Fracasa en Chile la nueva constitución “feminista, ecologista e intercultural”
¿Sorpresa o falta de previsión?
Algunos se han sorprendido con el contundente rechazo del pueblo chileno al nuevo proyecto constitucional al imponerse con un 62 % de los votos en un plebiscito que contó con una altísima tasa de participación (más de 13 millones de votos en un censo de poco más de 15 millones).
Es cierto que el sentir del pueblo chileno ya anunciaba la victoria del rechazo a la nueva constitución totalitaria redactada por la izquierda más radical, no obstante, la contundente victoria ha sorprendido a los que se empeñan en comparar los resultados con los de la consulta realizada a finales de 2020 en la supuestamente ganó la voluntad de los que aprobaban redactar una nueva constitución al contar con un 78 % de votos favorables, en un plebiscito con bajísima participación.
Ahora bien, la sorpresa viene motivada por la creencia de la izquierda en sus propias mentiras, ya que no es cierto que en el 2020 hubiera ganado el apruebo a la modificación constitucional. Efectivamente, en un artículo publicado en Tradición Viva el pasado 26 de octubre de 2020 titulado “Una «inmensa» minoría dispuesta a acabar con la libertad” ya referíamos que el apruebo a la modificación constitucional no había ganado, pues si bien era verdad que el apruebo había conseguido un 78 % y que el rechazo solo había cosechado el 22 % de los votos, lo cierto es que la participación había sido tan solo de un 50,6%, señal del poco interés de los chilenos en el cambio constitucional. La escasa participación del plebiscito que inició el proceso constituyente dejaba las cosas claras. Un 50 % de los chilenos estaban poco interesados en un proceso revolucionario, y del otro 50 % un 22 % manifestó de forma expresa su rechazo a cualquier modificación constitucional, es decir un 72 % de los chilenos pasaban de dar pábulo al teatro globalista de un proceso constituyente. Con estos datos ¿ahora puede sorprender que el 62 % de los chilenos rechazan una nueva Constitución impuesta por unas izquierdas que durante dos años se han negado a reconocer la realidad chilena?
El fracaso del oficialismo
Ante el fracaso de los que abogaban por el apruebo en el plebiscito de mayor participación en la historia de Chile, el presidente Boric aseguró que la democracia había salido fortalecida y reiteró que el diálogo es el único camino que se tiene para superar las fracturas que cruzan la sociedad, sin reparar que no existe verdaderamente ninguna fractura social, por cuanto un 62 % de rechazo demuestra, ahora si, que la inmensa mayoría del país es contrario al giro que se pretendía dar a la sociedad chilena. Igualmente resulta curioso que Boric hable de diálogo, por cuanto si algo ha faltado en Chile durante los dos últimos años ha sido precisamente el diálogo, dado que una minoría política y social ha pretendido imponer sus desvaríos a la mayoría del país.
Boric en sus primeras declaraciones manifestó que los chilenos han exigido una nueva oportunidad para el proceso constituyente, cuando lo cierto y verdad es que los chilenos han dicho de forma alta y contundente que basta ya de la manipulación izquierdista, basta ya de eludir la solución de los verdaderos problemas nacionales creando falsos debates como los supuestos derechos de los homosexuales, la protección de las minorías violentas del país, el ecologismo, o la manipulación educativa de los niños.
Para tradicionviva

No conozco cuál es el contenido de la Constitución vigente en Chile. Pero se promulgó bajo el mandato de Augusto Pinochet y es fácil presuponer que su intención es muy diferente a lo que plantean el actual presidente Boric, de clara tendencia ultra izquierdista, y de su entorno.
Por tanto, lo que cabría esperar después de semejante fracaso en un plebiscito, es que dicho presidente convocase elecciones generales y presentase su dimisión. Verbo éste, dimitir, que parece no existir en ningún vocabulario ni diccionario de esta clase de individuos. Tampoco debe resultar extraño ya que para ponerlo en práctica hay que tener sentido del honor y de la decencia.
Me decanto por la sorpresa (para el bando manipulador) de lo sucedido, aunque algunos conocemos desde algunos años que algo nuevo emergería en Chile y no le queda más remedio que entenderse con Argentina y más si entra en guerra civil EEUU.
Saludos