Generales y Almirantes de hoy: cobardes y sumisos hasta las trancas

Nada más aprobarse la infame, sectaria, revanchista, así como inconstitucional y por ello ilegal e ilegítima Ley de la desMemoria antiDemocrática, propia sólo de quienes la idearon y aprobaron, nostálgicos de las chekas y los «tribunales populares» formados por líderes marxistas analfabetos y las más de las veces borrachos como cubas, el Ministerio de Defensa que dirige con su innata catadura tiránica «la mofletes» y/o «la mangui», se dio prisa en crear un comité para su seguimiento y aplicación en las Fuerzas Armadas, en realidad verdadero «comisariado político» –calco de aquellos frentepopulistas que detenían de madrugada a quienes más odiaban y de los cuales nunca más se volvía a saber o lo que se supo de ellos fue tan terrible que más vale ni imaginarlo–, formado, para su vergüenza para siempre, por parte de los más altos mandos de nuestras FFAA y, en concreto, por: el Gral. Togado Emilio Eduardo Fernández-Piñeiro y Hernández; Director General de Personal GD de la Armada José Velón Ororbia; Director General de Infraestructuras TG Luís Cebrián Carbonell; Segundo Jefe del EM del  ET  TG Alejandro Escámez Fernández; Segundo Jefe del EM de la Armada Almirante Carlos Martínez-Merello Díaz de Miranda; Jefe del EM del Ejército del Aire (¿y del espacio?) TG Ignacio Bengoechea Martí; Asesor Jurídico General de la Defensa GD Antonio Afonso Rodríguez; Director del Gabinete Técnico de la Secretaría de Estado de Defensa GD del EA (¿y del espacio?) Miguel Ivorra Ruíz; Director del Gabinete Técnico de la Subsecretaría de Defensa VA (de la Armada) Antonio Cordero Aparicio y el Director del Gabinete Técnico del Secretario General de Política de Defensa Col. del ET Carlos Martín Martín-Peralta, cuya infame misión era la de elaborar una lista de todo aquello que, bajo la óptica de dicha Ley, debiera ser «sacado» de las dependencias militares de cualquier clase para hacerlo desaparecer para siempre; ¿a qué les suena lo dicho?

Pues bien, de forma imprevista, por sorpresa, con nocturnidad y alevosía propias de los tiempos terribles a los que ya hemos hecho referencia, el nombre de la Bandera de la Legión «Comandante Franco» fue sustituido por el de Bandera España por ordeno y mando totalitario, como es su norma, de la ministro de Defensa. Es decir, sin que existiera expediente administrativo alguno que acompañara a tal cambio de denominación y sin que se siguiera procedimiento alguno, todo lo cual es preceptivo porque es a lo que obliga la legalidad vigente incluso la de Ley tan vil como la de desMemoria antiDemocrática, ni tampoco existiera dictamen del propio «comisariado político» creado por ella misma. Para llevar a cabo tamaña fechoría, «la mangui» dijo que podía realizar tal crimen al amparo «directamente del artículo 35” de la norma. Para los que no lo sepan dicho artículo se “refiere expresamente” a que deben ser «sacados» los “elementos contrarios a la memoria democrática, las menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura” y ello a partir del 18 de Julio de 1936.

El nombre de «Comandante Franco» que tal Bandera de la Legión lucía con orgullo le fue dado a raíz de la hazaña que tuvo lugar en 1921, junto a los Regulares, en el denominado “Socorro a Melilla”, al ser el entonces Comandante Franco quien protagonizara de manera destacada durante los días 21 y 22 de Julio de dicho año la reconocida gesta de Robak-el-Gonzal, al recibir órdenes de marchar caminando a marcha forzada más de 100 kilómetros con el objetivo de acudir en auxilio de la indefensa Melilla, ciudad sobre la cual, o sea sobre sus habitantes civiles, se lanzaban miles de kabileños a las órdenes de Abd-el-Krim, quien apenas unas horas antes había aniquilado al grueso del Ejército en el denominado Desastre de Annual; habitantes a los que sin respetar edad ni sexo la morisma reservaba el mismo terrible fin que a los soldados españoles que tuvieron la mala fortuna de caer prisioneros. Por eso, y no por otra cosa, la Bandera se llamó siempre desde entonces «Comandante Franco» y por ello nada que ver, sino todo lo contrario, con lo que ordena la infame Ley ya citada. ¿Por qué entonces «la mofletes» hizo lo que hizo? Pues muy sencillo: por puro odio ideológico, por venganza, revancha y por el pozo de miseria que alberga dicha ministro. Es decir, que estamos ante una nueva actuación sectaria y visceral de una persona que no es dueña de sí misma ni menos aún de sus instintos, que no controla sus nervios, que adolece de histeria crónica, que con lo hecho ha roto la tan cacareada como debida –también para ella– «neutralidad militar» que, como va por ahí como ni Stalin en sus más exacerbadas fantasías, ha propiciado que haya metido la pata otra vez hasta el corvejón y ya van… pues muchas, como la Justicia ha dejado claro dando la razón a sus víctimas, como seguro que lo hará ahora dando la razón a la Fundación Nacional Francisco Franco en la demanda que ha interpuesto exigiendo la devolución de la ilustre denominación de «Comandante Franco» a la Bandera de la Legión.

Hasta aquí los hechos, bien que ahora viene lo mejor… en realidad, lo peor.

Y es que la barbaridad ilegal e ilegítima de la ministro sólo pudo ser por la sumisión cobarde, falta de hombría y virilidad, pasividad, nulo patriotismo y enfermizo apego a las prebendas por parte de los mandos superiores, Generales y Almirantes, que constituyen, claro que por eso están ahí, el citado «comisariado político», verdadera cheka ideológica, «tribunal popular» de militares que tienen de ello sólo el uniforme que visten y que deshonran; bueno, y del resto empezando por los mandos de la Legión que… igual bailan, y que mucho guante blanco, chapiri y tirarse el pego, pero que en verdad son una miércoles pinchada en un palo y además seca. Porque sólo hay dos posibilidades para su patética, penosa y vergonzosa inhibición, silencio y aquiescencia, además de repugnante colaboración: a) que fueran consultados y dijeran que no procedía por las razones expresadas más arriba, a pesar de lo cual «la mofletes» tiró para adelante o b) que «la mangui», en un gesto de condescendencia con su sumisión de siempre, decidiera, y así se lo vendiera a ellos, asumir el hecho para evitarles el bochorno de tener que incluir en la lista fatídica la citada denominación de la Bandera.

Y aquí viene lo peor anunciado: en cualquiera de ambos casos, lo que es inaceptable, lo que deja a estos funcionarios de uniforme en evidencia, y los descalifica y señala para siempre, es que no se opusieran… hasta con sus cargos a la cacicada inmunda de «la mangui». Ahí está el quid de la cuestión, ahí está su falta de todo, en dejar que semejante individua haya hecho lo que ha hecho, y que no es nuevo, y dirija Defensa como le da la gana y en beneficio sólo de su ideología marxista-leninista. Se ingresa en las FAS y se asciende para cumplir una misión, entre varias de sus facetas está la defensa del honor de los Ejércitos, de su dignidad, crédito y valores que deben adornarles. El no hacerlo es anteponer a la Patria y a sus FAS, los beneficios espurios y pasajeros que se derivan de dedicarse a «hacer la carrera», es cobardía y traición, y colaboración en la destrucción de las FAS en las que ya hace mucho que sus componentes, por mor de mandos como estos, viven esperando del favor y temiendo de la arbitrariedad porque no hay criadillas, porque todo es mentira, porque quienes tienen que dar ejemplo lo dan, sí, pero peor, imposible.

D. Emilio Eduardo Fernández-Piñeiro
D. José Velón Ororbia
D. Luís Cebrián Carbonell
D. Alejandro Escámez Fernández
D. Carlos Martínez-Merello Díaz
D. Ignacio Bengoechea Martí
D. Antonio Afonso Rodríguez
D. Miguel Ivorra Ruíz
D. Antonio Cordero Aparicio

 


8 respuestas a «Generales y Almirantes de hoy: cobardes y sumisos hasta las trancas»

  1. No se les quite mérito a los eficaces comisarios de guerra sucia.
    Un ejemplo, en los centros de la Armada (Ex-pañola) se han sustituido los retratos fotográficos de sus mandos, en el fondo de los cuales solían aparecer los cuadros del Caudillo y el escudo nacional del águila de S. Juan, por otros en los que PhotoShop ha hecho desaparecer tamaña salvajada (sic).
    El memo-almirante manda mucho

    1. Estamos en un mundo en que los enemigos de DIOS y de la humanidad, especialmente de aquellas naciones con sello cristiano como es el caso de España, están actuando a las claras, ni tan siquiera disimulan, van por la destrucción de todo vestigio de valores cristianos, tradición, honor, libertad y vida. Estos canallas traidores están más retratados que Judas Iscariote y, de la misma forma que apartan o destrozan las Cruces y todas las figuras de caudillos o héroes cristianos, ellos –de la misma forma- no aparecerán en el Libro de la Vida. No deja de ser una ocasión única dar la cara en las actuales circunstancias por DIOS y nuestra herencia cristiana. Nadie podrá decir que no lo sabía. Se conoce perfectamente quien es quien y a qué bando pertenece y colabora. En la hora de la verdad, “el memo-almirante” mandará menos que nada, el que manda es CRISTO Rey.

  2. Muchos son los que desean la derogación de la inmoral ley que justifica tantos desmanes, desde la ilegalidad de la implantación de la Segunda República mediante golpe de Estado del 14 de abril de 1931, hasta la venganza por odio que nos ha robado a los españoles no sólo nuestra Historia, sino el inmenso sacrificio que hicieron tres generaciones entre 1936 y 1975 para convertir a España en una gran nación de la que sentirse orgullosos.

    Pues yo no estoy a favor de derogarla, lo que yo quisiera en puridad es verla declarada NULA DE DERECHO, ya que su derogación dejaría intacta toda la desmembración realizada, pero su nulidad obligaría a la reposición -en la medida de lo posible-, de todo lo que nos han robado a los españoles. Y cada vez que leo algo relativo a los actos de esta horda de talibanes, no pienso en Franco y la tremenda canallada que han cometido contra él, sino que pienso inmediatamente en mis abuelos y en mis padres.

    Poco se puede hacer por un país que no quiere serlo, por un pueblo de ilotas que presume de ello, pero algunos seguimos teniendo fe en Cristo Nuestro Señor y sus promesas, y esto inevitablemente dará un giro de ciento ochenta grados.

  3. Son una mierda, y desde hace décadas. Nada que ver con aquellos de cuyo buen hacer, patriotismo y valor demostrado se aprovechan.
    Mediocres y vendidos. Cobardes y traidores.

  4. ¿Y qué opinan de los cuatro Tenientes Generales de la Guardia Civil, aparentemente respaldando y apoyando al forúnculo en el Cuerpo de María Gámez, la presunta corrupta familiar…?
    Los «socialistas» son muy familiares; piensan que la familia que roba unida, permanece unida.

  5. Desde el 78 hasta el día de hoy, ha llovido demasiado como para darse cuenta ahora. La función REGIA se aplica desde el HONOR y su resultado es la soberanía nacional, defensa en las fronteras, salud y potencial de toda la ciudadanía. ¿Qué tenemos hoy día? Respuesta: degeneración cancerígena con metástasis avanzada en fase terminal, son demasiados años de ingeniería social sin aplicar la función REGIA. Es evidente lo que se avecina, la cuestión es si se podrá frenar el colapso social, los optimistas posiblemente lo piensen, pero la dura realidad les responderá en poco tiempo.

    Saludos cordiales

  6. ¿Y como se esperaba que fuesen? ¿Acaso se esperaba que traidores, ladrones y psicópatas llevasen a puestos de mando a valientes, honrados y patriotas? ¿A que viene la alarma y extrañeza?
    ¡Pues lo normal y lógico, no puede ser de otra manera!

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