El Partido Popular está en el ajo

La historia del Partido Popular, desde sus comienzos, es decir, UCD-Alianza Popular, demuestra a estas alturas algo que resulta trascendental: que es la piedra angular del Régimen del 78 que, tras casi medio siglo de existencia, ha llevado a España al punto de no retorno en que se encuentra hoy. Tanto es así que podemos afirmar que si el PP no hubiera sido el PP, o sea UCD-AP-PP, el PSOE no sería lo que es ahora, ni España se encontraría en la tan penosa situación como se encuentra.

Y es que el PP eligió, y además voluntariamente, ser lo que es: el encargado de desnaturalizar, disolver e incluso destruir a la parte del pueblo español que al menos en los 80 se conservaba sana, la cual, bien es verdad también, se dejó pastorear engañándose a sí misma por interés, comodidad o mera cobardía hasta corromperse tanto como la otra, la insana de siempre.

Así, el PP se sometió a la ultraizquierda, principalmente al PSOE, que lo es, cuya seña de identidad es el odio a España, junto con la nunca abandonada ilusión de una España descuartizada, de tal forma que el PP, que en sus comienzos no lo era, ha abrazado también esa misma idea convirtiéndose con el tiempo en tan “federal”, o sea, autonomista radical, como aquél. E incluso a veces más, porque en las regiones españolas donde más puja el secesionismo, que no nacionalismo ni independentismo, el PP ha tenido incluso peor comportamiento que el PSOE. ¿La antepenúltima prueba? Su abstención en el ataque a la unidad lingüística de España convirtiendo el Parlamento en una Babel secesionista a cuenta de los dialectos regionales, que no lenguas ni menos aún idiomas. ¿La penúltima? La manifestación hipócrita y falsa para calmar conciencias del Domingo 24. ¿La última? El espectáculo bochornosos de la investidura fake de Feijó con la cual le ha facilitado a Sánchez un mes y medio que no tenía y que le era imprescindible para pastelar con sus socios y aliados.

¿Y por qué? Porque con tal de preservar sus privilegios, como derecha que es, nada le ha importado ni le importa España. Porque la derecha, y el PP lo es, proclama a un Dios en el que no cree y a una Patria a la que no ama. Porque al PP lo único que le interesa es sobrevivir, lo más holgadamente posible, claro. Por eso decidió convertirse en el mamporrero del PSOE, obteniendo de éste el perdón de no se sabe qué pecados, repartiéndose con él el funcionamiento del “sistema” y la consolidación del régimen. Así, algunas cosas le correspondieron a él, como el divorcio o quitar el servicio militar, al igual que consolidar las que era evidente que para que fueran admitidas tenía que hacer el PSOE, como fueron el aborto y la exacerbación de las autonomías transfiriendo, anticonstitucionalmente, la soberanía nacional hasta que no ha quedado nada de ella. Con ese bipartidismo decimonónico pactado entre ambos, el PP ha vivido, y muy bien, e incluso ha gobernado cuando el PSOE así lo ha querido y le ha convenido; porque, no se engañen, el PP nunca ha ganado unas elecciones, ha sido el PSOE quien las ha perdido.

Pero qué pasa cuando llega el momento crucial, el de máxima inflexión, el de no retorno, en el proyecto de siempre del PSOE que no es otro, como hoy vemos, que hacer del Régimen del 78 uno tan transitorio como lo hizo con la II República, puente ambos hacia su meta nunca abandonada de descuartizar España para dominarla toda y en todas sus partes y de forma autocrática. Pues que el PP, sorprendido de que aquel pacto del bipartidismo llegue a su fin, como sorprendido fue el “emérito” de que el suyo particular también y además lo fuera con su exilio, ya no tiene armas para revelarse, ni tropa, por lo que sólo busca acomodarse a la nueva situación como sea, eso sí con la venía y dónde el PSOE y los suyos le dejen.

Así pues, y a pesar del teatro que vemos, por cierto bastante pobre y nada convincente, el PP está conforme tanto con la “amnistía” como con el cambio de régimen, sin período constituyente por medio, que se nos viene encima, con tal de que haya para él un hueco, el que sea; cuenta a su favor con que al PSOE y demás aliados suyos también les interesa un PP para aparentar que la autocracia parezca democracia. Si no fuera así, si el PP estuviera real y decididamente en contra de lo que está ocurriendo, se comportaría de otra forma, pero como hemos dicho al principio, su historia nos demuestra que siempre aceptó, siguió y consolidó lo que el PSOE decidió, desde el asesinato de Montesquieu, hasta el descuartizamiento de España, pasando por la rendición ante ETA o la aplicación tarde, mal y floja de aquel 155.

Así que nadie se haga ilusiones, porque está todo atado y bien atado por el PSOE con la colaboración del PP; hecho que refuerza a Sánchez al saberse sin oposición. Otra cosa es que, como ha ocurrido en tantas ocasiones antes, para hacer tragar a los españoles este nuevo sapo, sólo algo más asqueroso que los anteriores, ambos tengan que emplearse a fondo y afinar sus demostradas habilidades para que la cosa llegue a buen puerto lo que, con el estado de profundo coma en que descansan los españoles, tampoco les va a resultar tan difícil.


13 respuestas a «El Partido Popular está en el ajo»

  1. Resumen del vídeo del canal de YouTube de EED «LA LUPA» publicado ayer, y excelente como siempre. Un análisis conciso y exacto de la realidad pura y dura que esta sufriendo nuestra desdichada España, sin tapujos ni concesiones.
    O la sociedad civil despierta y se rebela de una puta vez saliendo en masa a la calle dispuesta a lo que sea, algo absolutamente impensable por no decir imposible, o de nuestra Patria no va a quedar en breve más que un triste recuerdo.

  2. D. Francisco le respondo a vuelapluma, sin perjuicio de un comentario más sosegado.

    ¿Qué me dice Ud. de los votantes del PP?

    Le respondo yo. Son analfabetos. No ven lo que Ud. y unos cuantos más ven.

    Votan al PP y le votarán haga lo que haga mientras exista ese Partido. Lo mismo que harán los del PSOE con el PSOE.

    Una de las características de la Educación Mundial es suprimir la capacidad de análisis y de crítica. Para eso está programada a nivel Occidental la Educación

  3. Desde la anti-cruzada personal de Federico y del Pino con los pinchazos dejé de escuchar lo poco que aún seguía a esRadio, pero tras la primera investidura fallida de Feijóo, puse unos minutos de su tertulia política. Y ahí estaban Carlos Cuesta, Isabel San Sebastián…descubríendose ante el nuevo líder, renovando sus lealtades y adorándolo como ave Fenix tras su «maravilloso» discurso. En tal ambiente de alabanza, yo me lamentaba pensando cuántos españoles abrazarían este desastre creyéndolo digno de confianza.
    Conocer y comprender la verdad, requiere fuerza…porque exige asumir sus consecuencias sobre la vida de uno mismo. Luchar es renunciar, y mientras aún quede algo que nos separe de la miseria, España no lo hará. En la ruina está nuestra esperanza como españoles, así de triste es la condición humana.

    1. No sé si su comentario va en tono irónico o mordaz, pero yo también estoy totalmente de acuerdo con el artículo.
      Hice el Servicio Militar como simple soldado, escribiente, y respecto a los que usted llama «chusqueros», conocí a personas muy vocacionales, entregadas, y dotadas de un gran espíritu miilitar.
      ¡Y me descubro ante ellos!
      Respecto a don Francisco, resulta obvio que es un Jefe, Teniente Coronel, procedente de la Academia General Militar de Zaragoza.

  4. El PP hace mucho que dejó de ser derecha; y hace tiempo que dejó de ser centro. Simplemente son redes donde recoger al personal mientras se va llevando a la mayoría hacia la izda. Los que se resisten, o dejan de votar, o se van a un partido que se parezca lo máximo posible al que tuvieron. Es el juego de tamices, de cedazos. Entre tanto, el relevo generacional hace su parte.
    Los que siguen votando por inercia al PP de turno, simplemente no quieren pensar; y albergan en su subconsciente la idea de que siempre con el PP les fue mejor. Y es así, porque a mal que lo hagan no será peor (de ahí la necesidad de las antítesis y su control para montar el teatrillo habitual), es su papel; todo lo cifran en el progreso económico o, en un menor descalabro. Es un sistema que se ha demostrado perfecto para ir acabando con esa España; la verdadera.

    Izquierda o derecha, siempre avanzamos en el mismo sentido, el sinsentido que conduce al nuevo orden de los amos y su granja comunistoide.

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