El pacto de las actas de ETA

Han salido a la palestra las denominadas “actas de ETA”, documentos que recogen la vergonzosa y repugnante traición de Rodríguez Zapatero y el PSOE a España –una vez más—, las cuales, por su contenido, merecen lugar especial en los anales de lo peor de nuestra historia.

Pero, además del silencio mediático y político mayoritario que cubre tales revelaciones, pues su difusión viene siendo más que mediocre, hay detalles que ni siquiera los que hablan de tan penoso asunto dicen, como son:

  • Que “negociar con ETA” lo hicieron Felipe González, Aznar y Rajoy, es decir, todos los presidentes, y con ellos todos los partidos de la “democracia”.
  • Que también lo hizo Suárez.
  • Que dichos contubernios han estado siempre amparados por la Corona; que, aunque cantó aquello de “pío, pío, que yo no he sido”, estuvo siempre al tanto.
  • Que todo obedece a un pacto tácito firmado hace décadas con el PNV; inspirador intelectual e ideológico de ETA.
  • Que la Iglesia ha bendecido siempre tales “negociaciones”.
  • Que todo ha sido una enorme farsa, un teatro macabro, villano y vomitivo en el que los espectadores caían como moscas, incluidos niños.

Por todo ello, las actas de ETA que ahora se desvelan, nos dan la razón cuando desde hace décadas siempre hemos sostenido, frente a tanto idiota y traidor, que todo, todo, estaba pactado. Sólo que la “obra” era tan complicada, y tantos los “actores”, que era normal que, de vez en cuando, a alguno de ellos se le olvidara el “guión”, se saliera de “cuadro” y volverle al redil llevara su tiempo.

La clave de por qué se desvelan ahora tales acuerdos, que no es casual, no lo duden, es que va viento en popa la operación, si cabe aún más repugnante, que no es otra que la de terminar lavando la cara a ETA, y las “actas” son pieza esencial, porque bien presentadas, y si lo analizan así se está haciendo, van a avalar algo tan terrible como que los asesinos eran hombres “pacíficos”, personas “dialogantes», buscadores de “la paz”, partidarios de soluciones “civilizadas”, que, frente a la “otra parte” que no se avenía a ello, no tuvieron más remedio que … matar, lo que dejaron de hacer cuando esa «otra parte» entró en razón, avalando así la «postura» etarra.

No es casual que salgan a la luz ahora, precisamente ahora, tales “actas” cuando la disolución de España va a marchas forzadas ante la pasividad e inanidad de todos. Que nos enteremos de lo que siempre no sólo sospechamos, sino supimos. Por eso, lo que ahora contemplamos no es más que una escena más de esa gran tragedia que supone la traición más vil a España y a los españoles de todas las múltiples que venimos contemplando desde hace varias décadas.

¿Y las Fuerzas Armadas? ¿Y nuestros aguerridos y patriotas militares? ¿No tienen nada que decir?

Para El Correo de Madrid


3 respuestas a «El pacto de las actas de ETA»

  1. Espectacular el artículo. Verguenza les debería de dar a los que se ven reflejados en el mismo. La ETA ha gozado siempre de un alto grado de IMPUNIDAD, que ya se aseguró ab initio derogando a 3 meses de la muerte de Franco la Ley antiterrorista que daba verdadera respuesta jurídica y ética al hecho terrorista. YA que no hay perspectiva de Justicia terrena, que Dios en Su Recta Justicia se lo demande a todos ellos sin excepción.
    En cuanto a los militares, comprenda usted que para muchos no se puede perder el tiempo en este tema cuando están empeñados en sus competiciones de pádel, en sus cenas, y en sus cosas. Usted ya me entiende que lo primero es lo primero, y lo primero es mirar el BOD todos los días a ver si publican ya la convocatoria para el ascenso.
    Enhorabuena para suplir usted solo con su magnífico artículo las carencias de muchos.

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