¡¡¡Honor a los héroes de Krasny Bor!!!
NOTA.- Homenaje en el 80º aniversario de la batalla de Krasny Bor
Hoy, 10 de febrero del 2023, se cumplen ochenta años del comienzo de la batalla de Krasny Bor, que duró tres largos, intensos y gloriosos días, durante los cuales los voluntarios de la División Azul escribieron una de las más grandes páginas de gloria de la historia de España.
Si repasamos nuestra historia encontramos centenares de jornadas heroicas. Unas victoriosas, como Las Navas de Tolosa o Lepanto. Otras dramáticas, como Trafalgar o Krasny Bor, bien que no por ello menos heroicas.
Pero es que además en Krasny Bor la División Azul no fue derrotada. Muy al contrario. Fue una asombrosa victoria defensiva, puesto que logró detener al enemigo cumpliendo así la misión que tenía encomendada que era la de impedir a las hordas soviéticas alcanzar los objetivos que se había propuesto en su ambiciosa operación “Estrella Polar”.
Es cierto que tal victoria defensiva la alcanzó merced a un enorme sacrificio y pérdida de vidas, ante la abrumadora superioridad de hombres y medios del enemigo. Pero por eso mismo la jornada fue, por la sangre española derramada, si cabe aún más gloriosa.
A nosotros no se nos olvida que es una obligación inexcusable recordar y honrar siempre a los héroes que la hicieron posible, igual que a las de otras de nuestra gloriosa historia, pues así reza aún hoy el artículo 16 de las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas (Ley 85/1978):
«Los Ejércitos de España son herederos y depositarios de una gloriosa tradición militar. El homenaje a los héroes que la forjaron es un deber de gratitud y un motivo de estímulo para la continuidad de su obra».
Así pues, sería lo lógico que fueran precisamente las Fuerzas Armadas quienes se encargaran de honrar la fecha del 10 de febrero, como lo hacen con otras, máxime cuando este año se cumple la cifra redonda de su ochenta aniversario. El hacerlo, como establece el Art. 16 de las RR.OO es, ante todo, UN DEBER DE GRATITUD.
Sin embargo, mucho nos tememos que esto no será así, puesto que incluso para las “tradiciones del día” o “efemérides” con las que se recuerdan diariamente en las Unidades los hechos más señeros de la historia de España, se ha ordenado que se suprima toda referencia a la División Azul –así como a otras igualmente gloriosas–, motivo por el cual hoy se ignora y pasa desapercibida en nuestras Fuerzas Armadas fecha tan gloriosa como es la del 10 de febrero de 1943 día en que comenzó la Batalla de Krasny Bor.
Pues bien, en El Español Digital se quiere enmendar tan injusto como bochornoso “olvido” de unas Fuerzas Armadas que deberían cumplir la Ley 85/1978 honrando a todos sus héroes, en este caso a los divisionarios que protagonizaron hecho tan importante como fue la Batalla de Krasny Bor. Para ello, nada mejor, y para evitar que el artículo 16 de las RR.OO. sea papel mojado –aunque impúdicamente se siga recitando en los actos oficiales de honor a los caídos–, nada mejor que dedicarles este día a ellos y a su increíble gesta.
Y puesto que los voluntarios que escribieron página tan gloriosa de la gesta divisionaria tuvieron un fuerte impulso romántico, nada parece más oportuno que recordarlos en este artículo, a diferencia de los otros que hoy se publican sobre tal efeméride, con unas poesías.
En la primera, “A los héroes de Krasny Bor”, queda magistralmente reflejado su heroísmo sin igual.
En las otras dos se pone de manifiesto el espíritu que llevó a aquellos voluntarios a Rusia, sus sueños, generosidad, entrega, patriotismo, valor, arrojo y audacia sin igual, ejemplo de la mejor juventud de la España de aquel momento.
Así pues, sirva todo ello, ochenta años después, para honrar la memoria de aquellos héroes, enmendando el imperdonable olvido “oficial”.
A LOS HÉROES DE KRASNY BOR
Como era imposible…, resistieron
con la mirada clara, con rostro sereno
clavados a una tierra, que a tantos compañeros
servía de mortaja en el postrer momento
Como era imposible, consiguieron
frenar a un enemigo imparable, y tan fiero
que destrozó la estepa, aquel diez de febrero
con tormentas de sangre y estallidos de fuego
Como nadie podía… ellos pudieron
y al igual que en la “Intermedia”
se clavaron a un suelo
que aunque lejos de España
era español por ellos
y allí dieron su vida con el valor supremo
del que mira a la muerte y ríe en el empeño
La noche se llenó con más de mil luceros
de almas que encontraron, su lugar en los cielos
formando para siempre hasta el final de los tiempos
donde forman los héroes, españoles eternos
Como era imposible…, ellos lo hicieron
Como nadie podía…, resistieron
En Krasny Bor lucharon
En Krasny Bor murieron
En krasny Bor forjaron su leyenda de imperio
Porque eran españoles…, y por serlo
donde nadie más pudo…, ellos pudieron.
YA VUELVEN (Dedicado a los hijos de los «guripas») Madre: ¡ya vuelven los mozos que a las estepas se fueron..! Vienen cantando canciones que entre la nieve aprendieron, y traen banderas muy altas que se rizan con el viento.
Si yo fuera mozo, madre, me hubiera ido con ellos…
¿Pero estás llorando, madre? No llores… si yo no puedo… aún tengo muy pocos años y aún es débil mi cuerpo para darlo por mi Patria lo mismo que otros lo dieron.
¡Míralos, madre: Ya pasan con sus banderas al viento! ¡Las banderas de Falange, humo y sangre, rojo y negro!
Cómo me muero de envidia de ser fuerte como ellos… y formar en sus escuadras cara al Sol de un día nuevo que ha de alumbrar en España el resurgir de su Imperio.
Si yo fuera mozo, madre, me hubiera ido con ellos… pero sin que tú lloraras, ¡Que no se llora por eso!
Tú me hubieras despedido con el ánimo sereno y mientras yo te abrazaba tú, en mi frente, con un beso me hubieras dado más bríos, más fuerzas y más anhelos para triunfar en la lucha por la Fe y por el Imperio.
Y cuando hubiera marchado y ya me encontrara muy lejos ofreciéndole a la Patria todo el dolor de tu pecho, me esperarías rezando a la Virgen del Consuelo, como rezaban las madres de los mozos que se fueron…
¡Pero no hubieras llorado, que no se llora por eso!
¡Míralos, madre, ya pasan con su banderas al viento, las banderas de Falange humo y sangre, rojo y negro! ¡El humo de las batallas y la sangre de los muertos! |
ROMANCE DE LA NIÑA RUBIA (A la novia del Camarada que no volvió) En el balcón de la noche a la luz de los luceros, está la niña bordando en la tela de sus sueños con hilo de seda y luna que se le van de los dedos.
Ojos verdes, cutis blanco Como la flor del almendro, y en la nuca recogido el oro de sus cabellos.
Bajo el balcón de la noche se ha parado un caballero: -camisa azul, hasta el codo arremangada; morenos tiene los brazos y el rostro del Sol del agua y del viento— –El yugo y las cinco flechas, sobre el corazón, al pecho, y una imagen de la Virgen lleva prendida del cuello—
La niña baja en su busca y le dice al caballero: mañana, y ella ¡mañana! repite, cual sordo eco.
Volveré, no tengas pena, volveré como ahora he vuelto, y cinco rosas traeré prendidas sobre mi pecho en las flechas que bordaron para mí, tus blancos dedos.
Llega el alba, y con el alba Suena un clarín a lo lejos:
España llama a sus hijos que van a hacer con sus pechos murallas donde se estrellen Pasiones y odios violentos.
–Me marcho: reza y espera, y si voy a mi lucero, impasible el ademán, te seguiré allí queriendo.
A sal le supo en la boca, de la despedida, el beso; pero España lo quería y ¡España era primero!
En el balcón de la noche, a la luz de los luceros, no borda la niña rubia en la tela de sus sueños, porque ya, sus ojos verdes, siempre están mirando al cielo, donde forman las Centurias de los falangistas muertos. |

Extraordinario Toribio, extraordinario como siempre.