Los Generales en el Alzamiento

Cuando el 18 de Julio de 1936 se produce el Alzamiento Nacional había en activo 85 Generales del Ejército de Tierra y Aeronáutica (Aviación) –tres Tenientes Generales, 24 Generales de División y 58 de Brigada–, más cinco Generales de la Guardia Civil, dos del Cuerpo de Carabineros, cuatro de Intendencia, cuatro de Sanidad, dos de Intervención y uno del Cuerpo Jurídico; además estaba el General de Brigada José Millán Astray que figuraba a la cabeza del escalafón del Cuerpo de Inválidos. Así pues, había 104 Generales, contando a Millán Astray.

De todos los anteriores, que repetimos son los que estaban en activo, con mando de tropa o sin él, participantes en el Alzamiento no llegaron a la treintena; hubo otros Generales que estaban en situación de cesados y sin mando que se unieron al Alzamiento como José Sanjurjo Sacanaell –exiliado en Portugal– y Alfredo Kindelán. Por ello, fueron mayoría –algo más de sesenta– los Generales que decidieron permanecer en el bando frentepopulista; caso llamativo fue el de todos los de la Guardia Civil.

Así pues, con los anteriores datos se puede asegurar que el Alzamiento ni mucho menos fue un golpe de Generales, como muchas veces se ha dicho, si no todo lo contrario, pues fueron muchos menos los que se sumaron al Alzamiento que los que lo secundaron.

En cuanto a la Armada, al inicio del Alzamiento había cuatro Vicealmirantes, trece Contraalmirantes, tres Generales de Ingenieros, dos de Artillería, uno de Infantería de Marina, uno del Cuerpo de Maquinistas, tres de Intendencia, tres de Sanidad y tres jurídicos; en total 33 oficiales Generales de la Marina.

En la zona frentepopulista fueron asesinados 15 Generales del Ejército (Araujo, Bosch, Capaz, Fanjul, Fernández Ampón, Fernández Burriel, García Aldave, Goded, González de Lara, Legorburu, Lon Laga, López Ochoa –degollado por milicianos en su cama del hospital militar Gómez Ulla, tras de lo cual le cortaron la cabeza y la pasearon pinchada en una pica por Carabanchel–, Miquel, Patxot y Villegas) y 11 de la Armada (Contraalmirantes Francisco Márquez Román y Ramón Navia Osorio Castropol, Vicealmirante Francisco Javier de Salas González (jefe del Estado Mayor de la Armada), Vicealmirante Miguel de Mier y del Río –asesinado por la tripulación del crucero Miguel de Cervantes–, Contraalmirantes Luis Pascual del Pobil (en Madrid), Ramón Fontella Maristany (en Mahón) y Joaquín Cervera (segundo jefe militar del Cuarto Militar del presidente de la República), y los Generales Manuel González de Aleda y Castilla (Ingenieros), José Martínez Ayala (Intendencia), y los jurídicos Guillermo García Parreño y Esteban Martínez Cabañas.

En la zona nacional fueron fusilados ocho Generales del Ejército –seis durante la guerra y dos tras ella– y dos de la Armada –uno durante la guerra y otro tras ella–, en total, 10. Durante la guerra lo fueron Domingo Batet (6ª División Orgánica con cabecera en Burgos), Rogelio Caridad Pita (15ª Brigada de Infantería, acantonada en la Coruña), Miguel Campins (3ª Brigada de Infantería, con sede en Granada), Miguel Núñez de Prado (director general de Aeronáutica), Manuel Romerales Quintero (jefe de la circunscripción de Melilla y el Rif), Enrique Salcedo Molinuelo (8ª División, con sede en La Coruña) y el Contraalmirante Antonio Azarosa Gresillón (comandante del Arsenal del Ferrol y segundo jefe de la base); y tras la guerra Toribio Martínez Cabrera (comandante militar de Cartagena), José Aranguren Roldán (5ª Zona de la Guardia Civil, o sea de Cataluña) –su lealtad al bando frentepopulista fue la principal causa de que el Alzamiento fracasara en dicha región–, y el Contraalmirante Camilo Molins Carreras (jefe de la base naval de Cartagena).

Además, en la zona frentepopulista fueron expulsados o pasados a la reserva 7 Generales; expatriados 1; se pasaron a los nacionales 2; vinieron de zona nacional a la frentepopulista 2; mientras que en la zona nacional fueron expulsados o pasados a la reserva 10 Generales; se pasaron a los frentepopulistas 2; pasaron de la zona nacional a la frentepopulista otros 2.

Sobre los siguientes Generales leales al bando frentepopulista, de los que se ha llegado a decir que fueron fusilados al término de la guerra por los nacionales, cabe decir que, como muchas otras cosas, es rotundamente falso, pues una vez capturados fueron condenados a varias penas de cárcel y posteriormente indultados viviendo en España hasta su fallecimiento por causas naturales: Agustín Gómez Morato, Juan García Gómez Caminero, José Fernández de Villa-Abrille, Nicolás Molero, Julio Mena Zueco, Julián López Viota y Víctor Carrasco Amilibia. 


3 respuestas a «Los Generales en el Alzamiento»

  1. Extraordinario artículo que sólo tiene un defecto, que uno lo termina de leer y como las buenas películas o las exquisitas tartas, cuando termina uno lamenta que ya se haya acabo.

    Después de leer este artículo la pregunta es, ¿hay algo en el discurso mentiroso de la propaganda antifranquista, que sea verdad?, porque es un castillo de naipes montado a base de falsedades una encima de la otra.
    Dicen que Franco se levantó contra el poder legítimo de la república y la legalidad republicana, y te encuentras de bruces con la realidad de que dieron un golpe de Estado con las elecciones municipales de 1931 para implantar masónicamente la república por vía del fraude electoral, que las elecciones generales de febrero de 1936 la perdieron los rojos pero como no saben perder ni en esta ocasión ni en ninguna otra, falsearon los resultados, en muchos casos no solo falsificando o suplantando las actas sino encañonando a los interventores y funcionarios para que no se resistieran a la perpetración de este nuevo fraude, como tienen documentado los profesores Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García en su libro «1936: fraude y violencia en las elecciones del Frente popular».
    Llaman «legalidad republicana» y «régimen legítimo» a que la propia Policía y Guardia civil rojas del Gobierno vayan a las 3 de la mañana a casa del jefe de la oposición D. José Calvo Sotelo, que es Diputado y que goza de inmunidad (y luego tienen la cara dura de decir que defendían el ordenamiento constitucional) lo sacan de la cama, le hacen acompañar mediante engaño, (diciéndole que tiene que ir a la Dirección General de Seguridad), porque la hipocresía y el engaño es la nota que más caracteriza a los políticos rojos, (lo podemos ver todos los días con las comparecencias del Presidente del Gobierno Pandemio Sánchez o del farsante de su Vicepresidente Segundo Pablo Iglesias,y del resto de ministros), y cuando está en el coche policial le pegan dos tiros en la nuca por detrás y lo tiran como un perro a las puertas del cementerio. Esto es lo que en los colegios llaman «la legalidad republicana», y este es el orden «legalmente constituido»(¿?) contra el que se levantó no Franco sino la España civil u militar que Franco representaba porque Franco él solo si no hubiera sido un clamor popular de la gente de bien de todas las edades y de todas las clases sociales, no habría podido hacer nada. Y para que esto no se pueda denunciar ni escribir, los herederos de aquellos asesinos y del aquél régimen criminal dictan en fraude de Ley una Ley de Desmemoria, Falsificación y Manipulación Históricas, (con la complicidad del voto útil del PP que siempre es super útil para la extrema izquierda), a la que falsamente, como no podía ser menos tratándose de ellos, le cambian el nombre para engañar a los incautos y le ponen «Ley de Memoria Histórica», (como en la Alemania comunista construían un muro de hormigón con minas y alambre de espinos para que la gente no pudiera escapar, y echaban un telón de acero sobre aquella pobre gente pero hipócritamente a esa cárcel la llamaban pomposamente «República Democrática alemana» para engañar a los incautos) menuda memoria es esa que manda destruir archivos y pruebas, y retira placas conmemorativas, cruces, monumentos y nombres de calles para no dejar rastro ni memoria de lo que verdaderamente ocurrió en España, para que en una generación o dos se pierda toda memoria histórica verdadera de los sucedido, y no se pueda decir la Verdad bajo penas de cárcel, que a todo ello y mucho más se prestan en España la Policia y la Guardia civil y los miembros de un poder Judicial que hace méritos para que si en España hubiera Justicia fueran ellos los juzgados.

    Todo este sacrificio que hicieron estos Generales, y detrás de ellos toda la Nación Española que se negó a perecer en 1936 bajo la bota de Stalin, y la enorme tragedia del genocidio que muchas familias españolas sufrieron de manos de los agentes de Stalin, se malogró y se tiró a la basura con la Transición, y ahora volvemos a estar como estábamos antes, pero sin estos generales, con una población engañada y adormecida, y sin la ayuda de aquella Alemania que impidió que las naciones comunistas pudieran intervenir más abiertamente en aquella guerra contra nosotros, cuya sangre se ha tirado por el fregadero a bajo por culpa de políticos y estadistas sin escrúpulos, que han vendido a la Nación a cambio de sus 30 monedas.

  2. En las elecciones de 1931, se produjo tal pucherazo electoral que llegó a constituirse la II República después de que los monárquicos ganaran por una proporción de 5 a 1, y cuando se trataba en realidad de unos comicios ¡Municipales! En las del 34 ganó claramente la CEDA, el partido de Gil Robles, y no sólo las izquierdas no le permitieron gobernar sino que fueron ellos los que que se alzaron contra la República con la revolución de Asturias. Finalmente, en el 36 se produce otro escandaloso fraude, que incluso recoge en sus memorias Niceto Alcalá Zamora, cuando se falsean las actas electorales, e incluso se llegan a volcar los furgones que llevaban las papeletas a los lugares de votación. Todo aquel que a estas alturas pueda hablar de aquello como «legalidad» democrática o es descendiente político de uno de aquellos malnacidos o no tiene ni idea de Historia.

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