«Historia criminal de la izquierda española», Aquilino Fariñas Godoy ¡No hay crimen que no hayan cometido!

Aquilino Fariñas

Ni crimen que no estén dispuestos a cometer mil veces más. Esa es la historia verdadera y muy pocas veces contada con tanta exactitud, pruebas incuestionables y accesible al lector de la izquierda ¿española? no: antiespañola, porque por desgracia ese es uno de los pilares de nuestros problemas: la carencia absoluta de una izquierda –tiene que haber de todo como en botica– NACIONAL, PATRIÓTICA y ESPAÑOLA. Y eso es lo que nos cuenta al detalle Aquilino Fariñas Godoy en este excelente e imprescindible libro «Historia criminal de la izquierda española» publicado, como no podía ser de otra forma porque ninguna otra editorial se atreve, por SND Editores que con este trabajo logra otro récord de ventas. Por eso, no se lo pierdan. Es un libro de cabecera, que además debería ser de texto.

El otro gran problema que tenemos es esa derecha que proclama a un Dios en el que no cree y una patria a la que no ama, y sólo persigue beneficios y privilegios.

No nos vamos a extender. Mejor que comiencen ya a adentrarse en este gran trabajo y para ello nada mejor que un trozo del mismo:

Abandonada toda esperanza de que la izquierda española reniegue de su ciega hispanofobia, y se esfuerce en lograr una convivencia social que nos haga mirar hacia el futuro como sociedad civilizada y patria común, en vez de chapotear tan vengativa como hipócritamente en un pasado nefasto del que es principal responsable, considero imprescindible poner en evidencia su irracional sectarismo, su absurda evolución ideológica, su envilecida naturaleza actual y, en definitiva, su evidente historia criminal.

Creo que para una población española anestesiada y adormilada y por el cloroformo televisivo y por los medios de comunicación que le suministran su pienso ideológico y su sustento emocional, hipnotizada con las pantallas electrónicas y sujeta a polémicas estériles inducidas por el control mediático, sólo la exposición cruenta de los hechos de su propio pasado puede hacerla reaccionar, al menos desde el punto de vista de la conciencia individual. Conseguir un gramo de espíritu crítico contra una realidad histórica precocinada, suministrada para uniforme consumo colectivo de una sociedad enfangada en su decadencia, sería suficiente para justificar la existencia de este libro.

Un manto de invulnerabilidad inducida, fomentada y cultivada por sus poderosos compañeros de viaje histórico, ha permitido a la izquierda española subsistir aureolada de una fantasmal naturaleza de humanidad, de justicia, y de preocupación por el destino de sus semejantes al modo de una religión salvífica. Poco importan sus desmanes, sus robos, sus atropellos y sus asesinatos. Para su autopercepción, que intenta hacer extensiva a la opinión general, de haber existido, todo ello sería consecuencia de un equivocado exceso de celo, de un error humano casi circunstancial, que no invalidaría su íntima naturaleza benefactora. Esa es la verdad revelada.

La mentira es el arma principal con el que la Izquierda ha conseguido pervivir de esta manera, plácidamente instalada a lo largo de los sucesos históricos… La mentira, y sus fieles cómplices, la ocultación y la falsificación. Desde su cómoda satrapía intelectual ha parasitado multidireccionalmente las terminaciones nerviosas del cuerpo social, anestesiando sus impresiones y atenuando su respuesta defensiva. Ninguna crítica ajena va más allá de su epidermis, sin ser capaz de hacer que el organismo social despierte de su letargo conformista y sobre todo de su inducida ignorancia
histórica.

La propaganda es el método, con que ha permeado la mentalidad de la masa social, incidiendo en la educación y en la historia para moldear conciencias y voluntades a lo largo del tiempo. «La escuela tiene que ser el arma ideológica de la revolución» (Diario El Socialista Nr. 6976. Pág.4. Rodolfo Llopis pronuncia un magnífico discurso). Mensajes simples, maniqueos y autocomplacientes han conseguido el fervor de sus seguidores y militantes, y la adhesión intelectual de los creadores de opinión. Desde los organismos elementales de enseñanza, hasta la universidad y sus departamentos de ciencias sociales, desde las organizaciones ciudadanas hasta los medios de comunicación, o desde las editoriales, el cine o la música ligera hasta los escritores de medio pelo. Para ello era necesario cambiar los hechos, modificar la realidad, adaptándola a sus intereses, cuando no eliminándola definitivamente.

La posibilidad real de efectuarlo desde la propia legislación es ya una eventualidad de nuestro propio siglo XXI, mediante la formulación de leyes de “Memoria Histórica o de Memoria Democrática” que impiden la imprescindible revisión de la historia, algo que debería ser la norma constante en una sociedad sana y en una ciencia histórica académicamente desarrollada, convertida ésta hoy en un burladero dogmático tras el que esconder prejuicios de carácter ideológico, que incluso, podrían hacer que este libro bordee peligrosamente la legalidad políticamente impuesta por la simple aritmética parlamentaria.

En realidad, se trata de una sibilina maniobra de la izquierda para conseguir una ocultación legal de su pasado, intentando presentarse como el agente histórico fundamental en la creación de la democracia formal (más o menos desarrollada) que actualmente disfrutamos o padecemos.

Sin embargo, el sectarismo, esa uniformidad de acción y de pensamiento colectivo a modo de reflejo condicionado, característico de la izquierda española, es capaz de hacer posible cualquier atropello, por muy detestable que pueda parecer a cualquier persona con espíritu crítico y mínima sensibilidad social. Ningún episodio pasado debe ser un obstáculo para que el radiante futuro pueda ser alcanzado por las ideas progresistas que iluminan el pensamiento izquierdista.

La narrativa hegemónica de la izquierda española, basada en su peculiar interpretación de la historia de España, ha condicionado su propio comportamiento político hasta la fecha. Una narrativa que ha conseguido impregnar de convicciones inconscientes el propio pensamiento de gran parte de la sociedad, hasta el extremo de la pura hispanofobia, de la negación y el desprecio de España como nación (convertida en un concepto discutido y discutible) (José Luis Rodríguez Zapatero. AQUÍ)  llegando a la delirante formulación que intenta describirla como algo inútil y fracasado que hay que abandonar al margen de la historia o destruir sustancialmente reformulándola bajo nuevos paradigmas, para convertirla en una nación de naciones, en una república confederal de pueblos ibéricos o en una entidad supranacional europea disuelta definitivamente en una hipotética Europa de las regiones. Fragmentarla o disolverla, he ahí su gran aportación intelectual. En cualquier caso, se trata de vaciarla de contenido y de eliminar los elementos identitarios que puedan apartarla de la “modernidad europea”. Así están ahora las cosas.


3 respuestas a ««Historia criminal de la izquierda española», Aquilino Fariñas Godoy ¡No hay crimen que no hayan cometido!»

  1. Historia criminal como bien indica el Sr. Aquilino Farinas que sigue hoy con los 1.300 asesinatos probados del Expediente Royuela y del que los jueces, Guardia Civil, Policias siguen adoptando la postura del avestruz.como si fuera otra fake news.
    Mentira, falsificacion, robo, crimenes, corrupcion son la forma de vida de unos desaprensivos sin ideario ni moral;
    Gracias Aquilino.
    DIOS, PATRIA y REY LEGITIMO

  2. Las señas de identidad de la izquierda española desde su infame aparición son el latrocinio, el asesinato, la corrupción, el nepotismo y la hispanofobia; resumiendo, el crimen organizado (es una mafia en toda regla). En esta legislatura, sin ir más lejos, no hay crimen que no hayan cometido, desde la Alta Traición (continuada) -un clásico de esta chusma- hasta el latrocinio pertinaz -marca de la casa-, pasando por el sabotaje reiterado (en numerosos actos de Vox), fraude, estafa, coacciones, denuncias falsas (también contra Vox y de forma reiterada), nepotismo (otra marca de fábrica de esta escoria), etc., etc.
    El libro ya está anotado para adquirirlo prioritariamente antes de su hipotética censura. Ya van una veintena de SND, y los que quedan Dios mediante.
    Un abrazo, D. Ignacio y seguidores de El Español Digital.
    ¡ARRIBA ESPAÑA SIEMPRE!

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