En nombre de España, dice Pedro Sánchez
En la España actual, cualquier imbécil puede ser ministro, y hasta Presidente del Gobierno… Y a los hechos me remito.
Pero, lo que está claro, es que un Presidente del Gobierno debe tener unos mínimos conocimientos jurídicos, que son los que da el grado en Derecho, para diferenciar entre el contenido, España, y lo contingente, el gobierno de turno.
Por muy comunista que sea ese gobierno, como sucede actualmente, por desgracia para todos.
Dice Sánchez que habla “En nombre de España”, pero es una facultad de la que carece, pues solo representa a España el Jefe del Estado, que es el Rey don Felipe VI.
El no deja de ser un “sobrado”, un petulante con pretensiones, que confunde la velocidad con el tocino, o más bien con los chorizos.
El art. 2 de la Constitución del 78, esa que quiere derogar, de facto, por la gatera de Conde-Pumpido, dice que “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles…”.
El art. 56, 1, explica que “El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español…etc.”.
Ergo, hay que diferenciar entre el Estado español, y el gobierno de España, que es algo transitorio, a Dios gracias, en el caso que nos ocupa y preocupa.
El art. 97 establece que “El Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administración civil y la defensa del Estado…”.
El art. 98. 2, indica que “El Presidente dirige la acción del Gobierno y coordina las funciones de los demás miembros del mismo…”.
Consiguientemente, el señor Sánchez Castejón sólo representa a “su gobierno”, en estos momentos en funciones, pero no al Estado español, ni mucho menos a la Corona, que tiene su propio titular, en la persona del Rey don Felipe VI.
Ya sé que Pedro Sánchez no tiene ni idea de Derecho, y entra en el mundo constitucional y jurídico como un elefante en una chatarrería, pero no entiendo para que sirven los varios cientos de asesores que tiene, nombrados a dedo, y disfrutando de unos sueldos bastante elevados.
En otras palabras, que él no representa a España, ni por asomo, y solo se representa a sí mismo, y, como mucho, a los miles de altos cargos, más bien altas cargas para el Estado, que ha enchufado a dedo.
Que aplauden cualquier cosa que haga o diga, pues les va la nómina en ello.
Estamos en manos de traidores, ineptos y corruptos, y es hora de decirlo, con total claridad.
Y que cada cual actúe en consecuencia.

Claro y contundente.
La pura verdad.
Del artículo se deduce, de forma clara y manifiesta, que un Presidente del Gobierno debiera tener una mínima formación jurídica, que es la que da, teóricamente, al menos, el actual Grado en Derecho.
Pero que un economista, por un centro privado y elitista, el Real Colegio Universitario MARÍA CRISTINA, de EL ESCORIAL, para los niños pera, pijos y superpijos de MADRID, y un doctorado cum fraude en economía, «comprado» en una universidad privada, la Camilo José Cela, no es el bagaje más indsicado para Presidir el Gobierno de España…
Sánchez es… Sánchez.
El no cambia de principios, pues no tiene ninguno. Simplemente, cambia de opinión.
Siempre en su propio beneficio, faltaría más.
Su única «religión» ES LA BÚSQUEDA DEL PODER, no para mejorar la sociedad, ni obrar el bien común, sino sólo, única y exclusivamente, en su propio beneficio…
No cambia de opinión, sigue ordenes. Es un pelele engreído; más o menos como el resto de políticos, pero con mayor responsabilidad en el daño que hace; cosa que se le trae al pairo.
Me parece mucho más serio, y digno de confianza, EL PAYASO de la izquierda, que EL MEMO de la derecha.