Juan Carlos I actuó en beneficio de potencias extranjeras
La desclasificación este verano de una gran cantidad de documentos de la CIA, ha desvelado las maniobras de Juan Carlos I al acceder al trono y del papel que jugó en la entrega del Sahara occidental a Marruecos. Este asunto era bien sabido, al manejar los datos objetivos, pero al ser fruto del análisis especulativo no existía certeza. Los documentos, ahora públicos, certifican lo que se pensaba:
El primer rey de nuestra monarquía parlamentaria tiene una deuda con el pueblo saharaui y con España al actuar en beneficio de los intereses de dos potencias extranjeras.
Su acción facilitó la invasión del territorio por Marruecos, con el apoyo de EEUU y Francia, y el que se privara a estos nómadas de ejercer su derecho de autodeterminación como contempla la Carta fundacional de la ONU. Unido a la desaparición y asesinato de más de 500 personas. La neo colonización marroquí, se completó con la ocupación del territorio que le había correspondido a Mauritania por los acuerdos de Madrid, después del abandono español, al apoyar en marzo de 1981 un golpe de Estado de los militares mauritanos que en contrapartida dejaron el campo libre al sultán. España sigue siendo para la ONU la potencia administradora, aunque el Gobierno no quiera saber nada del asunto.
La revelación de la CIA no es precisamente un buen pago a su colaborador durante tantos años. Hacen bueno el dicho de “Roma no paga a traidores” cuando los asesinos de Viriato reclamaban su recompensa. España queda desprestigiada al haber tenido un Jefe de Estado que trabajaba para intereses foráneos, aunque fueran de dos aliados. Queda por saber el verdadero interés de los EEUU, pues todos sabemos que los documentos desclasificados suelen tener renglones tachados que nunca ven la luz. La ocultación viene motivada, generalmente, para no desvelar operaciones en marcha o para no poner en peligro la vida de agentes o colaboradores. En el caso presente, parece un intento de dar munición para contribuir a la desestabilización de España. En todo caso al CNI y al Gobierno les corresponde dilucidar cual es la verdadera intención.
El asunto es verdaderamente grave. A nadie se le oculta que poner por delante los intereses de la familia real por delante del interés nacional es inaceptable y prueba que los Borbones poco han cambiado desde Carlos IV. Este rey cedió la corona a Napoleón a cambio de dos palacios y 30 millones de reales. Una concepción patrimonial de España por el rey, a finales de la Ilustración, es explicable ideológicamente pues la soberanía nacional estaba entonces en discusión. Aunque el acto en sí fuera una vileza. En el siglo XX, no es de recibo que la Corona desprestigie de esa manera la nación a la que debe servir y que además es una de las principales misiones que tiene un rey en un sistema parlamentario.
Así cobra todo su sinsentido, la orden de la jarretera que recibió y aceptó Felipe VI.
¿A quién sirve el Rey de España, a los españoles o a los intereses de Gran Bretaña?
En todo caso, el jefe de Estado ha heredado la Corona y como todas las herencias viene con sus privilegios y sus deudas.
A él le corresponde enderezar el rumbo nefasto que adoptó su padre y saldar esas deudas.
Para La Tribuna de España

Falta aquí la foto del entonces Príncipe Juan Carlos visitando a las tropas en el Sahara, y pasado revista a la Legión, y todos los militares prostáticos haciéndole la pelota, cuando previamente ya los había vendido a todos, a la vista de esta información.
En cuanto a la frase que se contiene en este artículo relativa a que le corresponde al CNI dilucidar la intención de EEUU al desclasificar estos datos. Mi pregunta es, ¿pero es que el CNI se dedica a algo en España, más allá de jugar a la Playstation 4, y en buscar por Twitter a ver si algún español dice alguna cosa contra Pâblo Iglesias para meterlo en la cárcel?. ¿Esta gente trabaja en algo, o viven sólo del cuento y de las gratificaciones del Gobierno?
¿Donde estaba el CNI en los atentados de Atocha el 11 de marzo?
¿Y esto no lo sabe todo el mundo desde el minuto uno?
Vamos a dejar de hacernos los «tontos» y digamos las cosas claramente, aquí todo el mundo se ha hecho el «despistado», se reconoce y se acabó, no vengamos con historias de la CIA.
¿Qué solo eran sospechas? Solo esta escusa hace ver claramente que seguimos haciéndonos el «despistado» y lo que es peor, que no asumimos responsabilidades y que por tanto esto no tiene remedio.
Que cada cuál lo lleve en su conciencia.
JL