La «bandera» sodomítica y la republicana: inconstitucionales y antidemocráticas
La Sala III (de lo Contencioso-Administrativo) del Tribunal Supremo ha dictado una sentencia en la que determina que no es compatible ni con la Constitución ni con el marco legal vigente la colocación de banderas no oficiales en el exterior de los edificios públicos, aunque sea de forma ocasional.
«No resulta compatible con el marco constitucional y legal vigente, y, en particular, con el deber de objetividad y neutralidad de las administraciones públicas, la utilización, incluso ocasional, de banderas no oficiales en el exterior de los edificios y espacios públicos, aun cuando las mismas no sustituyan, sino que concurran, con la bandera de España y las demás banderas legal o estatutariamente instituidas», afirma el citado tribunal.
Con ello, los magistrados del Supremo anulan un acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife del 30 de Septiembre de 2016 que reconocía la bandera secesionista de Canarias -la enseña de las siete estrellas verdes- como uno de los símbolos del «pueblo canario» acordando que luciera en lugar destacado en dicho Consistorio.
La sentencia concluye que este acto contravino el ordenamiento jurídico porque «no es la bandera oficial, por lo que no puede atribuírsele la representatividad del pueblo canario como defiende el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife».
Lo importante del asunto no sólo lo es en sí mismo en lo que se refiere a Canarias, ya saben, banderitas y más banderitas, igual a banderías disolventes, sino en que desde hace alguna que otra década, todos los ayuntamientos, independientemente del color político que los desgobierne –lo de gobernar de verdad no está de moda en España a ningún nivel– nos colocan ahora por Junio el trapito sodomítico ese del arco iris para darnos por el tralará, que debe ser lo que corresponde a tal pretendida aspirante a enseña. Lo importante es que la sentencia citada dicta jurisprudencia, por lo que puede ser enarbolada a partir de ahora como enseña para exigir a cualquier ayuntamiento que retire la de los colorines por las mismas razones que se ha sucedido con la «estelada» canaria.
Así es que, copien la sentencia del tribunal canario y adjúntenla en su escrito a su ayuntamiento exigiendo su cuando coloquen el trapito sodomítico.
Muy interesante Sr, Enríquez de Aguilar
Y muy agradecido por su información.
Buscaré dicha sentencia, pues si como dice, el veto a la utilización de «banderas no oficiales» alcanza a edificios y ESPACIOS públicos, resulta evidente que de forma sistemática se estaba conculcando la Ley.
En La Coruña por ejemplo, todos los años el 14 de abril y durante una semana, ondeaba un enorme bandera republicana -bien que sin escudo- en el parque de Punta Herminia, Colocada o consentida por el Ayuntamiento.
Habrá que estar atentos el año que viene para, si se diera el caso, impugnar tal anomalía.
También se ha «sodomizado» el balcón del Ayuntamiento (con Gobiernos Municipales del PSOE en coalición con el BNG) poniendo la bandera del arco iris con motivo de celebrarse los fastos del día de la desvergüenza sodomita.
Aunque afortunadamente sin esas cabalgatas multicolores que van perdiendo aceite por las calles de otras ciudades.
Por cierto, que siempre me ha llamado la atención el hecho de que uno de los más espectaculares fenómenos de la naturaleza, haya sido tomado como enseña, precisamente, por los contranatura.
¿Alguien me lo puede explicar?
Yo he llegado a pensar que está en relación con la mitología de los vikingos, según la cual los guerreros que morían en combate subían al cielo por el camino que marca el arco iris. Y allí les esperaban las Walkirias.
Así que supongo que los invertidos pensarán que en ese cielo, y subiendo por tan multicolor escala, les esperan los fornidos guerreros normandos de poderosa cornamenta, para ponerlos mirando a Cuenca.
Panda de homofobos, cejijuntos, cavernícolas. No esperaba menos de vosotros. Made in caspein.
Estimado seguidor: descalificar sin argumentar desacredita, téngalo en cuenta cuando critique de palabra o por escrito. Dicho lo anterior y sobre la base de argumento tan contundente como es lo que recoge el artículo, una sentencia del Tribunal Supremo, sí cabe calificarle a usted de: totalitario, antidemocrático, marxista-leninista o fascistas (los extremos se tocan) y, más vulgarmente conforme a los tiempos, de cavernícola, bunkeriano, casposo e ignorante. Acate la ley y la Constitución de una vez, y deje ya de soñar con revoluciones cuyos resultados son los de siempre. Saludos cordiales