecías. 3º Ordenando todos los acontecimientos humanos a la venida del Redentor. “Jesucristo es la principal piedra angular” (Efes., II, 20) – “El fin de la leyes Cristo» (Rom., X, 4). (Rom., X, 4).
¿Cómo puede dividirse la historia de la preparación providencial del Mesías? Puede dividirse en cuatro períodos: 1º desde Adán hasta Moisés; 2° desde Moisés hasta David; 3º desde David hasta la cautividad de Babilonia; 4° desde la cautividad de Babilonia hasta la venida de Jesucristo.
Desde Adán hasta Noé
Los primeros patriarcas
¿Cuál fue la misión de Adán en la religión primitiva? Adán, a quien Dios sacó de su pecado (Sab., X, 2) cuando se hubo arrepentido, transmitió a sus hijos la revelación que había recibido en el paraíso terrenal y les enseñó particularmente la fe en el Redentor, la cual es el fundamento de la Religión. De este modo se explica la creencia de todos los pueblos en un libertador.
¿Qué culto tributaban a Dios Caín y Abel? Le ofrecían sacrificios.
¿En qué consistían los sacrificios de Caín? En la ofrenda de frutos de la tierra.
¿Y los de Abel? En la inmolación de las primicias y de lo mejor de su ganado.
¿Por qué esta inmolación de animales? Porque, según los designios de Dios, el pecado debía ser expiado por la muerte cruenta del Mesías. Pero mientras se aguardaba la realización de este misericordioso designio, Dios quiso que en sustitución del hombre culpable fuesen sacrificados animales inocentes para figurar el sacrificio del Calvario. Por tanto el uso de los sacrificios cruentos en todos los pueblos de la antigüedad se explica por una revelación primitiva; mas las naciones paganas profanaron con frecuencia esta práctica inmolando víctimas humanas (esclavos, prisioneros de guerra y hasta niños) contra la voluntad divina y a impulsos del demonio.
¿Con qué condición eran agradables a Dios los sacrificios de cosas animadas e inanimadas? Con la condición de ser ofrecidas con espíritu de fe y de penitencia: de fe, por cuanto no tenían valor sino porque figuraban el sacrificio de Jesucristo; de penitencia, pues uno de los fines de su institución era que el hombre se reconociese culpable y digno de los castigos de la justicia divina. “Sacrificio para Dios es el espíritu atribulado; al corazón contrito y humillado no le despreciarás, oh Dios” (Salmo I, 19).
¿Por qué aceptó Dios los sacrificios de Abel y no los de Caín? Porque Abel, iluminado por la fe, ofrecía a Dios lo mejor que tenía, mientras que Caín, ofuscado por la codicia de los bienes de la tierra, ofrecía lo de menos valía. “La fe es por la que Abel ofreció a Dios un sacrificio más excelente que el de Caín y fue declarado justo” (Hebr., XI, 4).
¿De qué provenía esa carencia de fe en Caín? De sus pasiones, que no quería reprimir. “Caín era hijo del maligno… Sus obras eran malignas” (I Juan III, 12).
¿Le dio a conocer Dios su mal y el remedio que podía curarle? Sí: viéndole Dios irritado y, con el rostro abatido, porque había rechazado su sacrificio, lo exhortó a dominar la concupiscencia y le recordó que la recompensa sería el fruto del buen uso de su libertad (Gen., IV, 6, 7).
¿Se aprovechó Caín de esta paternal lección? Lejos de aprovecharse de ella, invitó a su hermano a salir con él, y cuando estuvieron en el campo lo mató (Gen., IV, 8).
¿Qué pecado añadió al fratricidio? El de desesperar de la misericordia divina: “Mi iniquidad es muy grande, dijo al Señor, para obtener el perdón” (Gen., IV, 13). En Caín había orgullo, resentimiento y hasta remordimientos, pero no verdadero arrepentimiento, porque sus vicios le habían hecho perder la fe en el Mesías redentor.
¿Cuál fue la conduela de los descendientes de Caín? Los descendientes de Caín fueron perversos como él.
¿Abandonó Dios a la humanidad a la perdición? Dios concedió a Eva otro hijo que se llamó Set y éste fue justo como Abel, y sus descendientes fueron llamados hijos de Dios, por oposición a los malvados, a quienes la Sagrada Escritura llama hijos de los hombres.
¿Cuál fue la posteridad de Set hasta el diluvio? Los descendientes de Set fueron Enós, Cainán, Malaleel, Jared, Enoc, Matusalén y Lamec, padre de Noé.
¿Qué nos dice el Génesis de Enós, hijo de Set? Que estableció algunas prácticas públicas para honrar a Dios. “Enós comenzó a invocar el nombre del Señor” (Gen., IV, 26).
¿Qué particularidad presenta la vida de los patriarcas antediluvianos? La de una extraordinaria longevidad confirmada por la tradición de todos los pueblos antiguos.
¿Cuáles fueron sus causas? Probablemente una constitución física más robusta del hombre, y condiciones climatológicas más ventajosas que después del diluvio.
¿Cuál era la razón providencial de esa longevidad? El facilitar la multiplicación de la especie humana, y sobre todo, conservar mejor el depósito de las verdades reveladas.
Corrupción del hombre
¿Fue fiel a Dios mucho tiempo la descendencia de Set? Los hijos de Dios no tardaron en pervertirse a consecuencia de las alianzas que contrajeron con los hijos de los hombres. “Todos los pensamientos del corazón eran inclinados al mal en todo tiempo” (Gen., VI, 5).
¿Qué hizo Dios para hacer volver a los hombres al camino de la justicia? Les hizo anunciar por Enoc un gran castigo si no se convertían.
¿Quién era Enoc? Enoc era un descendiente de Set y el séptimo de los patriarcas. Fue arrebatado milagrosamente del mundo al que volverá con Elías al fin de los tiempos para combatir al Anticristo. “Enoc agradó a Dios y fue trasladado al paraíso, para predicar a las gentes penitencia” (Ecli., XLIV, 16)(Hebr., XI, 5).
¿Se convirtieron los hombres? No: el mal fue aumentándose cada vez más, haciéndose universal la corrupción, de tal modo que la malicia de los hombres llegó al mayor extremo (Gen., VI, 5). “Y dijo Dios: No permanecerá mi espíritu en el hombre para siempre, porque carne es” (Gen., VI, 3).
¿Qué hizo Dios al ver tamaña perversidad? Arrepintióse de haber hecho al hombre, y con el corazón lleno de pena, dijo: “Raeré de la haz de la tierra al hombre que he criado, desde el hombre hasta los animales” (Gen., VI, 6, 7).
¿No halló nadie gracia delante de Dios? Sólo Noé, hijo de Lamec y nieto de Matusalén, halló gracia delante de Dios, porque era justo y perfecto en medio de la general corrupción. “Noé fue hallado perfecto, justo, y en el tiempo de la ira fue hecha reconciliación” (Ecli., XLIV, 17).
Desde Noé hasta Abraham
El diluvio
¿Qué hizo Dios para conservar a Noé y a su familia? Después de haberle anunciado la exterminación de la especie humana, Dios mandó a Noé que construyera una arca, en la cual habían de entrar él y su familia, así como siete pares de animales puros y dos de animales impuros para que pudieran repoblar la tierra.
¿Cuánto tiempo tardó Noé en construir el arca? Cien años, durante los cuales no cesó de predicar la penitencia y de anunciar a sus contemporáneos los castigos con que Dios los amenazaba, mas ellos no dieron crédito a su palabra. “Por la fe, avisado Noé de Dios sobre las cosas que aún no se veían, con temor fue construyendo el arca para salvación de su familia, y construyéndola condenó al mundo; y fuí instituido heredero de la justicia, que se adquiere por la fe” (Hebr., XI, 7).
¿Qué vida llevaban los hombres? Una vida enteramente carnal, como nos lo enseña Nuestro Señor Jesucristo, cuando los compara a los hombres que vivirán al fin de los tiempos. “Lo que sucedió en los días de Noé, eso mismo sucederá en la venida del Hijo del hombre: Porque así como en los días anteriores al diluvio proseguían los hombres comiendo y bebiendo, casándose y casando a sus hijos, hasta el día mismo de la entrada de Noé en el arca, y no pensaron en el diluvio hasta que lo vieron comenzado, y los arrebató a todos; así sucederá en la venida del Hijo del hombre” (Mat., XXIV, 37-39).
¿Cómo cumplió Dios su decreto de exterminio? Haciendo caer del cielo durante cuarenta días lluvias torrenciales que cubrieron la tierra y anegaron a todos los hombres, excepto a los que estaban dentro del arca.
¿Se halla relatado el diluvio tan sólo por el Génesis? El relato de Moisés acerca del diluvio se halla confirmado por las tradiciones de todos los pueblos. En las ruinas de Nínive se encontró hace algunos años una inscripción cuneiforme que menciona las circunstancias principales de ese memorable acontecimiento. Esta inscripción se remonta a 660 años antes de Jesucristo, y es copia de un original escrito unos dieciocho siglos antes.
¿Cubrieron las, aguas del diluvio toda la superficie de la tierra? Puédese admitir, con un gran número de comentadores, que sólo inundaron la tierra habitada, que no hicieron perecer sino los animales conocidos de Noé y de Moisés. Esta interpretación hace desaparecer todas las dificultades que acerca del diluvio se han presentado.
¿Se convirtieron algunos hombres cuando sucedió el diluvio? Sí, pues como nos lo enseña el apóstol San Pedro, sus almas se hallaban en el limbo cuando Nuestro Señor bajó a él. “Cristofue también a predicar a los espíritus encarcelados, que habían sido incrédulos en otro tiempo, cuando les estaba esperando aquella paciencia de Dios en los días de Noé, al fabricarse el arca, en la cual pocas personas, es a saber ocho, se salvaron en medio del agua” (Pedro III, 19, 20).
¿Qué hizo Noé al salir del arca? Erigir un altar al Señor; luego tomando de todos los cuadrúpedos y de todas las aves puras los ofreció en holocausto sobre el altar.
¿Fue agradable a Dios este sacrificio? Sí, puesto que Dios renovó a Noé y a sus hijos la bendición dada al primer hombre: “Creced y multiplicaos, y poblad la tierra” (Gen., IX, 1). Les permitió comer de todo lo que se muere y vive sobre la tierra excepto carne con su sangre. (Gen., IX, 3, 4).
¿Por qué hizo Dios esta prohibición? Para inspirar horror a la sangre. “Todo el que derramare sangre humana, será derramada su sangre: porque a imagen de Dios es hecho el hombre” (Gen., IX, 6).
¿Qué promesas hizo Dios? Declaró a Noé que no volvería a maldecir la yerra por causa de los hombres, y que ya no haría perecer alma viviente por medio de un nuevo diluvio.
¿Qué señal dio de su alianza con los hombres? El arco iris. “Pondré mi arco en las nubes, y será señal de alianza entre mí y entre la tierra” (Gen., IX, 13)
¿Cuál fue la misión de Noé en la religión primitiva? Noé transmitió a sus hijos los dogmas y preceptos revelados por Dios, y les enseñó la fe en el Redentor, como lo había hecho Adán.
¿Qué profetizó a sus hijos? Noé predijo a Sem que el Mesías nacería de su descendencia; a Jafet, que su posteridad se convertiría al Mesías; y a Cam, que sus descendientes serían reducidos a esclavitud. Cuando Noé salió de su embriaguez y supo el proceder culpable de su segundo hijo exclamó: “Maldito Canaán (hijo de Cam), siervo será de los siervos de sus hermanos. Y añadió: Bendito el Señor Dios de Sem, sea Canaán siervo de él. Ensanche Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem, y sea Canaán siervo de él” (Gen., IX, 25-27).
¿Se ha cumplido esta profecía? Sí, pues Sem ha sido el ascendiente del Mesías; los Gentiles, descendientes de Jafet, han disfrutado de gran prosperidad material y participado de las ventajas espirituales de Sem al convertirse al cristianismo; y los pueblos camitas han sido dominados en todas partes por los Semitas y los Arios, hijos de Jafet.
La torre de Babel – La idolatría
¿Qué hicieron los hombres después del diluvio para inmortalizar su nombre? Habiéndose multiplicado considerablemente, antes de dispersarse, quisieron edificar una ciudad y una torre en la llanura de Senaar, o de Babilonia.
¿Agradó a Dios esta empresa? No, porque estaba inspirada por el orgullo.
¿Cómo abatió Dios el orgullo de los hombres? Confundiendo su lenguaje. “Venid pues, dijo el Padre a su Verbo y a su Espíritu, descendamos y confundamos allí su lengua, de manera que ninguno entienda el lenguaje de su compañero” (Gen., XI, 7).
¿Cuáles fueron las consecuencias de este castigo? 1ª Como los hombres no pudieron ya entenderse, se vieron obligados a abandonar la obra, que se llamó torre de Babel, es decir, de confusión. 2ª La lengua primitiva se dividió en varias lenguas distintas, por lo cual los descendientes de Noé tuvieron que dispersarse y formar varias naciones, diseminadas por toda la tierra.
¿Se conservó mucho tiempo sin menoscabo la religión primitiva? No, pues no tardó en alterarse y en dar lugar a la idolatría.
¿Cuál fue la causa de la idolatría? El desprecio de las antiguas tradiciones y el envilecimiento de la razón, que no pudiendo elevarse sino con trabajo a las cosas intelectuales, confundió pronto la noción de Dios con la de la criatura, de tal manera que desde entonces los hombres no quisieron ya adorar sino lo que impresionaba sus sentidos y halagaba sus pasiones.
¿Qué debemos pensar de esta adoración de la criatura? Que era una locura y un crimen. “Los ídolos son cosas vanas, y obra digna de risa” (Jerem., X, 15) – “ Ni aun a éstos (a los idólatras) se les debe perdonar, porque si pudieron saber tanto, que podían hacer concepto del mundo: ¿cómo con mayor facilidad no hallaron al Señor de él? (Sab., XIII, 8, 9).
¿Qué resolvió hacer el Señor en vista del universal naufragio de la fe? Resolvió formar un pueblo que fuese depositario de las verdades primitivamente reveladas y que preparara las vías al Mesías difundiendo la verdad en medio de las naciones paganas.
Desde Abraham hasta Moisés
Vocación de Abraham
¿A quién escogió Dios para ser padre de su pueblo? A Abraham, varón justo, de la descendencia de Sem, oriundo de Ur, en Caldea, que contaba entre sus ascendientes a Heber, de donde viene, según algunos, el nombre de Hebreos dado a sus descendientes.
¿Qué promesas le hizo Dios? Dios le hizo dos promesas: la primera fue que la tierra de Canaán sería dada a su posteridad; y la segunda, que todas las naciones serían benditas en el Mesías que saldría de su descendencia.
¿Dónde estaba situada la tierra de Canaán? La tierra de Canaán, o la Palestina, era el centro del mundo conocido, Por su situaci6n entre Egipto, Arabia, Siria, Caldea y Asiria, y por los puertos famosos de Tiro y Sidón, podía relacionarse con las comarcas más remotas.
¿Por qué colocó Dios a su pueblo en medio de las naciones infieles? Para recordarles las creencias primitivas y particularmente la creencia en el futuro Redentor.
¿Qué eran los cananeos entre los cuales fue a residir Abrabán? Eran hombres a quienes Dios abominaba por causa de sus obras odiosas y de su culto abominable. “Mataban a sus propios hijos sin misericordia, y comían las entrañas humanas, y tragaban sangre” (Sab., XII, 5).
¿Cuál fue la señal de la alianza de Dios con Abraham? La circuncisión. “Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu posteridad después de ti: todo varón de entre vosotros será circuncidado” (Gen., XVII, 10).
¿Cómo correspondió Abrahán a la vocación divina? Con la fe más admirable y una obediencia a toda prueba. “Por la fe, aquel que recibió el nombre de Abrahán obedeció, y se puso en camino, no sabiendo adónde iba. Por la fe, habitó en la tierra que se le había prometido, como en tierra extraña…Porque tenía: puesta la mira en aquella ciudad de fundamentos, cuyo arquitecto y fundador es Dios. Por la fe, también la misma Sara siendo estéril recibió virtud de concebir un hijo, por más que la edad fuese ya pasada… Por la fe, Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el mismo que había recibido las promesas, ofrecía al unigénito suyo, aunque se le había dicho: de Isaac saldrá la descendencia que llevará tu nombre” (Hebr., XI, 18).
¿Qué nombre mereció Abraham por su fe? El nombre de padre de los creyentes.
¿Cómo justificó Abraham este nombre? Abraham es el padre de los Gentiles creyentes, puesto que fue justificado antes de la circuncisión por su fe en el Mesías; es también el padre de los Judíos creyentes, porque después de la circuncisión fue constantemente justo e irreprochable ante Dios (Rom., IV, 23-25).
¿Qué virtudes de Abrahán menciona el Génesis? Su humildad y generosidad cuando se levantó querella entre sus criados y los de Lot (Gen., XIII, 7-9); su animosa intervención en libertar a Lot (Gen., XIV, 14) que llevaban prisionero los reyes vencedores de Sodoma y Gomorra; su desinterés cuando después de su victoria dio a Melquisedech el diezmo del botín y no quiso guardar nada para si (Gen., XIV, 20-24); su hospitalidad con los tres ángeles, a quienes tornó al principio por viajeros (Gen., XVIII, 1-6); su caritativa intercesión con Dios en favor de Sodoma y Gomorra para que el justo no pereciese con el impío (Gen., XVIII, 17-33); su horror a aliarse con los enemigos de Dios, cuando hizo jurar a su criado Eliecer que no tornaría esposa para su hijo entre las hijas de los cananeos (Gen., XXIV, 3). (Gen., XVIII, 1-6); su caritativa intercesión con Dios en favor de Sodoma y Gomorra para que el justo no pereciese con el impío (Gen., XVIII, 17-33); su horror a aliarse con los enemigos de Dios, cuando hizo jurar a su criado Eliecer que no tornaría esposa para su hijo entre las hijas de los cananeos (Gen., XXIV, 3).
¿Cuál fue la recompensa de virtudes tan admirables? Dios mismo, “Yo soy tu protector, y tu galardón grande sobre manera” (Gen., XV, 1).
Isaac y Jacob
¿Con qué especial protección fueron favorecidos Isaac y Jacob? Herederos de las divinas promesas hechas a su padre Abraham, Isaac y Jacob fueron como él iluminados, guiados en sus caminos y protegidos por la acción sobrenatural de Dios, quien se llama a menudo, en la Sagrada Escritura, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.
¿Esperaban Isaac y Jacob una recompensa terrena por su fe y obediencia? De ningún modo. De ellos; como de Abraham, ha dicho San Pablo: “Todos estos vinieron a morir en su fe, sin haber recibido los bienes que se les habían prometido, contentándose con mirarlos de lejos y saludarlos, y confesando ser peregrinos y huéspedes sobre la tierra” (Hebr., XI, 7).
¿Cuál era la patria que deseaban? Una patria mejor que la de este mundo, es decir, la patria celestial. “Dios no se desdeña de llamarse Dios de ellos, como que les tenía preparada ciudad” (Hebr., XI, 16).
¿Quiénes fueron los hijos de Jacob? Jacob tuvo doce hijos que fueron cabezas de las doce tribus de Israel, y son: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Dan, Neftalí, Gad, Aser, José y Benjamín.
¿En qué país moraron los Israelitas antes de entrar en la tierra de Canaán? Moraron por espacio de unos doscientos años en Egipto, adonde se había retirado Jacob con su familia cuando supo que su hijo José desempeñaba las funciones de primer ministro del rey de aquel país.
¿Por qué no les concedió Dios en seguida la posesión de la tierra de Canaán? Porque Dios quería: 1º Esperar para castigar a los amorreos la tribu principal de Canaán, a que hubiesen colmado la medida de sus iniquidades. 2º Dar tiempo a los hebreos para que se multiplicaran, a fin de que así pudiesen posesionarse a viva fuerza de la Tierra prometida, y exterminar a sus habitantes. 3° Ejercitarlos en la fe y la paciencia por una larga cautividad, cuya milagrosa terminación les excitara a bendecir a su libertad y cantar eternamente sus misericordias.
¿Qué notable predicción relativa al Mesías hizo Jacob antes de morir? Después que Jacob hubo bendecido a cada uno de sus hijos y les hubo anunciado su futuro destino, predijo a Judá que de su tribu saldría el Deseado de las naciones. “No será quitado de Judá él cetro, y de su muslo el caudillo hasta que venga El que ha de ser enviado, y él será la expectación de las gentes” (Gen., XLIX, 10).
Job
¿Qué santo patriarca vivía en Arabia mientras los israelitas moraban en Egipto? El santo patriarca Job, descendiente de Esaú, hombre justo y temeroso de Dios.
¿Qué resplandeció más en Job? La paciencia heroica en sufrir los horribles males con que, por permiso de Dios, le afligió Satanás.
¿De dónde procedía esa heroica paciencia? De su fe y esperanza en el Redentor y en la resurrección gloriosa. “Yo sé que vive mi Redentor, y que en el último día he de resucitar de la tierra; y de nuevo he de ser rodeado de mi piel, y en mi carne veré a mi Dios, a quien he de ver yo mismo, y mis ojos lo han de mirar, esta mi esperanza está depositada en mi pecho” (Job, XIX, 25, 27).
Religión patriarcal
¿Qué se llama religión patriarcal? LIámase religión patriarcal, o primitiva, la que profesaron los adoradores del verdadero Dios antes de la venida del Mesías.
¿Cuáles eran los dogmas de la religión patriarcal? Los principales eran los siguientes: la existencia de un solo Dios, criador de las cosas visibles e invisibles; la existencia de los ángeles buenos y malos; la inmortalidad del alma; el destino sobrenatural del hombre; la caída del primer hombre y el pecado original, y, sobre todo, la esperanza en el Redentor prometido.
¿Cuál era la moral de la religión primitiva? La moral de la religión primitiva comprendía : 1º La ley natural formulada más tarde en el Decálogo; 2º La obligación de tender a Dios por medio de las virtudes sobrenaturales de fe, esperanza y caridad. 3º Algunos preceptos positivos referentes al culto, tales como los sacrificios que figuraban en le redención, la santificación del séptimo día, y tal vez, la obligación de abstenerse de la carne de ciertos animales.
¿En qué consistía el culto de la religión privada? En la oración y el sacrificio. Los sacrificios se ofrecían sobre altares. Además de los altares, los patriarcas tenía costumbre de levantar piedras monumentales consagradas por ellos mismos por una unción de óleo, en los lugares en los que habían tenido alguna visión celestial.
¿Cómo podía borrarse el pecado original en la religión primitiva? Se borraba, lo mismos en los niños que en los adultos, por alguna señal de fe, a lo menos implícita, en el Redentor venidero.
¿Cómo se obtenía el perdón de los pecados actuales? Por el arrepentimiento.
¿Quiénes eran los sacerdotes de la religión primitiva? Los padres de familia a los primogénitos. A ellos correspondía, además de ejercer las funciones sacerdotales, el cuidado de conservar la religión y de enseñar a los niños.
RESUMEN
Preparación de la venida del Mesías.– El Mesías se hizo esperar durante largos siglos a fin de que el hombre que había pecado por orgullo fuese humillado por la experiencia de sus miserias, y para preparar la Redención por medio de una larga serie de hechos maravillosos – La historia de la preparación providencial del Mesías puede dividirse en cuatro periodos. El primero comprende desde Adán hasta Moisés.
ler Periodo: Desde Adán hasta Moisés.- Adán transmitió a sus hijos la fe en el Redentor. El Señor aceptó los sacrificios que ofrecía Abel con espíritu de fe y de penitencia, y rechazó los de Caín. Abel murió víctima de la envidia de su hermano, y fue sustituido por Set, que imitó su justicia. A los descendientes de Set se les llamó hijos de Dios, en oposición a los de Caín, quienes la Sagrada Escritura llama hijos de los hombres – La longevidad de los primeros patriarcas tenía por fin, en los designios de Dios, facilitar la multiplicación de la especie humana, y sobre todo conservar el depósito de las verdades reveladas. Habiéndose pervertido los hijos de Dios, Enoc les predijo un gran castigo si no se convertían. La corrupción se hizo general, y Dios resolvió aniquilar a los hombres por medio de un diluvio, a excepción de Noé que fue hallado justo.
Desde Noé hasta Abraham.- Dios mandó a Noé que construyera una arca. Este hombre justo trabajó durante cien años en construirla, predicando al mismo tiempo la penitencia y anunciando a todos las divinas venganzas. En el diluvio perecieron todos los hombres, excepto Noé y su familia. Al salir del arca, ofreció Noé holocaustos al Señor. Entonces hizo Dios alianza con la humanidad, dándole el arco iris como señal de la misma. Noé transmitió á sus hijos la fe en el Redentor, como lo había hecho Adán. Luego que los hombres se hubieron multiplicado, quisieron, antes de separarse, edificar una torre que eternizara su memoria. El Señor se opuso a este orgulloso proyecto confundiéndoles las lenguas; por lo que se vieron obligados a dispersarse. La religión primitiva se alteró poco a poco y la idolatría se hizo pronto universal. Entonces fue cuando la Providencia resolvió formar un pueblo que había de ser depositario de las verdades primitivamente reveladas.
Desde Abraham hasta Moisés.– Dios escogió a Abrahán para hacerle padre de su pueblo; le prometió que daría a su posteridad la tierra de Canaán, y que el Mesías saldría de su raza. Abrahán respondió a la vocación divina con una fe admirable y una obediencia a toda prueba. Isaac y Jacob, herederos de las promesas divinas hechas a Abraham, fueron guiados, como él, por la acción sobrenatural de Dios. Al morir Jacob predijo a su cuarto hijo, Judá, que de su descendencia saldría el Mesías. Durante la permanencia de los israelitas en Egipto, Dios suscitó en Arabia al santo Job, admirable por su fidelidad a Dios y por su paciencia en las adversidades.
Religión patriarcal.– Llámase religión patriarcal o primitiva la que fue profesada antes de Moisés por los adoradores del verdadero Dios. Sus principales dogmas eran: la exístencia de un solo Dios, y de los ángeles buenos y malos, la inmortalidad del alma, el pecado original y la esperanza de la redención futura. Su moral comprendía la ley natural y la obligación de tender a Dios por medio de las virtudes sobrenaturales. Su culto consistía en la oración y el sacrificio, así como en la observancia de algunos preceptos positivos. Eran sacerdotes de la religión palriarca los padres de familia o los primogénitos.