«Jérôme Lejeune. La libertad del sabio». Una lectura obligatoria

La biografía definitiva sobre el descubridor de las causas del síndrome de Down.
Jérôme Lejeune nació en 1926 en Montrouge (Francia), tras concluir sus estudios de medicina, en 1952 comenzó a trabajar como investigador del CNRS, donde llegó a ser director diez años más tarde. Fue experto internacional de Francia sobre radiaciones atómicas. Casado con 5 hijos, católico profundo, su proceso de beatificación comenzó en 2007.
En 1958, a la edad de 32 años, descubrió la primera anomalía cromosómica en el hombre: la trisomía 21 o Síndrome de Down. Más tarde, junto a sus colaboradores, descubrió el mecanismo de otras patologías cromosómicas, abriendo así la vía a la citogenética y a la genética moderna.
En 1964 fue nombrado primer Profesor de Genética Fundamental en la Facultad de Medicina de la Universidad de París. Al año siguiente fue nombrado jefe del servicio de la misma especialidad en el hospital Necker-Enfants Malades de la capital francesa. Trabajó allí hasta su muerte, cuidando y tratando a centenares de niños y jóvenes con Síndrome de Down y otras patologías genéticas; al mismo tiempo, siguió investigando para comprender y paliar los efectos del Síndrome de Down y sobre las afecciones de origen genético en general.
Miembro de la Academia Pontificia de las Ciencias, de la Academia de Ciencias Morales y Políticas y de la Academia Nacional de Medicina. Presidente vitalicio de la Academia Pontificia para la Vida. Doctor Honoris Causa, miembro o laureado de numerosas academias, comunidades de intelectuales extranjeras y universidades, como la Universidad de Navarra. Era también miembro de academias extranjeras, como la de Ciencias de Suecia, la norteamericana de Humanidades y Ciencias (Boston), o la Real Sociedad de Medicina de Londres. Reconocido como uno de los primeros expertos mundiales en genética.
Fue también consejero científico y uno de los promotores de la asociación «Laissez-les vivre», una de las primeras organizaciones provida de Francia. También fue presidente de «Secours aux futures mères», organización dedicada a ayudar a embarazadas que se encuentran en situaciones difíciles.
El demógrafo luterano Pierre Chaunu, miembro como él del Instituto de Francia, en una sentida semblanza de homenaje a Lejeune manifestó: «Más impresionantes y más honrosos aún que los títulos que recibió son aquellos de los que fue privado en castigo a su rechazo de los horrores contemporáneos… no podía soportar la matanza de los inocentes; el aborto le causaba horror. Creía (…), antes incluso de tener la prueba irrefutable, que un embrión humano es ya un hombre, y que su eliminación es un homicidio; que esta libertad que se toma el fuerte sobre el débil amenaza la supervivencia de la especie y, lo que es más grave aún, de su alma… era un sabio inmenso, más aún… un médico, un médico cristiano y un santo».
«La inteligencia de uno es un regalo para todos». Esta afirmación de Jérôme Lejeune puede aplicarse a su propia figura, la de un hombre extraordinario que puso su inmenso talento al servicio de los niños con discapacidad mental.
Pionero de la genética moderna, deslumbrado por la belleza de toda vida humana, el profesor Lejeune, ha hecho historia defendiendo a los que no tienen voz. Ateniéndose a su condición de médico fiel al juramento hipocrático y de católico fiel a su bautismo, mostró de manera brillante a lo largo de su vida de qué modo la ciencia y la fe se enriquecen y complementan mutuamente. Su historia es la de un hombre que fue siempre profundamente libre, tanto en los momentos de gloria y reconocimiento por parte del mundo, como ante los violentos ataques de los que luego fue objeto.
Para escribir esta biografía, la autora ha pasado once años consultando miles de archivos, reuniéndose extensamente con su esposa, primer y fundamental apoyo, sus familiares, las familias de sus pacientes y sus colaboradores franceses y extranjeros. El libro nos invita a descubrir el sorprendente semblante de un genial investigador, esposo y padre, con un gran sentido del humor, cercano a los grandes y defensor de los pequeños de este mundo.
