Los falsos profetas

Me han llegado preguntas pidiéndome aclarar a qué se refiere Cristo cuando dice en el cap. 24 de Mateo que llegará un tiempo (nuestro tiempo actual), donde surgirán muchos falsos profetas, quienes, utilizando su nombre engañarán y confundirán a muchos, incluso a los mismos elegidos.

Estas palabras del evangelio tienen un sentido muy preciso y, se refiere a los falsos profetas que saldrán del interior de la propia iglesia. A manera de ejemplo, en el mundo político nos encontramos personas que utilizan el nombre de Dios, pero son favorables a la legalización del aborto, aprueban la homosexualidad, y defienden la ideología de género o, al menos tratan de disimular sus ideas contrarias a los valores cristianos. Ciertamente son falsos profetas, pero se les identifica con rapidez, en cuanto que son personas que se dedican a la actividad social, política o económica.

Sin embargo, es más difícil identificarlos cuando proceden del mundo religioso, ya que pueden presentar una falsedad bajo la aparente forma de una verdad. Por esto mismo, en el citado pasaje del evangelio de Mateo, Cristo advierte que llegará un momento donde la confusión entre los fieles será muy amplia y no será nada fácil darse cuenta que nos están engañando; en este caso, la advertencia que nos hace el evangelio, se refiere a los FALSOS PROFETAS QUE SURGIRÁN DESDE EL INTERIOR DE LA IGLESIA. Para comprender un poco este tema podemos poner algunos ejemplos:

1.- Son falsos profetas porque enseñan un evangelio diferente al que está escrito en los textos bíblicos. No solo inducen a los fieles a negar la existencia de una vida sobrenatural, sino que presentan la existencia del Infierno, del Purgatorio y del Cielo como una teoría superada que se remonta a la mitología del mundo antiguo.

2.- Presentan al demonio como una figura literaria propia de personas que padecen ciertos desequilibrios mentales. No hablan del pecado porque para todos estos falsos profetas todo es lícito y permitido. Dicen pertenecer a la Iglesia católica, pero en realidad viven ajenos a las normas y a la Doctrina. Niegan la divinidad de Cristo y la veracidad de las Escrituras.

Cardenal Schönborn

3.- Estos falsos profetas, por lo general ostentan elevados cargos dentro de la Iglesia y el poder que tienen, no pocas veces está asociado a grupos de poder a manera de mafias; tanto es así, que sus opiniones y errores no pueden ser anulados debido al poder que tienen. Un ejemplo, entre otros muchos que podemos poner, lo tenemos en el austríaco cardenal Schönborn, quien ha declarado que está dispuesto a ordenar a mujeres diaconisas; con esta intención, rompe la Tradición apostólica desde los orígenes del cristianismo, donde solo podían ser ordenados los varones..

Padre James Martin

4.- Otro ejemplo lamentable es el caso del jesuita padre James Martin, activista homosexual quien promueve la homosexualidad en el interior de la Iglesia, con apoyo de las máximas autoridades del Vaticano; va impartiendo conferencias por todo el mundo sobre la homosexualidad y nadie en la cúpula de la iglesia le llama al orden.

Cocopalmeiro

5.- Podríamos poner otros ejemplos como el del cardenal Cocopalmeiro, obispos como Paglia, monseñores como Baldisseri, Trucho Fernández, Lugones, y muchos más quienes, no solo defienden la homosexualidad, incluido el matrimonio homosexual, sino que también se manifiestan abiertamente favorables a las sociedades secretas, siendo no pocos de estos, miembros de la masonería.

6.- Todos estos obispos y cardenales, utilizan el nombre de la Iglesia para proclamar sus ideologías y graves errores doctrinales. Dado que son miembros de la jerarquía, no es fácil enjuiciarles, forman parte de la cúpula de la Iglesia y se protegen entre ellos.

7.- Un falso profeta puede ser también un Papa, (llevamos ya 37 anti-papas en la historia de la Iglesia), cuando a través de sus declaraciones y opiniones, trata de imponer sus ideas como si fueran de Dios, abusando de la autoridad que le confiere ser cabeza de la Iglesia.  (Está sucediendo actualmente).

8.- Ejemplo de falsos profetas lo estamos viendo entre los obispos españoles y también en otros países. Observamos, salvo raras excepciones que, la jerarquía episcopal española, se han convertido en amancebados del poder político, quienes, interesados solamente en mantener sus privilegios, no han dudado en abandonar a los fieles. Guardan silencio ante todos los desmanes existentes, tanto de la liturgia como errores doctrinales y habiendo prevaricado de su ministerio en la guía de los fieles, han convertido a España en una ciénaga de decadencia moral. Estos falsos profetas, por su prevaricación, no solo acabarán perdiendo sus privilegios, sino que también serán expulsados de sus sedes episcopales.

9.- En estos momentos, la Iglesia está profundamente infiltrada por estos falsos profetas, quienes, hablando en nombre de Dios y abusando del poder que les confiere su ministerio, están sembrando la confusión y el error entre los fieles, alterando la Liturgia, deformando el Evangelio y, estableciendo normas morales que no pertenecen, ni a la tradición ni al Magisterio de la Iglesia.

10.- Estos falsos profetas, miembros de la iglesia, guardan silencio cómplice ante el falso magisterio que procede de Roma en documentos como  “Amoris Laeticia”, el cual, a través de una falsa “misericordia”, permite la comunión a las personas que viven en adulterio. Con este silencio, esconden y justifican su prevaricación y la notable corrupción que es observable entre sus filas.

11.- Estos son los falsos profetas a los que se refiere Cristo en el evangelio, cuando nos advierte que tengamos mucho cuidado con estos “sepulcros blanqueados” quienes, revistiéndose tras las vestiduras sagradas, no son sino ladrones de almas y estafadores de la verdad revelada, confundiendo a todos con sus falsos puntos de vista y sus engreídos razonamientos.

12.- Miles de fieles, debido a su falta de preparación, a su desconocimiento de la doctrina y del evangelio, ponen su confianza en estos ministros de la Iglesia; muchos de ellos, carentes de escrúpulos y guiados solamente por sus ambiciones personales y su falta de fe y de vocación, los arrastran hacia doctrinas que los alejan de Dios y del evangelio, haciendo ver a los demás que, las palabras de Cristo tienen que ser adaptadas al mundo y, con su falsedad arrastran a los fieles hacia el desastre humano y espiritual.

A estos se refiere Cristo cuando nos advierte que estemos atentos contra estos lobos, quienes vestidos de ministros de la Iglesia, van destruyendo todo lo que tocan. Estos son los falsos profetas que han surgido entre nosotros.

Los otros, los falsos profetas que afirman que son enviados por Dios y dicen de sí mismos que son pastores o políticos, se les identifica enseguida. No revisten más peligro que la capacidad que tengamos nosotros de ser engañados por ellos.


2 respuestas a «Los falsos profetas»

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