En el valle, NO se toca

Antonio Arévalo y José G, (de espaldas sin dar la cara)

《Arévaco y Josejé》

Son los chicos del momento.

Cantando el «aserejé»,

Van narrando su «tormento».

 

Claro que tienen de chicos,

Lo que yo visto de progre:

Suman dos siglos y pico.

A un paso están de la morgue.

 

Se han inventado que antaño,

Cuando estaban de escolapios,

Les sobó algún ermitaño,

Sin gusto, adicto al morapio.

 

Causa es de su aflicción,

Lo que los hábitos negros,

Mostraban cada lección,

Entre órganos y «allegros»…

 

Lo que a esos «chicos» les pasa,

Es que eran poco aplicados:

Confunden uvas con pasas,

Y órganos del otro lado…

 

Los papás de estas monadas,

Eran muy de Enrique Líster,

Mas no sufrieron arcadas,

Entregándoles al Císter.

 

Principios… Menos que un mulo.

¿Gratitud? Les es extraña.

Deben guardarla en el… zulo,

Que encierra su vil patraña.

 

Temo que siendo mocosos

Le dieron mucho al licor,

Y ahora aquel espiriruoso,

Les produce algo de ardor.

 

Suenan sus declaraciones.

A brujas «jolibudiensas»:

«Now, me too»; antes putones,

Para salir en la prensa.

 

Dicen que hablan a destiempo,

Porque antes corrían peligro.

¡Pero si Franco se ha muerto

Hace casi medio siglo!

 

«Que antes la Iglesia mandaba…»

¡Si hace ya sesenta años,

Que el Vaticano está en Babia!

O peor, ¡sin un redaño!

 

No hablaron en los ochenta,

Ni después, con Zapatero.

¿Por qué ahora su «vendetta»?

¿Por el Valle en candelero?

 

¿No serán sucios manejos,

De esos dos y sus plumillas,

Para que el Valle y sus monjes,

Sean servidos en papilla?

 

Ancianos probablemente

Al alzeimer enrolados.

¿Les asaltan en su mente,

Los abusos del pasado?

 

¿No habrá incitado al recuerdo,

De esos «pobres viejitos,

Algún lateral izquierdo

En nómina del Maldito?

 

¿Y qué hijo de Caín,

Sembró esa mala semilla?…

Pues eructa en «El Piís»,

El miserable ladilla.

 

Que se inventa los delitos,

De invertidos con sotana.

Mas se calló ante ese grito.

Que soltó Irene Marrana.

 

Esa que, sin un respingo,

Aseguró que los niños,

Pueden ser amancillados,

Si lo aceptan con un guiño,

 

Y que alimenta su ego,

Donando efebos a Soros,

Y soltando del talego,

A las manadas de moros.


3 respuestas a «En el valle, NO se toca»

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