La incongruencia de una derecha conservadora y abortista
Hay comportamientos, aptitudes y decisiones que resultan difíciles de entender por mucho que uno se esfuerce en hacerlo, aunque sea amparándose en la mayoría de los casos, en la buena fe. Y me refiero no tanto a las manifestaciones vertidas en un panfleto demagógico redactado para conseguir un rédito electoral, cuanto a la ceguera necedad e incuria de cuantos abdican de sus principios, de esos “valores inconmovibles” que dicen defender y de los que desgraciadamente se olvidan en aras a mantener sus prebendas, justificando un comportamiento aberrante, carente de la más absoluta ética y moralidad.
Es el caso de los dirigentes de esos partidos políticos que representan a la derecha española, y de sus votantes.
Que el Partido Popular es un partido que defiende el aborto, no cabe ninguna duda, con independencia de los maquillajes que se quieran hacer a la hora de manifestarse a favor o en contra del crimen legalizado, sobre todo para asegurar el voto del sector más conservador. Maquillaje que se hizo más patente que nunca con ocasión de la mal llamada «contrarreforma» del aborto, impulsada por el que fuera ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Y digo la mal llamada “contrarreforma”, por cuanto no estaba destinada a combatir los efectos adversos y criminales de la ley de plazos aprobada en 2010 por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. No se buscaba la derogación de la ley, cuanto una mera restricción al “derecho” a abortar. Se permitía abortar voluntariamente en dos supuestos concretos: en caso de violación y por «menoscabo importante y duradero» para la salud física y psíquica de la mujer o del feto. Pero ni siquiera esta propuesta (de suyo inaceptable), salió adelante. Se limitaron a presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional, escondiendo su deleznable incuria moral.
Por fin y tras más de diez años de espera, el Constitucional de la mano, cómo no, de Cándido Conde Pumpido, venía a avalar la ley del aborto de 2010. Y al líder de los populares, Núñez Feijóo, le faltó tiempo para asegurar que ahora su partido sí apoya esa ley del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que establecía el aborto como derecho, aunque rápidamente fue maquillado, en referencia a los plazos que establece la norma para poder interrumpir voluntariamente el embarazo. Reivindicar el derecho al aborto y reconocerlo legalmente, significa atribuir a la libertad humana un significado perverso e inicuo: el de un poder absoluto sobre los demás y contra los demás.(1) Espero Sr. Feijóo que esta manifestación que sin duda ha aflorado de su subconsciente, suponga a la larga el fin de su nefasta carrera política que es en suma lo que usted merece y lo que España necesita.
Por cierto, el mismo Tribunal que hoy avala la ley del aborto de 2010, manifestaba en sentencia 53/1985 que el derecho a la vida “constituye el derecho fundamental esencial y troncal en cuanto es el supuesto ontológico sin el que los restantes derechos no tendrían existencia posible”, por consiguiente, aseguraba el Constitucional en la misma sentencia, el “Estado tiene dos obligaciones en relación con la protección del no nacido: Por un lado, abstenerse de interrumpir o de obstaculizar el proceso natural de gestación; y por otro lado, establecer un sistema legal para la defensa de la vida”.
Parecía que con la llegada del partido de Santiago Abascal se abría, al menos temporalmente, una puerta a la esperanza de vida cuando en su programa electoral anunciaba claramente la derogación de la Ley del aborto:
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- “ Defenderemos el derecho a la vida desde su concepción hasta la muerte natural y acabaremos con la cultura de la muerte. Para ello, comenzaremos por la derogación de la Ley de la Eutanasia y la Ley del aborto libre”.
Hubiera bastado esta sola afirmación para concienciar al electorado de su firme convicción y propósito de erradicar definitivamente el crimen legalizado y consentido. Sin embargo, en su programa se proponen otras medidas que siembran una duda razonable; máxime que no aclara si taxativamente se opone al aborto o por el contrario se trata de una preterición consciente en la que subyace el propósito de implementar, en su caso, una ley de supuestos para permitir la interrupción del embarazo en algún caso específico, como ocurría con la propuesta de Ruiz-Gallardón.
Qué sentido tiene si no el punto 117 de su programa donde se “garantiza la libertad de conciencia de todo el personal sanitario, para que no sea forzado a actuar contra su conciencia ante las imposiciones de la cultura de la muerte (aborto o eutanasia) …”. Si ciertamente se deroga la Ley del aborto, y está en su mano el hacerlo, nadie se vería en la necesidad de aducir su objeción de conciencia, pues de facto habría desaparecido la obligación emanada de un imperativo legal. Y no cabe aducir que el texto se refiere a otro supuesto distinto, pues claramente se hace referencia al aborto o eutanasia.
Además se defiende el derecho a que toda mujer embarazada pueda acceder a un protocolo que habrá de incluir la posibilidad de acceso por la madre gestante a una atención psicosocial específica, la posibilidad de escuchar el latido fetal y la realización de una ecografía 4D. Y yo me pregunto, si a pesar de todas las medidas propuestas, la gestante decide abortar, ¿qué ocurre? ¿Se le permitiría seguir adelante?
Cualquier razón esgrimida, aun siendo grave y dramática, jamás puede justificar la eliminación deliberada de un ser humano inocente.(1)
Sr. Abascal, cuando estamos ante una legislación criminal que condena a muerte al no nacido, no caben parches ni soluciones intermedias. Bien está que además se adopten medidas de ayuda para la mujer gestante; pero ello no es suficiente. No basta con derogar la Ley del aborto; es preciso además que su práctica sea constitutiva de delito y así quede refrendada en el Código Penal. Usted, como representante directo de un partido que aspira a tener representación en el Congreso, asume una doble y gravísima responsabilidad moral: Su propia actuación y la de los miles de votantes que le van a confiar su voto, (máxime cuando usted y su partido propugnan la defensa de los valores tradicionales católicos).
Por eso y desde estas líneas, conmino a D. Santiago Abascal Conde para que afirme categóricamente su postura y la del partido que representa, en relación a la legislación del aborto, pues la vida de un inocente jamás podrá estar sometida a un programa de condiciones o circunstancias. Y lo hago desde la fuerza moral que, como católico, me otorga la grave e ineludible obligación de oponerme a tan nefanda ley. (2) Y aunque no soy seguidor de VOX, espero y deseo que sea ésta y no otra la posición que usted y su partido defienden, por el bien de nuestra Patria.
Me gustaría finalizar estas líneas haciendo una profunda y seria reflexión a la vez que un llamamiento no sólo a los votantes de cualquier partido político, (siempre que mantengan unas convicciones religiosas), sino a esa Iglesia española timorata y connivente con el poder establecido. El aborto no es ningún derecho; antes bien, es un crimen execrable que siempre ha estado condenado por la Iglesia, bajo pena de excomunión. Por consiguiente debería ser obligación ineludible de sacerdotes y obispos, advertir desde los púlpitos o pastorales, del grave peligro de excomunión de quienes voten a esos partidos políticos que en sus programas no condenen taxativamente el aborto. No se puede ir a Misa y comulgar, cuando después se apoya con el voto a un partido que legaliza o consiente el aborto. No sólo el que sanciona, legisla, pide o practica el aborto es culpable. Quien vota a un Partido que consiente el aborto o quien teniendo en sus manos la posibilidad de erradicarlo se duerme en una indolencia mortal e imperdonable y no lo hace, es tan culpable como el que lo practica. Y ha de quedar patente en el pensamiento de todos, que quien así lo haga será reo de excomunión latae sententiae, es decir, automática, sin necesidad de que sea impuesta por un superior legítimo o declarada por sentencia de un tribunal eclesiástico (ferendae sententiae).
(1) Juan Pablo II. Encíclica Evangelium Vitae de 1995
(2) Juan Pablo II en su encíclica Evangelium Vitae de 1995 señalaba contundentemente: “El aborto y la eutanasia son crímenes que ninguna ley humana puede pretender legitimar. Leyes de este tipo no sólo no crean ninguna obligación de conciencia, sino que, por el contrario, establecen una grave y precisa obligación de oponerse a ellas”.

Por desgracia la sociedad española – como toda la occidental, resultado del mensaje universal progre – ha aceptado el aborto como el método anticonceptivo infalible, ya sea quirúrgico o químico. ¡No falla nunca! La posible recuperación, reconquista, va acostar mucho. Tengo 57 años. Es muy posible q yo no la vea.
En cuanto al papel del clero, en fin, no me hagan reír…
Yo estoy convencido de que no lo veré, y tengo 50.
Un saludo.
La pp se autodefine en sus propios estatutos como centro reformista. NO es un partido de derechas desde hace tiempo, es exactamente lo mismo que la psoe, y más tras su alineamiento expreso con la nefasta, criminal, genocida, comunista y satánica Agenda 2030.
¡Arriba España!
Estando de acuerdo con lo expuesto por el Sr. De la GUIA y sobre el papel deleznable de la Iglesia – la Conferencia Episcopal, en nuestra Patria – lo que concluye sobre el voto es el ERROR MUY MUY GRAVE.
Solo el pensar que el VOTO es auténtico…. y que no ha sido manipulado y que NINGUNA elección desde la primera se corresponden con la realidad es de una INGENUIDAD TOTAL.
Me canso, aburro, me repito hasta la saciedad de escribir que el VOTO es falso, los RESULTADOS han sido SIEMPRE falsos.
Todo el tinglado de encuestas, resultados es de una falsedad total.
Para los muchos votantes de VOX en este EED, personas excelentes de Ideario como el de este servidor y de ingenuidad absoluta, NO hay nada más fácil que el cambiar el resultado de una elección.
Los resultados se pactan entre PP y PSOE «dirigidos» por la «estrategia» de Estados Unidos y la UE.
Si dentro de esta «estrategia» se trata de ENTREGAR al País Vasco y Cataluña, los resultados publicados van en esa dirección, como AHORA, en las de julio pasado….
Los resultados van en la dirección que interesa a esos «estrategas» …
Es lo que hay y TODOS los partidos CORRUPTOS aceptan el resultado…. porque COBRAN su buen dinero a cambio del silencio y de que NO RECURRAN…
Vivo muy cerca de la frontera francesa y mis amigos de los pueblos vecinos, en las elecciones presidenciales pasadas y después de recontar los votos en el par de urnas que había, me explicaban que era IMPOSIBLE que si la señora LePEN del RN había obtenido el 95% de los votos en su pueblo, como era que en el conjunto de Francia, hubiera ganado Macron con el 55%…
Pues lo anterior se llama CORRUPCION y MANIPULACION.
La señora LePen, antaño defensora de salir del euro, de la UE, de la OTAN, reconvertida en «globalista» y, por supuesto, muy, muy amiga de LA Meloni, de Abascal y otros lideres de las «extremas derechas»… pues aceptaba el resultado sin poner la mínima oposición. DINERO, DINERO, DINERO.
Los «grandes» Mierdas de Comunicación, explicaban que, claro, los de los pueblos pequeños son TONTOS y los votantes de las grandes ciudades, muy LISTOS y votan a Macron… Pues empleando una palabra muy, muy educada, PUTA MENTIRA…
Y, como creo que, dentro de vuestra ingenuidad, sois capaces de razonar – y no me refiero ni a GASPAR ni a Rafael – pues NO hay que estudiar Estadística – yo he estudiado DOS CURSOS COMPLETOS, ingenuamente- porque esto NO va de Estadísticas ni nada parecido, esto va de engaño total y de reírse a nuestra cara a carcajadas.
La pregunta que procede: ¿Alguno de vosotros me puede contar desde hace cinco decenios, UNA SOLA VERDAD?
Por qué iba a ser ahora diferente.
De repente, se arrepienten y comienzan a contarnos verdades…. pero, ¿de qué guindo os habéis caído, por DIOS?
El día que os topéis con un partido político que propugne:
Salida del euro
Salida de la Unión Europea
Salida de la OTAN
Salida de la OMS
Salida del OMC, de la UNESCO, de la ONU, la lista se puede y se debe ampliar
Lo votáis y ponéis especial empeño en tener en cada urna un interventor para que con una calculadora podáis sumar los resultados de las decenas de miles de urnas que hay en España…
Solo el párrafo anterior os hará comprender la facilidad y el descaro con que se manipula una elección.
Mientras tanto no votéis a nadie.
Gracias por la lectura
DIOS, PATRIA y REY LEGITIMO
Estimado Sr. Caballero. Ante todo agradecer su comentario, con el que estoy de acuerdo en parte. Y digo en parte, porque desgraciadamente tengo la impresión de que no ha captado en toda su esencia el mensaje que trato de transmitir en mi artículo. Y me explico: No se trata de que las elecciones sean o no fraudulentas, que sin duda lo son; la cuestión es que hay muchísimos españoles (seguramente ingenuos, como usted los califica), que sinceramente creen en este nefasto sistema que tenemos y cada vez que se les convoca, no dudan por un instante en votar, creyendo que su voto servirá para algo. Ciertamente estoy con usted en que todo está ya vendido de antemano. Pero la cuestión central (y espero que usted lo sabrá entender perfectamente, como ferviente católico que sin duda lo es), no es la legitimidad o no de los resultados electorales. Lo importante y urgente, es que como católico y seguidor de la doctrina de Cristo, en cuyo nombre me honro, tengo la grave obligación de oponerme a la ley del aborto, y pecaría gravemente por omisión, si pudiendo hacerlo, no tratara de evitar en la medida de mis posibilidades, que tan nefanda ley pueda seguir amparada por quienes, posiblemente sin saberlo o meditarlo, se están auto-excomulgando por votar a favor de quien consiente el aborto. No es la validez de su voto lo que importa ahora, cuanto el hecho de votar a un partido abortista.
Espero Sr. Caballero que esta modesta explicación le sirva para entender cuál fue mi propósito al escribir este artículo. Espero no haberlo molestado, lo que en absoluto era mi intención y de nuevo le reitero las gracias por su comentario.
Un saludo
El PP actual, y creo que desde hace años, es un partido cobarde y masón, que obedece a fuerzas ocultas, que defiende «el derecho» al aborto, es decir, al asesinato de los propios hijos, etc.
¡No entiendo como una persona que sea católica puede votar a semejante partida de fascinerosos y delincuentes, auténticos estafadores de sus votantes y simpatizantes!.
Por eso voto a VOX, como mal menor.
La destrucción de la familia tradicional (cristiana) se decidió en la logia anglo sionista B’ nai B’ irth a la que pertenecía Freud. Divide y vencerás, y empezaron por la mujer. Básicamente se trata de hacer que cada componente familiar perciba su papel como indeseable; apoyándose en los peores ejemplos; victimizar, sembrar descontento y desapego; atizar el odio. La cosa va por fases, y, todas ellas ponen de manifiesto quien mueve los hilos en último término.
Siempre contra los más débiles, para seguir con los más inconvenientes, etc.
Todas las políticas NOS van encaminadas a reducir la reproducción y a limitar la vida de los no elegidos/iniciados.
Llamar derecha al PP, ya no solo actual, sino desde hace años, es una risa felisa; o sea, una bromaza de mal gusto. Si consideramos derecha al mantenimiento de los valores postfranquistas, los heredados de nuestros padres o abuelos (aquellos que dieron su sangre por liberar a España del NOS aún sin saberlo), Vox apenas cumpliría con un cinco pelado. El resto son NOS anticristiano en mayor o menor medida, y a peor por momentos.