«La II República Española. Nacimiento, evolución y destrucción de un régimen» ¡Imprescindible!

Libro de Pío Moa, historiador que sin haberse licenciado en Historia da mil vueltas a muchos de los que sí lo han hecho y le critican sólo por ello. Libro de Moa que no podía decepcionarnos. Libro de Don Pío que es imprescindible para conocer a fondo y verdaderamente lo que fue aquella II República que precisamente los que la hicieron imposible y la hundieron entonces, como sus herederos ideológicos de hoy, tanto cacarean.
Del libro, que se lee como todos los de Moa de un tirón porque la capacidad de síntesis y la claridad de exposición siguen siendo dos de sus más destacadas virtudes –junto a las pruebas incuestionables con que avala lo que afirma–, destacamos algunas conclusiones recomendando que sean ustedes los que profundicen en ellas leyéndolo:
- El libro recopila los elementos fundamentales de su gran trilogía: Los orígenes de la Guerra Civil española, Los personajes de la República vistos por ellos mismos y El derrumbe de la II República y la guerra civil.
La II República, a pesar de su llegada ilegal y anticonstitucional producto de unas elecciones municipales que además perdieron los partidos republicanos, y cuya legitimidad vino sólo por la aceptación borreguil de la mayoría de los españoles, fue una gran oportunidad, para deshacernos de la monarquía obsoleta y decadente, perdida precisamente porque fueron los propios «republicanos», la izquierda revolucionaria –en España toda ella lo era y sigue siendo– y los separatistas, los que la destruyeron buscando provocar una guerra civil revolucionaria que creían ganada de antemano.
- Fueron los que durante la guerra se llamaban «republicanos» los que la asesinaron porque, en realidad, no la querían democrática, sino marxista-leninista soviética y revolucionaria, unos, PSOE y PCE, anárquica, la CNT/FAI, y ambas los separatistas que veían en tales ideologías su oportunidad para su definitiva y total secesión.
- Moa defiende que con el acceso al poder del Frente Popular en Febrero de 1936, gracias a un pucherazo electoral monumental más que documentado, y la consiguiente violencia revolucionaria que estalló, la II República quedaba ya muerta; la puntilla, en todo caso, fue el 19 de Julio cuando el Gobierno frentepopulista armó a sus afiliados y seguidores.
- Moa destaca cuatro personajes como los mayores responsables del que ha sido, posiblemente, el mayor desaguisado histórico de nuestra Patria: Largo caballero, Indalecio Prieto, Manuel Azaña y Alcalá Zamora. Los dos primeros por buscar esa guerra civil con cuya victoria, que creían segura, iban a implantar la dictadura del proletariado que les sentaría en el poder absoluto para siempre, acentuando para ello el carácter revolucionario de su partido, en vez de reconducirlo hacia posturas socialdemócratas constitucionales y democráticas que era lo que Besteiro, pecador arrepentido en buena medida, propugnaba; Azaña, porque con su engreimiento y narcisismo personal atizó aún más a ambos, al tiempo que incitó aún más el anticatolicismo como pieza esencial de lo que se pretendía; el último, porque buscó siempre su beneficio personal creyéndose más listo que los otros tres, intentando enfrentarlos, para luego componerlos teniéndole a él como supervisor privilegiado, actuando siempre a modo de un Maquiavelo vulgar y estúpido rápidamente desbordado y superado por la ira que él mismo alimentaba.
Moa derriba también en su obra la hoy tan alabada como falsa bondad de la II República en materia cultura y económica, echando un vistazo a los datos oficiales tan asépticos como incuestionables que dejan las cosas en su sitio a no ser que se tergiversen o lean con orejeras ideológicas del color que pueden suponer, que es lo que viene ocurriendo desde hace cuatro décadas con la ayuda de ese Partido Popular verdadero caballo de Troya del régimen del 78 y por ello artífice realmente fundamental de la actual destrucción tanto de él como de España. Régimen del 78 que, dicho sea de paso, por culpa de UCD-AP-PP fue y sigue siendo de suicida ruptura y no de renovadora continuidad de la etapa de gobierno del Generalísimo, como debió ser y querían la inmensa mayoría de los españoles de entonces que fuera, y que no ha sido por culpa de un rey felón y una clase dirigente, la del final de la etapa del Franco, cobarde y traidora hasta el tuétano.
Así pues, nos encontramos hoy en la penosa disyuntiva de que, tras ya casi medio siglo de ruptura, destrucción y demonización de nuestras raíces modernas y contemporáneas que son aquel Alzamiento Nacional y su posterior etapa de unidad, paz, justicia y prosperidad sin parangón en nuestra historia, se derriba poco a poco su régimen sucesor, el denominado «del 78», por parte de los herederos ideológicos de aquel Frente Popular que acabó con la oportunidad de la II República, y ello con la insana intención de imponernos aquella III República revolucionaria que se impuso por el terror en la parte de España que durante la guerra civil tuvo la mala suerte de que en ella fracasara el Alzamiento Nacional, y cuyas formas y fondo están repletos de crímenes espantosos, latrocinio y barbarie.
