Fátima, Garabandal, Akita. (I)
Hay que recordar que la tercera parte del mensaje de Fátima no se dio a conocer en 1960, tal como Lucia lo pidió de parte de la Virgen, y por esto la misma Virgen María, según manifestó a las videntes, pidió a Dios venir a Garabandal en 1961 a comunicar sus Mensajes. También debemos tener presente que Juan XXIII convocó en 1962 el Concilio Vaticano II, cuya torcida aplicación ha sido fuente de tantos errores.
El reciente estreno de la película sobre Garabandal, apariciones tan “perseguidas” que apenas nadie conoce, merece que se diga algo respecto a ellas, encuadrándolas adecuadamente. Este resumen puede ampliarse en Se fue con prisas a la montaña – Garabandal, del P. Eusebio García de Pesquera, O.F.M. (www.virgendegarabandal.com/se_fue_con_prisas_a_la_montana.pdf), y Las Negaciones de Garabandal, de Francisco Sánchez-Ventura (http://www.mgrfoundation.org/SanchezVenturaIndex.html)
Fátima y Garabandal.-
Monseñor Joao Pereira Venancio, que fue Obispo de Leiría-Fátima, dijo: “el Mensaje dado por la Santísima Virgen María en Garabandal es el mismo que antes dio en Fátima, adaptado a nuestro tiempo. La Bendita Virgen no pudo decir en Fátima en 1917 sobre la crisis del sacerdocio y la crisis doctrinal, especialmente la Eucaristía, porque no existían tales crisis en ese entonces, por ello lo dijo luego claramente en Garabandal… Es Garabandal extraordinario en sus perfiles proféticos, porque es la primera vez que un Milagro coincidirá con un gran evento en la Iglesia, lo cual tendrá como consecuencia que el carácter profético de Garabandal sea inmenso”.
Hay que recordar que la tercera parte del mensaje de Fátima no se dio a conocer en 1960, tal como Lucia lo pidió de parte de la Virgen, y por esto la misma Virgen María, según manifestó a las videntes, pidió a Dios venir a Garabandal en 1961 a comunicar sus Mensajes. También debemos tener presente que Juan XXIII convocó en 1962 el Concilio Vaticano II, cuya torcida aplicación ha sido fuente de tantos errores.
Monseñor Pereira dijo que la Virgen se despidió de los pastorcitos portugueses diciendo: “hasta San Sebastián de España (((de Garabandal))))”, pero que no se dio cuenta de su significado hasta que conoció las Apariciones de San Sebastián de Garabandal; tomado de un libro carmelitano publicado en Brasil hacia los años de 1930. |
Las Apariciones Marianas de Garabandal.-
El 18-VI-1961 tuvo lugar la primera Aparición de San Miguel en San Sebastián de Garabandal, pueblo santanderino situado a los pies de la histórica Peña Sagra y en las estribaciones de los Picos de Europa. San Miguel se apareció varios días a las cuatro niñas de unos 13 años (Conchita, Mari Loli, Jacinta y María Cruz) con el fin de prepararlas para la venida de la Virgen María en la tarde del domingo día 2 de Julio de 1961
Conchita González González (nacida el 7 de febrero de 1949, 12 años), Jacinta González González (nacida el 27 de abril de 1949), Mari Loli Mazón González (nacida el 1º de mayo de 1949) y Maricruz González Barrido (nacida el 21 de junio de 1950). A pesar del apellido González, común a las cuatro, no tenían parentesco próximo entre sí. Así pues, tres de ellas tenían 12 años y la cuarta 11 en el momento inicial. San Sebastián es un pueblo situado en una pequeña meseta en medio de las estribaciones de la cordillera Cantábrica, a 600 metros de altura y a 90 kilómetros de Santander, junto a la histórica Peña Sacra.
El 8 de agosto de 1961 el jesuita Padre Luis María Andreu fue el primer sacerdote que vió a la Virgen de Garabandal al mismo tiempo que las niñas (gritó cuatro veces: milagro), también vio el Milagro “que viene” y, cuando bajó al pueblo, dijo al párroco de Cosío y Garabandal D. Valentín Marichalar: “lo que las niñas dicen es verdad” y durante el viaje de vuelta dijo “Para mí ya no hay duda de que lo que dicen las niñas es verdad, qué gracia más grande me ha dado la Virgen, qué Madre mas buena tenemos en el Cielo, hoy es el día más feliz de mi vida”, muriendo poco después durante aquel viaje de felicidad y sin dolor alguno. D. Valentín, el párroco, terminó creyendo en las Apariciones porque recibió una prueba personal e inequívoca que él mismo había pedido a la Virgen.
El sacramento de la Eucaristía estuvo muy presente en el mensaje de Garabandal. Las niñas recibieron la comunión frecuentemente, administrada por el Arcángel San Miguel. Hay muchas fotografías donde aparecen comulgando, pero sin que se vea la Hostia. Pero el 18 de julio de 1962 Conchita entró en éxtasis y una Hostia visible apareció repentina y misteriosamente en su lengua. Alguien logró hacer película de este milagro.
El sábado 13-XI-1965, Conchita, que aun vive (también Mari Cruz), fue testigo de la última aparición en Garabandal; luego tuvo algunas locuciones más. En total fueron unas 2.000 apariciones/locuciones, incluyendo la del Sagrado Corazón de Jesús, las de la Virgen (del Carmen) fundamentalmente, y las de los arcángeles Miguel y Gabriel y del apóstol Santiago.
Los éxtasis.-
Las apariciones iban precedidas de tres “llamadas interiores” de intensidad era cada vez mayor. Muchas veces sus rostros adquirían una expresión beatífica, se les dilataban las pupilas y echaban la cabeza completamente echada hacia atrás, incluso caminando, y ya fuese por minutos o por horas nunca sufrieron lesión muscular o fatiga alguna. Cuantas veces cayeron violentamente de rodillas sobre los adoquines o las piedras no se hicieron daño; eran insensibles al contacto físico, los “flases” de las máquinas de fotos, los pinchazos y las quemaduras de cerillas; el peso que adquirían sus cuerpos era tal que incluso dos hombres no pudieron levantar a una, mientras ellas se alzaban con facilidad para acercarse a la Virgen.
Además de las comuniones místicas, a veces levitaban y otras sufrían “caídas extáticas”, pasando de estar de pie a inclinarse hacia atrás hasta quedar en posición horizontal al nivel del suelo pero sin tocarlo, sin usar las manos y sin que sus ropas se levantaran indecorosamente, poniéndose de pié de igual inexplicable manera. En ocasiones el movimiento de las cuatro era sincronizado.
Durante las “marchas extáticas” iban con la cabeza hacia atrás, incluso andando de espaldas y por caminos difíciles, empinados y a veces de noche, resbaladizos por lo mojados, e incluso a paso rapidísimo que hacía difícil el seguirlas; podían detenerse instantáneamente o deslizarse por el terreno con los brazos abiertos, tocando apenas el suelo con la punta del pie solamente. A pesar de ello no sudaban y tenían el pulso normal y la respiración normal.
Durante los éxtasis algunas personas hacían llegar a las niñas diversos objetos, los cuales eran presentados por estas (sin conocer a los dueños y sin ningún orden) a la Virgen, siendo devueltos siempre sin error a sus propietarios.
Los Mensajes.-
1º (18-X-1961):
«Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia. Tenemos que visitar al Santísimo con frecuencia. Pero antes tenemos que ser muy buenos. Si no lo hacemos nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa, y si no cambiamos, nos vendrá un castigo muy grande».
2ºmensaje (18-VI-1965): La Virgen dijo:
«Me da mucha pena decíroslo Yo, pero os lo tengo que decir para vuestro bien”, por esta causa fue el Arcángel San Miguel quien lo dijo a Conchita: Como no se ha cumplido y no se ha dado mucho a conocer mi mensaje del 18 de octubre, os diré que este es el último. Antes la copa se estaba llenando, ahora está rebosando. Los Sacerdotes, Obispos y Cardenales van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan a muchas mas almas. La Eucaristía cada vez se le da menos importancia. Debéis evitar la ira del Buen Dios sobre vosotros con vuestros esfuerzos. Si le pedís perdón con alma sincera, Él os perdonará. Yo, vuestra Madre, por intercesión del Ángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación. Pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos. Debéis sacrificaros mas, pensad en la Pasión de Jesús».
Las noches de los gritos: las vísperas del Corpus de 1962 (jueves 21 de junio), el martes 19 a las 22:30 estaban Jacinta, Mari Loli y Mari Cruz en el “Cuadro” y, según el párroco D. Valentín, “las niñas lloraban y decían: ¡No nos digas eso! Llévanos a nosotras… ¡Que se confiesen… que se preparen! … Duró cincuenta minutos”. Mensaje fechado 19 de junio de 1962, con las firmas de Mari Loli y Jacinta: «La Virgen nos ha dicho (es difícil precisar si fue la Virgen quien personalmente les dijo estas cosas, o lo hizo por medio del arcángel…) que no esperamos el Castigo; pero sin esperarlo vendrá; porque el mundo no ha cambiado, y ya lo ha dicho con ésta dos veces; y no la atendemos, porque el mundo está peor; y hay que cambiar mucho, y no ha cambiado nada. “Preparadvos (forma incorrecta del imperativo, en vez de preparaos), confesar, que el Castigo pronto vendrá, y el mundo sigue igual… Lo digo: que el mundo sigue igual. ¡Qué pena que no cambie! Pronto vendrá el Castigo muy grande, si no cambia”». Según los apuntes de don Celestino Ortiz, a Conchita … “su madre no la dejaba salir, por tener bastante mala una rodilla. De pronto, la niña se queda en éxtasis, cayendo tan bruscamente de rodillas, que se hizo sangre. … extática como estaba, cogió una cuartilla y sosteniéndola por el borde inferior, ¡en el aire!, empezó a escribir sobre ella con un bolígrafo.”. De acuerdo con las declaraciones del marido de Jacinta a la revista neoyorkina Needles (febrero de 1978), lo que Loli y Jacinta vieron y entendieron durante la primera “noche de los gritos” fue a propósito del Aviso, y la noche siguiente (miércoles 20) fue cuando ellas dos y Conchita tuvieron las visiones sobre el Castigo. Parece que, o Jacinta y Loli no entendieron bien por entonces la distinción entre Aviso y Castigo, o que ellas, deliberadamente, guardaron completo silencio a propósito del Aviso, pues sólo Conchita, y ya tardíamente (como consecuencia de su visión del 1 de enero de 1965), empezó a decir cosas sobre un Aviso que iba a venir antes del Milagro. |
Primera parte de dos (Continuará)
