La corrupción como sistema político
La sentencia de los ERES de Andalucía ha convertido en categoría un asunto conocido desde hace varios años. A pesar de los esfuerzos del PSOE en desvirtuarlo, entorpecer la instrucción judicial y proteger a los que entonces eran los presuntos responsables. La malversación del dinero destinado a los parados andaluces, por un partido que se presenta como izquierda, y utilizarlo para crear una clientela política en su Comunidad más importante, celebrándolo con langostinos, coca y putas. No es obsceno, es mucho peor.
Se completa así el patio de monipodio en el que PSOE y PP han convertido a España, haciendo de la corrupción la principal herramienta para hacer política. Con la perversión de las instituciones, para que sometiéndolas no puedan ejercer su función en un Estado de Derecho, el control mutuo entre los diferentes poderes del Estado. Aunque sí subyace el acuerdo tácito de estos partidos ante la corrupción, en el aspecto político no hacerse demasiado daño y en la dimensión material no exigir la devolución de lo sustraído o lo malversado. Si se tiene en cuenta, que tanto PSOE como PP gozan de generosas subvenciones de nuestros impuestos. Una deducción del 50%, por ejemplo, hasta saldar lo defraudado sería prueba de regeneración interna y freno a conductas futuras similares. No sucederá, pues el interés de ambos sigue radicando en asegurar sus clientelas no en defender el interés general.
La golfería instalada en la política no reside solo en el ámbito económico. Hemos asistido a la afirmación presidencial, dos días antes de las elecciones, de no pactar ni con comunistas ni con secesionistas. Al día siguiente se producía el abrazo entre Sánchez e Iglesias. Es notorio el desprecio del candidato a su electorado y el pasotismo de este por su fidelidad clientelar. La sentencia de los ERES parece que estaba redactada desde el mes de septiembre y no se hace pública hasta después de celebrar las elecciones. Tampoco se produjo ninguna filtración a la prensa ¡milagro! Supongo que sería para que los robados pudieran votar la lista de los ladrones sin remordimientos de conciencia.
Lo que marca, sobre todo, la catadura moral de estos líderes “socialistas” es el llamarse andana y no aceptar su responsabilidad personal en un caso que les afecta directamente. Muy parecido a lo visto en el PP en sus casos de corrupción. Resulta que dos antiguos presidentes del partido, consejeros, ministros ¡ya no eran del PSOE! Entonces porque la organización les pagaba los abogados, y el partido se personaba en la causa, a la vez que se presionaba a la juez Alaya, para después salirse al aproximarse la sentencia. Pues para no verse obligado el PSOE a exigir responsabilidad civil y recuperar el dinero, o al menos parte.
Tanto Pedro Sánchez como Susana Díaz, son directos responsables políticos de la sentencia que pone de manifiesto, al igual de lo que ya pasó con el PP, el entramado defraudador puesto en marcha por el partido para gozar de un voto cautivo. Aunque dicen que se odian, han unido sus destinos para salvarse ambos o al menos eso creen ellos. Que haya salido Bono poniendo sus manos en el fuego por la honorabilidad de ambos expresidentes solo hace más esperpéntica esta farsa, pues su ocupación de blanqueador de Teodoro Obiang no le hace ser una referencia ética.
La unión Sánchez Susana es similar al famoso abrazo entre el candidato socialista y el líder comunista. Una vez verificado que cada uno pierde más de 700.000 votos, el abrazo es una clara huida hacia delante pues el pacto viene a suponer evitar las críticas internas en sus partidos respectivos.
La entrada de los comunistas en un gobierno sería una mala noticia por lo siguiente: a) la seguridad nacional se pone en peligro por poner al alcance de enemigos de la nación temas muy sensibles; b) la suma de los social comunistas no proporciona estabilidad pues no alcanzan la mayoría absoluta y les obliga a depender de partidos secesionistas; c) la imagen internacional de España quedaría muy dañada si el presidente para ser investido necesitara la ayuda de un partido sedicioso y de otro que ha practicado el terrorismo durante varias décadas; d) importar a España un modelo económico fracasado en la URSS, en China y en Venezuela, no es admisible y e) dicho gobierno caso de formarse supondría una pérdida de legitimación del presidente investido, pues lo habría sido gracias a un fraude electoral de engaño crucial a sus electores, esa ausencia de legitimidad originaría una gran inestabilidad interna.
Con esa falta de responsabilidad y escrúpulos por parte de este grupo de políticos, es difícil pensar en que las cosas vayan a arreglarse por sí solas, por eso es preciso prepararse para resistir y movilizarse contra las fuerzas que tratan de descomponer y trocear España. La defensa de la Constitución y nuestra forma de vida es el camino para proteger nuestra soberanía y nuestra libertad.
