La hipocresía de Defensa no tiene límites… ¿y la idiotez de otros tampoco?
Los militares españoles se han retirado de Afganistán en cuanto lo ha ordenado… ¿la ministro de Defensa?… ¿el JEMAD?… no, el boss, el jefe, o sea, los EEUU. Y llegados a España los últimos efectivos, Margarita Robles y la cúpula militar han organizado una mascarada –no se puede calificar de otra forma– supuestamente para gloria y honra de los fallecidos en aquel tan distante como distinto país supuestamente en defensa de «la paz en el mundo» (¿?). Y es que nada mejor que vaselina, bombo y platillo, pan y circo, para reescribir la historia, tapar las vergüenzas, mentir y engañar al público ya de por sí bastante idiotizado.
En un acto desprovisto de toda seña religiosa, claro –a excepción del Ave María de Schubert al final–, sentimentaloide y con muchas rosas blancas (¿?), celebrado en el antiguo picadero de la que fue Escuela de Estado Mayor, hoy de Guerra, la ministro ha homenajeado a los 107 fallecidos «en acto de servicio» durante los 19 años que hemos estado allí, siendo de ellos 96 militares, 2 guardias civiles, 2 policías nacionales y 2 intérpretes.
Robles, como es su costumbre, no se ha cortado un pelo a la hora de decir tonterías como que España es un «gran país porque es tan generoso que es capaz de dar a sus mejores hombres para defender la paz en un país lejano» y otras lindezas que mejor ni comentar.
El caso es que esta reconocida hipócrita, como todos los de su ralea, de oscuro y nunca mínimamente aclarado pasado jurídico/judicial –expediente Royuela, tutela de menores, etc.–, ha pasado por alto la cruda verdad de nuestra intervención militar en Afganistán, igual a la que realizan en otros lugares del mundo; menos en España, claro, que es donde está la primera línea y el puesto de mayor riesgo y fatiga.
Dicha realidad, dicha verdad, es la siguiente:
- Lo que han hecho en Afganistán nuestros militares, como lo que hacen en el resto de misiones en el exterior –participan en todas menos, curiosamente, en la que la ONU tiene en el Sahara… ¿por qué será?– es servir como mercenarios al servicio de intereses extranjeros nunca bien definidos ni aclarados, circunstanciales y cambiantes, que ni nos van ni nos vienen, distrayéndose y desentendiéndose del descuartizamiento a que viene siendo sometida nuestra patria cuya soberanía, independencia, integridad y ordenamiento constitucional han jurado voluntariamente defender.
- En Afganistán y en el resto de misiones lo que hacen es servir al Nuevo Orden Mundial declarado, muchos de cuyos fines públicos atentan gravemente contra dicho juramento.
De los fallecidos, 79, o sea la inmensa mayoría, lo fueron en los dos «accidentes» aéreos, producto de la pura, dura y criminal negligencia de los Gobiernos y mandos superiores del momento, ninguno de cuyos miembros asumieron sus responsabilidades personales ni los organismos las institucionales, siguiendo como si nada con sus carreras políticas o militares haciendo verdad aquel tan grosero como repugnante «el muerto al hoyo y el vivo al bollo».
- Porque lo del YAK-42 fue por la cutrez de Defensa al contratar a la más tirada de las compañías aéreas para transportar a nuestras tropas y eso a pesar de las quejas y avisos que constan y que fueron, como siempre, desoídas e incluso censuradas con amenazas.
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Super Puma Cougar Y porque el Super Puma no fue derribado como se dijo –ahora la ministro al menos lo calificó de «accidente»— para tapar lo que fue más que probablemente error de los pilotos al realizar una maniobra demasiado arriesgada en el viaje de «ambientación» que se daba a los recién llegados; los pocos que afirmaron que fue esto último en su momento fueron prácticamente lapidados por Defensa y por no pocos «compañeros». Ver «La caída del Cougar en Agfanistán, mentiras y más mentiras» (AQUÍ)
- El resto fueron 5 de infartos, 2 en accidentes de tráfico y 14 en atentados talibanes. O sea que 5 por causas naturales, 2 por causas circunstanciales y 14 por…
- …que la muerte de todos ellos ha sido en balde, absurda y sin sentido a juzgar por los resultados de nuestra «misión» en Afganistán, y si no se lo creen lean «España en Afganistán cornuda y apaleada» (AQUÍ).
Por último, y probada la hipocresía de Robles, del Ministerio de Defensa y de los mandos superiores militares, nos toca la dolorosa labor de justificar la segunda parte del título de este artículo que no obviamos y hacemos en honor a la verdad sin complejos, lema de esta web, y con todos nuestros respetos.
Y es que al acto asistieron cerca de un centenar de familiares de los fallecidos que con su presencia hicieron el juego a Defensa; bien que pocos para tantos fallecidos, lo que prueba que no todos cayeron en semejante error. Y es que a la vista de la triste verdad de sus muertes y recordando lo mal que fueron tratados por el ministerio de entonces, el mejor homenaje hubiera sido no asistir a éste y montar uno por su cuenta, además con componente religioso, pues en definitiva lo más importante es rezar por los difuntos.

Brillante y exhaustivo artículo, que suscribo totalmente, de la A a la Z.
Mis felicitaciones al autor y a EL ESPAÑOL DIGITAL, por publicarlo.
El teatro de siempre.