Esperanza Casteleiro: el CNI al servicio del PSOE

Paz Esteban

El dictador Pedro Sánchez y la sátrapa Margarita Robles (a) «la mofletes» y «la mangui», con tal de mantenerse en la poltrona han ofrecido en bandeja la cabeza de la directora del CNI, Paz Esteban, a los enemigos declarados de España a los cuales, en un alarde que no va a sentar precedente, se había atrevido dicha señora a espiar no sólo con todas las de la ley (orden judicial por medio), sino en el cumplimiento del deber del Centro; aunque la informaciones obtenidas es verdad que de nada sirvieron porque tan enemigo de España son el dictador, «la magui» y sus secuaces como los separatistas, y a las pruebas diarias nos remitimos.

Paz Esteban fue siempre, pobre, una ni fu ni fa que llegó a directora del CNI por arte de… una carambola in extremis dejando compuesta y sin cargo a Esperanza Casteleiro que aspiraba de siempre a ello y que ahora sí, por fin, Esperanza, por fin, ha sido nombrada nueva directora del servicio de inteligencia español por su padrina, «la mofletes», dejando su cargo de Secretaria de Estado de Defensa, poltrona que le venía más que grande, con la que nunca llegó a soñar, con la que no pudo llegar más lejos, ni la defensa de España caer más bajo.

Esperanza Casteleiro

¿Y qué significa su nombramiento? ¿Por qué colocan a Casteleiro y no a otro? ¿Qué podemos esperar a partir de ahora del CNI? Pues para respuestas nada mejor que saber quién es la nueva directora del CNI y por qué y para qué la ponen ahí.

Esperanza Casteleiro tiene 64 años. De dilatada carrera en el CESID/CNI, ha colado entre muchos, incluso entre periodistas avezados, cuyos nombres omitimos para no ruborizarles, como experta en Inteligencia, de carrera sobresaliente y espectacular, y de eficacia y buen hacer acreditado. Pues bien, no es así. Nada más lejos de la realidad

Manglano

Esperanza ingresó en el CESID en 1983 cuando el Gral. Emilio Manglano se apuntó al incipiente pero prometedor carro feminista. Hija de un coronel del Ejército del Aire, es licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación por la UCM –nada importante por lo tanto–, nido por entonces y ahora también de marxistas-leninistas recalcitrantes, ideología a la que Casteleiro se apuntó con entusiasmo y de la que nunca ha renegado y siempre ha hecho alarde a pesar de los 100 millones de muertos a sus espaldas, muchos de ellos en la propia España, y de provocar siempre la miseria allá donde se ha implantado.

Santiago Bastos

Al ingresar en el CESID, qué casualidad, fue destinada a la División de Inteligencia Interior que por entonces mandaba el Gral. Santiago Bastos, en la cual, más que contra ETA se perseguían con saña a supuestos «fascistas involucionistas», algo muy propio tras el reciente 23-F, afición que daba buenos rendimientos curriculares, a pesar de que las piezas «cazadas» eran más que artificiales y, en el mejor de los casos, no pasaban de pobres bocazas, pero que al PSOE en el Gobierno entonces, como ahora y siempre le ha interesado crear y mantener dicha leyenda urbana para justificarse. Dada la afinidad ideológica entre Bastos y Casteleiro, en unos meses Esperanza se ocupó de la secretaría general de tal División, o sea, mano derecha del General, con acceso, por ello, a una visión de conjunto que le vino muy bien, además de la posibilidad de tratar con los niveles superiores del Centro y de otros organismos, lo que le vino mejor.

Claro que como lo de cazar «fachas involucionistas» se vio con el tiempo que era un montaje y que con ETA ya se había decidido negociar y rendirse a ella, pero sobre todo, ojo a este dato, debido a que sus protectores socialistas habían caído junto con el jefe, o sea, con Felipe González, nada más entrar Aznar en el Gobierno Casteleiro se agenció en 1997 un lugar en el soleado Brasil donde hacerse invisible, descansar, tostarse y… cobrar, claro, faltaría más, porque por mucho que alardee de que se volcó en la lucha contra las redes de narcotraficantes, quien conoce el Centro, como quien sabe cómo se las gastan dichas redes, sabe que lo que hizo Esperanza fue solazarse unos añitos a la espera de una nueva oportunidad; y de paso enchufar a su esposísimo en un organismo internacional, primero para tenerlo ocupado no fuera que se cruzara por allí alguna chica de Ipanema con su balanceo camino del mar, y también, claro, porque dos sueldazos son mejor que uno.

Jorge Dezcallar

Concluida su estancia de cuatro años en el extranjero, o sea, en la «terminal» de Brasil, regresó justo cuando Jorge Dezcallar se hacía cargo del CNI –primer civil y persona que no había espejo en el que no se mirara para confirmar lo guapo que se creía–, quien, con el despiste monumental que le caracterizaba, sumado a su estulticia pepera, no tuvo otra ocurrencia mejor que nombrarla en 2002 directora de Recursos Humanos del Centro. Cargo gris, burocrático y anodino, pero que facilitó a Esperanza la posibilidad de obtener, de nuevo, sólo que ahora a lo bestia, una visión de conjunto de todo el CNI, o sea, de su personal de arriba, de en medio y de abajo, de sus tendencias, ambiciones, debilidades y muchas cosas más, así como repartir dádivas y prebendas, hacer favores y pasar por alto meteduras de pata; o sea, ganar amigos y saber dónde estaban los enemigos… ideológicos según su sectaria forma de pensar. El PP, y los peperos, siempre tan listos.

La estrepitosa caída de Aznar fue la oportunidad de Casteleiro, porque de nuevo los suyos volvían al poder y ella, siempre tan fiel al partido, no iba a ser olvidada, máxime cuando su currículum a pesar de no ser ni mucho menos nada del otro mundo, ni de éste, podía venderse bien, lo que sumado al hecho de ser mujer –hoy toda una referencia curricular en cualquier sitio–, la catapultó en 2004, o sea, nada más sentarse Rodríguez Zapatero en la poltrona de Moncloa al cargo de Secretaria General del CNI, es decir, a número dos del Centro, nada más y nada menos. ¿Sus méritos? Pues ya los ven: su ideología marxista-leninista y su lealtad por encima de todo al partido que en eso los socialistas nunca han cambiado, ni caen en los errores de sus adversarios políticos.

Alberto Saiz

De 2004 a 2008, es decir, durante la primera legislatura de Rodríguez, Casteleiro ejerció de número dos mientras el número uno, o sea, el director, era Alberto Saiz, todo un personaje cuyos modos, usos y costumbres, escarceos, pasadas de pueblos, patinazos, broncas y mucho más, fue secundado por Esperanza que nunca ni dijo nada ni lo impidió; y es que, por un lado, el partido es el partido, y, por otro, la poltrona es la poltrona.

En 2008, cuando ya el CNI era un hervidero de enfrentamientos personales y profesionales, cuando se había convertido en una caja de grillos, cuando los cuchillos volaban por los pasillos, cuando aquello era una casa de locos y… locas, cuando el desmadre cundía, todo ello bajo la atenta y permisiva mirada de Esperanza, que nunca supo ni quiso hacer nada para evitarlo, demostrando su manifiesta incapacidad, ineptitud, falta de carisma y categoría humana y profesional, Casteleiro, viendo las orejas al lobo, se buscó, como ya había hecho antes, un apaño en… La Habana, paraíso socialista castrista… como no podía ser de otra forma para esta stalinista.

Porque su marcha a Cuba fue eso, un apaño. Nada de misión secreta, nada de gran apuesta de Rodríguez por apoyar a los «aperturistas» de aquel régimen tiránico y asesino, pues nunca los hubo ni habrá en Cuba, nada de estar preparados ante la enfermedad y vejez de Fidel, en definitiva nada de la tan cacareada «Operación Idus de Marzo», nada eso ni de otras tantas cosas que Casteleiro se ha encargado de aventar para s mayor gloria, sino sólo una huida calculada de Esperanza cuando el barco de Saiz hacia aguas, cuando el Gral. Cassinello, a pesar de su edad, arremetía contra él para proteger a su hijo al que el director estaba vapuleando.

Pero esta vez el «paraíso» socialista cubano se le atragantó a Casteleiro, ya que llegó en Otoño de 2008 y salió pitando con lo puesto en Mayo de 2009, apenas seis meses de playa y hotel, y hotel y playa, porque la mayor parte del tiempo las autoridades comunistas no la dejaron salir del él, porque estuvo siempre bajo directa, muy directa vigilancia, porque no podía ir ni al WC sin que le sacaran una foto, un video o un audio, o sea, sin poder menearse porque los cubanos, comunistas, sí, pero no tontos, nunca comprendieron que pintaba la que fuera número dos del CNI allí, nunca se creyeron que Casteleiro sólo quería hacer turismo e ir a la playa, esconderse y esperar a ver qué pasaba aquí. Por eso y porque estaban en medio de una brutal lucha por el poder que se saldó, entre otros daños colaterales con la detención de un empresario cubano/español y la eliminación de los supuestos «aperturistas», los Castros se quitaron de en medio a Casteleiro, porque a menos bulto más claridad.

Tras el fiasco, desde 2009 hasta el 2014 Esperanza navegó en varios cometidos por el Centro cual «holandesa errante», «alma en pena» o «santa compaña», viendo peligrar su carrera, pero más aún sus ambiciones, que las tenía, vaya si las tenía, siendo la principal ser… la directora, socialista, claro, del CNI al servicio del partido.

Sanz Roldán

En 2014, cuando se creó el pomposo Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado, en el cual estaban representados al mismo nivel tanto el CNI, como las FFAA, Policía, Guardia Civil, Vigilancia Aduanera e Instituciones Penitenciarias, presuntamente para lograr de una vez por todas la tan necesaria, como imposible, coordinación de todos contra tal amenaza, Sanz Roldán, nuevo director y mamporrero predilecto del emérito fugado, que de tonto no tenía un pelo –aunque pasadísimo de rosca en el cargo–, le endilgó a Esperanza el puesto de representar al CNI en dicho organismo, cargo poco activo, nada conflictivo y muy burocrático, quitándosela de en medio sin herir ni sus susceptibilidades, ni las del partido socialista, su mentor, ni las del PP, jugando así cartas a todas las bazas posibles, de ahí, entre otras habilidades, su supervivencia en el cargo.

Pero ante el espectáculo de Rajoy y el PP –no se puede ser más inútiles y mediocres–, de nuevo, con la llegada del PSOE a la poltrona monclovita el partido  –siempre el partido– acudió a Esperanza, fiel hasta la muerte, y Margarita Robles, que esperaba ser vicepresidenta, le prometió la dirección del CNI para conseguir así un pleno: Margarita, hacer historia al colocar a la primera mujer en dicho cargo, controlar el CNI para ponerlo al servicio del partido y de ella misma, y hacerse fuerte en el Gobierno de cara a su siguiente paso: ser la primera mujer presidente del Gobierno de España y… mandar, mandar, mandar, que es lo que le pone; Esperanza, claro, ser por fin directora del CNI y la primera mujer en ello, todo un alarde.

Sólo que la cosa se truncó cuando se metió por medio Carmen Calvo, y Sánchez incumplió, como siempre, sus promesas, de ahí que a los pocos meses, el dictador no se pudo negar a entregarle a Robles el CNI del que nombró directora, la primera mujer, con gran cabreo de Esperanza, a Paz Esteban, una ni fu ni fa; bien que compensó a Esperanza, a la espera de tiempos mejores, nada más y nada menos que nombrándola Secretario de Estado de Defensa, poltrona que le venía demasiado grande pero desde la cual, y en tandem con Robles, podía ejercer su tiranía marxista-leninista sobre Defensa… ahí es nada.

Tal para cual y… para el PSOE

Así pues, y frente a la leyenda urbana, la propaganda marxista y la propia, la verdad es que Esperanza Casteleiro nunca ha demostrado sus habilidades como agente de inteligencia, ni espía, ni jefa; sólo su fidelidad al PSOE, a la ideología marxista-leninista y a la idea que tiene dicho partido de lo que debe ser el CNI: el servicio secreto del partido, eso sí, pagado por todos nosotros, lo que con el nombramiento de Casteleiro ahora sí ya como su directora consigue que es de lo que va este nombramiento, de bloquear en el CNI todo lo que pueda poner en peligro los malabarismo del dictador para mantenerse en el poder o perjudicar la audacia de los enemigos de España, socios seculares del socialismo, del PSOE, del partido; y si no, tiempo al tiempo.

En cuanto a lo personal, Esperanza se caracteriza, además de por lo muy poco agraciada físicamente, sin mencionar esa estética rancia, ajada, decimonónica y decadente que la identifica –bien que el libro de los gustos y mal gustos está escrito en blanco–, por su apatía, falta de carisma personal, color gris, olor a naftalina y alcanfor, miedo a tomar decisiones, pánico a coger los teléfonos rojos cuando suenan –algo que pocos saben de cuando estaba en el CESID–, terror a asumir responsabilidades de verdad, aversión a dar la cara y horror a decidir, sobre todo en situaciones de emergencia… eso si, a excepción de las órdenes del partido que esas sí que ni cuestiona, ni discute y obedece a ciegas.

Apañados vamos con Esperanza Casteleiro al frente del CNI, algo que, dicho sea de paso, no ha sentado nada bien entre sus miembros; otra cosa es que no tardarán en florecer los pelotas, interesados, advenedizos, lameculos y demás gentes de mal vivir pero de mucho trepar que se apresuren a rendir pleitesía a… la nueva emperatriz.


12 respuestas a «Esperanza Casteleiro: el CNI al servicio del PSOE»

  1. Hace falta tener los ovarios cuadrados, para sacrificar a un peón, en lugar de dimitir, si LA MOFLETES tuviera algo de dignidad.
    Pero está visto que no tiene.
    No obstante, que no cante victoria todavía, pues si los separatistas catalanes le siguen apretando las clavijas AL DICTADOR, éste se deshará de ella, igual que de un terrón de azucar cuándo se echa al café…
    (Y, me atrevería a decir, que no se deshace de ella todavía, porque le tiene miedo, pues esta tia es más peligrosa que un alacrán y/o escorpión, que no tengo claro si son lo mismo o no…).

    1. Menudo curriculum la de esta Z….
      España necesita más de estas fanáticas miserables para hundirse hasta la MMMMM
      Excelentísimo artículo que me divierte viendo la Mierda de este mal llamado Gobierno.
      Y GRACIAS a ti Jacques por tus artículos y comentarios.
      Desde mi carlismo natal estás consiguiendo que me haya «convertido» en pro-ruso…. Quién me iba a decir que, después de que toda mi familia combatiera con el Requeté, me iba a reconvertir en pro-Putin… pero es que no queda otra alternativa o eres pro-NOM o pro-Putin-
      Íñigo Caballero
      Donostiarra y carlista desde que naci

  2. En mi modesta opinión, esta individua va a dejar la categoría de monjas de clausura a Manglano, Calderón,El Visillos, El Flautista, Jambrina,Lobo, Los hermanitos Zipi y Zape (Cassinello) y otros varios que me callo.El único que según mis noticias sigue en una oscura mazmorra es El Araña…menuda tropa.

  3. El articulo no tiene por donde cojerse,es obra de un resentido que lanza porqueria por la pluma y no tiene NPI..
    Parece claramente misogino y creo que no aporta nada

    1. Estimado seguidor: pues cójalo usted. Juicios de valor, siempre injustos por erróneos y desconocimiento de la personas a la que se sentencia. ¿NPI? Pues aporte usted sus conocimientos. ¿Misógino? Justifique. Envíenos usted uno sobre la trayectoria de esta persona si es que sabe, claro. De lo contrario está quedando en evidencia. Saludos cordiales

      1. Pues a mi parecer que aporta muchísimos datos, muy interesantes y sí demuestra conocer, porque de otra forma sería imposible.
        Ahora bien, tanto Paco Goyeneche como Rogelio en vez de descalificar sin más, deberían, si es que ellos sí conocen, aportarnos los datos que dicen conocer y que parece que son distintos a los del autor.
        En fin, ya sabemos que es lo de siempre: quien descalifica sin más, sólo consigue reforzar al pretendido descalificado y descalificarse a sí mismo.
        Más seriedad en la crítica caballeros

  4. LE ACONSEJO MAS RESPETO POR EL AUTOR Y LE ADVIERTO QUE AQUI EN MI OPINION SOBRAN SUJETOS COMO USTED.APARTE DE QUE SE LE NOTA DEMASIADO SU INTENCION..¿VOUS COMPRENEZ?

  5. Por otra parte, el sofware Pegasus está obsoleto.Me inclino mas por el de Black Cube.Y sobre los telefónos..busquen Sirin Labs y tendrán la ecuación completa.

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