En política, el centro, lo peor de todo
Tras las elecciones del pasado 28 de abril el PSOE ha echado dos anzuelos a ver si picaban sus destinatarios:
1.- Un anzuelo a los votantes de VOX para tratar de desanimarlos y provocar el desaliento en sus filas para que en las próximas elecciones dejaran de votar a VOX y buscaran el voto “útil” bien del PP (cuando se habla de voto “útil” hay que preguntarse “útil, ¿para quién?” efectivamente para Bolinaga y para el PSOE el voto al PP es un voto útil, pero para España es el voto más inútil de todos. El inútil absoluto), bien de ciudadanos (que es el partido de la masonería y del Club Bilderberg).
2.- Y un anzuelo al PP para que se desplazara a la izquierda y volviera a la rutina de la deserción a España de Rajoy y Soraya de seguir sometiéndose a los postulados de los enemigos de España.
El primer anzuelo no sabemos el efecto que tendrá, habrá que esperar al 26 de mayo, pero ningún votante de VOX de los que conozco (en cuyo grupo me incluyo) ha picado y se ha dejado engañar, sino que muy al contrario la necesidad de oponerse a la anti-España es ahora, tras el resultado de las elecciones Generales, más imperiosa y dramática que nunca.
Sin embargo el segundo anzuelo no ha podido ser más efectivo para el PSOE porque el PP se lo ha tragado a la primera y a la mañana siguiente de conocerse los resultados electorales ya ha anunciado un giro “al centro”, es decir, a la izquierda, para volver a ser lo que el PP ha venido siendo en la lucha contra el Zapaterismo bolivariano: un cero a la izquierda.
Ningún ejército que se precie hace lo que el enemigo al que se enfrenta quiere que haga. Eso no se le ocurre ni a quien asó la manteca. Pero parece ser que Pablo Casado sí lo ha hecho.
¿Se imagina nadie que el Duque de Wellintong cuando emplazara su artillería, recibiera las protestas de Napoleón, porque ese emplazamiento a él no le convenía, y Wellintong modificara tal emplazamiento para contentar a su enemigo?, ¿Se imagina nadie que esto pueda ser posible?.
Se imagina nadie que en la Batalla de Waterloo, cuando la aparición de la caballería prusiana de Von Blücher hizo cambiar el curso de la batalla de perdida para los británicos a perdida para Napoleón, que éste hubiera protestado por tal maniobra, que obviamente le perjudicaba, y Wellintong, atendiendo la queja de su enemigo, hubiera ordenado a los prusianos que abortaran la carga y se marcharan.
¿Estamos tontos?, pues sí, en el PP están tontos…o con intención o sin ella trabajan para el enemigo, que puede ser el propio PSOE o uno superior que ordena sobre ambos.
Con esta maniobra hacia la izquierda buscando el centro el PP ha vuelto a demostrar todo lo que Santiago Abascal ha reprochado al PP:
- Que son la “derechita cobarde”, porque al primer envite del enemigo se han desinflado como un balón, y se han plegado a lo que el PSOE –que es su enemigo político al menos aparentemente (ya sabemos que la realidad es muy otra y por eso España se encuentra en la situación desesperada en la que se encuentra)-, les ha dicho.
- Que no hay diferencia entre el PP de Casado y el PP de Rajoy, porque en uno y otro caso es el PP vendido a la izquierda de siempre. Lo cual, por otro lado, resultaba evidente si uno sabía leer entre líneas, como por ejemplo que Pio García Escudero fuera en el “nuevo”(?) PP de Casado el nº 1 al Senado por Madrid, a pesar del incidente que protagonizó con el alcalde del PP de Pajares de la Laguna, en Salamanca, posicionándose a favor del Senador de Podemos por Valencia Carles Mulet (la viva estampa del prototipo de “perro flauta”) para que le quitaran en el pueblo salmantino la calle dedica al héroe del Alcázar de Toledo. Prevaliéndose de su cargo de Presidente del Senado para echar sobre el alcalde del PP a la Fiscalía, y haciéndole dimitir no sólo del cargo de alcalde sino también del de Director del Instituto de Enseñanza Secundaria del pueblo. El “Pluralismo político” como Valor Superior de nuestro Ordenamiento Jurídico (art. 1, 1º Constitución Española), debería hacer compatible las calles de unos, con las de otros, -en eso consiste el pluralismo-, pero ya vemos que no, que los rojos con el apoyo de los “centristas” no admiten más pluralismo que el suyo propio.
- Que el PP no tiene convicciones, y por eso da esos bandazos. Si de verdad tuviera principios, se sostendría en los mismos.
Que vuelve a ser el PP que otorgó el collar de Isabel La Católica a Zapatero y a sus ministras mamarracho (BOE de 31 diciembre 2011), y el que ante el golpe de Estado en Cataluña les dejó primero hacer y después escapar, y después continuar con sus acciones separatistas sin mover ni el dedo meñique, porque existiendo la “sospecha” de que el fiscal General del estado Sr. Maza, el fiscal del TSJ de Cataluña Sr. Ramírez de tejada, y el Titular del Juzgado de Instrucción nº 13 de Barcelona, muertos los tres, que encabezaban la lucha judicial contra el golpe separatista, en extrañísimas circunstancias y con unas semanas de diferencia, el Gobierno del PP por no hacer no les hizo ni las autópsias para ver si es que habían sido asesinados.
- Podríamos seguir enumerando cosas casi hasta el infinito, porque desgraciadamente el daño que ha hecho el PP como Caballo de Troya de la anti-España para hacer estéril el voto de los que pensaban que votando al PP se combatía la subversión ultraizquierdista de Zapatero, ha sido enorme.
Pero llegados a este punto hay que preguntarse en política ¿qué es el centro?, y la respuesta es que el centro en política es, de todo lo malo, quizás lo peor y con diferencia, (porque es el Caballo de Troya por el que se introduce la ultraizquierda en su asalto al poder), y nos vamos a explicar.
La palabra “centro” tiene muchos significados, en política desde la ingenuidad centro puede parecer la moderación, la posición intermedia, alejada de los extremismos de uno y otro lado, etc. Esto aparentemente es así, y sin profundizar puede parecer muy “guay”, pero en la realidad es justo lo contrario. En política el centro es la pasarela que utiliza el enemigo para superar el foso o el escalón y asaltar sobre la patria al abordaje, y esto es importantísimo tenerlo en cuenta porque uno se sitúa en el centro creyendo que es la moderación, y lo que está haciendo es situarse en el centro del cráter donde cae el proyectil de artillería, que lejos de ser el mejor lugar es el peor de todos los posibles para sobrevivir al proyectil, porque aunque no llegue a explotar la bomba te cae encima de la cabeza.
Hay que tener en cuenta que en política el centro es el Caballo de Troya por el que se introduce la ultraizquierda en su asalto al poder. Es tan malo en política el centro como en Medicina. Si uno tiene gangrena en una pierna no puede aplicar políticas de centro, es decir tomarse un poquito de bicarbonato con agua, o una Aspirina, porque con bicarbonato diluido en agua no se ataja el problema. Si uno tiene tuberculosis, aplicar un tratamiento médico “de centro” sería tomarse un caramelito de menta, para la tos, de esa forma está asegurado que en unos meses escasos el paciente estira la pata. Las políticas “de centro” en Medicina no sirven, porque conducen directamente al cementerio, en política ocurre exactamente lo mismo.
–oo–
En el año 711 la invasión árabe que dio lugar luego a 800 años de reconquista, no llegó a Hispania avisando de sus intenciones, sino que lo hizo como fuerza aliada solicitada por una facción de la España visigoda (la de los hijos de Witiza) para enfrentarse a la otra (la de D. Rodrigo). Si hubiera habido una invasión así declarada desde el principio en toda regla, posiblemente la invasión hubiera podido ser abortada en sus fases iniciales.
Se nos olvidó la historia, y 1000 años después nos volvió a ocurrir lo mismo con Napoleón, que entró a España como aliado para invadir Portugal, tradicional aliado a su vez de Gran Bretaña, y cuando ya estaba dentro mostró sus cartas y ya fue necesario combatirlo desde la desventaja para nosotros que ya había atravesado nuestras fronteras sin desgaste alguno, y que estaba dentro y posicionado en las más importantes de nuestras ciudades. No es lo mismo no abrirle la puerta a un intruso que tenerlo que echar cuando ya está dentro.
La IIª República –la República del crimen-, no vino de frente, sino tras la dimisión del General Primo de Rivera. Entre éste y la República estuvo el gobierno puente del General Berenguer. No deja de ser curioso que el Jefe de la Casa de militar de Alfonso XIII, como era Berenguer, junto con Romanones y otras “perlas” que son la antítesis de lo que debiera ser una verdadera aristocracia, fuera la antesala de la caída de la monarquía y la llegada de la República.
Volvió a ocurrir en 1936, el gobierno “centrista” de Portela Valladares dimitió cobardemente sin esperar ni siquiera el recuento de los votos de las elecciones de febrero de 1936, lo que permitió al Frente Popular ejercer la falsificación y la violencia, y adjudicarse 50 escaños que no eran suyos sino de las derechas.
En la revolución francesa (1789 y 1792) y en la Revolución rusa (1917) sucedió igual, sin los girondinos de Brissot y los “constitucionalistas” del Marqués de Mirabeau los jacobinos de Robespierre no habrían podido llegar al poder e implantar el Terror de “Madamme Guillotine”; en Rusia sin el paso previo de los mecheviques los bolcheviques no habrían alcanzado el poder.
Es decir en todas las revoluciones y cambios políticos, hay una fuerza que es el “centro” que hace de puente para que los extremistas revolucionarios puedan superar el escalón entre un régimen y otro. Bajo su apariencia de moderación, en realidad se esconde el Caballo de Troya de las fuerzas revolucionarias que traen el caos, el hambre, la guerra y la ruina de las naciones, que si actuaran a cara descubierta desde el principio, sin esta pasarela o esta cooperación necesaria que ejecuta el centro para llevar a cabo sus fines, dichas fuerzas revolucionarias no habrían podido realizar el abordaje del poder desde la impunidad y en silencio, con los cuchillos entre los dientes, neutralizando silenciosamente uno a uno a los centinelas que defienden a las naciones.
Tras la muerte de Franco ocurrió exactamente lo mismo que ha pasado siempre. Entre el régimen del 18 de julio y el actual estado de cosas donde se cuestiona la propia existencia de España, vino primero el puente de la UCD (Unión de Centro Democrático). ¿Hubieran votado los españoles la Reforma política en el Referéndum de 15 de diciembre de 1976, si a los electores se le hubiese dicho la verdad, lo que ello iba a significar en realidad, -cancioncitas de “habla pueblo habla, tuyo es el mañana”, aparte?-, ¿habrían votado la reforma?
Yo creo que no.
La reforma fue posible gracias (o por culpa) de la pasarela que significó el “centro”, sin que la gente se percatara que una vez al otro lado de la pasarela ésta sería retirada y ya no había vuelta atrás.
El centro sirvió para que la balcanización y bolchevización de España no se hiciera de sopetón, sino de forma gradual y la gente no fuera consciente entonces cuando daba esos pasos y prestaba su consentimiento movido por la buena fe (la entrada al infierno está empedrada de buenas intenciones, no lo olvidemos) que 40 años después el disfraz y la careta de la reconciliación se la iban a quitar y se les iba a ver su verdadero rostro sectario de la anunciada profanación de la tumba de Franco, la apología permanente de la República del crimen, como si lo constitucional fuera ésta a pesar de que la constitución establece que la forma política del Estado Español es la monarquía parlamentaria (art. 1, 3º CE) y no la república, la Ley de Desmemoria, Falsificación y Manipulación Históricas, para engañar a los incautos, la anunciada prohibición y tipificación como delito el hablar bien de Franco de alguna manera (lo cual será muy cómodo para cuando los rojos quiten la Seguridad Social y la pensiones de jubilación, que encima la gente no pueda ni protestar acordándose de la Seguridad Social implantada por Franco, porque encima los pueden meter en la cárcel por delito de odio), etc. etc.
La pérdida de poder adquisitivo de las clases medias que han entrado y se encuentran ya inmersas en un proceso cada vez más veloz y más intenso de proletarización y de empobrecimiento progresivo y galopante, donde por primera vez los hijos van a ser más pobres que sus padres, que eso no había pasado nunca en España, al menos en los últimos 300 años, y los sueldos que impone el capitalismo de 500 € a titulados superiores, o las jornadas de una hora o dos al día (sobre el papel en el contrato, en el desempeño real muchas más que no figuran, no cotizan y no se cobran), no todos los días, sino cuando le convenga al “empresario” que no es tal sino un usurero, que impiden que un trabajador con tal nivel de precariedad pueda formar una familia o comer todos los días si no fuera porque va a casa de sus padres a comer.
¿Habrían abandonado los españoles la seguridad de los contratos de trabajo de Franco y la prohibición del despido libre si a los españoles no se les hubiera ocultado lo que se les venía encima en materia de paro, indefensión y precariedad laboral?, porque hasta hace unos años el problema era encontrar trabajo, pero ahora el tener trabajo, con las condiciones laborales abusivas que se imponen para la completa indefensión de los españoles, es que ahora la gente que tiene trabajo pasa igualmente hambre y necesidad porque los trabajos son tan míseros que el sueldo no da ni para pagar la comunidad.
¿Qué hubiera pasado si a los españoles se les hubiera dicho que la seguridad laboral de la que gozaban iba a terminar de esta manera, que ni trabajando le alcanzaría a la gente ni para comer?
Y lo mismo los pensionistas, que para ver la tele tienen que apagar la luz y quitar el brasero, porque la pensión no da ni para pagar el recibo de la luz, porque el dinero nos lo gastamos en Subvenciones para Marruecos, y en mantener a inmigrantes Subsaharianos, si son islamistas mucho mejor.
¿Qué hubiera pasado si a los españoles se les hubiera dicho también que el Sistema de previsión Social de la Seguridad Social (Vejez e invalidez) iba a estar amenazado con su propia desaparición, ¿habrían votado los españoles por la reforma política?. Esto para los que vienen de antiguo trabajando y pueden acumular los periodos de carencia cada vez más exigentes, pero ¿es que acaso los jóvenes pueden acumular 37 años de cotización si incluso los que trabajan, los que tienen la suerte de encontrar un trabajo, lo hacen por horas, o por días, con largos periodos de inactividad laboral entre una contratación y otra, ¿es que acaso en tales circunstancias se pueden acumular 37 años o más de cotización?. Es decir para las nuevas generaciones no hace falta quitar la Seguridad social porque los requisitos están tan altos que es seguro que no llegaran a alcanzarlos si las circunstancias no cambian a mejor, sino que incluso lo que se anuncia es que empeorarán.
Si se hubiera podido ver por un agujero todo el tema del orgullo gay, la propaganda LGTB, la descristianización de España, las Sectas, la logias, la misas negras (valga la redundancia), las consecuencias tremendas del tráfico y consumo de drogas, el sida, los 140.000 abortos anuales, las iglesias vacías porque la religión ya no tiene ninguna autoridad en las vidas de las nuevas generaciones que muchos de ellos no están ya ni bautizados, etc. etc., etc., etc., , habría podido mantener el Cardenal Tarancón ante los cristianos y los sacerdotes de entonces la patraña de sus promesas de que el cambio era para mejor? (o al menos haber aclarado que se refería a mejor para Satanás).
Y un larguísimo etcétera (mafia y corrupción de los partidos, inseguridad jurídica por una triple vía:
– por la vía de leyes y normas injustas,
– por la vía de unas autoridades administrativas corruptas que no se someten al imperio de la Ley: -art. 9, 1º y 3º y art. 103, 1º CE-,
– y por la vía de un Poder Judicial y una Fiscalía que no se siente vinculada por la defensa de la legalidad el el carácter vinculante de las normas jurídicas, sino por las circunstancias políticas que en cada caso convenga, con la correspondiente indefensión para los ciudadanos, inseguridad jurídica, etc. etc.).
Un ejemplo concreto, la protección de los Derechos Fundamentales de la persona, según la memoria de la Fiscalía ante el Tribunal Constitucional, el 95% y más de los recursos de amparo de los ciudadanos en protección de sus Derechos Fundamentales, son inadmitidos por el Tribunal Constitucional (hay varios pretextos para ello: si no presentas el incidente de nulidad de actuaciones contra la última instancia judicial, entonces el motivo de inadmisión es precisamente porque no lo presentas, si en cambio lo presentas entonces también se inadmite, pero esta vez con el achaque de que el recurso es extemporáneo porque no había necesidad de presentarlo y el plazo lo cuenta no desde la Resolución del incidente sino desde la notificación de la sentencia anterior. Es decir te tires por dónde te tires te encuentras con Ramírez. Además siempre queda el socorrido argumento del requisito de que el recurso tenga interés constitucional para el Tribunal, es decir que lo importante no es la vulneración de los Derechos Fundamentales en sí misma (que para quien la sufre es lo básico, y que además es la razón de ser del recurso de amparo como herramienta jurídica para poner fin y resolver dicha violación), sino que esta vulneración tenga interés doctrinal para el Tribunal como para pararse a resolver sobre ella). La decisión del Tribunal Constitucional de inadmitir la demanda de amparo no admite recurso y además se acuerda por el Tribunal Constitucional de plano, es decir sin trámite de audiencia previo que te permita alegar frente a los motivos de inadmisión. El único legitimado para recurrir la inadmisión es el Ministerio Fiscal, que es parte en el proceso precisamente para velar por la protección de los Derechos Fundamentales de la persona, pero que en la práctica se niega a recurrir las inadmisiones vulnerando con ello el art. 124 CE. Está por escribir el libro negro de la Fiscalía. Esta es la realidad de la protección (de la falta de protección queremos decir) de los Derechos Fundamentales en España: como no te protejan los jueces ordinarios y tengas que recurrir al Tribunal Constitucional en amparo, que no hay tal protección ante el Tribunal Constitucional, porque los recursos de amparo se inadmiten sistemáticamente a trámite en unos porcentajes que oscilan entre el 90 y 96% todos los años. Se imagina nadie que el parque de bomberos no atendiera el 96 % de las llamadas, o que la policía no atendiera el 96% de las peticiones de auxilio, y lo mismo los hospitales o el teléfono de emergencias 112?. Como es el Tribunal Constitucional, no pasa nada.
Esto es lo que tenemos en España, que por supuesto no sale en la SEXTA.
Si el ciudadano de 1976 hubiera sabido esto, -esto y todo lo demás-, se habría dejado embaucar por la propaganda de la garantía de los Derechos Fundamentales?
Yo creo que no.
Menuda garantía es un 96% de inadmisiones a trámite (las inadmisiones significan que el recurso va a la papelera sin leérselo).
Por eso era tan importante para la Subversión que no hubiera medios de comunicación libres, y los pocos que había los cerraron, para que no se pudiera advertir de la letra pequeña.
Se achacaba a Franco que no había libertad de expresión y la gente se lo creyó sin saber que con esto iba a pasar como con lo del idioma catalán en Cataluña, que no se buscaba la verdadera libertad de expresión para todos, sino libertad de expresión para ellos y prohibición para todos los demás, del mismo modo que no se buscaba de modo honesto la libertad para hablar Catalán (que la había) sino lo que en realidad se buscaba es lo que luego ha pasado: la prohibición del Español, y el que se llame López y a su tienda le ponga “Supermercado López” le pongan una multa primero y le cierren la tienda a sanciones, después.
¿Por qué no se dijo la verdad desde el principio?
Obviamente porque entonces los españoles no habrían picado.
¿Es “libertad de expresión” sacar a Abascal del debate de Antena-3 para que la gente no lo oiga y no lo pueda ver debatir?, ¿lo es el monopolio de todos los medios de comunicación, incluidos los de la Iglesia – aunque sea indirectamente o por la vía de la omisión-, al servicio de la anti-España?.
¿Es libertad de expresión la Fiscalía del odio para meter en la cárcel a todo el que no se someta al pensamiento único? El Estado franquista era represor, ¿y éste cómo es que mete en la cárcel como pretende el Fiscal del odio del Jerez a un Brigada de la guardia civil de Cádiz porque ve odio contra la mujer en un tuit, que ni siquiera hay seguridad de que exista realmente, pero que si fuera un tuit verdadero se limita a decir en interrogativo, es decir, ni siquiera afirmando sino preguntando: si no será sexista que sólo haya un día para la mujer trabajadora (y no otro para los hombres), o si no será sexista el que las pruebas físicas de acceso a los cuerpos de seguridad del Estado o a las Fuerzas Armadas sean diferentes (es decir no sean las mismas) para hombres que para mujeres.
“¿El día de la mujer trabajadora? ¿Eso no es sexista? Y el del hombre trabajador, ¿cuándo es?”
“Día de la mujer, Instituto de la Mujer, Ley de Paridad, marcas distintas pruebas físicas ingresos FFCCSE y FAS. ¿Sexismo?”
Y que esto para el Fiscal sea “delito de odio” (?) contra la mujer.
Está por escribir el libro negro de la Fiscalía roja, que pretende meter a una persona en la cárcel por esto cuando no se hace nada contra los que en el acto de VOX en Barcelona llenaban cubetas de piedras a la vista de todos para agredir y descalabrar a los asistentes a dicho acto con el resultado de varias mujeres heridas en la cabeza a causa de esta pedradas. O no se hace nada contra los que a gritos a las puertas de los actos de VOX piden que ETA mate a Ortega Lara o lo vuelva a meter en el zulo. Insisto, se ha escrito “El Conde de Montecristo” por Alejandro Dumas, que debería ser de recomendada lectura en los colegios y en las Facultades de Ética y de Derecho, pero está por escribir el libro negro de la Fiscalía roja, no como novela sino con los datos objetivos en la mano.
¿Cómo hemos llegado a toda la situación actual de monopolio de los medios de comunicación en manos de la anti-España, el dominio de los separatistas en Cataluña que han llegado incluso más lejos en sus aspiraciones secesionistas que los vascos con toda su ETA?
Muy fácil, hemos llegado por la vía del centrismo: cuando se puso en marcha todo este cotarro político, y después de los primeros años ya quedaba patente que UCD se desintegraba, había dos partidos que aparentemente defendían España, uno era Alianza Popular de Manuel Fraga y otro Fuerza Nueva, de Blas Piñar. La gente, con una idea equivocada de lo que realmente significa el “centrismo” en política, se inclinó mayoritariamente por Alianza Popular, porque era menos “extremista” que FN, es decir más centrista. Blas Piñar llenaba las plazas de toros y un millón de votos no era moco de pavo con todo en contra (incluida la Ley electoral, que las reglas contenidas en el art. 20 y concordantes del Real Decreto-Ley 20/1977 sobre normas electorales, que es la Ley electoral anterior a la actual Ley Orgánica 5/1985 LOREG, se redactó ya con el sistema D’Hont de modo que para un partido como Fuerza Nueva le fuera extremadamente difícil conseguir representación parlamentaria, todo lo contrario que para los partidos separatistas, que quien hace la Ley hace la trampa, sobre todo si son unos sinvergüenzas y la democracia para ellos es sólo una excusa para engañar a los incautos), pero sin ser moco de pavo los votos mayoritariamente se los llevaba Alianza Popular (lo que luego fue el Partido Popular). En las elecciones de 1982 el pulso lectoral entre Alianza Popular y FN lo terminó ganando Manuel Fraga. Fuerza Nueva desapareció y desde entonces Alianza Popular/Partido Popular adquirió la responsabilidad de la defensa de unos supuestos valores nacionales (que obviamente AP/PP no tenía). Se había partido del punto en que AP se presentaba a sí misma como “franquista”, y de hecho en sus actos se vitoreaba a Franco, pero una vez que Fuerza Nueva fue sacada del terreno de juego político, Alianza Popular/PP pasó de gritar “¡Franco!, ¡Franco!”, en sus actos a declarar con sus votos a Carillo hijo predilecto de Gijón, a favorecer el separatismo en Cataluña, arrinconar gradualmente el Español en Cataluña, en Pais Vasco, en Galicia, Mallorca y Valencia, a excarcelar etarras, a perpetuar las políticas de mierda de Zapatero, a mantener la Ley de Desmemoria, Falsificación y Manipulación Históricas, a condenar el Franquismo que se ha condenado con los votos del PP, y a estar conforme con la profanación de la tumba de Franco, porque quien calla otorga.
Si los españoles en lugar de hacer verdad el dicho que las puertas del infierno están empedradas de buenas intenciones, en lugar de dejarse engañar por un sentido erróneo de lo que en política significa el centrismo, se hubiera decantado no por AP sino por FN, está claro que los rojos no habrían tenido la barra libre que llevan teniendo con el PP. Se imagina nadie que los 137 diputados del PP de la anterior legislatura hubieran sido de Fuerza Nueva en esta pasada legislatura y en todas las demás desde el principio de la “Democracia”. Habría llegado España a la descomposición material y espiritual que sufre si los diputados traidores del PP hubieran sido diputados de Fuerza Nueva con Blas Piñar a la cabeza?
¿Estaríamos donde estamos ahora con el golpe de Cataluña, y con todo lo demás si en lugar del 0 a la izquierda del PP (nunca mejor lo de 0 y lo de a la izquierda referido al PP) sus escaños los hubiera ocupado en igual número Blas Piñar y Fuerza Nueva?.
Está claro que no habríamos llegado a dónde estamos. (Y no tenemos que remontarnos a los años 80, basta pensar si los 52 diputados de Ciudadanos y los 66 del PP fueran de VOX y se sumaran a los de VOX).
¿Cómo fue posible que la anti-España haya ido ganando posiciones sin cesar?. Porque no se la ha combatido, y todo este caos y toda esta ruina se fue metiendo con el disfraz y con la vaselina del “centrismo”, y los centristas han actuado como aliados de esta anti-España por convicción o por cobardía. El veneno no se pone en un plato con un cartel que dice: “veneno” sino que se mezcla y disimula en la bebida o en la comida y el que lo toma no sabe en realidad lo que está haciendo. El ladrón que se disfraza de cartero o empleado de la compañía del gas consigue mediante este disfraz que le abran la puerta. Si llevara un cartel que dijera “ladrón” entonces nadie le abriría. La gente que votó al PP para echar a Zapatero no se podía imaginar que luego el PP perpetuaría las políticas de Zapatero. La gente no lo votó para eso, pero lo cierto es que su voto se desperdició y sirvió para alimentar a los enemigos de España, y para eso la gente no votó al PP, sino todo lo contrario.
¿Se entiende ahora por qué el centro en política es lo más nefasto para las naciones? A los de Podemos se les ve venir, pero a los del PP y Ciudadanos no tanto, y ha hecho más daño a España Pío García Escudero y los que son como él que Diego Cañamero.
Ahí está el ejemplo del separatismo catalán, ellos no han tenido una organización terrorista del calibre de la ETA como el separatismo vasco, pero a lo tonto a lo tonto, haciéndose los “centristas” y los “moderados”, han llevado su separatismo más lejos que los vacos pegando tiros en la nuca.
¿Por qué la aplicación del art. 155 CE ha sido estéril para atajar el problema del golpe separatista en Cataluña? porque se ha aplicado con criterios centristas, con la mano más floja posible, sin la menor intensidad y sin el menor rigor, hasta niveles de puro pitorreo, donde el Jefe de los Golpistas (Puigdemont) presidía la Junta de Seguridad a la que asistía el Coronel de la guardia civil Sr. Pérez de los Cobos y el Secretario de Estado para la Seguridad del Gobierno de España sr. Nieto, para tratar precisamente sobre cómo actuar para impedir el golpe, y preside el presidente de los golpistas, que es tanto como si para tratar de evitar un atentado terrorista yihadista la reunión la preside el Jefe del comando, con su barba, su turbante y su chaleco lleno de cargadores de munición. Esto es lo que ocurre cuando las decisiones se dejan en manos de los “centristas”, y a esto es a lo que quiere volver Pablo casado, al centrismo.
Insisto: ¿se entiende ahora el peligro que tiene el “centro”?, pues hay que huir del “centro” como de la peste, porque es la pasarela por la cual se introducen los enemigos de España para el abordaje final y la garantía de su impunidad mientras este abordaje se produce.
¿Centro?, no gracias, ruinas cuanto menos y más lejos, mejor.
