Herejes que dan lecciones a los católicos
Primera lección:
A petición del presidente del senado de Kansas (EEUU), y con el visto bueno de todos los senadores, la sesión inaugural comenzó con una oración, encargándole al pastor protestante Joe Wright que recitara la que mejor considerara.
Segunda lección:
Esta fue la oración creada por el pastor para tan magna ocasión y que leyó con voz fuerte y son interrupciones de nadie:
_Señor, venimos delante de Ti este día, para pedirte perdón y para pedir tu dirección.
_Sabemos que tu Palabra dice: «Maldición a aquellos que llaman bien a lo que está mal» (Isaías 5:20). Y eso es exactamente lo que hemos hecho.
_Hemos perdido el equilibrio espiritual y hemos cambiado nuestros valores.
_Hemos explotado al pobre y hemos llamado a eso: «suerte».
_Hemos recompensado la pereza y la hemos llamado: «ayuda social».
_Hemos asesinado a nuestros hijos que aun no han nacido y lo hemos llamado: «despenalización del aborto».
_Hemos sido negligentes al disciplinar a nuestros hijos y lo hemos llamado: «desarrollar su autoestima».
_Hemos abusado del poder y hemos llamado a eso: «política»
_Hemos codiciado los bienes de nuestro vecino y a eso lo hemos llamado: «tener ambición»
_Hemos contaminado las ondas de radio y televisión con mucha grosería y pornografía y lo hemos llamado: «libertad de expresión»
_Hemos ridiculizado los valores heredados de nuestros antepasados y los hemos llamado: «obsoletos y pasados».
_¡Oh Señor!, mira en lo profundo de nuestros corazones; purifícanos y líbranos de nuestros pecados. Amén.
Otra cosa fue la inmediata reacción de casi todos. La mayoría, perpléjos, no salían de su asombro y permanecieron mudos. Un parlamentario había abandonado la sala durante la oración. Tres más criticaron agriamente la oración del pastor calificándola de «mensaje de intolerancia». No se volverá a invitar a tal persona a orar en dicho lugar.Pero, durante las seis semanas siguientes, la iglesia Central Christian Church donde trabaja el pastor Wright recibió más de 5.000 llamadas telefónicas de las cuales sólo 47 fueron desfavorables. Dicha iglesia, desde entonces, viene recibiendo peticiones del mundo entero para que el pastor Wright ore por ellos.
El comentarista radiofónico Paul Harvey difundió la oración en su programa ‘The Rest of The Story obteniendo una audiencia máxima; superior a otros programas anteriores.
¿Y nuestros clérigos? ¿Y nuestra jerarquía?
¿Nuestros obispos?, hombre, lo suyo es reducir las bolsas de plástico. De ahí, y de defender el aborto no los saque usted.
¿Los colegios católicos?, ¿ah pero tampoco se ha enterado?, lo suyo es apuntarse los primeros a eso de «ellos y ellas», los alumnos y las alumnas», «los niños y las niñas», los dentistos y las dentistas». Y apuntarse los primeros al bilinguismo del inglés que consiste en no tener ni idea de inglés pero colocar en la fachada una placa de colores del programa BEDA que haga creer lo contrario. A esto le llaman «excelencia» educativa, y se lo creen. Y por supuesto al alumno que les vaya a estropear las estadísticas de aprobados o de las pruebas de acceso a la universidad, dejamos a un lado la doctrina cristiana de ayudar al necesitado, y lo que hacemos es sustituirla por la doctrina Malthusiana de deshacerte de los que estorban y lo echamos del colegio con distintos pretextos incluido el hacerle la vida imposible. Eso sí, cuando las escuelas católicas hacen un congreso como el del pasado mes de noviembre, lo importante es no tener ni idea de quién es el Gobierno anticatólico del PSOE e invitar a la Ministra de Educación Celá, porque una de las funciones principales de la Iglesia, no es bajarse los pantalones ante las autoridades «educativas»(¿?) a las que ellos veneran no por sus obras sino simplemente porque son autoridades y tienen poder (el poder al que las escuelas contribuyen con su cobardía e incoherencia) sino directamente quitárselos y embarcarlos en un tejado o en en la copa de un árbol donde no puedan recuperarse, y hacerle la pelota al PSOE. Ayer la ministra de Educación Celá les volvió a «agradecer» la invitación de noviembre diciendo que los hijos no pertenecen a los padres, ( le faltó decir: sino al adoctrinamiento del Comunismo, la Masonería, y la perversión sexual organizada).
Y los curas, bastante tienen los curas con aguantar la incoherencia y deserción de los obispos , y mantener su salud mental sin tirarse de cabeza por un puente ante todo este panorama.
¿Se imaginan a «don» Carlos Osoro intentando articular esa oración?
Creo que tartamudearía incontrolablemente y acabaría haciéndosele un nudo en la lengua de pura ansiedad.