¡Exclusiva! ¡Tremendo! El Gral. Rivas Moriana insulta al pueblo español
Hace mucho que venimos denunciando los casos de aquellos mandos superiores de nuestras FFAA, y a veces no tan superiores, que las tienen hechas unos zorros, o sea, convertidas en una caricatura grotesca y patética de lo que fueron y más casi aún de lo que deberían y podrían ser si no fuera por tales personajes; máxime dadas las circunstancias.
Somos de los que estamos curados de espanto, y de los que nada nos turba ya, pero en esta ocasión debemos reconocer que por mucha imaginación que le echáramos, la realidad la ha superado con creces. Y es que hemos llegado al momento en que incluso un militar –bueno, o eso pretende ser–, nada menos que un General, sí, como lo leen, un General –o eso aparenta ser–, ha llegado, en el colmo, por ahora, claro, de la indecencia, a insultar al pueblo español, precisamente a ese que, defendiendo a España, ha jurado defender; ¿o será que perjuró?.

Se trata del Gral. José Rivas Moriana, jefe de la Cuarta Subinspección General del Ejército y Comandante Militar de Valladolid y Palencia (SUIGE 4; a esa patética figura han quedado reducidas las antiguas Capitanías Generales), que con su actitud, forma de pensar y palabras escritas, además de demostrar ser un perfecto botarate y petulante cantamañanas, o sea, todo un onagro relinchante, se permite el lujo de insultar al pueblo español; bueno, a todo no, claro, a los españoles anti-españoles, no, que esos muerden, sólo a esa honrada y patriota parte del pueblo español que viene desde hace décadas siendo perseguido precisamente por ser lo que es: patriota y español, algo que cada día escasea más y que es pandemia que afecta por desgracia también y en mucho grado a los componentes de nuestras FFAA, como parece ser el caso del General Rivas Moriana que nos ocupa.
La cuestión es que en Valladolid hay una Hermandad de Veteranos de La legión suficientemente acreditada por su seriedad, solvencia, disciplina, amor a La Legión y a las FFAA, para qué hablar a España, y no sólo registrada con todos los parabienes legales precisos, sino que cuenta con su propia sede y con el reconocimiento explícito, y visitas asiduas, de Generales y jefes del Ejército tanto en la reserva, como retirados y en activo. Podemos dar nombres y circunstancias. Miembros de dicha Hermandad los hay que han pertenecido a La Legión y los hay que no; pero como si lo hubieran sido. Todos ellos, lógicamente, tienen a gala vestir el uniforme legionario en los actos públicos a los que son invitados, tanto militares como especialmente los civiles, que son muchos, porque, como hemos dicho, la solvencia de esta Hermandad está más que acreditada.

Por el contrario, y queremos advertirlo, en el mismo Valladolid funciona otra «hermandad» que es las antípodas de la citada, producto de la maledicencia, y que mejor ni mentar.
Pues bien, hace no mucho, el ínclito Gral. Rivas Moriana se descolgó con una notificación en la que prohibía a los integrantes de la Hermandad vestir las citadas prendas militares aduciendo para ello sólo pobres y vulgares excusas basadas, además, en informaciones torticeras cuya veracidad está claro que no se molestó en comprobar; la negligencia suele ser compañera de la petulancia.
Pero no conforme con lo dicho, toda una estúpida cacicada propia de cualquier general bolivariano, de esos que han llegado a dicho grado a base de bajarse los pantalones y comenzar a hacerlo con los calzoncillos, Rivas Moriana se permite el lujo de insultar a los miembros de la Hermandad y por extensión a todos los españoles de pro al decir que:
“La exposición pública de personal civil con uniforme reglamentario, algunos de ellos sin haber formado parte en ningún momento de las Fuerzas Armadas, emulando las peculiaridades de La Legión Española, lejos de entenderse como un homenaje a ninguna de las Unidades del Ejército de Tierra, constituye un insulto a los hombres y mujeres que sirven en este Cuerpo y en el resto de las Unidades de nuestro Ejército, y a los que, vistiendo ese uniforme, dejaron su vida al servicio de España.
Asimismo, y en relación con el Pueblo de Valladolid, ante los que realizan estas representaciones, supone un fraude indecoroso, suplantando la identidad de aquellos soldados que se han ganado el prestigio y el apoyo del pueblo
Español a través de su participación en numerosas operaciones; y queriendo apropiarse de los aplausos y la admiración que solo merecen los auténticos soldados que sirven en las filas de la Legión.”

¡Cuánta mala leche innecesaria! ¡Cuánta miseria en tales palabras! ¡Cuánta mediocridad! ¡Cuánta ignominia e infamia! ¡Vaya General de nada! No le bastó una línea haciendo referencia a tal o cual norma legislativa, sino que ha querido insultar, herir, algo impropio de un General y sólo propio de un cobarde que se sabe amparado por el sistema impuesto.
Pues no, no y no, infame General.
Aquí quien insulta –y sepa que el insulto es el rebuzno del ser humano–, el que es un fraude indecoroso –algo muy de moda pues hasta el actual presidente profanador del Gobierno lo es–, el que suplanta la identidad y el que busca, desde hace mucho, ganarse el aplauso y la admiración, no de los componentes de La Legión, sino de los que constantemente buscan mancillar su prestigio, es usted y otros mandos, normalmente superiores, aunque ni mucho menos siempre, de nuestras actuales FFAA.
Porque la defensa de España, de la Patria y de lo que ello comporta en toda su extensión, o sea, de ese artículo 8º de la Constitución –que existe–, al que todos ustedes tienen repelús, les produce urticaria y les salen granos cuando lo leen, si es que lo leen, y se niegan a cumplir porque tienen miedo, porque son unos cobardes, es cuestión de TODOS, TODOS los españoles, no sólo de unas FFAA “profesionales”, o sea, asalariadas, ¿mercenarias?, ¿cipayas?, que impiden que el ciudadano español conozca y asuma la parte que le compete en dicha defensa.
Porque en caso de necesidad, ustedes, con sus efectivos, no tienen ni para dos días de combate en serio, por lo que tendrían que tirar de los ciudadanos españoles entre los que los de la Hermandad serían los primeros, esos a los que usted denigra con sus soeces palabras propias sólo de un botarate y mentecato onagro cantamañanas.

Porque deberían ser ustedes, las FFAA, los más interesados en fomentar, como se hace en todos los países sanos, que no es el caso de España, el vestir el uniforme militar por civiles, eso sí, no en carnaval o con ánimo de ofender –como se hace en tantos lugares y vídeos y sin que ningún ¿mando? diga ni “mu”, hecho que usted no se atreve a citar, ni a impedir, ni a clamar contra él o a prohibir por pura cobardía–, sino con el decoro, amor y orgullo con que lo hacen los miembros de esta Hermandad, porque ello fomenta el patriotismo del que estamos más que escasos y tan necesitados, incluso dentro de las FFAA; usted es un ejemplo de tan grave enfermedad.
Sin duda cuando en 2021 llegue el centenario de La Legión querrán difundir su imagen y sacarán pecho, pero teniéndolo “todo controlado” y sólo cuándo y cómo lo mande “LA MOFLETES”, es decir, nada o menos que nada.

Porque hoy en día, con la que viene cayendo desde hace décadas en buena medida porque los militares se vienen dedicando a “hacer la carrera” mirando para otro lado, abandonando a los españoles en las regiones de nuestra piel de toro donde son perseguidos incluso físicamente y hasta la muerte sólo por serlo –recuerde al difunto Laínez, legionario de corazón–, prefiriendo “defender” a España –mentira cochina— en cualquier lugar del mundo sirviendo a intereses de terceros cual vulgares mercenarios cobrando píngües dietas, hoy, que los héroes son los chavales que sin cañones ni fusiles quitan lazos amarillos en Cataluña o enarbolan la bandera de España en sus casas en Vascongadas, hoy, General de pacotilla, usted se permite la tropelía de insultar a quienes están deseando defender a España en España, en la primera línea, en el puesto de mayor riesgo y fatiga, no como usted y muchos de los suyos.

En fin, para qué seguir, porque, aunque mucho, mucho más podríamos añadir –Guardia Civil incluida–, no serviría de nada porque su mente atrofiada por años de bajada de pantalones no es ya capaz de reaccionar; bien que no por ello vamos a callar.
P.D.- Nos consta que el Gral. Jefe de la Legión, Llago Navarro, tiene conocimiento de todo lo ocurrido, pero calla, haciéndose cómplice con su villano silencio; no otra cosa se podía esperar de quien, como sabemos, ha sufrido una metamorfosis alucinante en su trayectoria pasando de Capitán enaltecedor del Generalísimo a extiende-alfombras y bisagrero profesional en cuanto tocó poltrona… eso sí, en La Legión.

Menudo repaso.
Estimado seguidor: de los buenos y con datos frescos y contundentes en la recámara por si acaso. Saludos cordiales
¿Para dos días de combate? Demasiado optimista lo veo. De entrada, visto el presupuesto con el que se cuenta, la munición se acabaría en horas.
La carencia de espíritu militar, de moral, de valor y de arrojo de la oficialidad, «Ingenieros de Organización» que no soldados ni combatientes, sin voluntad de vencer y educados en la sumisión, en la obediencia y en el servilismo al Gobierno progre de turno, dudo que combatieran en lugar alguno.
Los Suboficiales y tropa, preocupados solo de pagar la letra del coche nuevo adquirido, combatirían, en todo caso, de 07:00 a 15:00 horas y de Lunes a Viernes, descontando eso sí media hora para el desayuno.
Otra cosa sería para la Oficialidad mantener una conversación en inglés, organizar una carrera pedestre o una jornada de puertas abiertas, o en el caso de la tropa escoltar un paso de Semana Santa haciendo molinillos con el fusil de asalto. Esa es lamentablemente nuestra realidad.
Estimado seguidor: magnífico comentario en el que denota conocimiento exacto de lo que apunta. Su lápiz tiene, además, punta y fineza… y todo lo que dice verdad y nada más que la verdad. Saludos cordiales
Oido y vigilancia.
Un Legionario como el hermano de mi padre….,
Un Legionario como
Don Joaquín Valenzuela Etayo Q.E.P.D. , descendiente directo del Laureaudo Tte. Col. Valenzuela, que descansa en la Basílica de Ntra Sra del Pilar, que proteje a todos los Españoles (empezando por los nobles gitanos, y continuando por la población que NO debe dormir en la Calle. El Caudillo ¡JAMÁS! lo hubiera permitido). Mañana quiero ver a algún «Procer» que defienda a los «DESPROTEGIDOS».