LA LUPA: España vista por un falangista (II) El trabajo

José Antonio Primo de Rivera sigue ausente porque su doctrina sigue desconocida incluso para muchos que alardean de conocerla. Para adentrarnos no sólo en esa doctrina joseantoniana, sino mejor aún para comprobar su actualidad y validez como solución a los problemas de España, contamos con Luis Alberto de la Guía Escobar, abogado, falangista y católico de cuya mano vamos a conocer lo que la mayoría desconoce sobre personaje y doctrina tan fundamental en la historia de España como para el futuro de nuestra Patria.

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Parte I /


11 respuestas a «LA LUPA: España vista por un falangista (II) El trabajo»

  1. Seguiré estas entrevistas que en principio me parecen interesantes, sobre todo para las personas que desconocen la doctrina joseantoniana, o sea, la totalidad de la población.

    No estoy de acuerdo con nada de lo comentado sobre el libro del entrevistado, lo que ya me inhibe de siquiera intentar obtenerlo.

    En primer lugar me parece desacertado el título de “Responsables o culpables” llevando a portada a cinco personajes que ni eso merecen y que además ocultan por su misma presencia a los verdaderos culpables de los que ellos son solo efecto, pero no causa.

    Obvio es decir que no figuran ni Juan Carlos, ni Torcuato, ni Suarez, ni los “políticos de la Transición”(¡ni anteriores!) bastante más culpables que los reflejados en dicho libro.
    En segundo lugar me parece muy desacertado el comentario del autor sobre no “”hablar ni juzgar” a los difuntos porque él no es quien para ello (de su comentario se deduce que nadie es quien para ello).

    Exactamente la misma medida que el Régimen: no hablar de lo pasado, hacer borrón y cuenta nueva y el que haya sido torturado, violado/a, masacrado/a, ¡pues que se aguante! ¡cómo no se puede hablar de los muertos, ni siquiera de los asesinos!

    Pues así se ha llegado donde estamos, ocultando crímenes, lavando el historial de los asesinos y traidores, y “perdonando porque somos muy buenos (es que el cielo nos espera)”.

    Por esa misma regla no se podría hablar de nada histórico, solo mintiendo u ocultando, puesto que ¡no vamos a criticar a Stalin por sus crímenes, que está muerto el pobrecito!

    En fin, me parece que para ese camino no nos hacen falta alforjas, que ya le hemos andado.

    1. El autor habló del pasado en su primer capítulo; en cuanto su familia fue masacrada en La Mancha durante la guerra civil. Y ha escrito un libro donde habla sobre el pasado izquierdista de las provincias de Castilla la Mancha, relatando detalles verdaderamente espeluznantes. Creo que es el único libro moderno que habla de la represión izquierdista en esa región tan castigada por los republicanos, refiriendo las gravísimas atrocidades cometidas en Campo de Criptana, Alcázar de San Juan, Tarancón, Camuñas, Albacete, Cuenca, etc. refiriendo incluso datos de canibalismo perfectamente documentados. Y creo que seguirá comentando esa represión tan durísima que soportó el pueblo de la Mancha; y sobre la que los escritores e historiadores de izquierdas han corrido un tupido velo.
      Enhorabuena al autor por ese magnífico trabajo.

      1. Cuando se pretende responder a otro comentario se debe centrar en lo que se comenta, no en historias pretéritas que nada tienen que ver con lo que el mismo autor dice en el video.

        El tema es sobre “no hablar de los muertos” no sobre los libros que haya escrito el autor, que si se trata de tales atrocidades mucho mal haría si no se mencionan a los torturadores y asesinos, ocultándolos y con ello poniendo en peligro a los que con ellos interactúen sin saberlo y premiando su acción, que volverán a repetir a la menor ocasión, ya que no existe no solo castigo, sino siquiera mención.

        ¿O quizá sí nombra a los asesinos? Entonces ahora estaría mintiendo argumentando que él “no habla de muertos”.

        ¿Se entiende o no queremos entenderlo?

        Sobre el último libro que presenta pretendiendo explicar política y situación actual no puede ser más que un completo desastre y un engaño total si no habla y en profundidad de personas muertas ¡y muy muertas! Es algo que no hay por dónde cogerlo.

        No pierdo más el tiempo, saludos.

      2. JL, con toda respetuosidad: ¿Si usted se encuentra en las antípodas de lo que fue el falangismo por qué viene a comentar un libro «azul» que ni si siquiera ha leído?
        Si a usted le apetece más, podríamos discutir -por ejemplo- sobre esa organización política moderna que, según un escritor madrileño, ha sido una organización criminal desde su nacimiento; me refiero a Javier García Isac. O sobre un robot humano de 190 cm de envergadura que lo han configurado en la calle Ferraz para que se convierta en Líder Supremo durante el mayor número de años posibles. Un autócrata modernísimo, perfectamente engrasado y teledirigido, con todo tipo de programas incorporados y conectado con conocidas redes nacionales e internacionales. Una perfecta computadora viviente muy hábil para la charlatanería política.
        Insisto, elija usted el tema objeto de la discusión: me da igual hablar del pasado estudiantil del presidente del Gobierno que de los antepasados azules de Nadia Calviño, verbigracia. Y es que hablar de la Falange da para un rato largo.

        Cordiales saludos.

  2. «Sobre el último libro que presenta pretendiendo explicar política y situación actual no puede ser más que un completo desastre y un engaño total si no habla y en profundidad de personas muertas ¡y muy muertas! Es algo que no hay por dónde cogerlo»
    No comparto su opinión, en absoluto. Pero nada de nada. Y lo digo porque usted no ha leído aún el libro; y sin leerlo, no debe comentarse; y menos negativamente, pues a mi no me sirve aquello de que «me lo dijo Pérez que estuvo en Mallorca» y más cuando tratamos el tema polémico del falangismo.
    Cada cual puede tener la opinión que estime oportuna sobre cualquier cosa; en este caso sobre el pensamiento de José Antonio… ¡Faltaría más!
    Sobre el falangismo; a mí personalmente no me gustan los fascistas, los antifranquistas, ni tampoco los falangistas derechistas… pero respeto sus opiniones, aunque ellos no respeten las mías; si bien, no critico negativamente un libro sin antes leerlo.
    Y respeto al tema de los muertos… ¿A qué se refiere? ¿A los caídos? ¿A los familiares? ¿A los perseguidos? Perdone, pero «me no comprender».
    Un cordial saludo.

    1. ¿No esta de acuerdo en qué, en que 2+2=4?

      En efecto, un libro sobre historia de la matemática que solo hable de los últimos 50 años es una porquería sin haberlo leído, le guste a usted o no. Para saber esto no hace falta ir a la universidad.

      Igualmente un libro que hable sobre España y pretenda tratar la situación actual sin ir más allá de 50 años y no hablando «de los muertos» como dice el autor, no vale para nada, es un completo absurdo y no hace falta leerlo para saberlo. ¿Dónde está la dificultad?

      De los «muertos» asesinados, etc. ya veo que pretende tergiversar algo expresado tan claramente que me parece que usted pretende burlarse de mí o algo similar, ya que entenderlo está al alcance de un niño de unos…cuatro años.

      Ya observo que usted no tiene ninguna pretensión, no quiere, «entender nada», cuando lo dicho está no claro, cristalino, y así librarse de pensamientos «que no le gustan».

      Pues nada, cada uno con su tema.

      Saludos.

  3. Es mucho más fácil que la operación matemática que usted nos indica. Un servidor sí ha leído ese libro; usted, no.
    ¿Desea usted que se lo comente? Me parece que en absoluto.
    ¿Desea usted, en cambio, que hablemos sobre José Antonio? ¿Sobre la Falange? ¿Sobre la Falange fundacional y el Ejército? ¿Sobre el Fuero del Trabajo? ¿Sobre la División Azul? ¿Sobre los consejos económicos-sindicales? ¿Sobre las participación del operario en los beneficios de la empresa? ¿Sobre la colonización agrícola y la concentración parcelaria? ¿Sobre las cooperativas y el crédito estatal? … Me parece que tampoco; y eso que estos temas sí tienen más de cincuenta años.
    Si no le gustan estos temas, elija usted cualquiera otro del nacionalsindicalismo de hace medio siglo y discutamos sobre ello; a lo mejor podemos llegar a entendernos.
    Elija, pero no desprecie lo que aún no conoce.
    Cordiales saludos de nuevo.

  4. Si habla de “otros tiempos” con un mínimo de coherencia en tal libro entonces el autor nos está mintiendo en la entrevista al decir que él no habla de los muertos (aunque no para de hablar de José Antonio, incoherencia ya de base), que es la cuestión y no todas las balandronadas que no vienen a cuento y que usted está soltando. ¿Ha oído al autor en la entrevista que clarito lo dice? ¿Entonces a que viene usted defendiendo lo indefendible?

    Es muy claro que su pensamiento y el mío están en las antípodas, en definitiva, que yo con usted no iría ni a recoger billetes de 500 euros, así que a partir de este momento queda zanjada esta “relación” y haré caso omiso de cualquiera de sus comentarios, en este tema o en cualquier otro, a lo cual espero que usted corresponda.

    1. JL, con toda respetuosidad: ¿Si usted se encuentra en las antípodas de lo que fue el falangismo por qué viene a comentar un libro «azul» que ni si siquiera ha leído?
      Si a usted le apetece más, podríamos discutir -por ejemplo- sobre esa organización política moderna que, según un escritor madrileño, ha sido una organización criminal desde su nacimiento; me refiero a Javier García Isac. O sobre un robot humano de 190 cm de envergadura que lo han configurado en la calle Ferraz para que se convierta en Líder Supremo durante el mayor número de años posibles. Un autócrata modernísimo, perfectamente engrasado y teledirigido, con todo tipo de programas incorporados y conectado con conocidas redes nacionales e internacionales. Una perfecta computadora viviente muy hábil para la charlatanería política.
      Insisto, elija usted el tema objeto de la discusión: me da igual hablar del pasado estudiantil del presidente del Gobierno que de los antepasados azules de Nadia Calviño, verbigracia. Y es que hablar de la Falange da para un rato largo.

      Cordiales saludos.

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