Insectos: posibles promotores de la próxima guerra biológica
La erradicación de epidemias ha dejado de ser una quimera para convertirse en objetivo. El transhumanismo presume de ser la mejor solución para alcanzar una salud indestructible, recordando que enfermedades como la peste bubónica pueden volver en pleno siglo y, que aunque se cuente con antibióticos y una atención profesional más evolucionada, quien la sufre padece de un fuerte malestar y corre el riesgo de fallecer si no se detecta a tiempo.

Las picaduras de los insectos son, en ocasiones, las causantes de estas desgracias que asolan a la condición humana. Por ello y desde la Ciencia, países como Florida han llevado a cabo este verano un nuevo proyecto para evitar la transmisión de enfermedades: liberar 750 millones de mosquitos modificados genéticamente en los Cayos de la Florida durante 2021 y 2022. La iniciativa no es nueva: en 2018 Australia se declaró ciudad protegida del dengue por la liberación de 3 millones de mosquitos tratados que frenó la población de la especie autóctona. Bajo el nombre de OX5034, estos insectos genéticamente modificados están manipulados para que, al producir crías de hembra mueran en etapa de larva, ya que serían las principales transmisoras de enfermedades al necesitar sangre para reproducirse, picando a humanos y otros animales.
Con la llegada del coronavirus, la creación de una vacuna ha supuesto un debate diario: mientras que para unos es esperanzadora, para otros es una venenosa pieza de las farmacéuticas, las cuales influirían considerablemente en las prescripciones médicas. Llama la atención que China haya declarado el fin a la pandemia sin haber necesitado las mismas medidas de prevención que se iniciaron en España, ni con la urgencia de vacunar masivamente a la población como parece aclamarse en Rusia. Lo que no pasaría inadvertido es cuando en 2018 se sopesó la idea de utilizar saliva de mosquito como solución universal frente a los arbovirus, pues dos años después se habría cometido su primer ensayo y con prometedores resultados: “La vacuna es segura y desencadena respuestas celulares y de anticuerpos contra los patógenos que los insectos inyectan en los humanos (…) una vacuna a base de mosquito Anopheles es segura y que desencadena respuestas celulares y de anticuerpos contra todos los patógenos que los insectos inyectan en los humanos: malaria, dengue, chikungunya, zika, fiebre amarilla, virus del Nilo Occidental, Mayaro y cualquier otro”.
Abriendo la caja de Pandora: ¿por qué insectos?
DARPA (la agencia de investigación del Departamento de Defensa de EEUU y financiadora de ‘Insectos Aliados’) ya informó de su idea de “convertir insectos dañinos en aliados” en 2016, aunque hasta finales del año siguiente no se anunciaron los cuatro proyectos seleccionados para el programa. Aunque este avance médico augure beneficios y facilidades para los ciudadanos de a pie, el terror también se encuentra a la vuelta de la esquina. El programa ‘Insectos Aliados’ ha supuesto un motivo de pánico para la comunidad científica, pues aunque su objetivo es la protección de cultivos en, principalmente, EEUU, desde Europa se teme su posible uso como arma biológica.
Caetano-Anollés argumenta lo siguiente: “Lo que nos preocupa es que la tecnología de ‘Insectos Aliados’ puede ser convertida muy fácilmente en un arma. Peor aún, puede hacerse de una forma extremadamente encubierta y muy difícil de rastrear: Los insectos pueden ser diseñados para infectar los cultivos de un enemigo, matando a las plantas o esterilizando sus semillas y nadie se enteraría de lo que había pasado hasta la siguiente campaña”.
Esta perspectiva ha sido avalada por otra de las críticas que ciertos biólogos han dedicado a los planes de DARPA, como su fijación en que precisamente se utilicen insectos para propagar virus. Tras un riguroso escrito oficial, se mencionó la existencia de tecnologías de dispersión mecánica, tanto o más eficaces y más controlables incluso que la liberación de millones de insectos con un virus a cuestas. Aun con todo esto, la principal denuncia es la posible excusa resultante para otros países que se inspiren en ‘Insectos Aliados’ a la hora de generar otro proyecto similar. «En el peor de los casos” dice el biólogo del Instituto Max Plank de Biología Evolutiva en Plön (Alemania), “esto ya puede estar pasando y EEUU ya puede haber abierto la caja de Pandora que cambiará la guerra para siempre sin que importe ya si el programa de DARPA acaba funcionando o no”.
Por su parte, el brazo de investigación del Pentágono afirmó que esos insectos están destinados a defender los cultivos, pero no niega el potencial de «doble uso». El comunicado de DARPA no proporcionó una negación rotunda respecto al uso de armas biológicas, sino todo lo contrario: el director de “Insectos Aliados” Blake Bextine, argumentó que el programa tenía la intención de «responder rápidamente a las amenazas al suministro de alimentos» y que estaba sujeto a las regulaciones gubernamentales y las reglas de transparencia.
En el caso del COVID19, Bill Gates ya predijo, con asombrosa precisión, la llegada de una pandemia que asolaría a la población y causaría un gran desastre a nivel mundial. La existencia de proyectos como ‘Insectos Aliados” nos hace recordar otra de las profecías de magnate informático, en la que habría una guerra encabezada por “microbios” y no “misiles”.
Por el momento y siguiendo la dinámica del Reino Animal, lo único que se sabe al respecto es que los baculovirus (virus de ADN que infectan exclusivamente a insectos, principalmente polillas y mariposas) se habría convertido en un compañero contra el COVID19: “se han comenzado a utilizar para producir proteínas del SARS-CoV-2 para diagnosticar a las personas infectadas, así como para el desarrollo de potenciales vacunas (…) Estas proteínas se purifican para eliminar las posibles impurezas y se formulan para la producción de vacunas”.
Quizá los temores a una guerra biológica sean totalmente innecesarios, o un As bajo la manga para ciertas corporaciones. El tiempo dirá.
Programa completo: ‘Insectos Aliados’ – El programa de DARPA que puede traer una guerra biológica
Programa emitido el 17/01/2019
Estamos hablando de un programa bastante controvertido que ha causado un gran impacto en la sociedad. Leer sobre el tema supone un campo infinito de información, opiniones y versiones. Lo único que guarda en común es la mucha desconfianza hacia el sistema en general, pues, si bien hay quien manifiesta que puede ayudar a la naturaleza y el crecimiento humano, también comparte su miedo a algo pueda salir mal y todo se convierta en una pesadilla. Al menos, así lo alerta la comunidad científica, quien teme una futura guerra biológica.

¡ Virgencita que me quede como estoy !