Es un golpe de Estado institucional

Un golpe de Estado tiene las siguientes características básicas: a) hacerse con todo el poder de una nación, b) para derribar el orden constituido vigente, c) a fin de imponer otro distinto y único del que son partidarios sólo los promotores del golpe y sus afines, d) de forma permanente y e) con la intención de beneficiarse sólo los promotores y partidarios del golpe. El golpe de Estado puede llevarse a cabo por militares (“pronunciamiento militar”) o por una facción política (partido) sea legal o clandestina. Si la facción política que da el golpe ostenta o detenta además el Gobierno de la nación, entonces el golpe se denomina “institucional” porque se lleva a cabo utilizando con astucia los resortes de las instituciones del Estado.

En España, en la actualidad, el PSOE, con Sánchez ahora a la cabeza, ha logrado de forma torticera a lo largo de las pasadas décadas avanzar en el proceso revolucionario que comenzó Felipe González y consolidó Rodríguez Zapatero, cuyo fin fue siempre a) hacerse con todo el poder para, desde él, b) derribar el régimen del 78 que siempre consideró transitorio para, c) imponer el suyo propio, d) de forma permanente, e) con el fin de beneficiarse sólo él y sus partidarios. Lo que ha logrado el PSOE con Sánchez en estos cinco años ha sido casi culminar dicho proceso haciéndose ilegítimamente con el control total, cuando menos, de RTVE, CIS, Correos, la Fiscalía General, INE, la agencia EFE, el CNI, CISIC, INDRA, el Consejo de Estado, la abogacía de Estado, la judicatura, el Tribunal de Cuentas, la mayor parte de los medios más importantes y, por último, del propio Tribunal Constitucional, de forma que todas esas instituciones trabajan para su causa, sea por afinidad, interés o miedo de sus componentes que o esperan del favor o temen de la arbitrariedad.

Para culminar dicho proceso sólo le queda derribar definitivamente el régimen del 78 –no es el momento de entrar en sus graves defectos– haciéndose con el poder total para así poder imponer su orden disgregador de la unidad de España dividiéndola para poderla dominar tanto a ella como a sus partes de forma totalitaria a beneficio de sus seguidores en lo personal y en lo partidista; para lo dicho siempre ha contado con la colaboración de comunistas  –hoy redivivos– y separatistas; aquéllos porque su objetivo es el mismo aunque con la oculta intención de hacerse posteriormente con el poder del PSOE triunfante para imponer su modelo aún más totalitario, y éstos con el de conseguir su tan ansiada sedición de España.

Así pues, a lo que estamos asistiendo es a la última fase del proceso descrito la cual se lleva a cabo en estos días mediante lo que, por todo lo dicho, no es otra cosa que un golpe de Estado institucional en directa y abierta vulneración de la Constitución en vigor que ni permite ni contempla nada de lo que el PSOE está fraguando. En este punto cabe decir que para llegar al momento actual el PSOE ha contado con la aquiescencia por acción u omisión del Partido Popular que desde la oposición, y peor aún cuando tuvo el poder, ha vulnerado también la Constitución siempre y consolidado las realizadas por el PSOE.

Para evitar que ese golpe de Estado institucional tenga éxito, y con él ya no haya remedio, sólo queda –dadas las graves circunstancias a las que nos han llevado cuarenta años de constante vulneración del ordenamiento constitucional, lo que no ha hecho más que agravar sus grandes defectos congénitos–, que, en estricto cumplimiento del mandato constitucional que el pueblo español hace a la Fuerzas Armadas en el Art. 8º del Título Preliminar de la Constitución  –pilar de toda ella, del cual cuelga todo lo demás–, el JEMAD –auxiliado por los Jefes de Estado Mayor del Ejército de Tierra, de la Armada y del Aire–, proceda contra el Presidente del Gobierno en funciones por ser cabeza y responsable máximo de dicho golpe, restableciendo el ordenamiento constitucional vulnerado por él, su partido y sus aliados citados, evitando la demolición del régimen, su sustitución por otro de manera subrepticia y afianzando sus principales bases que son la indisoluble unidad de la Nación y de la patria común, el Estado democrático, de Derecho, plural, parlamentario y monárquico representativo, para lo cual exigirá el concurso activo, histórico y leal de los líderes de las fuerzas políticas mayoritarias, excluyendo al citado Pedro Sánchez del PSOE, a Yolanda Díaz de SUMAR y a las minoritaria facciones separatistas antinacionales y anticonstitucionales.

Aclaraciones finales:

  • España está por encima y es a la vez base de todo: de la monarquía actual, como, si así lo decidiera el pueblo español en el futuro, de una república.
  • Su bandera roja y amarilla (o gualda) no representa ni es patrimonio ni de uno ni del otro régimen, sino sólo y siempre de la nación, de la patria, de España.
  • La Constitución actual es de España, por lo que defender en estos momentos dicho ordenamiento constitucional es defender a España; sus graves defectos pueden y deben ser corregidos pero siempre mediante los procedimientos que ella misma contempla, no derribándola cualesquiera que sean las pretensiones ciertas o falsas, bienintencionadas o falaces que pudieran esgrimirse para ello.
  • No es al rey al que corresponde la aplicación del Art. 8º, sino al JEMAD, pues el monarca tiene constitucionalmente sólo una función simbólica y representativa cualquiera que sea la faceta que como Jefe del Estado le corresponda.

2 respuestas a «Es un golpe de Estado institucional»

  1. Así debería ser pero, desgraciadamente, esa no va a ser la reacción. Y me cuesta decirlo pero a la vista del panorama es incluso hasta muy posible que las palabras del que fue inspector gral. del ejército, todo con minúsculas por supuesto, y capitán general de Cataluña, es un decir, Álvarez Espejo, que soltó en su despedida rumbo a más jugosos prados anejos a su reserva-retiro y ante la prensa en la Capitanía General de Cataluña, edificio señero donde los haya, cuando entre otras declaraciones de ocasión dijo: «En la cuestión catalana el ejército será neutral».
    Lo soltó como dejándolo caer pero esas fueron sus palabras, y ahora mira por donde es muy posible que tal «boutade» se haga realidad. Me explico con brevedad. Tras el separatismo catalufo están toda una miríada de ong’s que si la una es de la Open Society del cerdo innombrable que dirige el perro de su hijo, la otra es o de los marranos neerlandeses, o de los comedores de mierda ingleses, o de los puercos useños del pantano como decía Trump. O sea, que no es Putin como dijo la necia de la Cospedal, (necia cretinoide pero que no quema los billetes ¿estamos?), sino la OTAN, el brazo armado de los anglos, presta para cualquier atentado de falsa bandera que sea necesario, la que está y estará detrás tanto de catalufos, como del adiós a Ceuta y Melilla, la evaporación de las Canarias, que desaparecerán como por encanto, y no digo el País Asco etc. etc.
    Y sería lo suyo que pudiéramos en este campo hablar con cariño y respeto del ejército, pero da la casualidad de que ni una cosa ni la otra vienen al caso y, además, para lo que se trata ni está ni se le espera. Porque, pongamos a salvo todas las excepciones que haya, honorabilísimas sin duda, y valiosas tratándose de la cuadra en la que impera marra*ita la comunista de «esos y esas, caras y jetas, para la memocracia», pero lo miremos por donde queramos nos encontramos ante la realidad de que los cipayos en masa han unido su destino, en función de sus intereses inmediatos en los que por supuesto la patria es un chiste malo, a los perros asesinos anglos y de ahí no los saca ni… y no quiero blasfemar, pero es tan indignante la situación que a veces dan ganas de decir como los antiguos, -cosa que mienta por cierto la antítesis de aquel cretino de Castro que fue el gran Sánchez Albornoz-, que los españoles hablan con Dios cada uno como sabe y tiene a bien.
    Esos cipayos, la generalidad entre jefes y oficiales, para qué nos vamos a engañar, harán realidad lo que vomitó Álvarez Espejo y utilizarán sin dudarlo las armas de la OTAN, obedientes a Mons y Bruselas, contra todo réprobo que se salga de madre y pretenda en España poner pie en pared. De modo, que la suerte está echada y sólo un milagro de Dios nuestro Señor nos salvará, haciendo que por su voluntad, primero, el toque de generala se oiga en toda España, para que. luego, tanto unos como otros, todos los que despierten y se levanten, militares decentes aunque sean cuatro y paisanos con corazón aunque sean seis, pero todos con «Fe ciega en el triunfo», como reza la memorable primera circular que desde África se transmitió a España con la Virgen Nuestra Madre de testigo, hagan que esos malnacidos que nos llevan al matadero, pero primero al arroyo a la Patria para que sea objeto de risión en el mundo, ¡meen sangre!

Deja una respuesta

Su dirección de correo nunca será publicada. Si la indica, podremos contestarle en privado en caso de considerarlo oportuno.*

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad