9 respuestas a «España entre la anarquía, el vandalismo y el caos»

  1. Hoy por hoy, y va a peor, ESPAÑA ES UNA ANARQUÍA.
    La mayoría de la población hace lo que le da la gana, no tienen ningún respeto a la Autoridad o a sus Agentes, etc.
    Tampoco a la Bandera o al Himno Nacional.
    Al desaparecer EL SERVICIO MILITAR, que era integrador, y te hacía sentirse español, la Jura de la Bandera, etc., las nuevas generaciones -¿o debería decir degeneraciones?-, sólo se sientes catalanes, gallegos, aragoneses, extremeños, pero nada más.
    Es triste decirlo, pero así es como yo lo veo, enconciencia.

  2. Imaginar lo que sucederá cuando las paguitas se les corte el grifo y el euro solo sirva para limpiarse el culo. Hace tiempo que se viene anunciando, por desgracia y agenda, parece que es inevitable.

    Saludos cordiales

  3. Que alguien le explique a este policía de buena voluntad,que todo esto es intencional y que es algo de lo que el profesor Damián Galeròn ya avisò hace unos años.El video se puede encontrar en el canal youtube de Adoraciòn y Liberaciòn y de como la masonería satánica está detrás para crear caos.
    Novus ñordo ab chaos.
    Tenemos lo que permitimos.

  4. No dudo de que el libro sea muy bueno y merezca la pena, pero no quiero pasar la ocasión hacer nota que el precio medio de un libro en edición de calidad son 21’50 € y sin embargo este cuesta 42’75 €, es decir el doble. Con los libros de la Editorial SDN, ocurre igual.

    La lucha cultural por España a la mayoría nos cuesta el dinero, para otros parece que es un negocio, y en la medida que es un negocio su testimonio no es válido, con independencia del buen contenido que pueda tener el libro, que por lo que vale es lo menos que se puede esperar de él.

    1. Supongo se referirá a los libros de SND, no SDN.
      Totalmente de acuerdo con usted.
      Hay gente que «aprovecha» el patriotismo para hacer negocio, y esquilmar a los presuntos «camaradas».
      Y es una pena; y una vergüenza.

  5. El problema de orden público que tiene España, que va a más cada día y que irá a mucho más en los próximos años es la conjunción de una pluralidad de factores:

    – la acción de poderes extranjeros que campan a sus anchas porque los servicios nacionales que deberían contrarrestarlos y combatirlos en realidad trabajan para ellos.

    – Una clase política corrupta que goza para sí de una seguridad armada hasta los dientes, y como ellos están a salvo, a la gente corriente que nos zurzan

    – Unos mandos policiales y de la Guardia civil totalmente imbuidos en el discurso de la extrema izquierda y la Agenda 2030, que lo hacen propio por lo entregados y vendidos que están a la causa de lo políticamente correcto, sin ninguna autocrítica.

    – Unos medios de comunicación que en realidad son medios de manipulación, que filtran las noticias y las amañan para mantener a la gente «teledirigida», también en este tema. Hay mucha responsabilidad en estos medios de lo que está pasando en España.

    – Un poder judicial corrupto y entregado al enemigo, y una fiscalía politizada a unos niveles propios del otro lado del telón de acero.

    – y luego la imbecilidad social, que tiene muchas facetas, está la huella del carbono, está que la gente le parece poco pagar 400 € de luz, la gasolina a 2 € el litro y la inflación al 15% como para que los dos partidos con mejores expectativas de voto sigan siendo el PSOE y el PP, cuando era para que no sacaran ni un diputado ninguno de los dos. Esta imbecilidad social también se muestra en el trema de la inseguridad ciudadana, y parece que a la gente le gusta que la atraquen, que le ocupen el piso o que le violen a la hoja.

    Barcelona por ejemplo es como ¨Chicago en los años 20, pero por lo visto es lo que le gusta a la gente, que le roben, lo arruinen y los maten. Sarna con gusto no pica. El problema es la minoría que no participa de esta imbecilidad social, y que tiene que soportar el que justos pagan por pecadores.

    1. Por no hablar, que también de la existencia DE MILES DE MENAS EN NUESTRAS CALLES, cobrando pagas para que «se integren», cuando la única integración posible es mediante el estudio o el trabajo…
      Muchos de ellos, además, tienen bastantes más años de los 18, en que se cifra la mayoría de edad, y hay pruebas que pueden hacerlo sobre la calcificación de los huesos, etc., que permiten saber la edad real de una persona.
      ¿Porqué tenemos que aguantar a visitantes indeseables, en la mayoría de los casos, a los que nadie ha invitado…?
      Ítem más, la reducción de la delincuencia extranjera sería fácil, pero no hay voluntad política, ni siquiera fiscal y judicial:
      * Juicios rápidos, y, casoi de condena,
      * Sustitución de la prisión (salvo delitos extremadamente graves), POR LA EXPULSIÓN DE ESPAÑA, y devolución a sus países de origen, para que «los disfruten» ellos.

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