Involución hacia lo más agrio de nuestra historia
Así terminó el Congreso de las Juventudes Socialistas de Santander, con una fotografía de familia con una bandera de entrada anticonstitucional, o sea ilegal, delectiva, pero sobre todo absurda, anacrónica, estúpida e involucionista, porque pretender la vuelta a la II República sólo puede caber en cabezas ignorantes, cuando no huecas. Estos memos no saben lo que fue aquello, no saben que fue sólo la pantalla hacia la república socialista soviética, no saben que acabó como el rosario de la aurora porque la mataron los propios «republicanos» y que acabó engullendo y triturando a los que como ellos ahora se hacían fitos con esa misma banderita.
Porque la II República fue la vía elegida por la Revolución para imponer en España el «paraíso» socialista, o sea, una tiranía como jamás se ha visto,… bueno, a no ser que eso sea lo que estos mequetrefes chiquilicuatro chupa gaitas y vagos quieran, es decir, una república socialista y soviética en el siglo XXI. ¿Han leído algo de historia de verdad?
Y que conste que a nosotros la monarquía nos importa un bledo o, mejor, estamos por largarla con viento fresco, que bastante daño ha hecho ya, pero la alternativa no puede ser esa II República nefasta que estos mozalbetes imberbes parece que añora… porque no saben nada de ella. El problema es que es lo que se pretende y eso tampoco.
Una república, sí, pero como Dios, el orden y la ley mandan, o sea, como fue en realidad con Franco: una república «monárquica» sin rey que para nada sirve, o mejor dicho para lo que vemos, este desastre.
La otra foto también lo dice todo.
¡Madre mía la que nos espera!

Publicidad gratuita de grupos desquiciados; preocupémonos de nosotros mismos que somos los que estamos perdiendo la guerra y no hacemos nada para impedirlo; estas estupideces no tendrían más importancia si hiciésemos lo debido, aunque debería haber sido mucho antes.
José Luis González
Estimado seguidor: puede… pero hay que hacerlo ver porque parece que es una anécdota, parece no tener importancia, una chiquillada, pero esas son las pequeñas cosas que ellos no han dejado de publicitar en las últimas décadas y a las que nadie ha dado importancia, pero que a base de lluvia fina han calado más que un aguacero y no han dejado a muchos ver a tiempo que estaban empapados. Son esas pequeñas coas las que muchas veces indican más la pauta, el camino y a lo que van, que otras mayores; y son muchas veces las que hacen más daño por parecer inofensivas. Saludos cordiales